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ARCANOS MENORES
E
l Cuatro señala nuestra dimensión humana. Muchas cosas de nuestro mundo responden
ante la llamada de este número. Las más cercanas son las cuatro paredes de la habitación
donde estás leyendo este libro y donde mucho antes estaba yo escribiendo estas líneas.
El Cuatro nos pide estabilidad, permanencia y perspectiva. También nos habla de cultura y
de la palabra. Simboliza nuestra orientación hacia nuestra realidad humana.
La lista de Cuatros puede ser larguísima, basten algunos ejemplos:
Los puntos de la brújula (Norte, Sur, Este y Oeste).
Los elementos esenciales (Agua, Tierra, Aire y Fuego).
Las estaciones del año (Primavera, Verano, Otoño e Invierno).
Los evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas y Juan).
Los ángeles (Miguel, Rafael, Gabriel y Fannel).
Los profetas (Isaías, Jeremías, Ezequiel y Oseas).
El Cuatro suele considerarse un número mágico pues marca el fin de un ciclo y a la vez
entrega la energía para el ciclo siguiente, ya que el Uno se ha convertido en Dos que engendró
el Tres del cual surge el Cuatro.
El Cuatro nos indica que necesitamos darle forma a las cosas, acabar de perfilarlas. Puede
que nos aferremos a cuanto hemos dado forma en el pasado, bien porque nos ha costado
mucho conseguirlo o porque no queremos desprendernos de ello.
Es el momento de
concretar y pasar a
la acción.
EN LA AVENTURA DEL CAMINO... Supimos que podíamos pensar y sentir, hacer y tener,
éramos una potencia única. Luego nos descubrimos como consciente e inconsciente, como lo
que queríamos y no queríamos. Más tarde, seguimos aprendiendo cómo llegar hasta lo que de
verdad queríamos. Ahora hacemos una pequeña pausa en el camino para valorar la situación,
luego daremos un paso más hacia adelante.
El salto del Tres al Cuatro es importante. Pasamos del ámbito de las ideas al de la concreción.
Ahora se nos exige responsabilidad. Podemos dar un paso importante hacia la totalidad
o quedarnos en el cuestionamiento estéril, la confrontación, las dudas que no avanzan y
la falta de implicación con lo que queremos hacer. Si consideramos al Cuatro como un
momento de introspección necesario para seguir avanzando hacia la autorrealización, es de
por sí una seguridad parecida a la de un trampolín. Si en cambio buscamos la seguridad como
descanso de nuestras penas, el Cuatro implicará un cierto estancamiento.
EL MOMENTO PIDE. Esfuerzo y responsabilidad.
El Cuatro es el número
mágico que marca el
final de un ciclo.
ES IMPORTANTE. Ordenar, dar un nuevo orden, concretar, hacer algo con nuestros dones,
aprender a utilizar y expresar nuestro gran tesoro particular.
PREGUNTA. ¿Cómo concreto lo que quiero hacer?
CONSEJO. ¡Hazlo!
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CURSO PRÁCTICO DE TAROT