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ARCANOS MAYORES
E
l Tarot es una forma de plasmar lo que nos sucede mientras damos vueltas y vueltas
hasta que a veces nos parece que llegamos al mismo punto de partida. Este Arcano invita
a plantearse aquellas dudas que tenemos sobre el destino y el azar. Las cartas nos
enseñan que desde El Enamorado, existe una suerte de libre albedrío . Pongamos que sí, que
existe el destino. Como existe una base melódica que podemos interpretar de miles de maneras
si estamos a tono, lo contrario será desentonar. Podemos sintonizar cada vez que establezcamos
puentes entre lo consciente y lo inconsciente, lo exterior y lo interior. Ahora es el
momento en que los caballos de El Carro pueden empezar a correr juntos y ya no en direcciones
opuestas.
¿Quién no ha tenido alguna vez la sensación de tropezar varias veces con la misma piedra?
Incluso a veces a pesar de todas las búsquedas y todas las respuestas. Este Arcano recuerda
que cuentas con las limitaciones instintivas de los animales pero también con la ayuda de
tu instinto animal. Así todo es y no es al mismo tiempo, mientras La Rueda sigue girando.
La Rueda de la Fortuna habla de ciclos, de buenas y malas rachas, de creación y destrucción.
Cuenta que a veces es necesario no ser lo que somos para llegar a ser lo que somos.
Explica que los opuestos no son entidades separadas y antagónicas sino que están en perpetuo
movimiento y en constante relación.
Esta carta indica que para estar inmersos en la vida, contamos con nuestras emociones,
con nuestro instinto, con el girar (en definitiva: el hacer) de la parte exterior y el centro de La
Rueda de La Fortuna donde converge y se origina casi todo. Nadie debe dejar de ser como es
(instintivo, emocional, hacedor o introspectivo) pero, en la medida de lo posible, lo importante
es que todas estas funciones estén conectadas.
Si volvemos a observar la carta, verificaremos que no aparece quién o qué maneja la
manivela. El mensaje del Tarot sigue siendo el mismo: la vida misma, el misterio, lo divino,
el universo, en definitiva lo superior a lo humano y factible de ser experimentado más allá de
nosotros mismos.
A veces podemos tener la sensación de que La Rueda no gira, se atasca y enreda. A este
respecto varios autores y maestros del Tarot señalan la necesidad de meditar de manera más
profunda, tocar el centro y viajar a través de sus radios. Hay que preguntarse por aquello que
hemos olvidado para alcanzar una visión más amplia, tal como se representa en este Arcano.
No hay una técnica concreta, pero la mejor que conozco es la que expongo a continuación
en las interpretaciones de este Arcano (ver los apartados «invitación» y «actividad»).
Obviamente, no son las únicas. Todo esfuerzo por comprender cuál es la trama, quién es el
héroe, quién el enemigo y la manera en que puede resolverse el estancamiento, aportará una
visión más amplia.
Una interesantísima manera de acercarse a los significados de esta carta es ver la película
Ocho y medio, de Federico Fellini donde se plantea precisamente la presencia de La Rueda
y de los acontecimientos y personajes que la conforman. Esta cinta narra de manera simbólica
el viaje de un personaje entre el centro y el exterior de La Rueda.
Todo cambia, la vida
es un perpetuo
movimiento.
La Rueda de la
Fortuna habla de
buenas y malas rachas.
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CURSO PRÁCTICO DE TAROT