Curso practico de Tarot (Digitalizado)

ARCANOS MAYORES
E
sta carta nos habla de cambios. El personaje central hace una limpieza total. Corta todo
lo que ya no le sirve. Yacen las cabezas coronadas, manos, pies y formas. Salvando las
distancias, me recuerda a alguien que limpia a fondo el despacho. Y a pesar de todo,
siempre le queda algo por tirar en la próxima limpieza. Mientras avanza el proceso de descarte,
descubre cosas que ya ni siquiera recordaba, aparece alguna foto perdida, una carta...
Muchas las acaba tirando, otras las coloca en la caja de «cosas para dar» y el resto simplemente
aparece y desenreda recuerdos y decisiones. Los objetos también cumplen sus ciclos, aquello
que fue útil durante un tiempo, ahora ya no tiene cabida o ya no lo queremos.
En el sistema del Tarot, esta carta se encuentra justo entre El Enamorado y El Juicio
(que quedan arriba y debajo de esta carta, respectivamente). Esta particular ubicación nos da
un indicio sobre cómo estudiar estos cambios que parten del amor a la vida (carta VI) para
alcanzar un renacer (carta XX). En otro orden de cosas, si observamos el proceso horizontal
del Arcano, una vez que El Colgado ha reflexionado profundamente, se ha decidido a levantarse
y realizar cambios muy profundos, como no podía ser de otra manera. Después se sentirá
fresco y agraciado como un ángel, la carta siguiente, La Templanza, acaba de revelarnos
el desarrollo de estos ajustes. Lo que El Colgado buscaba era la misma esencia de la vida y
justo en esta carta la encontrará.
En el Tarot de Marsella restaurado, al fondo y a la derecha encontramos un hueso (la
figura central es de color carne, no son huesos) con unos pequeños agujeros. Muy probablemente,
si la tocáramos oiríamos algo muy esencial, el sonido mismo de la vida. ¿Por qué no
haces el experimento de una buena relajación acompañada de una visualización en la que
tomas esa flauta y la haces sonar? Los resultados suelen ser sorprendentes.
Igual puede suceder con las formas de vivir, nuestras ideas, criterios, relaciones, ataduras,
etc. Lo más normal del mundo es que la gente cambie a lo largo de la vida, porque ese cambio
es parte de ella, resulta intrínseco. A veces llega por sorpresa, como un terremoto que nos
resquebraja por dentro.
La particular ubicación de este Arcano da un indicio sobre cómo estudiar estos cambios.
La Muerte simboliza un momento de transición. Quien haya sufrido una mudanza sabe que
se trata de algo agotador. El momento que acompaña a esta carta no resulta nada sencillo,
simplemente porque irse de un lugar a otro no es fácil. Lo que parece simplificar este cambio
es el llanto. Diversos autores señalan el duelo como algo fundamental para recuperar lo que
nos espera, ya limpios de consecuencias inconscientes. El llanto opera como una lluvia que
riega y bendice la tierra guiando hacia su propio destino aquello que ha quedado atrás. Llorar
es tan necesario como reír, si estás triste no permitas que nadie te quite tu necesidad de llorar,
te estás lavando el alma.
Este Arcano también hace referencia a la agresividad consciente o inconsciente. Es
importante saber qué relación tenemos con este tipo de fuerza para a la vez saber cuándo y
cómo manifestarla. Esta energía, como cualquier otra, sólo tiene dos salidas: hacia dentro
contra ti mismo o hacia fuera, contra los demás. Es más, este Arcano está vinculado a la constelación
de Escorpio que rige la muerte del ego. Jodorowsky y Johanes Fiebig, por ejemplo,
instan a observar muy atentamente de qué tipo de agresividad se trata. Como siempre, puedes
preguntarle al Tarot cómo tratar dicha necesidad y así aprender a usar tu poder.
Por último, quisiera dejar constancia de que se trata de una carta muy importante para
quienes nos dedicamos a lo esotérico. Este Arcano permite ver más allá, ya que en cada tirada
el tarotista muere un poco y se adentra en las profundidades para traer la luz y la interpretación.
Este Arcano simboliza un
momento de transición
en la vida.
La Muerte indica que
no te aferres al pasado
y sigas adelante.
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CURSO PRÁCTICO DE TAROT