EDICION YD JUL-AGO 23
(extracto del artículo para la sección Reportaje de Marca) ¡A seguir creciendo juntas!
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2 0 P Á G I N A | E L L A S O Y Y O<br />
#Reportaje<br />
Alguna vez te has detenido a pensar, ¿cuánto sufrimiento serías capaz de aguantar?, ¿hasta donde<br />
humanamente eres capaz de soportar?, ¿qué situación es la que más temes que te ocurra?, ¿qué<br />
cosas serías capaz de perdonar?<br />
Es seguro que tampoco se hizo estas preguntas Edith Eger, pero la vida le dio las respuestas sin<br />
previo aviso.<br />
Edith Eva Eger nació el 29 de septiembre de 1927 en<br />
Kosice, Eslovaquia, que cayó bajo el dominio de Hungría<br />
en 1938. De joven la entrenaron en ballet y gimnasia. Se<br />
estaba preparando para los Juegos Olímpicos, pero en<br />
1942 la excluyeron del equipo cuando el gobierno<br />
húngaro proclamó nuevas leyes en contra de los judíos.<br />
Una noche de primavera de 1944, ella, sus padres y su<br />
hermana Magda fueron capturados por el regimen nazi y<br />
llevados prisioneros a Auschwitz, Polonia. A sus padres<br />
los asesinaron ese mismo día, mientras que Edith y su<br />
hermana soportaron un año de abusos, violencia,<br />
inanición y maltrato.<br />
Según sus memorias, Eger permaneció en varios campos,<br />
incluido el de Mauthausen. Los nazis evacuaron<br />
Mauthausen y otros campos de concentración a medida<br />
que se acercaban los estadounidenses y los rusos. Eger<br />
fue enviada en una marcha de la muerte con su hermana<br />
Magda al campo de concentración de Gunskirchen, una<br />
distancia de unos 55 kilómetros. Cuando no pudo<br />
caminar más por el agotamiento, una de las niñas a la<br />
que había ayudado en algún momento, la reconoció y la<br />
llevó adelante junto con Magda. Las condiciones en<br />
Gunskirchen eran tan malas que Eger tuvo que comer<br />
hierba para sobrevivir, mientras que otros prisioneros<br />
recurrieron al canibalismo. Cuando el ejército<br />
estadounidense liberó el campo en mayo de 1945, según<br />
Eger, la dieron por muerta entre varios cadáveres. Se<br />
dice que un soldado la rescató después de ver su mano<br />
moverse. El soldado rápidamente buscó atención<br />
médica y le salvó la vida. Pesaba 32 kilogramos en ese<br />
momento y tenía la espalda rota, fiebre tifoidea,<br />
neumonía y pleitesía.<br />
Después de haber sobrevivido al infierno, y recuperar lo<br />
más posible su salud, volvió a reconstruir su vida en<br />
Estados Unidos, se casó y tuvo 3 hijos. En ese tiempo<br />
había decidió ocultar su historia y el gran dolor que<br />
tenía a cuestas, hasta que recibió un libro de regalo que<br />
le cambió la vida, titulado “El hombre en busca de<br />
sentido” que la movió a tal grado, que quiso conocer al<br />
autor Viktor Frankl quién después se convirtio en su<br />
terapeuta y mentor, y quien le mostró la necesidad de<br />
superar su trauma para alcanzar la felicidad, el decía<br />
que “Lo opuesto a la depresión, es la expresión”. Esto la<br />
motivó a estudiar Psicología, y después a ser profesora<br />
YODINERO.MX