Infoindustrial_97

E D I t o R I a l
la viabilidad de muchos colegios tal como
funcionan en la actualidad. No se comprenden
muchos aspectos de esta medida, pero
sobre todo destacaremos dos: la inseguridad
colectiva que crea la falta de un visado
profesional y la indefensión en que coloca
a nuestro colectivo frente a profesionales
de otros países, cuyos legisladores no han
interpretado del mismo modo la Directiva
Europea de Servicios.
Hemos liderado la protesta de
varios colegios profesionales
ante un proyecto legislativo
que consideramos
descabellado
Ante tal disyuntiva, el Colegio de Ingenieros
Industriales de la Comunidad Valenciana
ha trabajado y lo sigue haciendo para
minimizar el impacto que esta medida, aún
por confirmar, puede provocar en su seno.
Por una parte, hemos liderado la protesta
ante un proyecto legislativo que consideramos
descabellado. El mismo día que se
conocía la intención firme del Gobierno de
suprimir el visado obligatorio, representantes
de una decena de colegios profesionales
valencianos estaban ya compareciendo
ante los medios en nuestra sede de la
avenida de Francia. El motivo, presentar un
manifiesto en defensa del visado profesional.
Un documento de sobra conocido y que
deja en evidencia la falta de preocupación
de nuestros legisladores ante la pérdida de
la garantía social que ofrece ese trámite.
El Colegio de Ingenieros
Industriales de la Comunidad
Valenciana ya está trabajando
para minimizar el impacto de
esta medida
Tras el manifiesto vino la manifestación en
Madrid. Un numeroso grupo de ingenieros
y arquitectos se desplazó a la capital para
ejercer, ante la ministra de Economía, el
derecho al pataleo, casi el único derecho
que a veces queda a los que corren el
peligro de ser laminados por decisiones arbitrarias
y poco fundamentadas. ¿El visado,
un residuo del pasado?
El colectivo de los ingenieros industriales
sí que ha fundamentado sus quejas. Lo
ha hecho presentando un buen número
de alegaciones y la firma de casi la mitad
de los colegiados de la Comunitat que
se han adherido a la defensa del visado.
Un derecho que también se ha podido
ejercer, pero que a buen seguro servirá
para poco.
Los ingresos por visado son
necesarios para mantener una
estructura que tiene su razón
de ser en la cobertura de
nuestros profesionales
Agotadas las vías de protesta, el COIICV
ya trabaja con el peor de los escenarios: la
supresión definitiva de la obligatoriedad del
visado. Eso, si llega a confirmarse, cegará
una vía importante de ingresos para el
colegio. Y esos ingresos son necesarios
para mantener una estructura que tiene su
razón de ser en la cobertura de nuestros
profesionales.
El colegio ya ha empezado a buscar nuevas
fuentes de financiación. Algo necesario para
asegurar la supervivencia de una institución
con más de cinco décadas de existencia
que, con el paso de los años, ha demostrado
ser la mayor garantía para la defensa de
nuestra profesión.
INFOINDUSTRIAL JULIO-AGOSTO 2010
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