[NGE] Hijos de un Dios Ancestral, parte 9 - TransFanfic

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a un lobo y devorarlo, aunque el lobo es mucho más poderoso que ellas; que
una multitud de pirañas puede matar a una vaca que es cientos de kilos más
pesada y tiene un poder que ellas no pueden comprender, como el de respirar
fuera del agua. Una sola araña puede matar a un humano, que está
muy por sobre la araña, así como el prisionero de esa carne está por sobre
nosotros.
—¿Y qué hay de SEELE? Si se enteran, no van a estar contentos.
—Podemos ocuparnos de ellos cuando ya no nos sean útiles. —Gendo
sonrió—. Igual como se habrían ocupado de ellos esos a quienes creen servir.
Suponiendo que alguna vez se percataron siquiera. —Le dio la espalda
al monitor—. Vamos, hay preparaciones que hacer para el próximo viaje.
Partieron, y el Rey de amarillo quedó aullando infructuosamente contra el
destino que las estrellas le habían escrito, hasta que el sueño se lo llevó. Así
como otorgaban suerte, también la quitaban.
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[NGE] Hijos de un Dios Ancestral, Parte 9
Jimmy bostezó, limpiando parte de los vasos que se habían amontonado
durante la noche. La noche había estado aburrida: por alguna razón, casi
nadie había llegado. Hasta el pianista se había tomado casi toda la noche
libre para hacer quién sabe qué. Unas cuantas personas de apariencia apática
bebían en silencio o miraban algún partido de fútbol repetido en ESPN5.
Con aspecto de gran vivacidad, Neil volvió por fin, tarareando una de sus
melodías acostumbradas.
—Buenas noches, Jimmy.
—Qué tal, Neil. La noche ha estado floja. Cómo estuvo la... la obra. ¿Allá
andabas, cierto?
Por qué diantres un hombre crecido había ido a una obra teatral de colegio,
Jimmy no tenía idea. No estaba seguro ni del nombre de la obra. Jimmy
no salía mucho.
—Estuvo interesante. Le hicieron un cambio al final acostumbrado. Me
dio ganas de improvisar yo también un poquito, después.
—¿Cambiaron el final? ¿Por que no escribieron su propia obra entonces,
y punto?
Neil sonrió, sentándose al piano:
—Todos creen que están escribiendo su propio final, pero por lo general
no están más que haciendo el papel que alguien más les dio. Y los que
no respetan el libreto por lo general son castigados por los que se ciñen a
él.
Estiró los dedos, luego dijo a la concurrencia:
—Esta va para un amigo que está pasando por tiempos difíciles. La rueda
de la fortuna dio un giro inesperado, y mi amigo ha caído en desgracia.
Sonrió, dejando ver dientes blancos, perfectos, luego empezó a cantar,
tocando.
„ Rod M. & John Biles
„ Miguel García (traducción)
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