MODULO-3-La-Música-en-el-Contexto-Mundial - Universidad ...

Instrumentos, sonidos, repertorios
Los juglares que recitaban cantares de gesta eran particularmente estimados por los nobles, que les pedían relatos
de cruzadas y de grandes hazañas de caballería: Canson de Roland, Cantar de Mío Cid, romances. Los juglares
narraban o cantaban estos textos acompañándose con un instrumento.
Estos instrumentos, generalmente extraños, creaban un universo de sonidos a la vez roncos y suaves difícilmente
imaginables hoy día. Entre los instrumentos de cuerda estaban la vihuela, la cedra y la citóla, el rabel, la guitarra, el
laúd y la bandurria, el salterio, el arpa, la rota, etc. Los instrumentos de viento constituían una familia aún más
importante: axabela, albogues, albogón y otros tipos de flautas; el añafil morisco y la trompa; el odrecillo y la gaita;
la cornamusa, la bombarda e incluso el órgano portátil. Y entre los de percusión, el atambor y el tamborete, el atabal
y el panderete. El repertorio musical de los juglares y ministriles era muy amplio. Pero es imposible tener una idea
exacta de éste, ya que sólo se transmitía por tradición oral.
Músicos-poetas
Paralelamente a los juglares y ministriles de origen popular, aparecen, desde el siglo xi, los músicos-poetas, que
elevarán la canción popular al nivel de arte. Estos artistas (la mayor parte de origen noble) dan testimonio de una
sociedad de costumbres algo más refinadas. Una relativa paz hace resurgir los juegos del espíritu.
Estos músicos-poetas son los trovadores, es decir, los que componen (trovar = "encontrar", "hallar") el texto y la
música. Sus temas, muy variados, se inspiran en las costumbres de su tiempo: entusiasmo por las hazañas de los
cruzados, amor a una naturaleza omnipresente, fervor de la fe religiosa. Dan vida a varios géneros distintos:
renacen los poemas épicos y los relatos cortesanos, los fabliaux (escenas de la vida cotidiana de intención
satírica), los misterios religiosos y el teatro profano. Estos modos de expresión crearon un arte cuya forma era tan
refinada como su inspiración.
Los músicos-poetas más antiguos son los trovadores, que aparecen en el sur de Francia a finales del siglo XI. A las
melodías litúrgicas, en las que se inspiraban al principio, añadieron elementos de música popular. Es
frecuentemente perceptible la influencia árabe, que penetró por España. Guillermo IX, duque de Aquitania, es el
primero de los grandes trovadores. Le seguirán Marcabrú, Bernart de Ventadour y Jaufré Ru-del. Todos ellos
escriben en langue d'oc (provenzal antiguo).
A principios del siglo XIII, surgen en el norte de Francia trovadores que escriben en langue d'oil Chrétien de Troyes,
autor de un Perceval, es uno de los más antiguos. Podemos también citar a Thibaud Champagne, futuro rey de
Navarra, Blondel de Nesle, célebre por haber liberado al rey de Inglaterra Ricardo Corazón de León (prisionero en
Austria y también trovador), y Colín Muset, un trovador-ministril de origen modesto. Adam de La Halle (1240-1287),
de origen burgués, es ciertamente el trovador más inspirado: desarrolla el arte de la canción y prefigura la ópera
cómica francesa con el Juego de Robín y Marión.
CANTORES DE AMOR Y MAESTROS CANTORES
El triunfo de los trovadores franceses influye en los Minnesánger alemanes (literalmente, "cantores de amor").
Entre ellos destacan Wolfram vor Eschenbach, traductor del Perceval de Chrétien de Troyes, y Walter von der
Vogel-weide. Los Meistersinger (o "maestros cantores") aparecen durante el siglo XIV. De origen popular y burgués,
se reúnen en corporaciones de cantores que, preocupados por mantener sus tradiciones, dictan reglas de admisión
muy severas. El principal meistersinger es Hans Sachs (1494-1576), poeta zapatero de Nuremberg.
Los Minnesánger y Meistersinger modifican poco a poco el estilo refinado de los franceses. Sus canciones
evolucionan hacia un modo silábico que integra las palabras y las sílabas; por su ritmo más acusado, prefiguran la
coral, que influirá en toda la historia de la música alemana. En el siglo XIX, Richard Wagner extraerá de este rico
período musical alemán los temas de varias de sus óperas.
También España vio toda una floración de juglares. Los juglares de poesía narrativa crearon obras tan importantes
en literatura como el Mío Cid, el Poema de Fernán González o el Cantar del cerco de Zamora. Y los juglares de
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