Fernando Castro Flórez. Iros todos a tomar por - Biblioteca Centro ...
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considera que la violencia, en manos de la personas individuales, constituye un<br />
peligro para el orden legal, esos com<strong>por</strong>tamiento destructivos están, literalmente,<br />
fuera de lugar, tal es el caso de la tendencia la huelga de la estrategia socialista 5 ;<br />
toda institución de derecho se corrompe si desaparece de su conciencia la<br />
presencia latente de la violencia 6 . En cualquier caso, como Weber subrayara, el<br />
éxito de la coacción con violencia no depende del Derecho sino del poder, esto<br />
es, está más allá o acá de la ética. Ese querer tener siempre la razón puede<br />
llevar, en muchos casos, al terror estatal 7 ; recordemos el bombardeo al barrio<br />
del Chorrillo en Panamá que no tenía <strong>por</strong> fin tanto acabar con el dictador<br />
Noriega cuanto probar el nuevo bombardeo Sealthy en combate real 8 . Algunos<br />
piensan, a pesar de todo, que estamos en el final del monopolio estatal de la<br />
violencia 9 , aunque los acontecimientos recientes nos llevarían a pensar<br />
justamente en lo contrario. El maniqueísmo patriotero del Imperio es<br />
contem<strong>por</strong>áneo o consecuencia de la psicosis (del) terrorista, los discursos y,<br />
en general, la política es la manifestación de lo que llamaríamos obsolescencia<br />
planificada. Es precisamente la brutalidad estatal, esto es, el despliegue de una<br />
“criminalidad imperial” uno de los elementos que sirven para mantener<br />
encendida la pálida llama de las “justificaciones” terroristas 10 .<br />
cambio, pero, a su vez, el poder del Estado decaerá y el resultado será una nueva clase de<br />
guerra” (Sven Lindqvist: Historia de los bombardeos, Ed. Turner, Madrid, 2002, fragmento 394).<br />
5 “El socialismo no puede subsistir sin una apología de la violencia” (Georges Sorel:<br />
Reflexiones sobre la violencia, Ed. Alianza, Madrid, 1976, p. 370).<br />
6 Cfr. Walter Benjamin: “Para una crítica de la violencia” en Para una crítica de la violencia y<br />
otros ensayos. Iluminaciones IV, Ed. Taurus, Madrid, 1991, p. 33.<br />
7 “Tanto en el escenario internacional como en el marco de la política interna, el terrorismo<br />
practicado mediante resortes estatales ha alcanzado cotas de destrucción y crueldad que<br />
ningún grupo terrorista moderno ha igualado” (<strong>Fernando</strong> Reinares: Terrorismo global, Ed.<br />
Taurus, Madrid, 2003, p. 19).<br />
8 Rafael Sánchez Ferlosio ha establecido la analogía entre esa acción criminal y la famosa<br />
frase de la cruzada contra la albigenses: “Matadlos a <strong>todos</strong>; Dios conocerá a los suyos, cfr. “La<br />
hija de la guerra y la madre de la patria” en La hija de la guerra y la madre de la patria, Ed.<br />
Destino, Barcelona, 2002, pp. 207-208.<br />
9 “[...] hoy experimentamos en el ámbito militar lo ya ocurrido en el cultural, es decir, la muerte<br />
de las distancias, o sea, el fin del monopolio estatal de la violencia en una civilización en la que<br />
al final todo puede convertirse en un cohete en manos de fanáticos resueltos” (Ulrich Beck:<br />
Sobre el terrorismo y la guerra, Ed. Paidós, Barcelona, 2003, p. 28).<br />
10 “Si nos remitimos a las definiciones corrientes o explícitamente legales del terrorismo, ¿qué<br />
encontramos? Allí la referencia a un crimen contra la vida humana cometido en violación de las<br />
leyes (nacionales o internacionales) siempre implica a la vez la distinción entre civil y militar (se<br />
supone que las víctimas del terrorismo son civiles) y una finalidad política (influenciar o cambiar<br />
la política de un país aterrorizando a su población civil). Estas definiciones, <strong>por</strong> consiguiente,<br />
no excluyen el “terrorismo de Estado”. Todos los terroristas del mundo pretenden responder en<br />
defensa propia a un terrorismo de Estado previo que no dice su nombre y se cubre con toda<br />
clase de justificaciones más o menos creíbles” (Jacques Derrida en Giovanna Borradori: La