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03
Durante el proceso electoral 2014 - 2015 se definirán
gobernador o gobernadora en 9 estados, 300 diputaciones
federales de mayoría relativa y 200 de representación
proporcional, diputaciones locales y ayuntamientos
o delegaciones en 17 estados y el Distrito Federal. Son
estas campañas electorales en las que por primera vez
las mujeres integran la mitad de las candidaturas.
Contamos también con un artículo de Mujeres en la
Historia en el que Adriana Maza habla sobre el origen
del día de las madres que llega como respuesta a la
necesidad de repoblar a la nación tras la contienda
revolucionaria, al tiempo que se logró frenar las iniciativas
feministas para el control natal que tomaban
auge en Yucatán.
En Nueva Alianza no sólo hemos cumplido con lo que
la ley marca en materia de paridad, hemos postulado a
mujeres valientes, capaces, sensibles y trabajadoras.
Estamos convencidos que nuestras candidatas realizan
un trabajo extraordinario y que todas aquellas electas
por la ciudadanía, representarán una gran fuerza para el
avance en la igualdad entre mujeres y hombres.
En este número de Empodérate podrán leer diversos
artículos, entre ellos uno de nuestra Coordinadora del
Grupo Parlamentario, María Sanjuana Cerda Franco,
quien hace una reflexión sobre la paridad; también
podrán encontrar uno con motivo del Día del Padre,
donde se aborda el tema de la paternidad responsable y
las licencias que existen.
Con respecto al día Internacional del Orgullo LGBTTTI
(lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, travesti,
transgénero e inter-sexuales), se integran dos artículos.
También abordamos el tema de los roles de género en los
trabajos tomando como ejemplo a las mujeres taxistas
y sobre la perspectiva de género en el presupuesto de
egresos de la federación, una bandera legislativa para
Nueva Alianza a favor de las mujeres de México.
Finalmente, en la sección de Nueva Alianza en los
estados, tenemos un interesante artículo de una
mujer comprometida con el estado de Durango.
En espera que este número Empodérate sea una
herramienta que contribuya a generar un cambio cultural
en donde todas las mujeres que así se lo propongan,
puedan participar plenamente en política o en cualquier
otro ámbito, porque sabemos que con la participación de
todos los talentos, tanto de mujeres como de hombres,
tendremos un México más justo y democrático.
Luis Castro Obregón
Presidente
Comité de Dirección Nacional

04
Comité de Dirección Nacional
Presidente
Luis Castro Obregón
Secretario General
Luis Alfredo Valles Mendoza
Coordinador Ejecutivo Nacional Político Electoral
Roberto Pérez de Alva Blanco
Coordinador Ejecutivo Nacional de Finanzas
Juan Luis Salazar Gutiérrez
Coordinador Ejecutivo Nacional de Vinculación
Marcos Constantino González Alcocer
Leticia Gutiérrez Corona
Ma. Del Carmen Rizo Ruiz
Sandra Corona Padilla
Gloria Verónica Chalé Góngora
Angélica Nadurille Álvarez
José Francisco Parra Barbosa
Portada: Imagen proporcionada
por el artista Tómas Bilbao
Coordinador Ejecutivo Nacional de Asuntos Jurídicos
Fernando Medina Villarreal
Coordinadora Ejecutiva Nacional de Gestión Institucional
Dora María Guadalupe Talamante Lemas
Coordinador Ejecutivo Nacional de Comunicación Social
Miguel Ángel Sánchez de Armas
Editora
Ingrid C. Negrete Rosales
Diseño y formación
Colectiva
Ciudad y Género A.C.
Colaboración:
inGENIO
DISEÑO ESTRATÉGICO
Durango 199, Col. Roma Del. Cuauhtémoc,
C.P. 06700 México, D.F. Tel.: (55) 3685 8485
www.nueva-alianza.org.mx
Empodérate es una publicación trimestral realizada por Nueva Alianza sin fines de lucro y de distribución gratuita. Durango 199, Colonia Roma Delegación Cuauhtémoc,
C.P. 06700 México, DF. Tel: (55) 3685 8484, Número de Reserva de título ante el Instituto Nacional de Derechos de Autor 04-011713432600-102, expedido el 17 de
enero de 2014, Certificado del ISSN en trámite. Impreso por Comercializadora Gear, SA de CV. Salvador Díaz Mirón No. 128 Col. Santa María la Ribera, C.P. 06400, Delegación
Cuauhtémoc, México, DF. Este número Año 2 No. 07 Consta de 10,000 ejemplares. Los derechos de reproducción de los textos e imágenes, así como los nombres aquí
publicados, están reservados por Nueva Alianza. Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, imágenes y fotografías, por cualquier medio físico o electrónico,
sin previa autorización por escrito de la editorial. Los textos son responsabilidad de los y las autoras y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Nueva Alianza
o de la Revista Empodérate. Quienes colaboran en esta publicación, en un ejercicio de pluralidad, no necesariamente son afiliados o simpatizantes de Nueva Alianza.

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Presentación
Luis Castro Obregón
Presidente del Comité
de Dirección Nacional
Rumbo a la paridad
en el Congreso
Dip. Fed. María Sanjuana Cerda Franco
La paternidad responsable
y las licencias de paternidad
Por: Lesley Alexia Ramírez Medina
Celebremos a las madres y...
Consolidaremos el mito:
una campaña en contra del
feminismo posrevolucionario
Por: Adriana Maza Pesqueira
¡Acelérale
mujer!
Por: Mario Sebastián Balvanera
Nueva Alianza
en el Congreso
Necesario agilizar pensiones
alimenticias: Nueva Alianza
Por: Dip. Dora Talamante
A 36 años de lucha y
participación sexo-política,
retos, avances y
perspectivas LBTTTI
Por: Mtro. Salvador Zavaleta Ramírez
Perspectiva de
género en el
Presupuesto de
Egresos de
la Federación
Por: Olimpia Flores Ortiz
Replanteando el sentido
de la paternidad
Por: Lic. Jorge Yáñez López
Mujeres Aliancistas
Una experiencia
turquesa en Durango
Por: Teresa Arioska Durán Chin
A manera de glosario
Género, diversidad
sexogenérica
y discriminación
Por: Angie Rueda Castillo
Efemérides
junio,
julio y
agosto
Semblanza:
Tómas
Bilbao
Plasencia
ARTISTA

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07
Rumbo a la paridad en el Congreso
DIP. FED. MARÍA SANJUANA CERDA FRANCO
Coordinadora del Grupo Parlamentario Nueva Alianza
En la parte final de la LXII Legislatura, me parece
pertinente reflexionar sobre un hecho que, a la vez,
me enorgullece y me preocupa: tengo el honor de ser
Coordinadora del Grupo Parlamentario Nueva Alianza
(GPNA), situación que me estimula y compromete a
trabajar con dedicación y honestidad en la búsqueda
de los mejores acuerdos para la Cámara de Diputados
y para México. Además, constituimos el único Grupo
Parlamentario donde la paridad es una realidad,
pues somos cinco diputadas y cinco diputados.
Sin embargo, me preocupa que de siete Grupos
Parlamentarios existentes en la Cámara de Diputados,
solamente uno de ellos sea coordinado por una mujer.
En términos de porcentajes, solamente el 14 por
ciento de los Grupos Parlamentarios confió a una mujer
la tarea de coordinación.
Al comienzo de la LXII Legislatura, las mujeres
ocupábamos 187 curules, es decir el 37.4 por ciento,
lo cual significa que, en efecto, se incrementa la
presencia de las mujeres en el Congreso, pero en la
Coordinación de los Grupos Parlamentarios ocupan
una proporción de menos de la mitad de esa presencia.
Imposible dejar de hacer referencia al Senado de la
República, donde ninguna mujer es Coordinadora de
algún Grupo Parlamentario.
Cabe mencionar que en función de las solicitudes de
licencia de diputadas y diputados en los últimos
meses, la composición de la Cámara de Diputados
muestra hoy una presencia de 212 diputadas, con lo
que el porcentaje de presencia de las mujeres se eleva
a 42 por ciento. Algo similar se observa en las
presidencias de Comisiones, donde las mujeres solamente
presiden el 24 por ciento de éstas.
Por lo tanto, a unas semanas de las elecciones donde
por primera vez la Constitución obliga a la paridad en
las candidaturas al Congreso, debemos impulsar que
las mujeres aumenten su presencia no sólo en términos
cuantitativos, sino también cualitativos, lo que se
traduce en posiciones en los órganos de gobierno como
la Junta de Coordinación Política, la Mesa Directiva,
el Comité de Administración y las Comisiones de
trascendencia política y económica.

08
Sin embargo, es preciso entender que la Paridad es una
cuestión que va mucho más allá de los números y no
se reduce a las cuotas de género en las candidaturas.
La Paridad se inscribe en un proceso histórico, que
abarca las esferas públicas y privadas de la vida
humana.
Es verdad que las acciones afirmativas, como lo son las
cuotas de género, son indispensables para transformar
las condiciones sociales, políticas y culturales que
generan y reproducen los esquemas de discriminación
y marginación de las mujeres.
No obstante, es imperativo trascender el ámbito de las
acciones afirmativas, porque de otro modo el avance
hacia la igualdad siempre dependerá de la sensibilidad
del Poder, de un Poder ancestralmente determinado
por valores masculinos.
Por ello, desde la perspectiva de la Paridad es
indispensable que las mujeres nos integremos a los
espacios de representación política, a los gobiernos,
al Poder Judicial, a los órganos autónomos, a las
grandes empresas, en proporciones iguales a las de los
hombres.
La Paridad implica que los espacios de poder y representación
sean ocupados en condiciones de igualdad
por hombres y mujeres, sin simulaciones ni trampas
que marginen a las mujeres.
Es importante que quede muy claro lo siguiente:
el proceso de construcción de la igualdad sustantiva
no es discriminatorio hacia los hombres, porque se
trata de la acción del Estado y la sociedad encaminada
a compensar las desventajas que históricamente han
padecido las mujeres. Por ello, la Paridad debe plantearse
el objetivo de establecer condiciones para
la igualdad entre mujeres y hombres.
En este punto, me parece que es necesario que las
mujeres reflexionemos para qué queremos el poder.
Estoy totalmente convencida de que la presencia de
las mujeres en los espacios políticos, debe generar un
cambio significativo en las formas de hacer política,
construir una nueva cultura política donde ningún
género subyugue al otro.
Las mujeres en el poder debemos generar una
revolución, que contribuya a hacer de México un país
más justo y menos violento. Por ello, las mujeres con
representación política, debemos incorporar a la agenda
nacional, las demandas e intereses de las mujeres.
Porque al final del día, la Paridad debe promover la
redistribución del poder entre los géneros, en todos los
ámbitos, incluyendo la vida familiar, donde debe haber
un equilibrio de responsabilidades entre mujeres y
hombres que incluya la crianza y cuidado de los hijos y
el quehacer doméstico. De otro modo, no es posible la
igualdad sustantiva.
Lograr la Paridad, nos permitirá consolidar este proceso
igualitario, que empezó hace décadas y que, definitivamente,
nada podrá detener si todas y todos nos
comprometemos en ello.

09
La pat rnidad responsable
y las licencias de paternidad
LESLEY ALEXIA RAMÍREZ MEDINA
Maestra en derechos humanos de la Université Lumière Lyon 2, Francia
ciudadygenero@gmail.com
Los primeros estudios sobre masculinidades surgen a finales de la década de los
setenta en los países anglófonos; su premisa es el estudio de la masculinidad y las
experiencias específicas de cada formación sociohistórica y cultural, es decir, son
estudios cuyo objetivo consiste en dejar de verlos como representantes de la
humanidad; hacer visible el género para los hombres considerando que son producto
y productores de género a través de la historia y en sus relaciones cotidianas con las
mujeres y otros hombres (Kimmel, 1996).

10
Estos estudios se realizan desde tres enfoques:
Sociología: se centra en el análisis de la construcción social de la masculinidad y
en las transformaciones que ha venido experimentando (Montesinos, 2005).
Psicología: se analiza la construcción psíquica de la masculinidad, enfatizando
los conflictos que presentan los hombres en términos del enfrentamiento con sus
inseguridades y temores; la represión de los sentimientos y la insatisfacción que les
produce la sensación de no satisfacer las expectativas sociales (González, 2005).
Demografía: se refiere al estudio del comportamiento reproductivo de la
población, en donde la presencia y participación de los varones tradicionalmente se
han asumido como secundarias, esto se explica, en parte, por una visión feminizada
de la reproducción, pero también porque se tiene la idea de que la información y
percepción de los hombres sobre la reproducción es poco confiable o menos válida
(Figueroa et al., 2006).
I. CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PATERNIDAD
La paternidad se considera como una posición y función que se va modificando históricamente
y tiene variaciones notables de una cultura a otra, así como en las distintas
clases sociales y etnias en un mismo país (CEPAL, 2005).
Lo anterior da lugar a las prácticas y significaciones de la relación con las hijas e hijos.
Dicha relación sólo se puede entender tomando en cuenta el posicionamiento tanto
de los hombres como de las mujeres en relación con los hijos e hijas (Alatorre y Luna,
2000).
De manera tradicional la responsabilidad de los hombres frente a su familia ha
sido la de proveedor en un sentido económico y la de no involucramiento en el
cuidado y desarrollo temprano de los niños y niñas, ni de dar muestras de cariño
por considerarse como una responsabilidad propia de las mujeres (CEPAL, 2005).
Asimismo, ejercen un control sobre la conducta de sus hijas e hijos y de manera
especial sobre la conducta sexual de las mujeres, mientras que la responsabilidad
de socializar a los hijos e hijas es asumida por los hombres.

En palabras de Guillermo Figueroa (2003), se puede hablar de diferentes tipos
paternidad:
11
El padre proveedor. Una parte importante en el proceso de construcción de la
identidad de los hombres tiene que ver con la importancia que otorgan al trabajo
no sólo porque es una actividad que les permite obtener recursos económicos, sino
también porque una idea central es que deben ser responsables de la familia; esto
establece una relación directa con el ser proveedores. Es decir, la responsabilidad
familiar también significa cubrir las necesidades económicas de la familia, de ahí que
se perciban en primera instancia como proveedores económicos. En este modelo, los
padres están ausentes del proceso de crianza de sus hijas o hijos (Salguero, 2009).
El padre autoritario. Es aquella relación donde el abuso del poder, el miedo o
temor se ejerce en relaciones jerárquicas y desiguales. En este modelo, los padres
son jueces en la vida y decisiones de los hijos y estos, a su vez, deben obedecerlos
y servirlos. Esa figura de autoridad carente o con un deficiente aspecto afectivo
contiene elementos “positivos” del modelo de padre al cual se anhela en la sociedad.
Esta imagen de padre se proyecta posteriormente en el ámbito laboral —como un
jefe al que se le teme— a quien se le rinden cuentas y tiene la última palabra en las
decisiones.
El padre violento. La figura de agresor dentro de la familia genera en los hijas/os
un sentimiento de humillación, de tristeza, decepción; es un proceso de desadaptación
social y emocional.
El padre ausente. Es donde se concibe a las mujeres como cuidadoras y
educadoras, y al padre como proveedor y ausente de la crianza. Esta ausencia también
educa a las /os hijas/os pues envía un mensaje de irresponsabilidad, de abandono y
de violencia.

12
En la construcción de la masculinidad, el hombre requiere de la figura de un padre,
a quien la niña o el niño imitarán, lo que conduce a una identificación. Es decir,
el padre no sólo es el ser que quieren tener sino llegar a ser (De la Fuente, 2002).
Frecuentemente se piensa a los padres como un modelo a seguir. Representa todo un
reto y responsabilidad el que los hijos tomen a sus padres como modelos de referencia.
Es una carga social hacia los hijos/as el seguir la figura del padre con éxito o como
proveedor; los anula como personas en su proyecto de vida y las y los obliga a
reproducir roles y estereotipos discriminatorios y violentos.
Por tal motivo, se requiere deconstruir la figura del padre que no se involucra en la
crianza y labores familiares. Si bien es cierto que el hogar es un espacio donde se
gestan las identidades y relaciones entre las personas desde temprana edad, también
existen otros espacios como la escuela, las instituciones públicas y privadas, los
medios de comunicación y el gobierno donde se requieren políticas o programas
que construyan nuevas masculinidades y promuevan una paternidad activa.
II. LA LICENCIA DE PATERNIDAD COMO PROMOTOR DE UN MODELO PADRE
RESPONSABLE Y ACTIVO.
En 2013 el INEGI estimó que las mujeres tienen la mayor carga total del trabajo
doméstico, que incluye la crianza y cuidado de hijas e hijos, ya que por cada 10
horas del trabajo total que ellas desarrollan, los hombres realizan 8.5 horas. Es decir,
las mujeres destinaron 65.5% de su tiempo a las labores domésticas y los hombres
sólo 22.7%.
Lo anterior nos permite visibilizar una de las tareas pendientes que se tiene como
sociedad: la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
La conciliación es el equilibrio entre el tiempo que una persona dedica a su vida
privada (su familia, hogar, relaciones sociales y desarrollo personal) y el tiempo que
dedica a su trabajo.
Diversos países han diseñado e implementado políticas de conciliación para mejorar
la calidad de vida de las personas trabajadoras y de sus familias, pero también de
la competitividad de las empresas y la eficacia de las administraciones públicas,
fomentando, además, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

Entre las estrategias que propone se encuentra el otorgamiento de permisos de paternidad
por nacimiento, acogimiento o adopción de un hijo o hija (Castilla y León, 2011).
13
La licencia de paternidad consiste en un periodo breve que se concede al padre
inmediatamente después del nacimiento, para atender a su hija/o recién nacida/o y a
la madre. Para la Organización Internacional del Trabajo existe una relación estrecha
entre la licencia de paternidad con el desarrollo infantil. Es decir, los padres que hacen
uso de esa prestación tienen más probabilidades de interactuar con sus hijas/os a
temprana edad, y esto tiene efectos positivos sobre la igualdad de género en el hogar
y en el trabajo, y es indicio de cambios en las relaciones, en la percepción de los roles
y estereotipos de género (OIT, 2014).
Esto promueve una paternidad activa y responsable como parte de una construcción
de nuevas masculinidades. Pero, ¿cómo ejercer una paternidad activa? (UNICEF, 2014).
•
•
•
Construyendo una relación afectuosa e incondicional con él o ella.
Manteniendo una relación que vaya más allá de proveerle económicamente.
Siendo partícipe y actor del cuidado diario y crianza de tu hijo e hija con acciones
como cuidarle, alimentarle, hacerle dormir, vestirle, pasearle y enseñarle.
Promoviendo un vínculo cariñoso, de apego mutuo, de cercanía afectiva a tu hija
o hijo.
Compartiendo con la madre las tareas de cuidado de tu hija e hijo y las tareas
domésticas.
Involucrándote en los momentos del desarrollo de tu hija o hijo: embarazo, nacimiento,
infancia y adolescencia.
Brindando una crianza respetuosa: cuidar, criar y educar con buen trato así como
mantener un clima de diálogo y respeto con la madre y la familia.
Estimulando el desarrollo de tu hija o hijo: leyéndole cuentos, contándole historias,
cantándole, poniéndole música, apoyándole en sus tareas escolares, jugando con
ella o él.
•
•
•
•
•
Cabe señalar que este tipo de acciones o políticas como la licencia de paternidad se
encuentra fundamentada a nivel internacional. Podemos mencionar la Convención
para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW)
que proclama el principio de igualdad entre mujeres y hombres, y la obligación por
parte de los Estados de cubrir todas las áreas de la vida de las mujeres tanto en el
ámbito público como privado.

14
De igual manera, la Convención sobre los derechos del niño que establece que ambos
padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta a la crianza y desarrollo del
niño o niña.
La Convención sobre los Derechos Humanos que establece la obligación de los Estados
a adoptar medidas para asegurar la igualdad de derechos y equivalencia en
responsabilidades entre los cónyuges.
Por su parte, encontramos la Resolución relativa a la igualdad de género como eje del
trabajo decente, adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) en 2009,
la cual reconoce que las medidas de conciliación de la vida laboral y familiar interesan
a los hombres y a las mujeres. En este sentido, exhorta a los gobiernos a formular
políticas adecuadas que permitan equilibrar mejor las responsabilidades laborales
y familiares, incluyendo la licencia de paternidad y prever incentivos para que los
hombres las aprovechen. La Recomendación núm. 191 (que acompaña al Convenio
núm. 183) y la Recomendación núm. 165 (que acompaña al Convenio núm. 156)
contienen disposiciones sobre la licencia parental. Ambos instrumentos dejan a
criterio de los países la determinación de la duración, la remuneración y demás
aspectos pertinentes (OIT, 2014).
En el ámbito nacional, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece en su artículo 1° que todas las personas gozarán de todos los derechos
humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los que
México sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá
restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que la misma
establece, así como la prohibición de toda discriminación motivada por origen étnico o
nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de
salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier
otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar
los derechos y libertades de las personas.
Por su parte, el artículo 4° señala que el varón y la mujer son iguales ante la ley. Ésta
protegerá la organización y el desarrollo de la familia, y que en todas las decisiones
y actuaciones el Estado velará y cumplirá con el principio del interés superior de la
niñez, garantizando de manera plena sus derechos.

La Ley Federal del Trabajo en el artículo 132 fracción XXVII Bis establece como
obligaciones del patrón el otorgar un permiso de paternidad de cinco días hábiles con
goce de sueldo a los hombres trabajadores por el nacimiento de sus hijos y de igual
manera en caso de adopción.
15
A su vez, el Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y no Discriminación
contra las Mujeres 2013-2018, establece una estrategia transversal de perspectiva
de género en todos los programas, acciones, políticas de gobierno, que obedece a la
obligación señalada en el Plan Nacional del Desarrollo. Tiene, entre sus estrategias,
la de impulsar políticas que favorezcan la corresponsabilidad entre Estado, empresa y
los y las trabajadoras para desarrollar servicios de cuidado. Asimismo, establece como
líneas de acción el fomentar la expedición de licencias de paternidad para el cuidado
de las niñas, los niños y difundir en los centros de trabajo los derechos de los varones
para licencias de paternidad y sus responsabilidades domésticas y de cuidado.
Por tal motivo, en el marco del Día del padre, es importante que las dependencias
públicas y privadas promuevan y garanticen el ejercicio y goce de esta prestación,
a través de la reforma o adiciones a la normatividad interna y que sea difundida entre
el personal de base y de confianza. Se requieren acciones que fortalezcan la licencia
de paternidad como las campañas de sensibilización y difusión al personal sobre la
importancia de la construcción de nuevas masculinidades. Además de modalidades
de trabajo favorables (horarios flexibles) y servicios de cuidado infantil de calidad
en la institución.
Con esta medida se busca sensibilizar y promover una paternidad responsable,
comprometida e igualitaria que elimine el estereotipo del hombre ausente en la familia,
y se reconozca la importancia de compartir la responsabilidad del cuidado, crianza y
atención de sus hijas e hijos recién nacidos, lo que permitirá conciliar la vida familiar
y laboral entre mujeres y hombres como presupuesto para alcanzar la igualdad de
género.

Bibliografía:
• Alatorre, J. y R. Luna (2000), “Significados y prácticas de la paternidad en
la Ciudad de México”, en: N. Fuller (Ed.), Paternidades en América Latina
Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
• Salguero Velásquez, A (2009) “Ser proveedor no es suficiente:
reconstrucción de la identidad de los varones”, en La Manzana- Revista
Internacional de Estudios sobre Masculinidades, México: BUAP.
• CEPAL (2005) Masculinidad y factores socioculturales asociados a la
paternidad, CEPAL-UNFPA, Nicaragua.
• UNICEF (2014) Guía de paternidad activa para padres, Santiago de Chile:
UNICEF.
• De la Fuente Rocha, E, (2002). “El padre ausente” en Anuario, UAM-X,
México 2002.
• Figueroa Perea J ( 2004) “El cultivo de la paternidad”, en Violeta. Por una
Cultura de Equidad: Revista Trimestral del Instituto Estatal de las Mujeres.
Nuevo León. Año 1 Número 3 México, Septiembre de 2004.
Instrumentos internacionales
• ONU. Convención sobre los Derechos del Niño. 1989.
• ONU. Convención para la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer. 1979.
• González, J. (2005) Conflictos masculinos. México: Plaza y Valdés
• INEGI. Sistema de Cuentas Nacionales de México Cuenta satélite del
trabajo no remunerado de los hogares de México 2013, Preliminar, México.
• OIT. Resolución relativa a la igualdad de género como eje del trabajo
decente, adoptada por la 98.a reunión de la CIT, 2009. Ginebra
• OIT. Convenio sobre la protección de la maternidad, 2000 (núm. 183).
• Junta de Castilla y León, (2001) Estrategia de Conciliación de la vida
personal, familiar y laboral, Junta de Castilla y León, España.
• OIT. Convenio sobre los trabajadores con responsabilidades familiares,
1981 (núm. 156).
• Kimmel M (2006) La producción teórica sobre la masculinidad:
nuevos aportes, en ISIS- Internacional, Ediciones de las Mujeres.
• Montesinos, R (2005). La masculinidad en ciernes: resistencias y
conflictos en la construcción social de una presencia urgentes. México:
UAM-Iztapalapa/ Porrúa.
• OEA. Convención Americana sobre Derechos Humanos. 1969
Instrumentos nacionales.
• Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
• Ley Federal del Trabajo.
• OIT 2014. La maternidad y paternidad en el trabajo: la legislación
y la práctica en el mundo. Ginebra: OIT.
• Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y no
Discriminación contra las Mujeres 2013-2018.

Muj res en la Histori
17
Celebremos a las m dres y…
consolidaremos el mito:
una campaña en contra del
feminismo posrevolucionario
ADRIANA MAZA PESQUEIRA
Maestra en Historia de México
adrianamazapes@gmail.com

18
“A propósito de una costumbre que deberíamos imitar imperiosamente
y ésta es dedicar un día a enaltecer a la madre”. 1
El derecho de las mujeres a decidir, cualquiera que
sea la elección que se presente, constituye una legítima
demanda que aún aguarda respuestas y es producto
de un largo y complejo camino que ellas han recorrido a
través de los siglos. En épocas no muy lejanas, la lucha
se debía a reivindicaciones que hoy nos parecen fuera
de toda disputa; tal es el caso, por ejemplo, de la selección
en el matrimonio y la planeación sobre el número de
hijos dentro del mismo. Estos asuntos, junto con otros
como el derecho a recibir educación sexual, se discutían
públicamente dentro de diversos espacios que la coyuntura
de la Revolución Mexicana ofreció a las mujeres.
Ejemplos representativos de dichos debates tuvieron
lugar en los congresos feministas de Yucatán en
1916 y en el Primer Congreso Feminista de la Liga
Panamericana de Mujeres en la Ciudad de México en
1923. En éstos, las mexicanas no sólo abordaban las
reivindicaciones mencionadas, sino también su derecho
a participar en la reconstrucción nacional. Ante semejantes
reclamos, la respuesta del patriarcado se tradujo
en reforzar los argumentos que coadyuvaban a mantener
a las mujeres en lo que entonces se consideraba su esfera.
La táctica por excelencia utilizada para confinarlas al
espacio de lo doméstico fue, sin duda, apelar al ejercicio
de la maternidad como una obligación tanto moral
como política que, por un lado, reforzaba los valores de
domesticidad y obediencia y, por el otro, ponía en
marcha la política del Estado de afianzar a la familia
nuclear como pilar de la sociedad.
En los congresos feministas de Yucatán en 1916 las
mexicanas hicieron públicas sus principales inquietudes
en materia de educación, trabajo y derechos políticos. No
obstante, fue la polémica en torno a la educación sexual,
la selección en el matrimonio y el divorcio, las que
causaron mayor alboroto: eran temas verdaderamente
progresistas para la época. 2 Unos años más tarde, en
el Primer Congreso Feminista de la Liga Panamericana
de Mujeres en la Ciudad de México, el feminismo de
los años veinte presentó avances significativos en el
planteamiento de sus demandas. 3 Entre otros temas
cuestionaron la Ley de Relaciones Familiares expedida
en 1917 arguyendo que, si bien se habían logrado
algunos avances en cuanto a su situación legal, varios
de sus artículos constituían una total desigualdad entre
1
Rafael Alducin, Excélsior, 13/abril/1922.
2
Las resoluciones de los congresos feministas de Yucatán pueden consultarse en: Primer Congreso Feminista de México, 1916, México: INFONAVIT,
1975; Rosa María Valles Ruiz, “Segundo Congreso Feminista en México: Una historia olvidada”, Revista de Investigación Social ICSHU, Universidad
Autónoma del Estado de Hidalgo, México, 2012, pp. 125-156.
3
El documento Conclusiones del Primer Congreso Feminista de la Liga Panamericana de Mujeres puede consultarse en Julia Tunón (comp.), Voces a
las mujeres: antología del pensamiento feminista mexicano, 1873-1953, México: Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2011, pp. 248-259.

ambos sexos; por ello, abogaron por la aplicación de una
sola moral para mujeres y hombres tanto en la conducta
dentro del matrimonio, como en las condiciones de
divorcio y patria potestad.
Las asistentes al Congreso llegaron aún más lejos al
considerar dentro de sus resolutivos que “el problema
del control de la natalidad constituye un verdadero
problema para la sociedad; pero que en algunos casos
se hace necesario […]”. 4 El antecedente inmediato sobre
dicha cuestión tuvo lugar un año atrás cuando el
gobernador de Yucatán, Carrillo Puerto, mandó publicar
un folleto titulado “La regulación de la natalidad o la
brújula del hogar”, escrito por la norteamericana
Margaret Sanger y que en el Congreso Panamericano
Elvia Carrillo Puerto hizo circular. La autora defendía la
legitimidad de esta práctica aseverando que “la mujer
debe hacer uso de su derecho de negarse a poblar la
tierra de esclavos y llenar el Mercado de niños
explotados”. 5
Si bien el empleo de métodos anticonceptivos se
practicaba desde siglos atrás, siempre se trató de un
asunto privado, secreto. Hacerlo público representaba
una afrenta dirigida a la sociedad conservadora del país.
La campaña en Yucatán llegaba justo en un momento en
que se perseguía repoblar a la nación tras la contienda
revolucionaria; pero más importante aún, se trataba de
un atentado directo contra la función maternal como
misión suprema de la mujer.
El escándalo cobró dimensión nacional y fue encabezado
por el periódico Excélsior, el Diario de la Vida Nacional.
En marzo de 1922 —a pocos días de que el folleto
circulara en Yucatán—, su director Rafael Alducin inició
una verdadera cruzada a favor de la maternidad;
publicó que “el reparto de folletos inmorales relacionados
con la maternidad ha causado una enorme
indignación […] nunca la sociedad yucateca había
recibido ultraje mayor”. 6 Un mes más tarde propuso
la celebración de una fiesta en honor de las madres
todos los 10 de mayo y, enalteciendo las virtudes de
amor, ternura y sobre todo sacrificio, impugnó las ideas
liberales sobre el control de la natalidad. Fue así que
mientras las progresistas yucatecas combatían en el
campo los prejuicios sexuales, los círculos conservadores
del país obtuvieron cobertura nacional por medio de
la prensa para asestar un duro golpe a “tan aberrante
campaña”, ocasionando su fracaso.
Además de los motivos esgrimidos por el periódico
acerca de “hacer un monumento de ternura a la que
nos dio el ser” y dedicar un día a “enaltecerla”, se
añadieron otros mediante los cuales Excélsior se
constituyó en el garante de la decencia:
19
4
Íbid., p. 252.
5 Margaret Sanger, “La regulación de la natalidad o la brújula del hogar”. El folleto puede consultarse en Martha Eva Rocha, El álbum de la mujer.
Antología ilustrada de las mexicanas, vol. IV, El Porfiriato y la Revolución, México: Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1991, pp. 278-282.
6
Excélsior, 10/marzo/1922, en Martha Acevedo, El 10 de mayo, México: SEP/Martín Casillas Editores, 1982, pp. 10-11.

20
Hoy, en el extremo meridional del país, se ha
venido emprendiendo una campaña suicida y
criminal en contra de la maternidad, cuando en
Yucatán elementos oficiales no han vacilado en
lanzarse a una propaganda grotesca, denigrando
la más alta función de la mujer que no sólo consiste
en dar a luz sino en educar a los hijos que forma
su carne, es preciso que la sociedad entera manifieste,
con una fórmula banal si se quiere, pero
profundamente significativa, que no hemos llegado
de ninguna manera a esa aberración que predican
los racionalistas exaltados, sino que, lejos de ello,
sabemos honrar a la mujer que nos dio la vida. 7
El periódico encontró aliados poderosos en instituciones
como la educativa, la Iglesia y el comercio —este último
reprodujo el ideal de la mujer dedicada al hogar en la
oferta de sus productos—; de esta manera, el 10 de
mayo se convirtió en un factor de unidad nacional,
reprimió las campañas del ala progresista del país y de
paso contribuyó a marginar los movimientos socialistas
del sureste que empezaban a estorbar a los gobiernos
posrevolucionarios.
Con todo, las feministas avanzaban en la tarea de
modificar los patrones sociales y culturales que las
limitaban a la esfera privada; comprendieron que para
ello era necesario negociar propuestas, establecer
alianzas con los grupos de poder y aprovechar todos
los foros para hacerse visibles. Mientras las mujeres
luchaban por nuevos espacios de participación, la
prensa continuaba su batalla en favor de la maternidad.
En 1932 Excélsior lanzó la iniciativa de levantar un
monumento en honor a las madres. 8 En 1949, en el
Jardín del Arte, fue inaugurado dicho monumento por
el presidente Miguel Alemán, quedando así el mito
labrado en piedra. Se cerraba una década caracterizada
por un acentuado conservadurismo: los años
cuarenta. A decir de Martha Santillán, este ambiente
coadyuvó a que se ignoraran las demandas que diversas
organizaciones feministas habían tratado de impulsar,
sobre todo durante el cardenismo. 9
El Diario de la Vida Nacional continuó enalteciendo a
las madres mexicanas. En 1941 lanzó un concurso para
premiar a la mujer que tuviera el mayor número de hijos,
al que llamó “la madre prolífica”. 10 El certamen apoyaba
las políticas estatales encaminadas a incrementar la
población y hacía eco de la sociedad conservadora
imperante que veía en la liberación femenina una
amenaza al orden familiar y por ende un peligro para
la sociedad en general. De esta forma se perpetuaba
el ideal de mujer dedicada al hogar y a la crianza de los
hijos.
7
Excélsior, 13/abril/1922, en íbid., p. 9.
8 Martha Acevedo, op. cit., p. 46.
9
Martha Santillán, “El discurso tradicionalista sobre la maternidad: Excélsior y las madres prolíficas durante el avilacamachismo”, Secuencia.
Revista de historia y ciencias sociales, núm. 77, mayo-agosto 2010, Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, p. 92.
10
Para un mayor acercamiento al tema véase Martha Santillán, op. cit., pp. 90-110.

A partir de ese año y en lo sucesivo, los temas de
los concursos que premiaban a las madres se fueron
adecuando a las políticas que los gobiernos en turno
buscaban impulsar. Prensa, comercio, Estado y la sociedad
en general se articulaban en una sola fuerza
para mantener vivo el mito de la madre; además
aludían a las más apremiantes necesidades de la
mayoría de las mexicanas: ¿A qué mujer que atendía un
hogar con hijos y sin recursos, no le aliviaba la carga
de trabajo cualquier presente —sobre todo implementos
de uso doméstico— que viniera de una iniciativa
gubernamental, un premio del diario o un regalo de
los hijos?
Hubo que esperar el arribo del feminismo de la nueva
ola en la década de 1970 para atestiguar el fin de los
concursos. En 1971 el grupo feminista Mujeres en
Acción Solidaria se manifestó frente al Monumento a
la Madre de la Ciudad de México contra el mito de la
madre. Sus integrantes repartieron un folleto en el que
explicaban que el mito consistía en “exaltar la función
biológica de la mujer para volverla reflejo de la
voluntad del hombre […] y para relegarla a la tarea de la
reproducción de la especie y los quehaceres domésticos”.
11 Los concursos que premiaban a las madres por
diferentes motivos dejaron de practicarse a partir de
esta manifestación.
Hoy en día Excélsior sigue felicitándose cada 10 de
mayo por haber sido el primer patrocinador de tan
sensible festividad y, con encabezados como “El Día de
las Madres, una fiesta que nació en Excélsior” o “El papa
Pío XI dio su respaldo al fundador de esta publicación,
Rafael Alducin, promotor de la idea, en un encuentro
que tuvieron en Roma en 1923”, 12 nos recuerda año con
año que los medios de comunicación jugaron un papel
crucial en el impulso de las políticas gubernamentales
dirigidas a reforzar el estereotipo de mujer
dedicada al hogar y a la educación de los hijos, en
donde la abnegación y el sacrificio se configuraban
como cualidades, como las virtudes femeninas por
excelencia.
21
11
12
El folleto puede consultarse en Martha Acevedo, op. cit., pp. 64-67.
Excélsior, 9/05/2013.

¡Acelérale
m jer!
MARIO SEBASTIÁN BALVANERA 1
Mario2_1@hotmail.com
Hace 100 años en Nueva York una pionera del automovilismo
dio luz verde a su carrera. Era Gertrudis Hadley
Jeanette.
Además de ser una experta en la mecánica automotriz,
fue la primera mujer taxista de que se tenga registro.
Ha pasado un siglo y las cosas pintan mejor para las
mujeres, tanto de Nueva York como de México; hoy
pueden votar y ser votadas. Cada vez son más mujeres
las que acceden a puestos de poder y cada vez hay más
mujeres matriculadas en las universidades. Sin embargo,
persisten desigualdades que se reflejan en la violencia
hacia las mujeres, la discriminación y los estereotipos
de género en la asignación de roles sociales.
1
Sebastián Balvanera es un joven estudiante universitario quien ha
estado interesado en los temas relacionados con la igualdad sustantiva
entre mujeres y hombres.

Como ejemplo de una gran mujer que ha peleado en
contra de los estereotipos y costumbres de su país,
encontramos a Sara Bahaí. Ella es la única mujer en
Afganistán que conduce un taxi, país que en la pasada
década finalmente reconoció a las mujeres el derecho a
manejar. Fue a principios del 2000 que Sara Bahaí
aprendió a manejar, y desde que tomó el volante supo a
qué se quería dedicar: “Yo sentí como si estuviera en el
cielo; me enamoré de manejar”. 2
Sara Bahaí nunca se casó porque tenía que mantener
a su familia, le daba terror la idea de tener un esposo
que no la dejara trabajar. Cuando insurgentes talibanes
mataron a su cuñado tuvo que aceptar en su casa a su
hermana y sus siete hijos e hijas. Su familia se volvía
cada vez más grande y alguien tenía que trabajar. Ella
maneja en la ciudad de Mazar-i-Sharif, siendo la única
mujer taxista de su país.
Ella como muchas otras que trabajan en un oficio no
tradicional para las mujeres ha recibido amenazas: “Me
dicen que no puedo manejar en la ciudad debido a que
soy una mujer y esto va en contra del Islam”. 3 Ella no
sólo se encuentra con los peligros que viven todos los
taxistas, sino también con los “peligros” de ser mujer.
No sucumbe ante estas amenazas, de hecho, ella está
educando a otras 15 mujeres a seguir sus pasos para
que cada vez sean más mujeres manejando.
Aunque en México el Islam no es la religión
que domina, existe la creencia socialmente
compartida de que la naturaleza nos ha dotado de
habilidades diferentes, que las mujeres tienen una
mayor capacidad para realizar ciertas tareas relacionadas
con el cuidado de la familia —como hacer
la comida todos los días, criar y educar a los hijos e
hijas o cuidar de los enfermos— o que los hombres
estamos mejor dotados para las cuestiones financieras,
conducir automóviles, dirigir y gobernar. Pensar
que es “natural” que una tarea, oficio o profesión
sea femenina o masculina es una construcción social
basada en el machismo, ya que ni los hombres ni las
mujeres son naturalmente más competentes o capaces
para realizar unas u otras. Las habilidades y aptitudes
se aprenden y desarrollan.
Las relaciones sociales basadas en estereotipos de
género, juegan un papel fundamental al determinar
qué oficio o profesión es más apropiada para hombres
o cuál para mujeres. En este sentido, manejar un
taxi —como muchos otros oficios y profesiones— es
percibido como propio de los hombres, y por lo tanto se
considera un oficio no tradicional para las mujeres.
Muchas personas no confían en que una mujer
maneje, aunque tengan las mismas habilidades que un
hombre.
23
2
The New York Times, Afghanistan’s Only Woman Taxi Driver Steers Change. Consultado el 27 de marzo
3
Ibidem.

24
Estas ideas las tienen personas de ambos sexos ya que
hay muchas mujeres que también desconfían de una
mujer taxista al volante, y por si esto fuera poco, los
y las taxistas trabajan día a día con el riesgo de sufrir
un asalto o robo, pero en el caso de las mujeres con el
riesgo siempre presente de que el incidente empeore
con una agresión sexual.
Las mujeres que se desempeñan en oficios no tradicionales,
además de tener oficio, en el sentido literal de
saber hacer, 4 están constantemente expuestas al juicio
de sus colegas, familiares, amigas y amigos “teniendo
que demostrar no sólo que pueden hacerlo, que no se
equivocan, que son igualmente buenas a sus similares
varones, sino que además no desatienden su casa, porque
poder, querer y saber hacer un oficio no tradicional no
las exime de la responsabilidad de la doble jornada”. 5
La idea de tener taxis exclusivos para mujeres, manejados
por mujeres, surge a raíz de la necesidad de contar
con un transporte innovador y seguro para todas las
mujeres. En otros puntos del mundo como Londres,
Nueva York, Dubai, Beirut y Moscú ha funcionado
con gran éxito.
En Londres, la iniciativa tiene el nombre de “Pink
Ladies” y los taxis también son completamente rosas,
desde la carrocería hasta el interior, decorado en cuero.
Cómo no, cada uno tiene su propio nombre: Alison,
Andrea, Leanna, Kerry, Trixie, Martha, Lily, Anne,
Kathy, Dawn, Angel, Alison, Nigella, Paula y
Cockney Rebel.
El programa de los taxis rosas dio inicio en la Ciudad de
México mediante la publicación de un aviso por parte
de la Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi), en
la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 9 de agosto de
2010 y desde entonces ha enfrentado diferentes retos y
obstáculos para su buen funcionamiento. Oficialmente
se ha dicho que muchas de las mujeres no pasaron los
cursos de conocimientos y pericia ni completaban el
curso de capacitación para recibir el tarjetón. La mayoría
de los 100 taxis programados para esta tarea no está
en uso hoy en día. Los dos sitios de taxis rosa no
pueden con toda la ciudad con la falta de trabajadoras.
Lo que parecía una idea que podía darle muchas
oportunidades a las mujeres y al progreso de esta
ciudad parece naufragar en las mareas de la burocracia.
De acuerdo con la Secretaría de Movilidad del Distrito
Federal (antes SETRAVI) hoy en la Ciudad de México hay
más de 1,400 mujeres taxistas circulando por las calles
de esta metrópoli, las mujeres son sólo 1% de quienes
se dedican al transporte de personas. La idea machista y
el estereotipo creado de que una mujer no sabe manejar
adecuadamente está presente en el día a día de estas
4
La palabra oficio según el Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana viene del latín officium que deriva de opifex “artesano”, compuesta
a su vez de opus “obra” y facer “hacer”.
5 Flores Salazar Guadalupe, Aragón Castillo Irene, Contreras Julián Maricela, Nadurille Álvarez Angélica, Mujeres con Oficio. Comisión de Equidad y
Género de la LX legislatura. Primera Edición, 2009. México, Distrito Federal. p. 11.

mujeres, prueba de ello es cuando escuchamos gritar a
conductores (y a algunas mujeres también): “Tenía que
ser mujer” al observar una imprudencia al volante.
Y es que para prestar el servicio la persona solicitante
deberá tomar un curso de inducción de los lineamientos
de seguridad para el traslado de usuarias y del Modelo
de Atención a Víctimas de Delitos Sexuales en Taxi, así
como del Programa Taxi Seguro para las Mujeres de la
ciudad. Si bien es una buena idea, ¿no sería más conveniente
que los conductores varones tomaran esta
capacitación también? De esta manera, los taxis rosas
serían una medida afirmativa para el empoderamiento
económico de las mujeres e idealmente, la seguridad y
respeto hacia las mujeres se podría encontrar en todo el
transporte público.
En varios artículos consultados se señala que dentro
de las pocas mujeres taxistas que hay en México, 9 de
cada 10 son madres solteras. Así como Sara Bahaí, no
empiezan en este oficio por pelear a favor de un mundo
más equitativo sino por necesidad de mantener a una
familia. Este trabajo les permite tener horarios flexibles
para que de esta manera puedan atender cualquier
problema que pasa con la familia, es decir, trabajar sin
dejar de atender las responsabilidades del cuidado.
Rosa María Riviera Campos, una de las pocas mujeres
taxistas en la Ciudad de México, cuenta que ella empezó
a trabajar como taxista después de que la empresa
6
Ibidem, p. 42.
donde trabajaba terminó con su relación laboral.
Empezó de un día al otro para poder tener un ingreso,
veía la opción de trabajar el taxi como una medida
temporal, en lo que lograba emplearse nuevamente, sin
embargo, fue pasando el tiempo y un día dejó de buscar
otro empleo. Ella vive con su mamá y se ocupa de ella,
por lo que le es necesario tener una fuente de ingreso
y manejando su taxi la encontró. Aunque ganaba más
como recepcionista se ha dado cuenta que lo que a ella
le gusta es andar en la calle y tratar con las personas.
Intentar relacionarse con las y los pasajeros.
“En todos estos años que he andado en el taxi, sólo una
persona se ha portado totalmente déspota porque
soy mujer: era un hombre”. 6 Aunque sólo ha sido una
persona que la ha discriminado, esta cifra debería de
ser nula ya que no sólo se enfrentan a personas como
estas sino a muchos otros desafíos.
El proyecto de los taxis rosas podría funcionar si se le
diera otra oportunidad. Hay muchas mujeres en busca
de ingresos que no han tenido la oportunidad de trabajar
de manera formal. Si para empezar se brindara
capacitación tanto de las normas y reglamentos como
en la conducción de vehículos, y además se les diera un
servicio de guardería a las mujeres que son madres,
quieren conducir un taxi y evitar caen en la corporativización
y politización del programa, de esta manera,
podríamos dirigirnos hacia un futuro más equitativo y
seguro para los y las ciudadanas.
25

26
Con estas medidas se puede abonar a la solución de
dos problemas: la inseguridad y la falta de ingresos
de muchas mujeres. Por un lado, ayudaría a que las
mujeres tengan acceso al uso y disfrute de la ciudad de
manera segura al acceder al servicio de taxi conducidos
por mujeres, y por otro lado, a las taxistas les brinda
una oportunidad de generar ingresos propios, lo que se
transforma en autonomía económica y empoderamiento.

27
Necesario agilizar pensiones
alimenticias: Nueva Alianza
Urge Diputada Dora Talamante
a implementar programas de autoempleo
para madres sin pareja. 1
En México existen 8.2 millones de mujeres sin pareja y con al menos un hijo o hija a
cargo, es decir son mamás solteras, divorciadas, viudas o separadas, por lo que es
urgente implementar mecanismos para que puedan auto emplearse, afirmó la
diputada Dora Talamante Lemas.
La legisladora por Nueva Alianza se pronunció por cambiar las políticas asistencialistas
por una política social y económica eficaz que genere mayores fuentes de empleo
para este sector de la población.
La también Secretaria de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados
aseguró que la política asistencial implica una mayor dependencia a la protección
económica del Estado y no impulsa la capacidad de las mujeres para generar y obtener
sus propios bienes.
Además, manifestó su preocupación por los diversos programas de apoyo a las
mujeres jefas de familia que destinan millonarios recursos cada año, en tanto que la
cifra de madres solteras va en aumento, según las estadísticas.
En este sentido, precisó que, de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Población
(Conapo), tan sólo en la capital del país 880 mil mujeres se consideran madres
solteras, de las cuales nueve de cada 10 tienen hijas e hijos menores de 18 años. De
éstas, seis de cada 10 viven con su padre o madre; 71.8 % de ellas trabaja, y la tercera
parte vive en condiciones de pobreza.
1
Boletín legislativo 220 del 19 de abril de 2015. http://www.congreso-nueva-alianza.org.mx/Bol220

28
“Resulta indispensable implementar de manera urgente programas públicos para que
las mujeres que son el sustento económico de sus hogares, independientemente de
su condición social, adquieran el apoyo y facilidades de infraestructura y económica
necesarias para echar a andar sus propios negocios o cooperativas, que les permita
tener mayor tiempo y atención para sus hijos”, subrayó.
Por otro lado, la diputada aliancista aseguró que en el tema de las madres solteras,
existe un gran pendiente para contribuir a la igualdad de género en el país, y hacer
que tanto hombres como mujeres asuman por igual su responsabilidad en el ejercicio
de su sexualidad.
Al respecto, enfatizó que es necesario robustecer la legislación en materia de
paternidad responsable, para garantizar el cumplimiento de los deberes que ya se han
estipulado, tales como la pensión alimentaria o el reconocimiento de filiación.
No cumplir con lo anterior, dijo, constituye una violación a los derechos fundamentales
de los niños, “es una de las variantes de violencia económica y emocional contra
las mujeres, y acrecienta las cifras de padres irresponsables”, aseguró la legisladora.
Por ello, la diputada por Sonora consideró que los recursos destinados a políticas
asistencialistas de apoyo a madres solteras, deberían ser también invertidos para
fortalecer la Ley y agilizar los procesos de demanda para que los padres aporten en la
manutención de los hijos e hijas.
Finalmente, Talamante Lemas puntualizó que Nueva Alianza seguirá pugnando por la
igualdad de género, por el respeto a los derechos de las mujeres mexicanas, así como
por el bienestar y calidad de vida de la niñez.

A 36 años de luch y participación sexo-política,
retos, avances y perspectivas LGBTTTI
MTRO. SALVADOR ZAVALETA RAMÍREZ 1
zalvator@hotmail.com
Hace casi 36 años un grupo de 20 manifestantes
—mujeres y hombres homosexuales— salió a las calles
del Monumento a la Revolución a la Alameda Central.
Para ese entonces —1979— el escenario político era
muy claro: Estado-Gobierno y Frente de Liberación
Homosexual. El enemigo se encontraba difuminado
entre el Estado y las iglesias; el fondo de la consigna era
la búsqueda de la inclusión social, lo que hoy llamamos
no discriminación ni violencia. La pugna era la represión
jurídica y social en los mandatos de los géneros mujer y
hombre. Algunos años después: ¿Hacia dónde va el
movimiento de la diversidad sexual o identidades sexopolíticas
y transgenéricas? ¿Cuáles son sus retos y
desafíos políticos de lucha? ¿Cuáles son los paradigmas,
disyuntivas, en tanto anhelos colectivos y consignas de
reivindicación?
De 1990 a 2000, con el surgimiento del llamado tercer
sector, la defensa de los derechos humanos en un Estado
neoliberal, colectivos y organizaciones LGBTTTI han
enfocado su actuar político a la promoción, defensa,
reivindicación e incorporación en la legislación, de
preceptos incluyentes, programas y servicios en
distintos sectores gubernamentales.
1
Psicólogo social de grupos e instituciones, Universidad Autónima Metropolitana, Unidad Xochimilco

30
Desde la participación político-social en el ámbito de la
interacción, convivencia social, afectiva e identitaria,
han sido los mismos sujetos —mujeres y hombres
homosexuales— quienes han desarrollado un abanico de
posibilidades de acción y desarrollo de su existencia.
La cada vez más amplia diversificación ha llegado a
conformar una nomenclatura como estandarte identitario
de un sector poblacional definido por su orientación
sexual: Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis, Transgénero
y Transexuales. La enunciación de su acción
social deviene de su acción erótico afectiva; estas
formas diversas de amar, pero también de subjetivar al
explicarse a sí mismos su existencia como sujetos en
acción, en relación con su entorno social y universal.
La participación política del movimiento LGBTTTI
(o Identidades Sexo-Políticas y Transgenéricas) ha
conformado un modo particular de existir al enunciarsubjetivar
un discurso político que conjuga el reclamoreivindicación
de derechos, que arrebatan al Estado
gobierno, a la sociedad misma, a las iglesias y otros
aparatos político-ideológicos. Incidir en la sociedad
a través de la legislación ha sido una de las mayores
puestas en escena de la lucha: tipificar y sancionar para
prevenir y erradicar.
Otro medio importante como vía de acción ha sido el
trabajo cara a cara, en términos de sensibilización,
acompañamiento, empoderamiento, conversión de
patrones y modificación de conductas respecto a la
inclusión de estas identidades a la vida cotidiana.
Un trabajo que incide de lo particular-subjetivo a lo
social-público. Sin embargo, ¿cómo hacer para que los
programas y servicios vinculen ambos aspectos
(subjetivos y públicos) en la aplicación de leyes y políticas
públicas dirigidas a este sector de la población?
En la actualidad, los logros en los distintos sectores de
la población —por lo menos desde el Distrito Federal—
acordes con la experiencia de observación e intervención
demuestra que: Hemos logrado como población
incidir y difundir en los imaginarios sociales lo que
son las personas LGBTTTI, algunas veces reducidas al
término gay. Hemos permeado en la subjetividad de las
personas sobre la posibilidad de existencia como sujetos
a partir de gustos afectivos y/o eróticos distintos.
Logramos cierta permisividad social para la demostración
de los afectos de las parejas hombres, mujeres y
mixtos; la expresión de los distintos placeres, goces en el
sentir y en el hacer, en tanto decir de gestos, lenguajes
y expresiones de género diversos; este es el caso del
sector travesti, transgénero y transexual, donde el
cruce con el género es más evidente. Mujeres y hombres
distintos que ejercen sus derechos al salir a las calles
mostrando cómo quieren o gustan ser reconocidos, sin
ser forzosamente acribillados ni exhibidos socialmente.
Hoy en día al implementar leyes según el sector
— producto de luchas ganadas en términos no sólo jurídicos
sino también sociales-subjetivos— ha permitido que

estos sujetos gocen de sus garantías individuales en un
marco jurídico-social más incluyente y tengan protección
bajo la consigna de grupo altamente vulnerable.
También hemos intervenido en la sociedad de manera
jurídica a través de la modificación a la Constitución
Mexicana en su artículo primero. Tipificamos el insulto
en el lenguaje; la ley cívica sobre el matrimonio cambió
las figuras jurídicas; se han implementado programas y
servicios. Logramos que las personas Trans (Transgénero,
Travesti y Transexual) recobren su personalidad
jurídica hacia la identidad de género que les corresponda,
con terapia de hormonas y acompañamiento terapéutico
gratuito. Es decir, las personas Trans como ciudadanas
tienen acceso real a este servicio. Tan sólo en el Distrito
Federal, de las 16 Delegaciones, solamente dos (Cuauhtémoc
y Xochimilco) cuentan con un área de Diversidad
Sexual. En las últimas dos administraciones se creó la
Red Interinstitucional de atención a la Diversidad Sexual
(RIADS), que pertenece a la Secretaría de Desarrollo Social.
Desde 2011 contamos con un modelo de atención de
avanzada llamado Centro Comunitario de Atención a la
Diversidad Sexual, que presta servicios jurídicos y de
acompañamiento grupal en contención-intervención.
Desde 2012, la Clínica Especializada Condesa otorga
tratamiento para personas de la diversidad sexual Cero
Positivos incluyendo tratamiento hormonal para mujeres
trans aunque no hayan sido infectadas.
Como movimiento social reflejado al ámbito político
hemos emergido en las esferas de la cultura, del arte,
de las comunicaciones; en tanto género cine, televisión,
música, ficción, teatro, lenguajes y culturas. Hoy en
día, la palabra gay ha llegado a grados subjetivos de
inclusión en y fuera del estigma y de los prejuicios.
Personas distintas enuncian e incorporan elementos
que pertenecían únicamente a una sola cultura: lo gay.
Con este último término el movimiento de la diversidad
sexual, al ser incluido e incorporado por la sociedad en
distintos sectores, ha perdido densidad identitaria con
trasfondo político.
A pesar de los avances, el mercado, los medios de
comunicación, en una sociedad postindustrial de
consumo, han hecho de nuestras causas, luchas, identidades,
etiquetas en códigos que son casi marcas de
consumo estratégico con fines de lucro y explotación.
Un capitalismo barbarie que comercializa con nuestras
identidades hacia un porno show de la parodia política
de un producto de consumo; en bienes y servicios,
agencias de viajes, cruceros, líneas de autobuses,
sexshops etc., en la cosificación de nuestros afectos
y mercantilización de las identidades en el sexo, en
réplica de morbo, estereotipos, clichés con sexismo de
género sin ninguna conciencia social ni sentido político.
Como toda norma —dice Judith Butler— tiene que legitimarse,
y por lo tanto, normativizarse al ser instaurada;
un movimiento social de la diversidad sexo-genérica
que busca y logra inclusión social no es la excepción.
31

32
La repetición de las normas y valores convencionales
del género en nuestra “comunidad” es una de las problemáticas
actuales. ¿Cómo existir de manera genuina y
auténtica en la permanencia de nuestros propios paradigmas
y anhelos? ¿Cuál es el punto de convergencia
que tenemos con la sociedad sin difundirnos y homologarnos
con el todo? ¿O es que no exigimos tener
derechos iguales y ser ciudadanos reales?
Las violaciones a nuestros derechos humanos siguen
existiendo de manera alevosa y deliberada; la creación
de fiscalías especializadas desde la Asamblea Legislativa,
Senado de la República e institutos autónomos
para que esclarezcan e intervengan en la prevención de
los crímenes de odio por homo, lesbo, trans y bifobia
sigue estando en el aire.
La implementación de financiamiento para capacitación
de académicos y funcionarios públicos en materia de
derechos humanos LGBTTTI, sigue estando pendiente.
El Estado no considera en su Plan Nacional de Desarrollo
recursos para realizar investigación en las problemáticas
sociales de este sector. El CONACYT, aún no tiene
líneas especializadas en temas de sexualidad y
diversidad. Son muy pocas las instituciones académicas
que cuentan con departamentos de sexualidad y género
con líneas de investigación propias: tan sólo la UNAM
y UACM.
Existe falta de financiamiento para concursos de programas
y servicios a nuestra comunidad en líneas de salud,
educación, trabajo, no discriminación. Hacen falta ferias
y programas de contratación a nuestro sector de manera
vigente desde la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Incidir para que las empresas y espacios de gobierno
tengan cuotas de contratación específica a nuestra
población, como lo es el caso de la Comisión de Derechos
Humanos del Distrito Federal. Hace falta que los
partidos políticos en nuestro país tomen líneas de
acción en tanto programas vigentes, secretarías
distritales, nacionales e incorporen en su plataforma el
tema de las identidades sexo-políticas y transgenéricas
como parte de sus agendas. Así como cuotas de militancia
y candidaturas de líderes populares con trabajo
territorial. Necesitamos la creación de una fiscalía
especializada para denuncia de violación a derechos
humanos cuando se niegan servicios del Estado en
materia de salud, educación, trabajo y cultura.
Los problemas en disyuntivas y paradigmas de nuestro
sector hoy en día a más de 36 años de lucha y participación
política son demasiados; los problemas reales en
nuestra comunidad aún no terminan pese a la pérdida
de sentido y desencanto por la participación política de
la sociedad, en desarticulación con partidos políticos
y sociedad civil. Nosotros como movimiento social de
nuestro país, que siempre pugna y reivindica nuestros
derechos como sujetos y ciudadanos, seguiremos reclamando,
propugnando, buscando construir puentes generacionales
con miradas distintas en proyectos colectivos,
reconociendo y fortaleciendo nuestras autonomías.

Perspectiva de g nero en el
Presupuesto de Egresos de la Federación
Una bandera legislativa para Nueva Alianza a favor de las mujeres de México
OLIMPIA FLORES ORTIZ
Escritora, impulsora de procesos sociales e institucionales y feminista.
olimpia.flores.ortiz@gmail.com
OlimpiaFloresMirabilia
@euphrasina
Las mujeres en México estaríamos ante una muy
buena oportunidad de reposicionar el tema de género
en la política pública, ante el anuncio del Secretario de
Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, de
que el Presupuesto de Egresos de la Nación de 2016
no será inercial (basado en el anterior). Un presupuesto
base cero que tiene su antecedente en el recorte al
gasto público por 124 mil millones de pesos equivalentes
al 0.7% del Producto Interno Bruto en 2015.
Como sabemos, el contexto de esta decisión lo encontramos
en el cambio del entorno financiero internacional
y en la caída de los precios del petróleo.
Ante el borrón y cuenta nueva que se propone el
Gobierno, la propuesta consistiría en que el Presupuesto
de Egresos de la Federación tenga perspectiva
de género.
No se trata de aumentar partidas al presupuesto, sino
de que las que hay, se distribuyan equitativamente.
Es el paso inmediato posterior que se requiere en el
camino de la institucionalización para que empiece
a tener lógica sistémica la “transversalidad de la
perspectiva de género”.
Hasta ahora, todos los esfuerzos son inconexos; y no
hay nada que obligue a rendir cuentas respecto de
este método necesario para la gobernanza: que las mujeres
tengan acceso a la oferta de la política pública en
igualdad de condiciones; acceso al desarrollo con
mejores oportunidades. Las dos leyes generales que
las legisladoras han establecido, la Ley de Igualdad
Sustantiva entre Mujeres y Hombres, y la de Acceso a una
Vida Libre de Violencia tendrían ruta, articulación y
obligación de rendir cuentas al respecto; hasta ahora, no
casan con nada, son dos chipotes muy correctos, eso sí.
La plataforma está dada a partir de que por ley se
mandató incluir a la Perspectiva de Género en el Plan
Nacional de Desarrollo. Esa, fue una batalla sorda y
persistente de las legisladoras de tres legislaturas

consecutivas y algún aliado, por reformar la Ley de
Planeación para que tuviera perspectiva de género,
que de la LVIII legislatura a la LXI vivió una suerte de
avatares en un ir y venir de la Cámara de Diputados
a la de Senadores. ¿No suena lógico entonces que en
consecuencia ahora tendría que reflejarse en el
presupuesto y en las estructuras institucionales y sus
programas?
Hay que argumentarle al señor Videgaray que con el
recorte al gasto y el reajuste presupuestal, el régimen
estará ávido de aprobación social: incorporen a las
mujeres al desarrollo. En realidad se le daría una buena
vuelta a la tuerca a la democratización de la participación
social en la vida pública; se revitalizaría la
relación entre la población y las instituciones. Y de
paso se refrescaría la operatividad de la ejecución de la
política pública porque se tendría —para ser ágil y
viable— que modernizar y tecnologizar el servicio
público y acabar con todo tipo de mediadores o coyotes.
El rediseño del gasto tendría que venir también con un
rediseño de los programas y de las reglas del juego.
En este sentido, así como el Presupuesto, tampoco
puede ser inercial la ejecución de la política pública.
Abriría las ventanas hacia la transparencia efectiva:
porque la gente se involucre en los procesos como
beneficiaria y como observadora. Sería un sueño dar
al traste con la corrupción y con la simulación, que
son los males de nuestras instituciones públicas.
¿Qué sería la eficiencia y cómo se mediría? No es lo
importante, por ejemplo, saber cuántos refugios o
centros de justicia se establecen, o a cuántas mujeres
han atendido (lo que esto quiera decir, si bien o mal
o suficiente) acaso si han dejado de violentar a las
mujeres y de asesinarlas. E incluso, cómo y en qué
medida, en qué actividades, en qué escalafones, con qué
sueldos, o cómo participan en los sectores productivos
de la economía, con qué financiamiento. Es decir, el
impacto de la política pública medido en disminución de
la violencia y el feminicidio como en oportunidades.
Las Unidades de Género de las dependencias de la
Administración Pública Federal no tienen articulación
al interior ni entre sí. No sirven más que para hacer
numeritos el 8 de marzo por el Día Internacional de las
Mujeres o el 25 de noviembre por el Día Internacional
de la No Violencia hacia las Mujeres. Los titulares
(secretarios de Estado) se paran delante de las trabajadoras
(exclusivamente) a tirarse rollos sobre algo que
no va más allá de lo políticamente correcto o a platicar
anécdotas de los buenos padres de familia, esposos
que son y los agradecimientos a sus progenitoras que
les dieron la vida. Es como si en el año ahora hubiera tres
días de la madre. Hay quien les rifa otra vez utensilios
y aparatos para el hogar: la liberación de línea blanca.
O sea que no sirven para educar al personal femenino,
ni al masculino.
Por todo eso es necesario partir de una visión federalista
que trace las rutas en el sistema federal como en los
estados y municipios. Darle arraigo a la política pública
con perspectiva de género, con cartas de naturalización:
reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública
Federal y el proceso de homologación a las correspondientes
de los estados y municipios. Hacerlo sistema.
¿Cuántas leyes de planeación en las entidades
35

36
federativas han sido reformadas después de que el Plan
Nacional de Desarrollo 2012-2018 se promulgara con
Perspectiva de Género? Ninguna.
para “promover” la no violencia; porque en sí, a las
mujeres no les beneficia en lo básico: oportunidades y
tranquilidad. ¿Entonces?
Todo el asunto está en lograr que se tengan que rendir
cuentas específicamente sobre los verdaderos avances
de las mujeres; no sobre los estériles voluntarismos
institucionales.
El señor Videgaray, ahora que está haciendo la evaluación
de los programas por dependencias, y de la eficacia
de los rubros del Presupuesto, seguramente tendría la
tentación de suprimir el anexo del Presupuesto destinado
a la Transversalización de la Perspectiva de Género y el
Combate a la Violencia. Por ineficaz. Y yo con él. Pero no
se atreverá, porque no es políticamente correcto.
La pregunta es, ¿cómo llegan los recursos a las mujeres
y destinados a qué? O, ¿por qué no llegan y qué hay
que hacer? Y, ¿los recursos que llegan responden a las
necesidades de las mujeres? ¿Hay más mujeres en el
empleo formal o con acceso a la producción y al financiamiento?
No. ¿Disminuye la violencia, las asesinan
menos? No.
Quiere decir entonces que ese anexo presupuestal no
es funcional. Y no lo es, precisamente porque no es
sistémico. Por más voluntarismo que lo sostenga. Nos
ha hecho falta entender cómo funciona el sistema
federal —su aparato— para darle los flujos correctos
a la ruta de los recursos. Por la vía del anexo, no se
logra nada más que favorecer a las organizaciones que
detentan esos recursos para “promover” la igualdad y
De ese modo, con el mandato de ley desde la planeación
hasta la ejecución de la política pública, pasando porque
el Presupuesto de Egresos de la Federación se obligue
a una redistribución de los recursos con nuevas reglas
de operación en beneficio de las mujeres; y con los
mandatos legislativos que se avecinan en materia de
transparencia y combate a la corrupción se le seguiría
la pista a los recursos a través del trazo sistémico que
vincule de racionalidad y los use de la mejor manera
posible.
Abrir el abanico de la oferta institucional hacia las
mujeres, tendría que ser la clave no para propiciar más
clientelas, sino más ciudadanía.
Esta bandera no es una propuesta que pueda ser
asumida sólo por legisladoras, sino por todo un Instituto
Político llamado Nueva Alianza: quienes vayan al nivel
federal a la Cámara de Diputados, con la iniciativa de
Ley correspondiente; a los congresos locales para
homologar los procesos legislativos y también a las
regidurías para que las comisiones de género tengan
conexión con todo el aparato del ayuntamiento con las
reformas a la Ley Orgánica Municipal.

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Replanteando el sentido de la patern
dad
LIC. JORGE YÁÑEZ LÓPEZ
Investigador Jurídico y Coordinador General de TRODOS Círculo de Masculinidad
yorgos@att.net.mx
Los orígenes del día del padre remontan a Estados Unidos con Sonora Smart Dodd en 1910,
quien a raíz de que su padre Henry Jackson Smart enviudó y se hizo cargo de al menos cinco
hijos, consideró que ameritaba un reconocimiento especial. El apoyo hacia esta idea por
parte del presidente Calvin Coolidge resultó insuficiente en 1924, y fue hasta 1966 con el
mandatario Lyndon Johnson quien proclamó el tercer domingo del mes de junio de cada año.
México adoptó esa misma fecha y el enfoque consumista se integró a la mercadotecnia
de las grandes tiendas, no precisamente a título de ornato sino como la ocasión para
“premiar al rey de la casa”, es decir, al proveedor económico de acuerdo con los roles de género
tradicionales.

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Hoy la reflexión y los debates sobre el tema de la paternidad se encuentran orientados en
otros ámbitos: en las paternidades ausentes o distantes, en las negativas de los padres para
demostrar afecto hacia sus hijas e hijos y en las resistencias institucionales para establecer
los permisos parentales para sus empleados como parte de sus derechos en materia de
seguridad social.
En el primer caso —cronológicamente más documentado por el costumbrismo masculino
del país— se expresa en un desprendimiento total de la descendencia recién formada. Otro
supuesto se vincula de manera directa con adicciones, inestabilidad laboral e incluso
anteponiendo una obligación hacia una familia conformada previamente (y que en
consecuencia coloca como anexa en derecho a la posterior). Ahí las paternidades se tornan
grises o intermitentes, como meras figuras, que a lo más, ostentan un título biológico pero
sin un historial significativo para las hijas e hijos.
En cuanto a los padres varones que presentan profundas dificultades para comunicar
emociones y brindar manifestaciones afectivas, de modo prácticamente nulo analizan
los efectos que su erosfobia causa, muy en particular en términos de la autoestima que
requiere ser incentivada en aquellos y aquellas que en teoría existen porque se deben a un
acto planificado en pareja.
El punto que agrava las situaciones deviene de suponer que tras una ruptura entre progenitores,
los hijos e hijas se convierten en la extensión de las disputas materiales y no en la
prevalencia del bien superior de la niñez, tal y como lo delimita la Convención Internacional
de los Derechos del Niño del año 1989, suscrita por el Estado Mexicano.
Más aún, toda vez que en el rubro de guardia y custodia el sesgo de acceso a la justicia
estila colocar en buena medida a los progenitores varones a ser alejados de manera considerable.
Esto ha contribuido a exacerbar molestia en los hombres que ven monitoreada su
paternidad (en casos donde no anteceden episodios de violencia intrafamiliar o de género)
por personal avalado por el gobierno, tal y como lo registra el estudio realizado en 2007 por
el Centro para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG) de la Cámara de
Diputados del Congreso de la Unión.
Aun desde las voces más moderadas dentro de los movimientos feminista y de hombres, la
cuestión referida genera polarización —estimulada en cierto grado por la presión ejercida al

interior de sus filas, desde una lógica que obedece más a las subjetividades y a las relaciones
de Poder, que a la preservación de ambientes positivos y sanos para los hijos y las hijas.
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Sobre este punto la CEPAL, desde 2002, se ha pronunciado respaldando el hecho de que las
paternidades no deben medirse por las aportaciones de manutención solamente, sino muy
de manera subrayada por los tiempos de calidad y el involucramiento en la crianza de hijas
e hijos. Esta enunciación conduce además a dejar claro que la paternidad no es para todos y
que más que un mecanismo de apariencia social, es una oportunidad para construir igualdad
siendo padres modelo y difusores de valores y prácticas justas.
Aún no se identifica plenamente si el cambio en el campo práctico de la noción de
“responsabilidad y paternidad responsable” (que como lo exponen resultados de instrumentos
de sondeo sobre salud sexual y reproductiva de jóvenes varones en América
Latina, implementados por la Organización Panamericana de Salud, asociada con cobertura
alimenticia, el cuidado hacia la esposa y la ocupación hacia los hijos e hijas), se
explique por la influencia de los espacios homosociales posteriores (en la adultez).
El hecho es que sucede, haciendo aplicables los procedimientos relativos a la presunción
de paternidad, el registro de filiación y la prueba de ADN previstos jurídicamente; después
de algo así la idea de paternidad como una calidad honorable en una fecha alusiva anual
se convierte más en una ocasión histrionizada.
Ahora bien, acerca de las denominadas Licencias de Paternidad que las estructuras de
gobierno y la iniciativa privada deben implementar (como P.E. lo contempla el Tribunal
Electoral de la Ciudad de México y la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal
para el personal masculino contratado), es importante entender que tiene que ser parte
de los esquemas funcionales de la conciliación familiar y laboral para cualquier sociedad
que se autoperciba como igualitaria.
La paternidad representa una alternativa para el género masculino que encierra el
cumplimiento de compromisos y la responsabilidad compartida, su aprendizaje tendría
que verse menos forzado, y no como lo han encaminado algunas iniciativas de ley sobre
paternidad presentadas por los Congresos Locales de varias entidades federativas del
país, del 2009 al 2012, desde una visión bastante ideologizada.

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Este asunto por lo tanto, bifurca su impacto no sólo en varones adultos; en otra vertiente
suele estar estrechamente articulado a la problemática del embarazo de adolescentes,
y que equivoca su intención de resolver con sanciones mal dirigidas cuando la fuente del
alto índice se debe más a deficiencias en la etapa preventiva (educación sexual integral)
del propio proceso de planeación para el desarrollo social.
Puntualizo: no es posible especular que la rotación entre alumnos de preescolar del cuidado
de un huevo con un rostro dibujado, o una clase sobre reproducción humana en las
escuelas primarias, o la charla sobre el uso de condones masculinos en un plantel educativo
de secundaria, represente la oferta del sector educativo oficial sobre paternidad
responsable.
Por supuesto que hay sobrada carga de reclamos sobre los que tiene que comparecer el
Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), en relación con la falta de políticas
públicas que fomenten paternidades congruentes con las realidades y demandas ciudadanas
actuales, más allá de campañas fragmentadas o de eventos aislados se requiere de una
propuesta más amplia y sostenida.
La necesaria concurrencia de áreas estratégicas como las de Salud, Educación y Desarrollo
Social lleva en su fondo la pertinencia de evidenciar con datos un problema público que, si
bien comprende aristas y factores diversos que le alimentan, expone también momentos
para su abordaje que permiten evaluar periódicamente avances y adicionar otros componentes
de análisis para fases subsiguientes.
Generacionalmente pueden inferirse procesos de cambio; metodologías disímiles que
coadyuven a cimentar patrones culturales formativos para los jóvenes padres, inclusive
pilotear experiencias positivas que fortalezcan el vértice entre padres y docentes, pero la
carta de navegación que en síntesis debe prevalecer es el entendimiento de que la paternidad
es una valiosa posibilidad para asumir compromisos de cultura igualitaria entre seres
humanos.
Y esta aspiración necesita de disposición política para ser promovida, de presupuesto
público que permita desplegar acciones que trasciendan el discurso, y por supuesto, de
bases ciudadanas que lean desde una frecuencia distinta las relaciones entre los géneros,
porque la paternidad se interpreta y replantea mejor desde más de una mirada.

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Una experiencia turquesa en Durango
TERESA ARIOSKA DURÁN CHIN
Como toda mujer inquieta, con iniciativa, ansias de superación,
ganas de crecer y un gran espíritu de servicio, me fui
formando al seno de mi familia y preparándome en las instituciones
de educación pública hasta lograr el título de
Licenciada en Educación Media Básica y Maestrante en
Innovación Educativa. Soy esposa y madre: mi esposo, mis
tres hijos varones y yo formamos una familia de valores
sólidos de la cual estoy profundamente agradecida con Dios,
porque son el motor y el aliciente más importante de mi vida.
Gracias a su apoyo incondicional me siento fortalecida al
participar en el proyecto turquesa.
Ingresé al sistema educativo en 1990: soy orgullosa docente
del nivel de secundarias técnicas. En ese contexto educativo
encontré la oportunidad de continuar con mi gusto por el
deporte: soy voleibolista activa, actividad que forma parte
del ámbito educativo, sin dejar de lado el contacto estrecho
con la sociedad y el servicio a la comunidad. En equipo con
compañeros, maestros, amigos y amigas, participé en la
fundación de un gran proyecto de esperanza política: el
Partido Nueva Alianza.
Comparto con satisfacción la gratitud hacia este instituto
político que me dio la oportunidad de participar, primero,
como candidata suplente en 2006 y como candidata propietaria
a diputada por un distrito federal y local en 2012
y 2013 respectivamente, en el estado de Durango. Esta
experiencia me dio la oportunidad de conocer la realidad
de mi pueblo. Con tristeza y pena veo que gran parte de
la sociedad tan sólo tiene la esperanza de las pequeñas
dádivas del sistema para poder comer; jamás piensan en
sus derechos: Derecho a la educación, a una vivienda digna,
a la alimentación y a la salud. Existe desconocimiento de que
todos nacemos libres e iguales. Es un desconocimiento de
los más elementales derechos universales.
Confieso que como toda experiencia nueva inicié con temor,
pánico e inseguridad; en la campaña les decía nerviosa a mi
equipo: “¿En qué estarían pensando cuando decidieron darme
esta oportunidad?”, “¿Quién les dijo que yo quería?”, “¡Hablar
en público no se me da!”, “¿Qué les voy a decir?”, “¿Cómo
los voy a convencer a que voten por mí?”, aunque todas esas
preguntas estaban en mi mente, jamás dije “no puedo”, esas
palabras nunca salieron de mi boca y, como no hay plazo
que no se cumpla, llegó el día del arranque de campaña. Ya
no podía dar marcha atrás, un día antes mi equipo me dijo:
“Tranquila, lo hará bien, usted es valiente, de personalidad y
carácter fuerte”, por eso está aquí. Eso me hizo sentir más
comprometida porque en el fondo sabía que me tocaba a
mí dar la cara por todos ellos y que no podía defraudar la
confianza que depositaba en mí todo este organismo político.

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Con ese compromiso iniciamos campaña. En ese acercamiento
con la sociedad aprendí a hablar con el corazón a
mujeres que son amas de casa, que cumplen con la tarea
de padre y madre, otras que sufren maltrato y que saben
de las carencias para darle a sus hijos lo indispensable; ahí,
en las humildes colonias y algunas regiones de la Sierra de
Durango, escuché sus preocupaciones y necesidades. Ellas,
al escuchar el proyecto turquesa, se motivaron a participar
activamente en su realización con la esperanza de una
respuesta a sus carencias. Nació de ellas lo que serían las
casas turquesa al invitarme a sus hogares para escucharlas
y platicar del proyecto con sus amigas, vecinas y familiares;
reuniones donde surgían nuevas invitaciones.
No fue una campaña de casa por casa, ni con grandes
mítines pues la prioridad era aprovechar al máximo el recurso
económico que teníamos; hicimos trabajo certero, focalizado,
echamos mano de iniciativa e imaginación, elaboramos con
nuestras propias manos presentes sencillos con la imagen
de Arioska (ya fuera un lapicero, pisapapeles, bolsas para el
mandado y unas valiosas macetas, cuyo objetivo era inculcar
valores ecológicos y cuidado del medio ambiente). En las dos
ocasiones trabajamos casi las mismas colonias de la ciudad
y todo un municipio de la Sierra de Durango; aunque parezca
increíble con esas pequeñas macetas logré más empatía
con la gente que si les hubiera regalado una despensa. Así
se multiplicaron las casas turquesa formando redes importantes,
las cuales eran visitadas por un reducido y valioso
equipo de campaña.
Hoy puedo decir que se ha formado una estructura importante
con una firme ideología, que alimenta su corazón
turquesa con una plataforma política sincera y honesta,
conscientes que eso es más importante para el futuro que
las despensas caducas y en mal estado que se reparten en
cada proceso electoral. Si bien es cierto que para la gente
en ocasiones eso es mucho, también es verdad que se han
dado cuenta que el sistema los ha empobrecido al extremo;
se han aprovechado de sus necesidades más apremiantes
para chantajearlos, en lugar de darles soluciones con empleos
dignos y más oportunidades de superación, por
medio de la educación que, si bien es gratuita, sigue sin ser
accesible para todos.
La juventud es un valioso sector por su energía, optimismo;
sus ganas de tener un sentido de pertenencia, su naturaleza
e inquietud de participar en sociedad; por sus ideas
innovadoras, su forma novedosa de pensar y su preocupación
por hacer un mejor futuro. Son los jóvenes quienes
formaron parte importante de la intensa actividad en todo
el tiempo de campaña aportando su trabajo, sus ideas y su
tiempo.
En una comunidad de la sierra de Durango, a tan sólo una
hora de la ciudad, se ha quedado en mi corazón turquesa
la mirada de esperanza, gratitud y sinceridad de un grupo
de niños quienes al recibir un simple helado (bolsa de hielo
color turquesa) y una bolsa de dulces sonreían de felicidad.
No importaba que les faltaran zapatos ni camisa. Amén
de las condiciones de higiene y salud, uno de ellos me dijo
“Arioska, tráiganos doctores porque aquí nos enfermamos
mucho y no hay quien nos cure”. Esto me hizo desbordar
lágrimas pero se fortaleció mi espíritu y mi corazón. Con
tristeza me pregunté: ¿Qué será de los lugares más adentro
de la sierra? Donde el acceso es más complicado, donde no
hay oportunidades de progreso y las condiciones de vida
de la gente son tan difíciles, que se genera delincuencia e
inseguridad. Con esa experiencia me convencí aún más del
proyecto turquesa y que es la esperanza que el pueblo de
México pide a gritos.

La sociedad en general aspiramos a mejorar nuestras
condiciones de vida: los adultos mayores a un futuro en el
que tengan seguridad social y atención médica adecuada,
respaldados por pensiones dignas; las mujeres acceso a un
empleo digno que les permita seguir conservando lo más
valioso que México tiene, esa célula importante que es la
familia, como la esencia que los mexicanos hemos conservado.
Los hombres que trabajan de manera incansable,
impulsados por la raza fuerte y firme que les dio su historia,
profesionistas, obreros, comerciantes, agricultores, etcétera.
Toda esa sociedad de la que hablo tiene la esperanza en
este proyecto que estoy segura no los defraudará.
Los tiempos que nuestra sociedad hoy vive requieren
propuestas reales que solucionen las condiciones de vida
y no sólo programas compensatorios que, al contrario de
resolverlos, reafirman aún más las carencias y hacen más
dependientes y conformistas a la sociedad. Requerimos
de una gobernanza comprometida con generar mejores
empleos, más oportunidades de desarrollo para mujeres,
apoyar el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la investigación,
pero sobre todo, más acceso a la educación en
todos los niveles partiendo de la premisa de que un país
educado es la base para mejorar las condiciones de vida de la
sociedad. México es un país rico en recursos naturales y
lleno de oportunidades para todos; sobre todo, se debe
pensar más en invertir en la educación de los niños y jóvenes
porque son ellos los que tendrán el futuro de este país en
sus manos.
Aprovecho para agradecer el apoyo y acompañamiento a
las personas que me han alentado desde lejos, a mi familia,
amigas, amigos y compañeros de campaña. Soy una mujer
convencida de que debemos tener esperanza y me siento
satisfecha de tener la oportunidad de poder decirle a la
gente lo que siento, lo que pienso, lo que soy. De verdad
creo en lo que digo, estoy firmemente comprometida con
este gran proyecto…
“mírame bien,
soy mujer y
soy turquesa“
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44
Efemérides junio
FECHA
CONMEMORACIÓN O FESTEJO
FECHA
CONMEMORACIÓN O FESTEJO
05 de junio
07 de junio
DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE
En Este año el Día Mundial del Medio Ambiente
girará en torno a los Pequeños Estados Insulares,
relacionando este tema con el cambio climático.
En concreto, el eslogan elegido para reflejar este
tema ha sido “Alza tu voz, no el nivel del mar”.
NACE LA ESCRITORA Y PERIODISTA
DOLORES JIMÉNEZ Y MURO
Fue escritora, periodista y combatiente durante
la Revolución Mexicana.
15 de junio
28 de junio
DÍA DEL PADRE O DE LA PATERNIDAD
VOLUNTARIA Y RESPONSABLE
DÍA INTERNACIONAL DEL ORGULLO LGBTTI
(LESBIANAS, GAYS, BISEXUALES, TRANSEXUA-
LES, TRASVESTI, TRANSGÉNERO E INTER-
SEXUALES)
Cada año se realiza una serie de eventos colectivos
en el que celebran de forma pública la tolerancia e
igualdad.
08 de junio
DÍA MUNDIAL DE LOS OCÉANOS
El propósito de este día es recordar a todo el
mundo la importancia de los océanos para toda
la vida.
Efemérides julio
FECHA
CONMEMORACIÓN O FESTEJO
FECHA
CONMEMORACIÓN O FESTEJO
03 de julio
PRIMER PROCESO ELECTORAL CON VOTO DE
LAS MUJERES
El 3 de julio de 1955 fue la primera vez que la
mujer mexicana emite su voto en unas elecciones
federales.
22 de julio
DÍA INTERNACIONAL DEL TRABAJO DOMÉSTICO
Es un día para reconocer la contribución de las
labores de las mujeres en los hogares, actividades
que siguen siendo objeto de discriminación, sobre
todo desde el punto de vista económico.
11 de julio
DÍA MUNDIAL DE LA POBLACIÓN
Este día es una oportunidad para centrar la
atención de los pueblos en la importancia de los
problemas demográficos, particularmente en
relación con los temas de desarrollo sustentable y
de derechos humanos.
30 de julio
DÍA MUNDIAL CONTRA LA TRATA DE PERSONAS
Es un día necesario para «concienciar sobre la
situación de las víctimas del tráfico humano, y
para promocionar y proteger sus derechos.»
Fuente: Efemérides de la SEP:
Fechas conmemorativas: Una visión de género, INMUJERES 2006

Efemérides agosto
45
FECHA
CONMEMORACIÓN O FESTEJO
FECHA
CONMEMORACIÓN O FESTEJO
08 de agosto
DÍA INTERNACIONAL DEL ORGASMO FEMENINO
Es una invitación a rendir homenaje a todas las
mujeres que han luchado por derribar los prejuicios
creados respecto a cómo deben vivir su sexualidad.
12 de agosto
DÍA INTERNACIONAL DE LA JUVENTUD
Se celebra a fin de promover una mayor difusión
del Programa de Acción Mundial de las Naciones
Unidas para los Jóvenes
09 de agosto
DÍA INTERNACIONAL DE LAS POBLACIONES
INDÍGENAS
El objetivo de festejar esta fecha es reconocer
a las comunidades indígenas —sus tradiciones,
valores, idiomas y costumbres— y el aporte que
estas han brindado en el fortalecimiento de las
culturas nacionales. También con esta observancia,
Naciones Unidas busca obtener el mayor respaldo
de los gobiernos y todos los sectores de la sociedad
para hallar juntos la solución de los problemas
con que se enfrentan las comunidades indígenas
en esferas como los derechos humanos, el medio
ambiente, el desarrollo, la educación y la salud.
28 de agosto
30 de agosto
DÍA DE LAS Y LOS ADULTOS MAYORES
Es un día para reconocer justamente a la población
mayor .
DÍA INTERNACIONAL DE LAS VÍCTIMAS DE
DESAPARICIONES FORZADAS
Este día se instaura en 2011 dada la preocupación,
en particular, por el aumento de las desapariciones
forzadas o involuntarias en diversas regiones del
mundo.

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A MANERA DE GLOSARIO
Género, diversidad sexogenérica y discriminación
ANGIE RUEDA CASTILLO
Para hablar de género y diversidad sexogenérica partamos
de entender que sexo es el conjunto de características
sexuales primarias y secundarias, que tienen que ver con la
morfología y la fisiología del cuerpo. Desde este punto de
vista, los seres humanos se dividen en machos y hembras
racionales.
En términos biológicos (naturales) se nace como machos
o como hembras de la especie humana. Los primeros con
cariotipo XY y las segundas XX. Son seres sexuados mutuamente
complementarios para la reproducción de la especie.
Los machos fecundan y las hembras conciben. Ambos
presentan entre sí diferencias fisiológicas que, se dice, no
cambian. Existen también estados intersexuados, por los
que una persona presenta genitales de ambos sexos en
algún grado de desarrollo.
Por otra parte, género es una construcción sociocultural e
histórica que clasifica a los seres humanos en masculinos y
femeninos. Es el conjunto de ideas, creencias y atribuciones
sociales construidas en cada cultura y momento histórico,
tomando como base la diferencia sexual, y a partir de las
cuales se construyen los conceptos de masculinidad y
feminidad.
Así, considerando el género, existen hombres y mujeres
(que son cisgénero o transgénero, como se explicará más
adelante). Las diferencias entre unos y otras se han convertido
en desigualdades sociales y políticas. El género se
aprende y puede cambiar con la época y la cultura.
Cuando se habla de sexualidad se incluye el sexo biológico
(ocho categorías: genético, cromosómico, gonadal, hormonal,
órganos pélvicos sexuales internos, órganos pélvicos sexuales
externos, caracteres sexuales secundarios, y división
sexual del cerebro), el género (sociocultural), la identidad
y expresión de género (sexo psicológico o sexo social), las
orientaciones o preferencias sexuales y genéricas, las
prácticas (roles, posiciones), las vivencias y discursos relacionados
con lo sexual.
En la sexualidad, la Diversidad Sexogenérica se refiere a la
variedad de identidades, expresiones y prácticas sexuales
y généricas que constituyen una expresión de la diversidad
sociocultural de un país y acervo de riqueza humana para
el desarrollo individual, comunitario y colectivo.
Dentro de esta diversidad, la Preferencia u Orientación Sexual
establece si la persona se siente atraída erótica y/o afectivamente
por personas del mismo sexo o género, del otro,
de ambos, de ninguno. ¿Quién me gusta?, ¿de qué sexo?,
¿de qué género?
De acuerdo con la preferencia u orientación sexual las
personas somos:
Heterosexuales: atracción erótica y/o afectiva hacia personas
del otro sexo.
Homosexuales: atracción erótica y/o afectiva hacia personas
del mismo sexo, específicamente en el caso de los hombres.

Lesbianas: atracción erótica y/o afectiva hacia personas del
mismo sexo, específicamente en el caso de las mujeres.
Bisexuales: atracción erótica y/o afectiva hacia personas
de ambos sexos, no hacia cualquiera, ni al mismo tiempo, ni
necesariamente con la misma intensidad.
Asexuales: no hay atracción erótica y/o afectiva hacia
ninguno de los sexos.
Pansexuales: atracción erótica y/o afectiva hacia personas
del otro, del mismo o de ambos sexos, sean cisgenéricas o
transgenéricas. Atracción erótica y/o afectiva hacia una
persona en específico con independencia de su sexo, su
género, su identidad o expresión de género, su rol y sus
prácticas sexuales.
De acuerdo con la preferencia u orientación hacia determinado
género las personas también podemos ser:
Heterogenéricas: atracción erótica y/o afectiva hacia personas
del otro género.
Homogenéricas: atracción erótica y/o afectiva hacia personas
del mismo género.
Bigenéricas: atracción erótica y/o afectiva hacia personas
de ambos géneros, no hacia cualquiera, ni al mismo tiempo,
ni necesariamente con la misma intensidad.
Agenéricas: no hay atracción erótica y/o afectiva hacia
ninguno de los géneros.
Dos términos que han venido cobrando mayor vigencia en
los últimos años son, por un lado, el de hombres que tienen
sexo con otros hombres (HSH) y mujeres que tienen sexo
con otras mujeres (MSM), sin que ni unos ni otras se identifiquen
como homosexuales o lesbianas, respectivamente,
y que tiene un origen epidemiológico para entender el fenómeno
de expansión del VIH/Sida y de otras ITS y para su más
efectiva prevención; y por el otro, el de hombres y mujeres
heteroflexibles u homoflexibles, quienes pueden sostener
relaciones erótico-afectivas con personas de su mismo sexo
o del otro, sin que por ello se identifiquen bien sea como
homosexuales o heterosexuales (y lesbianas en el caso de
las mujeres), como expresión de apertura en las conductas
sexuales.
Ahora bien, la Identidad de Género es la convicción personal
y subjetiva (ínterna) de pertenecer al género masculino o
femenino; es inmodificable, se establece entre los 12 y 18
meses de edad, no siempre concuerda con el sexo asignado
de nacimiento, y se cobra conciencia de ella entre los tres y
los cinco años. ¿Quién te sientes, te sabes, te asumes?
La Expresión de Género es uno de los componentes fundamentales
de la identidad de género; es la representación
exterior (rasgos físicos, actitudes, ropa, estilos de vida…) del
género que cada persona siente corresponde a sí misma,
dentro de un contexto socio-cultural que asigna características
y prácticas propias a los géneros masculino y femenino,
y que son conside-radas como adecuadas para el hombre
y para la mujer en el imaginario colectivo. Cambia, según la
cultura, en el tiempo y en el espacio social.
La Cisgeneridad o Cisexualidad es un término que incluye
el prefijo CIS = “al lado de”, “correspondiendo a” y que indica
que la identidad de género de una mujer o de un hombre
(sexo psicológico o sexo social) sí corresponde al sexo biológico
asignado en el nacimiento. Esto significa que hay
hombres y mujeres cissexuales, la mayoría de quienes nacen
como machos y hembras de la especie humana.
Lo Trans, que incluye el prefijo TRANS, refiere a los procesos
de tránsito, de transición y de transgresión que viven
quienes manifiestan una discordancia entre su identidad de
género y su sexo biológico, frente a lo cual buscan lograr la
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concordancia de su cuerpo con su mente, lo que es posible
con los avances científicos, los derechos humanos y el mayor
respeto a la diversidad humana. De ahí que haya, entonces
también, mujeres y hombres trans.
Tradicionalmente la psiquiatría, la psicología y la sexología
han dividido la condición transgenérica en:
Transexualidad: Es la condición significada por vivir permanentemente
en un papel de género que no corresponde con
el sexo asignado de nacimiento y por la discordancia entre
la identidad de género y el sexo. Se recurre a la modificación
de caracteres sexuales secundarios y/o primarios pudiendo
haber personas transexuales pre-operables, post-operadas,
no operables y quienes no desean operarse.
Transgeneridad: Es la condición caracterizada por vivir permanentemente
en un papel de género que no corresponde
con el sexo asignado de nacimiento y que puede o no
presentar una discordancia entre la identidad de género y
el sexo. Se recurre a la modificación de caracteres sexuales
secundarios.
Travestismo: Es una expresión caracterizada por el uso de
vestimenta, lenguaje, accesorios o manierismos que en su
grupo social se consideran propios del otro género. Puede
ser una etapa de inicio de la persona transgenérica o transexual.
Además de estas tres condiciones, se encuentran las personas
cross dressers, impersonators, drag queens, drag kings
(relacionadas con actividades artísticas de personificación
del otro género y en los últimos dos casos de farsa), y las
andróginas, agénero, bigénero, gender bender, intergénero
y gender queer (alternativa vinculada al pensamiento
Queer), que no se identifican con ningún género, se sitúan
en un espacio neutro, asumen indistintamente los dos,
transitan de uno al otro, los traslapan, o plantean la transgresión
superación del binarismo de género que ha atravesado
la historia de la humanidad.
Hay que señalar con énfasis que históricamente la diferenciación
sexual entre los seres humanos (distinción biológica
existente entre animales racionales sexuados) se ha
convertido en sustento de la desigualdad entre los géneros
y de la subordinación de las mujeres y de quienes transgreden
las convenciones de género a la masculinidad dominante
en las sociedades patriarcales y heterocentristas, la
cual se ha impuesto también sobre los hombres que no se
conducen de acuerdo con los estereotipos de la dictadura de
sexo-género. A lo largo de los siglos se han impuesto los
constructos ideológicos del pensamiento religioso, moral,
legal, médico y estadístico como hegemónicos a partir de
una visión dicotómica:
La Religión: lo sagrado y santo contra lo profano y herético.
La Ética: lo moral y correcto contra lo inmoral e incorrecto.
El Derecho: lo legal y permitido contra lo ilegal y prohibido.
La Ciencia: lo natural y sano contra lo no natural y enfermo.
La Estadística: lo mayoritario y el promedio estadístico
(media) contra lo minoritario.
Lo Normal: lo aceptable y valorado contra lo rechazable y
combatible.
Para combatir lo diferente, lo cuestionador, lo subversivo se
han lanzado estigmas: Estigma sexual, por medio del cual
los discursos sociales hegemónicos han calificado arbitrariamente
determinadas prácticas sexuales como normales,
sanas y correctas; las que vinculan necesariamente la

sexualidad con la reproducción y restringen aquélla a las
relaciones eróticas y afectivas entre hombres y mujeres
cisgénero y heterosexuales, descalificando a las demás
como anormales, desviadas e insanas, dando lugar a la
construcción social de sexualidades discriminadas, perseguidas
y marginales. Esto, aunado a una cultura que censura
el diálogo público y abierto de la sexualidad, ha contribuido
a tender un cerco de censura, negación y violencia social
sobre las personas que tienen prácticas o condiciones
sexuales que se consideran ilegítimas, tales como los
hombres y las mujeres que tiene sexo con personas de su
mismo sexo y/o género o con ambos, y contra aquéllas que
se dedican a la actividad sexual comercial, principalmente
mujeres.
Estigma de género: el cual se dirige hacia las conductas
no convencionales de las mujeres y los hombres y que se
ha arraigado en las representaciones del sentido común,
convirtiéndose en verdaderos prejuicios. De esta manera se
rechazan las actitudes y los comportamientos de hombres
y mujeres que no se ajustan a las convenciones sociales
imperantes, en particular, las que se explican derivadas de
un relajamiento de las conductas sexuales de las mujeres y
las que tienen que ver con la transgresión de los códigos
socioculturales de género.
De esta manera las sociedades patriarcales y heteronormativas
han generado ideologías actitudes y comportamientos
sexistas, misóginos, machistas y homofóbicos.
Homolesbobitransfobia: En relación con las personas
con una orientación o preferencia sexual no heterosexual
y con aquéllas con una identidad o expresión de género
opuesta a la de su sexo asignado de nacimiento, el
problema no son la homosexualidad, la lesbiandad y la
bisexualidad, sino la homofobia, la lesbofobia y la bifobia,
el problema no es la transexualidad, sino la transfobia.
En una perspectiva convencional la homofobia es el miedo,
el rechazo y las agresiones irracionales contra quienes
tienen una orientación o preferencia sexual diferente a la
heterosexual o contra las apariencias, actitudes y conductas
consideradas como homosexuales. Desde un enfoque
de género y de derechos humanos, se la entiende como la
intolerancia irracional hacia quienes transgreden las convenciones
sociales de género, incluyendo hombres heterosexuales
que no siguen las pautas prevalecientes. Existen
diferentes tipos de misógina y homofobia: internalizada;
familiar; sociocultural (tradiciones; medios de comunicación),
institucional.
Contra estos prejuicios, estereotipos y estigmas, que se
encuentran en la base de la discriminación y la violencia,
nos enfrentamos, particularmente, las mujeres de la diversidad
sexogenérica: heteroflexibles, lesbianas, bisexuales,
pansexuales, asexuales, trans, intersexuales e incluso
heterosexuales.
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Sexismo: En cuanto al sexo y al género de las personas, se
trata del predomino del macho de la especie humana y de la
masculinidad.
Misoginia: Son las ideas, actitudes y comportamientos de
devaluación y desprecio hacia las mujeres y lo considerado
femenino, como inferiores, débiles, inestables, menos inteligentes,
incapaces, destinadas al servicio, objetos de placer.

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Tomás Bilbao
Artista
Tomás Bilbao nació en la Ciudad de México en 1962. Con
estudios en diseño industrial y arquitectura, inició su
actividad profesional desarrollando displays y stands para
posteriormente meterse de lleno en el mundo publicitario.
Primero como director de arte y luego como director creativo
ya en su propia agencia, tuvo la oportunidad de conocer los
alcances del área gráfica en diferentes medios y analizar su
interacción con otras disciplinas. Fue de su trabajo en video
y en la producción de comerciales para TV que comenzó su
interés por el estudio del movimiento, y el reto que constituye
plasmarlo en el lienzo.
Inmerso en un mundo en continuo movimiento, para Tomás
el verdadero reto consiste en moverse simultáneamente
plasmando imágenes ante las supuestas limitaciones
«dimensionales» de la pintura. Gusta de trabajar uno y varios
elementos, desde diferentes puntos de vista, en diferentes
momentos. Se concentra en el análisis del sujeto en el
tiempo, conservando su esencia y sobre todo, sus formas.
Color, contraste, proporción, armonía, forma, ambiente. Todo
puede convivir en un momento en el espacio, y sin embargo
transmitir estados de ánimo y emociones distintas que,
según el artista, es la función más importante del arte.
México es un país de colorido inigualable, de formas y
contrastes. Por eso Tomás gusta de utilizar colores vivos,
Foto: Andrés Olmos
trabajando con gamas y tonos que abarcan desde luces
intensas hasta sombras marcadas. Usa formas definidas
que sin embargo se funden ante la complejidad de la composición.
Sus elementos, formas vivas en acción continua,
se fusionan en un juego de movimiento que termina donde
empezó, para luego iniciar de nuevo.
Tomás ha realizado grabados y acuarelas, participando en
diferentes exposiciones tanto en su país natal como en el
extranjero. Como complemento a su actividad artística ha
tomado cursos para conocer técnicas utilizadas durante
siglos como temple y óleo. Más recientemente concentra su
actividad desarrollando principalmente cuadros al acrílico,
que a pesar de ser un medio relativamente nuevo ofrece la
flexibilidad necesaria para trabajar opacos y transparentes,
líneas definidas y difuminados o texturas e impastos
gruesos y ricos que normalmente se asociaban en exclusiva
al óleo. Para él, la innovación no sólo viene en la búsqueda
del movimiento en la forma, sino también en la técnica. Hay
que estar en constante evolución.
Movimiento en continuo movimiento.
*La revista Empodérate, número 7, segundo trimestre de 2015 ha sido ilustrada con pinturas de Tomás Bilbao.

Respetar los
derechos
de las mujeres
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