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20 UN NUEVO PERIÓDICO - BienMeSabe.org

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2008El barrio de El Palmar vivió el pasado 24 de enero, el acto de descubrimiento de la escultura diseñadapor el afamado artista Eladio de la Cruz y que rinde homenaje a Las Libreas, uno de los símbolos másrepresentativos del rico tesoro etnográfico de Buenavista del Norte.Monumento al baile delas libreas en El Palmarans¡na 124-125MANUEL LORENZO PERERABUENAVISTA DEL NORTEPENSAMOS que en la vida es convenienteaprender y enseñar lo poco que sabemos.Nos gusta dirigirnos a quien desconoce lascosas, soliendo agradecer y mostrar más interésque aquél que las conoce.En el rico y variado folklore musical de la Islade Tenerife, considerando su naturaleza, podemosdiferenciar tres clases de géneros folklóricos: losgéneros cantados, los bailes y las danzas.Hay quien confunde los dos últimos. Los bailessuelen ser temas de diversión. Las danzas, por elcontrario, muestran un carácter más cultual, siendocaracterísticas de romerías, procesiones o se interpretanen el interior de las iglesias.Tenerife es, posiblemente, la Isla del ArchipiélagoCanario que cuenta con una mayor riqueza dancística.Pueden diferenciarse dos grupos de danzas.En primer lugar, las que presentan elementoscentrales, como es el caso de las danzas de cintas,de arcos o de varas. Y, en segundo lugar, aquéllasen las que no aparecen elementos centrales, marchandosueltos los bailarines, tocando, en algunasde ellas, las castañuelas o castañetas. Entre estasúltimas podemos citar el baile del Niño que aún seinterpreta en algunas iglesias durante la misa deNochebuena o del Gallo y el baile de las libreas.Que sepamos, danzas o bailes de libreas las hahabido en El Amparo (Icod de los Vinos), en el cascoo Lugar de Buenavista del Norte, en El Tanque yen El Palmar. En estas dos últimas localidades, ElTanque y El Palmar, aún perviven. Y observamosalgunas diferencias o distingos culturales que contribuyena enriquecer nuestro legado folklórico musical.Para poner algunos ejemplos: en Buenavistay en El Tanque, una niña vestida de angelito llevaal Diablo amarrado con una cadena; sin embargo,en los otros lugares el Diablo va suelto; en Buenavistaacostumbraban a bailar tres hombres y tresmujeres, mientras que en los otros sitios los seisdanzantes eran todos varones, la mitad vestidos dehombre y la otra de mujer.La palabra libreas significa los que se disfrazanpara participar e intervenir en la fiesta. Y se trata deuna manifestación de notoria antigüedad, que la hahabido siempre y desde siempre, tal como nos hancontado aquellos informantes de avanzada edad(80 y 90 años) a quienes hemos entrevistado. DonJuan Primo de la Guerra en su Diario, publicado en1976 por el Cabildo de Tenerife, alude a la libreaque tuvo oportunidad de contemplar, el día 23 deagosto de 1800, en la localidad de Tejina, con motivode la festividad organizada en honor de su SantoPatrón, San Bartolomé, que es también, como sabemos,copatrón del pueblo de Buenavista.En El Palmar las libreas salen con motivo de lafiesta dedicada a su patrona, la Virgen de la Consolación,celebrada el tercer domingo del mes deseptiembre. El día de la víspera tenía lugar la representaciónde actos tan esperados y destacadoscomo eran las corridas de toros (no sanguinarias,realizadas con vacas toponas o toras), las libreas ylos entremeses o comedias, todo ello desarrolladoen el marco principal de la fiesta: la plaza pública,provista, hasta los años 50 del pasado siglo, depiso de tierra. La de La Consolación surgió y fue,durante muchos años, una fiesta agraria, propiade un grupo humano dedicado esencialmente alcultivo del trigo, destinado fundamentalmente a laelaboración del “gofito de siempre”. En septiembreel grano estaba ya recogido y se pedía a la Virgenque bendijera los campos con lluvias, con el fin deproceder a arar y sembrar durante los meses de diciembrey enero. Todo el ritual de las libreas estabaimbricado con la señalada realidad, variable segúnlos años entre las premisas de lo fasto y lo nefasto.En El Palmar los componentes de la antiguadanza, conocida popularmente como baile delas libreas, eran los siguientes:•El músico o tamborilero, tocador, al mismotiempo, de la flauta y el tambor, acompañado, enocasiones, de algún tocador de castañuelas.•Los seis bailarines, tres vestidos de hombrey tres de mujer. Sus ropas, al principio, eran decolor blanco. Más tarde empezaron a confeccionarsecon telas coloreadas, hecho relacionadocon la llegada de los indianos cubanos. Bailarinesprovistos de sombrero del que pendía un tulblanco que les cubría el rostro que se acostumbrabaa salpicar con “polvos talco”.•Y el Diablo, con largos cuernos y cuerpoforrado con pieles de reses cabrías.Los miembros de la librea se preparaban yvestían en alguna de las casas del pueblo, frecuentementela del organizador, cargo ostentadovarios años por don Antonio Varista (AntonioGonzález Lorenzo), retornado cubano que seencargaba de guardar y arreglar los trajes, ultimarlos detalles e, inclusive, de añadir “polvostalco” sobre las caras de quienes iban a danzar.Y desde allí – siempre a ritmo de tajaraste –partía la comitiva que, en el contexto propio deuna danza de camino, emprendía el recorrido,manteniendo el siguiente orden:•Detrás iban los músicos: el tamborilero y elcastañuelero.•A continuación, los seis bailarines, tresvestidos de hombre y tres de mujer, en doblefila, de modo que cada hombre quedara frentea una mujer y viceversa. La música, el tajaraste,es muy viva, vibrante y emocional.•Delante de ellos, sin amarrar, marchaba elDiablo.Desfilaban por las calles y la plaza delpueblo, donde le daban fuego. Y ello acontecíaen el lugar más importante y concurrido,para que la gente contemplara de qué modose acababa con el mal, describiendo el Diablo,mientras se quemaba el rabo o ristra queportaba en su espalda, figuras circulares, cerradas,al objeto de evitar su retorno.La intencionalidad no era otra que la de ahuyentar(dando saltos, mediante el fuego...), esdecir, erradicar el mal, simbolizado por la figuradel Diablo, amenazador de la vida de las cosechasy del ganado, principales fuentes de vidadurante tantos siglos y hasta nuestros días.El baile de las libreas es, sin duda alguna, unode los símbolos vivos del Valle de El Palmar, tansentido como respetado. Prevalece en la memoriala dedicación de los viejos intérpretes, quienesdesempeñaban su papel con mucha fe y seriedad.Se recuerda al viejo tamborilero o tamburulero JoséÁvila, conocido como José Rosa; a los bailadoresElías Pérez, José Mariano, Antonio Pérez, PepeFlora, Antonico Flora, Pedro Barrios, Fernando DíazLinares, Manuel Díaz Borges, Manuel Chacón, LetoLópez Lorenzo...; y a Manuel Aruga, quien llegó aejercer el papel de Diablo. Ellos, tantos más, asícomo varios de sus hijos, nietos y bisnietos se hanencargado de mantener viva y latente la tradición.El artífice de todo ello – es decir, del mantenimientode tan bella y honrosa manifestación– no ha sido ningún partido político. Sencilla yllanamente: el propio pueblo.Manuel Lorenzo Perera, su nieto Aday y Eladio de laCruz, autor del conjunto escultóricoDice mucho y es muy hermoso que se levanteun monumento dedicado al baile de las libreas,magnífica obra del prestigioso escultor don Eladiode la Cruz. Pero consideramos que el mayorhomenaje que se le puede hacer a las libreas esel de garantizar su continuidad. El mejor modo yforo posible – lo hemos repetido en gran númerode ocasiones – es el de introducirlas de lleno enlas escuelas, en este caso las del Valle de El Palmar.También hemos repetido, infinidad de veces,que en cada uno de los colegios de Canarias debeimpartirse la asignatura titulada Cultura TradicionalCanaria, considerando, esencialmente, los valoresde la propia localidad, tan abundantes y notoriosen el ámbito del Valle de El Palmar. Nos vienen ala memoria los repiques festivos, la cestería, el folkloremusical local, la elaboración de instrumentosmusicales tradicionales, las múltiples estrategias yconocimientos de la agricultura tradicional, el propiobaile de las libreas... En la actualidad eso no seprodiga ni se contempla. Y es más, se enseña enlas escuelas para que los niños y niñas abandonenel campo. Que no se vuelva a decir que agriculturaequivale a tercermundismo. En el campose encuentran nuestras esencias, nuestras raíceshistóricas y culturales; y en él podría estar, si se quisieray apoyara debidamente, el futuro económicode muchas familias, tal como acaece en países delmundo tan parecidos al nuestro.Vamos a seguir bailando las libreas para espantaral mal que impide que todo eso se conviertaen una feliz y próspera realidad.•Texto expuesto por Manuel J. Lorenzo Perera, en el Centro Cultural de El Palmar,el día 24 de enero de 2009, con motivo de la inauguración del monumento a las libreas.

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