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Inquisición sólo confiscó las rentas, y poco despues desaparecieron
los embargos, cobrando en su lugar multas de compensación
proporcionadas á la fortuna y necesidades del reo,
hasta que por fin quedaron igualmente abolidas. Hemos dicho
antes que el delincuente pesaroso de sus errores, libraba
la vida recobrando al mismo tiempo su libertad, bienes de
fortuna, honores y empleos, según la benigna jurisprudencia ^
que se ha expuesto. Entre otros autores consignamos la opi-'
nion de uno que no es posible hubiera disimulado al Santo
Oficio los defectos que su crítica encontrase. Dice pues el re-
galista Macanaz :'« Movido de esta misma razón el .Santo
»Tribunal de la Inquisición absuelve y deja libres en pose-
»sion de todos sus bienes, empleos y honores á los que arre-
»pentidos van á pedir perdón y retractar sus errores (1).»
•
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(1) Defen. crít.. tomo i . cap. U. párr. 3?.
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.III 9#
CAPÍTULO LX1V.
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PROCEDIMIENTOS JUDICIALES.
La confiscación de bienes.—Existió en los códigos civiles.—Modificaciones
de esta pena hechas por el Santo Oficio.-Quítase á los embargos su con-
dición de perpetuidad.—Excepciones de secuestro.—Leyes alemanas so-
bre este punto —Los Reyes protestantes despojan al pueblo católico.—El
Santo Oficio abolió los secuestros conmutándolos por multas.—Reales cé-
dulas sobre el asunto.—Escaseces del Santo Oficio para cubrir su pre-
supuesto de gastos.—Propónense arbitrios y son desechados.—Se le con-
ceden pensiones sobre mitras.—Superioridad de la jurisprudencia del
Santo Oficio sobre los códigos de Federico de Prusia, José II de Austria
y Napoleon I.
% f A confiscacion se ordenó contra los herejes mucho
kj^j tiempo ántes de establecido en Castilla el Santo
P|f Oficio (1). Nuestras leyes de Partida les impusie-
^ C ron esta pena como á los reos ele conspiración,
delitos de lesa majestad y de otras culpas (2). Los
QJ Inquisidores hubieron de aceptar dicha jurisprugg;
dencia, pero modificándola en los términos que vajig
mos á recordar, y exceptuando del embargo los
rf bienes de los moriscos, y á cuantos procesados por
JJ delitos contra la fe abjuraban sus errores: y si estos
reos habían sufrido el secuestro, eran puestos
i' ÍÚ mediatamente en posesion de sus propiedades,
i ^ ! devolviéndoles las rentas pertenecientes al tiem-
$ 1 po en que el fisco las había administrado. Y siendo
en aquella época primera del Santo Oficio imposible evi-
(1) Ordenanzas reales , lib. 8." . tit. i.
-2) Ley 1.'. tit. III, lib. 12 de la Novísima Recopilación.—Ley 9.*. título
XIX. lib. 1." del Código de Ind.— Lev reproducida en 1610 por I). Felipe
III.