CARMEN

CARMEN - Octubre 2015
PADRINOS DE LA BENDICIÓN DE
NUESTRO PADRE JESÚS DE LA PAZ
José Manuel Marín Legido
Hermano Mayor Hdad. Gran Poder de Camas
“No tengáis miedo”, estas fueron las rotundas
pero al mismo tiempo sencillas palabras, que
Juan Pablo II lanzó al mundo entero desde
la Plaza de San Pedro cuando inauguró su
pontificado, el 22 de octubre de 1978.
Estamos viviendo actualmente un momento
histórico en el que el mundo que nos rodea
parece cambiar día a día, en el que estamos
viendo desmoronarse muchos de los iconos, de
las prácticas, de las formas a la que veníamos
estando tan acostumbrados por haberlas
recibido de nuestros padres y abuelos; y
estamos asistiendo al nacimiento de otras
que amparándose en la novedad pretenden
instaurarse de una forma rápida incluso
pisoteando aquello que tardó mucho en
construirse.
Cuando se comienza un proyecto, una obra,
una empresa, es lógico debido a la debilidad de
la condición humana el tener ese sentimiento
de temor a lo desconocido, a lo que vendrá
en el devenir del tiempo y de la historia. Han
pasado ya algunos años desde que un grupo
de jóvenes decidiera dar el paso de poder
aglutinarse en torno a la Santísima Virgen en
su advocación del Carmen en sus Misterios
Dolorosos, para formar la semilla, el germen de
la que hoy por hoy es vuestra Hermandad. De
seguro serían también momentos de miedos,
de desasosiegos, de temores, pero nuestros
hermanos contaban con un arma fundamental
para vencer la batalla, EL AMOR. Si, el Amor del
que es Amor en sí mismo, del que es Fuente,
Principio y Fin de todo lo Creado. El Amor de
Dios manifestado a través del cariño y amor
a su Bendita Madre. Han pasado veinticinco
años, desde que vuestra Hermandad decidiera
acoger entre sus Titulares a Nuestro Padre
Jesús de la Paz. Veinticinco años en los que
hemos venido asistiendo a un profundo
crecimiento espiritual, devocional y también,
por qué no decirlo, material.
de nuestra vida de cristianos: el compromiso,
el trabajo, el continuo servicio hacia los demás
en nuestro camino de plenitud hacia el Padre.
Quiero agradecer a esta querida Hermandad
Carmelita, el que desde los inicios y hasta la
actualidad, la Hermandad Sacramental de
Camas y la Hermandad del Carmen Doloroso,
sigan manteniendo esos vínculos de verdadera
Hermandad y colaboración. Pero sobre todo, un
profundo agradecimiento por habernos dejado
formar parte importante de vuestra historia,
permitiendo el gran honor que supuso para
nosotros el apadrinar la bendición de vuestro
Bendito Titular, Nuestro Padre Jesús de la Paz.
Tan sólo me queda rogar a Nuestro Padre
Jesús del Gran Poder, Rey del Universo y
Príncipe de la Paz que siempre guíe el camino
de los hermanos y hermanas de esa querida
Hermandad Carmelita, así como de todas sus
familias y que Nuestra Señora de los Dolores
Coronada, Reina del Carmelo en sus Misterios
Dolorosos, siempre os cobije bajo su manto,
guardándoos y protegiéndoos de todos los
peligros y vicisitudes.
Un fuerte abrazo en Cristo Resucitado
Nuestra hermandad se ha hecho mayor y este
año celebramos esta efemérides que nos viene
una vez más a recordar cuál es el fin último
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