M A Y O - Antônio Tallon Y Castilla

Cada uno de los participantes, debidamente instruidos de antemano por el pater y psicólogo
húngaro, dijo lo que era conveniente decir en un espacio católico y universitario. No es
necesario insistir sobre la unanimidad de la condenación. Fue entonces cuando Rafael Belén
sorprendió a todos:
-- Vivimos en tubos de ensayo; el listo y el torpe, el cura y el curandero, el genio y el ajeno a la
ciencia. !Vivimos dentro de una campana de cristal! Pero, ?no lo advertís? Nos hemos reunido
alrededor de una mesa durante una hora para llegar a la unanimidad obtusa, al consenso
necio, a la obstetrícia de odrezuelo, a la deontología sincategoremática... Pues yo os digo, y
quiero hacerlo constar como protesta, que hemos entrado todos por el tubo sin ensayo previo.
?Dónde el debate? ?Dónde el contraste de pareceres?... Donde quaestione disputatae?
El ex abrupto fue considerado como una exacerbación moral de tipo académico. Menos mal.
El Cursillo de Cristiandad exigía cada vez más de Rafael. Lo llamaban desde las diócesis
más distantes, a miles de kilometros de Rio de Janeiro: Manaos, Belem do Pará, Recife,
Salvador, Bello Horizonte... Pero, al mismo tiempo, crecía el antagonismo hacia la persona de
Aguilar dentro del movimiento de Cursillos. Principalmente, por parte de algunos padres
españoles y sus apaniaguados. Biem; ya se sabe desde antiguo algunas cosas sobre los
españoles; por ejemplo: suelen ser entre sí más competidores que cooperadores, más
individualistas que comunionistas, más antagonistas que protagonistas del intercambio cultural.
Por algo será haberle dado este nombre a la nueva estructura política de España: Comunidad
autonómica. !Mírame y no me toques! !Las Baleares, las Canarias y un tercer archipiélago!
Creo y siento sinceramente lo observado: por un verdadero milagro laico continúa unida,
aunque remendada, la piel de toro, y hoy, es verdad, algo rasgada en razón de su conversión
en saco de gatos. Con Franco, dicen, no pasaba esto. Unidad, unanimidad y uniformidad en el
aplauso; sea en los desfiles militares o en los campos de fútbol habilitados a la celebración de
congresos eucarísticos. Lo malo ya lo habría diagnosticado George Orwell: algunas
comunidades son más autónomas que otras. Desde luego, mi experiencia en la península no
se corta con esa tijera. No importa que haya andaluces, extremeños, manchegos y también
murcianos, castellanos, leoneses, asturianos, cántabros, que no tienen entre ellos ningún
parecido posible. Hay también aragoneses y navarros sin hablar de vascos. Decid a éstos o a
aquéllos que no son españoles, que son foráneos, y veréis surgir los puñetazos, o los palos, o