Trobairitz 5 - 2023 AGO

magias… Futurismo, dadaísmo, ultraísmo, clasicismo,
renacentismo, romanticismo, barroco,
Sturm und Drang… todos parte, todos el resultado
de una búsqueda incesante que nos permita
contar, expresar y ser entendidos.
El lunes 10 de julio participé de un Encuentro
con Autores de la Editorial Vox/Lux en
el Centro Cultural Borges, de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires: Gabriela Bejerman, Gabriela
Luzzi, Viggo Peter Mortensen y José Villa;
referentes todos de la poesía contemporánea.
Fui con entusiasmo para escuchar y sentir… y lo
bien que hice. Creo firmemente que los mejores
momentos llegan desde la diversidad, desde la
empatía y desde nuestra capacidad de dejarnos
guiar hacia mundos imaginarios que hasta parecen
construidos para nosotros. Y es que, como
bien afirma Vicente Huidobro en su Arte poética:
«Solo para nosotros / Viven todas las cosas
bajo el Sol. / El Poeta es un pequeño Dios».
Así es como ve el mundo, pienso yo, Gabriela
Luzzi: como un sitio que destila realidades
que deben ser entendidas como poesía. No es
esta una visión tautológica del tipo: «Poesía es
todo aquello que debe ser leído como poesía»,
sino una manera de ver el mundo de las cosas
que le otorga alma poética a aquello tan nimio
que parecería no tenerla, incluso cuando parece
oponerse a la idea de cosificación, tan de moda.
Así, la vida cotidiana, común y corriente, de personas
que, a simple vista, son poco extraordinarias,
cobra un nuevo sentido perfeccionado,
asistido y potenciado por una visión poética potente
que lleva mucho qué decir, aun cuando
parezca estar escondido. Si existen hoy los caballos
de Troya en poesía, claramente este es
uno.
Hacia el mundo sensorial de los objetos
nos dirigió José Villa. Desde un estilo propio de
la poética de los noventa, el mundo de las letras
se inserta en el de las cosas no tanto para exaltarlo
sino para ser parte inherente hasta que, de
a poco, lo mueve, lo conmueve y hasta tiene el
tupé de absorberlo de tal manera que ya no podremos
encontrar sus límites. ¿Qué es palabra?
¿Qué es objeto? Ninguno y ambos, porque los
campos sensoriales se entremezclan y saben a
luces, paisajes y percepciones. Y, sin embargo,
no suena a grandilocuencias sino a cotidianeidades
mundanas.
Gabriela Bejerman es estridente, histriónica
y descontracturada. Con innegables dotes
para una mise en scène exquisita donde juega
con que las palabras salgan de su propia corporeidad
(de sonoridad, forma, significado y textura)
y se entremezclen con ella misma, con su
voz, con su cuerpo, con los oyentes y con las
respuestas que genera saber que sus letras pueden
llevarnos a explorar mundos, dimensiones
y sensaciones inesperados.
Debo admitir que fui expresamente a escuchar
a Viggo Mortensen, a quien ya había
leído. De hecho, la inmensa mayoría fue al Borges
por él: por sus trabajos como actor y, en especial,
por su interpretación de Aragorn II en El
señor de los anillos, películas de Peter Jackson
basadas en la trilogía magistral de J. R. R. Tolkien.
No soy una persona cholula, pero… Me
negué a desmerecer sus talentos como artista
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