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ARCANOS MAYORES
S
i la verdadera luz es la que emana del sol y la que nace del interior del ser humano, la
que revela los secretos del corazón y del alma y que nos permite ver con claridad, ¿en
qué esfera se ubica la luz de la luna?
Esta carta nos cuenta que hay una luz y es profunda. Atrae el rocío (las gotitas de colores
que van y vienen hacia la luna) y es magnética. Todo en la carta responde a su presencia.
El Arcano advierte que no podemos saber a ciencia cierta la razón de todo esto, porque esta
luna está de perfil y hay una parte del todo que permanece oculta. Quizá La Papisa lo sepa.
Este Arcano nombra el mundo de la noche iluminado por una tenue luz de luna. En ese
mundo hay una gran vitalidad que se hace evidente en la cantidad de colores vitales, como el
naranja, el rojo y el verde. Pero en primer plano siempre están los tonos azules de la espiritualidad
y la intuición junto a las aguas de las emociones y el inconsciente.
Friz Perls, el creador de la corriente de psicología transpersonal conocida como Gestalt,
habla de un «perro superior» y un «perro inferior» en sus estudios sobre la polaridad. La coincidencia
con esta carta siempre me ha llamado la atención, pero me consta que este ilustre
psicólogo nunca había tratado el Tarot en sus análisis. El hermetismo defiende desde sus orígenes
que la realidad es polar y es por ello que el Tarot aporta tantas referencias a esta característica
humana. La polaridad es otra manera de señalar el Yin y el Yang. Representa el blanco
y el negro que no sólo se oponen, sino que se atraen y complementan. Pero cuando no permites
que tus aspectos blancos y negros se relacionen sin más y no los integras, entonces surge
la división interior. Perls señala la existencia de un «perro superior» que te indica lo que debes
hacer, te critica y no te valora, mientras que el «perro inferior» es mucho más pasivo, parece
incluso menos poderoso pero es el que te manipula desde el victimismo saboteando, evadiéndose
y posponiendo las cosas para un después que nunca llega. Perls propone que se establezca
un diálogo entre ambas partes, que se conozcan y se hablen de la manera que sea, pero que
empiecen por establecer una relación que pueda ir madurando como dos supuestos enemigos
que acaban por entenderse y al menos respetarse. Curiosamente, estos dos perros cuentan
la misma historia. El azul es receptivo, pasivo y el de color carne, activo. Cada uno tiene
su correspondiente castillo, uno más receptivo y cerrado con almenas dobles, y el otro más
activo (predomina el naranja) y con una puerta por la que se puede entrar. La zona en la que
se encuentran estos perros está llena de hierbas que representan la vida emocional rica.
Observemos una vez más esta carta. En primer plano vemos a un crustáceo en una piscina
cuyas aguas se mueven. Este animal viene a contarnos la historia cercana a los perros,
a nuestros perros. También parece indicar que, gracias a la inmersión en estas aguas del
inconsciente, nuestro sistema vegetativo se verá modificado, desaprenderá viejos sistemas
anquilosados y rescatará perlas azules del fondo de unas aguas turbadoras, las entregará a
quien las quiera recoger y en clara ofrenda a la luna. ¿Serán los perros los que se la llevarán?
¿O acaso las perlas de los miles y cientos de viajeros que antes de nosotros ya han transitado
por esta noche lunar se encuentran en una de las dos torres?
Podemos seguir interpretando esta carta desde cada uno de sus objetos y el mensaje final
no cambia. Esta carta nos habla de dos opciones (dos perros, dos castillos, dos perlas) que pueden
conducirnos bien a una comunicación profunda con nuestro inconsciente o bien a la
separación y la soledad. Los perros pueden ladrar en una noche de luna llena para alcanzarla
o aullar desesperados y pelearse ferozmente. Y el crustáceo puede servirnos de apoyo hasta
la otra orilla o convertirse en un escorpión con dos bolas concentradas de veneno robado de
un lugar muy oscuro. Todas las cartas del Tarot tienen una lectura doble, como las dos caras
de una moneda. A veces una faceta puede conducir a la otra, otras podemos quedarnos con
algo que no llega a ser una moneda completa y se nos escurre de las manos. Nosotros elegimos,
es el mensaje claro del Tarot.
Es hora de no perder más
tiempo con ilusiones
imposibles.
La Luna trae cambios
y cosas que ya no
encajan como antes.
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CURSO PRÁCTICO DE TAROT