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E D I T O R I A L
Esta política de apoyo paternalista al sector
eléctrico, además de empobrecer a las
familias, se está convirtiendo en un lastre
demasiado pesado para la industria española.
El precio de la energía no puede constituir
una traba para el desarrollo de este sector.
En los últimos siete años, su coste ha crecido
entre un 70 y un 80 %.
Hay que impedir que muchos
políticos que han tenido
responsabilidades de gobierno
encuentren retiros dorados en
los consejos de las eléctricas
Industrias para las que la energía supone un
alto porcentaje de sus costes no pueden estar
sometidas a estos vaivenes. La incertidumbre
sobre el precio de la electricidad está disuadiendo
a las multinacionales de acometer inversiones
a medio y largo plazo en España, lo
que afecta también a la creación de empleo.
Como afirma Olli Rehn, comisario económico
de la UE, una de las tres medidas urgentes
que ha de tomar España para salir de la crisis
es enderezar el sector eléctrico.
Las grandes multinacionales
no se atreven a programar
inversiones a plazos superiores
a dos años por la inseguridad
que perciben
Los ingenieros industriales exigimos al órgano
regulador una energía a coste razonable y sin
sobresaltos. Es urgente un análisis de todos
los elementos que conducen hasta ese altísimo
precio, incluida una auditoría de los costes
reales de la electricidad. Y los ingenieros industriales
deberíamos de ser actores impor-
tantes en este análisis, puesto que conocemos
el funcionamiento del sector de primera mano.
Las perspectivas no son halagüeñas. Habrá
que seguir pagando los costes fijos de la
garantía de potencia, desmesurada para la
demanda actual y que tiene a muchas instalaciones
produciendo al 12% de su capacidad
real. Y permitiendo que la subasta sea un
producto financiero sujeto a especulación.
Y que las eléctricas eleven artificialmente el
precio de la energía días antes de la subasta.
Y que sus beneficios se cuenten en miles de
millones de euros mientras la industria languidece
y sigue vomitando puestos de trabajo. Y
que el autoconsumo y el balance neto —una
vía hacia la autosuficiencia energética— sean
inviables en estos momentos.
Los ingenieros industriales
exigimos al órgano regulador
una energía a coste razonable y
sin sobresaltos, además de una
auditoría de costes
Quizás un primer paso sería impedir que
muchos políticos que han tenido responsabilidades
de gobierno encuentren retiros
dorados en los consejos de administración
de las eléctricas, algo que hace sospechar de
tratos de favor con recompensa a futuro.
No es imposible. En España, el largo monopolio
de Telefónica se ha resuelto mucho mejor y
los consumidores hemos asistido a una progresiva
reducción de los precios, espoleada
por la competencia real entre empresas. Si no
queremos que la industria española desaparezca
o se marche fuera, hemos de conseguir
desmantelar el oligopolio de las eléctricas.
INFOINDUSTRIAL I TRIMESTRE 2014
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