Fantasio Cuentos para bailadores Por Fabio Martínez - Dirección de ...
Fantasio Cuentos para bailadores Por Fabio Martínez - Dirección de ...
Fantasio Cuentos para bailadores Por Fabio Martínez - Dirección de ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
UN CLARINETE PARA LEYTON<br />
A Margarita Márquez<br />
Sí, en el barrio nunca lo quisieron porque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> temprano<br />
perturbaba el sueño <strong>de</strong> los vecinos; ese instrumento <strong>de</strong> mierda<br />
-<strong>de</strong>cían- <strong>de</strong>bía metérselo por don<strong>de</strong> no le cabe. En casa <strong>de</strong> los<br />
padres le tuvieron compasión, por esto -entre otras cosas- la<br />
abandonó cuando apenas cumplió los diecio-cho años. En tres<br />
años trabajó un mes, trabajo temporal, el resto vacaciones<br />
forzosas. Estas fueron las condiciones que precedieron su<br />
relación afectiva con Violeta. No sé si aún viven juntos y en el<br />
mismo hueco. No sé si aún se aman...<br />
Leyton, contame en estos diez años qué has hecho,<br />
viejo; le <strong>de</strong>cía al hombre <strong>de</strong> ojos brillantes que miraba por entre<br />
el marco <strong>de</strong> sus lentes <strong>de</strong> carey... Lo que no he hecho, querrás<br />
<strong>de</strong>cir... Se reía y se tragaba un vaso <strong>de</strong> cerveza y se mojaba el<br />
bigote por puro placer. Con Violeta hacíamos el amor a toda<br />
hora, nos sobraba tiempo, el estómago era el que se sacrificaba;<br />
hoy es todo lo contrario hermano, me sobra el alpiste pero no<br />
me queda tiempo... Contame <strong>de</strong> la Viola, ¿todavía vivís con<br />
ella?<br />
Aquí Leyton agachaba la cabeza como un ganso y se<br />
callaba. Leyton se negaba hablar <strong>de</strong> Violeta; sospecho que ya<br />
no viven juntos o que lo <strong>de</strong>jó. Y qué, contá y no me mires con<br />
esa cara <strong>de</strong> culposo, viejo. Una vez la policía tocó a la puerta y<br />
casi nos arrestan por hacer ruido... <strong>Por</strong> qué, no jodás. Sí,<br />
mien-tras, yo le daba al clarinete Violeta hacía ejercicios <strong>de</strong><br />
voz porque se le había metido en el coco que iba a ser la mejor<br />
soprano <strong>de</strong>l continente.... Y qué, me imagino que triunfó. No,<br />
hombre, no seas optimista y déjame contar. Enero, ilusiones<br />
<strong>de</strong> trabajo; Abril, cumpleaños sin torta pero con un vino barato<br />
que nos soltó el estómago; Junio, a broncearse en el patio <strong>de</strong><br />
la casa; Agosto, nos lanzan a la calle con muebles, cocina y<br />
todo, pedimos asilo en casa <strong>de</strong> un amigo; Septiembre, llega<br />
Juan. ¿Te acordás <strong>de</strong> Juan, el Bebé <strong>de</strong> Rosemary? y me dice<br />
viejo Ley, le conseguí trabajo -y saltaba <strong>de</strong> la alegría como si<br />
eso fuera una fortuna-, ¡la banda <strong>de</strong> Benson necesita un clarinete!<br />
Entonces lustré los zapatos viejitos, acordate, los que sabían<br />
bailar y no se perdían un guaguancó triste <strong>de</strong> Richie y me