CARMEN

CARMEN - Octubre 2015
CRÓNICA DEL MIÉRCOLES SANTO
Diputación Mayor de Gobierno
La Cuaresma, para los cofrades, es
tiempo de preparación espiritual, como
cristianos, pero también de prisas en
terminar túnicas, encargar capirotes, ultimar
el terno del Domingo de Ramos, y sacar nuestra
papeleta de sitio. Para los hermanos con
responsabilidad en la Cofradía, además, son
semanas de duro trabajo en las que poner todo
a punto para que el Miércoles Santo podamos
desarrollar con brillantez nuestra Estación de
Penitencia, cumpliendo con nuestras Reglas y
demostrando año a año la voluntad de estar a
la altura de las exigencias internas y externas.
Miércoles Santo. Más de 32 grados a la sombra
convirtieron gran parte de nuestro recorrido
en un verdadero sacrificio para nazarenos,
costaleros, músicos, y en general, para todos
los componentes del cortejo y acompañantes.
Inconvenientes que tuvimos que resolver con
una entereza y sacrificio encomiable, para
lograr mantener la compostura y culminar,
con una gran parte de nuestro cuerpo de
nazarenos, la totalidad el recorrido hasta la
entrada en Omnium Sanctorum.
Este año 2015, ha sido recurrente nuestra
evocación a aquel 2008 en el que nos vimos
obligados a suspender nuestra Estación de
Penitencia por primera y única ocasión en
nuestra historia. Porque si rogamos durante
meses para que el día amanezca claro y soleado,
seguro que también lo haremos a partir de
ahora para que el sol modere su voracidad cada
En el Cortejo de Ntro. Padre Jesús de la
Paz hemos contado este año, de manera
extraordinaria, con las representaciones de las
queridas Hermandades del Gran Poder (Camas)
y de la Sagrada Resurrección, en su condición de
madrinas de la Solemne Bendición de Nuestro
Padre Jesús de la Paz, de la que celebramos el
XXV Aniversario a lo largo de este año 2015,
por lo que figuraban en la antepresidencia del
Misterio.
La salida del paso de Cristo (15:00) discurrió
con mayor facilidad que habitualmente gracias
a la ampliación del cancel exterior, lo que
mejora el lucimiento de la primera chicotá tras
la salida, por la holgura de la que se dispone.
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