Quinta Edición Revista Nirvana (digital)

LICDA. GLORIA REYES
DIRECTORA GENERAL DEL PROGRAMA SUPÉRATE.
NMM. - Podría especificar, para los lectores de
NIRVANA, cuáles son los objetivos misionales del
programa gubernamental supérate.
GR - Lo primero que hay que destacar es que el
“Programa Social Supérate” es parte de la
estrategia marco de protección social del gobierno
dominicano, puesto en práctica justamente a la
llegada del presidente Luis Abinader. Su diseño
constituyó parte esencial de la oferta política del hoy
presidente y tiene como pretensión cardinal
transformar las políticas sociales mediante un real y
efectivo acompañamiento de las familias más
vulnerables en temas quiditativos para su desarrollo.
Existen varias modalidades que nos están
facilitando su implementación, pudiendo citarse
como ejemplos las transferencias monetarias
condicionadas sobre temas de educación, de salud y
de empleo. El término condicionado nos dice
mucho, porque es el que establece la frontera entre
lo que pudiera ser un simple asistencialismo y lo que
es un verdadero programa de inversión social. O
sea, no damos por dar; los beneficiarios tienen
deberes que cumplir de esfuerzo y colaboración a
los que damos seguimiento cabal para poder
cumplir la misión inherente a este programa. Lo
anterior ha sido posible gracias al decreto
presidencial número 377-21, mediante el cual el
presidente Abinader transfirió todas las iniciativas,
componentes y proyectos del programa
“Progresando con Solidaridad” al programa
“Supérate”. Y es precisamente este decreto el que
define nuestra naturaleza y, en su artículo 3 fija
nuestros objetivos misionales, a saber: 1.- Mejorar
la calidad de vida de los hogares participantes y sus
miembros mediante su inclusión social y la garantía
de sus derechos para que puedan acceder al tipo de
vida que valoran; 2.- Implementar acciones
afirmativas transformadoras a favor de los grupos
que tradicionalmente han estado más excluidos de
los procesos de desarrollo socioeconómico en el
país; 3.- Facilitar la construcción de capacidades
para la empleabilidad y el emprendimiento
productivo de las familias participantes, a fin de
impulsar su inclusión, autonomía y resiliencia
económica; 4.- Consolidar un sistema de apoyo y
acompañamiento para conectar a los hogares
participantes y sus miembros con los servicios claves
y las oportunidades que necesitan para salir de la
pobreza; y 5.- Propiciar el empoderamiento y
conciencia de derechos de las personas
participantes, para que puedan ser agentes de su
propio desarrollo.
Es un desafío sin precedentes para la República
Dominicana, porque un programa con esos
objetivos demanda un clima que lo favorezca, libre
de interferencias. Y todo el mundo sabe que sí la
hemos tenido, al igual que todas las naciones del
mundo, con el tema de la pandemia que, como es
sabido por todos, ha favorecido un aumento de la
pobreza. Y he aquí lo bueno a destacar de este
programa, porque, si bien la disminución de la
pobreza no ha sido la esperada, al menos la hemos
mantenido frenada en sus índices actuales, con
pronósticos muy esperanzadores de disminución
importante.
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