Luis García Severino (Casinos, 1956) es director ... - Hello Valencia

Glenny Lantigua
Lugar de nacimiento: Rio San Juan
(República Dominicana)
Edad: 26 años
Profesión: Dependienta y Modelo
Tiempo en Valencia: 4 años
"Espero que el
bebé que estoy
esperando tenga
una mezcla preciosa"
Miguel Nve Obiang
Lugar de nacimiento: Valencia
Edad: 34 años
Profesión: Administrativo
Tiempo en Valencia: Toda su vida
"Yo he sido siempre
el único negro del
colegio, del instituto
y de mi universidad"
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Glenny es una mujer a la que no le
cuesta nada lucir una radiante sonrisa.
Está embarazada de 5 meses
y el brillo intenso de sus ojos delata que
se siente extraordinariamente satisfecha,
muy querida y muy a gusto en Valencia.
Está casada con Carlos Rebullida, un valenciano
conocido en el ámbito del Bel
Canto, por ser cantante de ópera.
La música les unió, pues por ella se conocieron
en Puerto rico, cuando Carlos se
encontraba de gira. Glenny acababa por
entonces sus estudios de Comunicaciones,
se gustaron, y al cabo de un tiempo,
se dejó llevar por lo que le dictaba su corazón
y se vino a vivir con él a Valencia. Hoy
en día están casados y esperan su primer
hijo, “espero que el bebé que está por llegar
tenga una mezcla preciosa. Estoy deseando
saber cómo va a ser”.
Adora el clima de Valencia, aunque se queja
del frío que ha hecho este invierno. Le
encanta lo abierta que es la gente, la simpatía
de los valencianos y la gastronomía,
“¡Sobre todo ahora que estoy esperando y
tengo más apetito!”, confiesa divertida.
Si se le pregunta acerca de a qué persona
negra admira más se lo piensa detenida-
Miguel es hijo de una pareja que
vino becada desde la antigua
colonia española de Guinea
Ecuatorial para estudiar en la Universidad
de Valencia. Estamos hablando de
finales de los años 60, cuando era muy
raro ver gente negra por las calles, y todos
se paraban extrañados y sorprendidos
al verlos. Ambos aprobaron sus
carreras con provecho y se quedaron en
Valencia. Fruto de su amor nacieron 5
hijos, todos hoy en día universitarios.
Uno de ellos es Miguel, un joven de su
tiempo, licenciado en Ciencias Empresariales,
administrativo-contable de una gran
empresa dedicada al mundo del juego, y
gerente-director comercial del emblemático
‘Café Bolsería’ sito en el corazón del
Barrio del Carmen.
A él no le molesta que le llamen negro
siempre y cuando lo hagan con respeto,
pero le han pasado tantas cosas en su
vida que realmente tampoco le da mucha
importancia a la terminología. En una ocasión,
cuando volvía de entrenar al baloncesto
y había quedado con una amiga lo
pasó fatal, “eran las 11 de la noche y de
pronto vinieron tres patrullas de policía con
las porras en la mano, y uno que llevaba
un guante me agarró fuerte del cuello y
comenzó a gritarme que sacara las bolas
mente y expresa que realmente le da igual
el color de la piel de una persona para sentir
o no admiración por ella. Le agrada especialmente
que en Estados Unidos haya
un presidente afroamericano porque significa
que muchas cosas están cambiando,
“creo que Barak Obama es un gran político
y un gran referente para todo el mundo,
pero no solamente por ser negro, sino por
su valía como politico”, expresa.
Glenny es una chica de su generación y
ciertamente, es hermoso oír de sus labios
que términos como segregación o apartheid,
sólo son para ella conceptos pertenecientes
a un tiempo pasado, que conoce
únicamente porque los ha estudiado en los
libros de historia del colegio.
nunca ha notado rechazo por parte de los
valencianos por su color, que por otra parte,
es muy hermoso, pero recuerda una triste
anécdota que no le gusto nada: “Estaba
con unos amigos y los padres de un chaval
de unos nueve años le animaron a que me
saludara. El niño me miró con mala gana y
contestó que no quería hacerlo porque yo
era negrita… Debo confesar que me dieron
ganas de llorar”.
de droga de la boca. Mi amiga estaba casi
llorando, pero cuando me oyeron hablar en
un perfecto español, me preguntaron que
quien era. Yo les dije que nací en Valencia, y
que me llamaba Miguel. Y lo más curioso,
es que al final de la calle había una gasolinera
con una valla publicitaria en la que yo
salía en un anuncio de Choleck. Lo señalé,
lo miraron… me miraron, y me pidieron
perdón. Me aclararon que por la zona había
mucha gente que pasaba droga. Eso sí, el
susto todavía lo recuerdo”, explica.
Miguel es una persona de un negro subido,
pero él siempre se ha sentido muy
bien porque le encanta ser diferente. Además,
es que juega con ventaja, porque es
un tipo atractivo que incluso llegó a ser
Mister Valencia 1998. “He sido siempre el
único negro del colegio, el único negro del
instituto y el único negro de mi universidad…
pero eso nunca me ha importunado”,
declara orgulloso.
Él está muy agradecido por el amor y el
cuidado que han puesto sus padres tanto
en él, como en sus hermanos, y cree
firmemente que llegará el día en el que a
las personas se les valorará únicamente
por lo que llevan dentro y no por algo tan
circunstancial como el color o tonalidad de
su piel.