M A Y O - Antônio Tallon Y Castilla
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ante la televisión, manifestando con toda elocuencia su inanidad, su insignificancia existencial,<br />
su vacío interior y mostrando al aire sus pies de barro, así como la pérdida de toda esperanza...<br />
fue interpretado como una falta de consideración y un insulto intolerable a su público. Y el<br />
“respetable”, es decir, la multitud, ese monstruo sin cara que lo veneraba, decide volverse<br />
contra el mito; lo desprecia, lo despedaza, y una ola de odio inmenso formada por sus<br />
seguidores lo destruye. El film termina con un lamento cantabile de Steve, sólo y abandonado,<br />
aunque, eso sí, completamente libre y en compañía de su radical soledad.<br />
A partir de ese día Rafael Belén se tiró de cabeza al pozo de los grupos dinámicos y se<br />
sumergió en su problemática. Lo curioso era haber estudiado anteriormente todas las obras de<br />
Kurt Levin, los sociodramas de Moreno y seguido de cerca las experiencias realizadas en<br />
California por el Esalen Institut y también en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, sobre<br />
dinámica y terapia de grupo. Mas, como sucede con frecuencia, incluso en el seno de las<br />
mejores familias intelectuales, lo estudiado académicamente suele morir en el aula y no<br />
siempre calan en el estudiante las consecuencias prácticas de una buena comprensión. A partir<br />
de esa experiencia todo lo relacionado con “Grupos” se transformó en una loca obsesión para<br />
don Rafael Belén, quien pasó a devorar con verdadera fruición una obra por día, comilona<br />
indigesta y responsable por una grave perturbación mental. De su diario, me permito pinzar los<br />
siguientes apuntes: Tal día como hoy, en 1920, murió de una cornada en Talavera de la Reina,<br />
José Gómez Ortega, “Joselito”, el rey de los toreros. ?Dónde se encontraba en ese momento<br />
su grupo de peones? ... ?En qué cielo estaban sus subalternos y compañeros de terna, que no<br />
salieron al quite?... Por un descuido de las funciones de la cuadrilla en la estructura de la<br />
corrida, Bailaor se cargó al gitano. El ojo atento que nos ve puede prever lo que nos viene y<br />
nunca veremos. El error resultó fatal. Algo diferente pasaría en 1947 con Manolete en Linares.<br />
Hay en la vida de las personas una suerte ingrata y fatal, en un advenimiento inesperado,<br />
cuando, distraidos, bajamos la guardia sin contar con el concurso de la suerte propicia. Lo<br />
mismo puede sucederle al hombre en la empresa, en la ciencia, en el arte, en la política, en la<br />
economía... con resultados mucho más lamentables, por su extensión y consecuencias. No<br />
hay nada más cierto: el diálogo, la reunión de esfuerzos, el engarce de inteligencias, la<br />
confrontación de ideas, proporcionan el detonador para el desencadenamiento dialéctico de<br />
resultados positivos. Pero, si un elemento falla... entonces se resiente todo el sistema. Los