El caballero de la carreta - Ladeliteratura.com.uy
El caballero de la carreta - Ladeliteratura.com.uy
El caballero de la carreta - Ladeliteratura.com.uy
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
osáis otra vez, al punto <strong>la</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>ré contra vos.»<br />
Entonces dijo el viejo <strong>caballero</strong>:<br />
www.<strong>la</strong><strong>de</strong>literatura.<strong>com</strong>.<strong>uy</strong><br />
«¿No me lo figuraba yo bien? Querido hijo, no retengas más a <strong>la</strong><br />
doncel<strong>la</strong>; sino que <strong>de</strong>vuélvese<strong>la</strong>.»<br />
Nada bien le pareció a éste, que jura que no ha <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar<strong>la</strong>.<br />
«¡Que Dios no me dé más alegría en cuanto se <strong>la</strong> entregue! Yo <strong>la</strong> tengo<br />
en mi po<strong>de</strong>r y <strong>la</strong> retendré <strong>com</strong>o cosa <strong>de</strong> mi propiedad. Antes se partirá<br />
el tahalí y <strong>la</strong>s correas <strong>de</strong> mi escudo, y he <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r toda <strong>la</strong> confianza en<br />
mi cuerpo, mis armas, mi espada y mi <strong>la</strong>nza, antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarle a mi<br />
amiga.»<br />
Y su padre dijo:<br />
«No voy a <strong>de</strong>jarte <strong>com</strong>batir, por más que digas. Confías <strong>de</strong>masiado en<br />
tu valer. Pero haz lo que te or<strong>de</strong>no.»<br />
Por orgullo él le respon<strong>de</strong> entonces:<br />
«¿Soy quien pueda asustarse? Puedo enorgullecerme <strong>de</strong> esto: que no<br />
hay en <strong>la</strong> extensión que ciñe el mar <strong>caballero</strong> alguno, <strong>de</strong> entre los<br />
muchos existentes, tan valioso que yo se <strong>la</strong> cediera ni a quien no<br />
creyera que podía someter en breve p<strong>la</strong>zo.»<br />
Su padre dijo:<br />
«Te lo concedo, querido hijo. Así lo crees tú. Tanta confianza tienes en tu<br />
valer. Pero no quiero ni querré que hoy tú te midas con este rival.»<br />
Él respon<strong>de</strong>:<br />
«¡Vergüenza tendría si escuchara vuestro consejo! ¡Con<strong>de</strong>nado sea<br />
quien lo acepte y quien por vos cobre temor <strong>de</strong> que yo no salga a<br />
<strong>com</strong>batir! Verdad es que mal se negocia en <strong>la</strong> familia. Mejor podría yo<br />
mercar en otra parte, pues vos me queréis engañar. Sé bien que en país<br />
extraño podría hacerme valer mejor. Ninguno que no me conociera me<br />
haría <strong>de</strong>sistir <strong>de</strong> mi voluntad; en cambio, vos me disuadís y<br />
menospreciáis. Tanto más enojado estoy por cuanto me habéis