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PUBLICADO POR LA OFICINA DE DESARROLLO – PROCURA DE LA<br />
COMPAÑÍA DE JESÚS, PROVINCIA DEL PERÚ.<br />
ESTE ANUARIO HA SIDO POSIBLE GRACIAS AL APOYO DEL<br />
CENTRO MAGIS<br />
Consejo Editorial:<br />
Carlos Cardó Franco SJ<br />
Carlos Cenzano de los Ríos<br />
Miguel Cruzado Silveri SJ<br />
Rómulo Franco Temple SJ<br />
José Ramón González Écija SJ<br />
José Francisco Navarro Huamán SJ<br />
Jerónimo Olleros Rodríguez-Arias SJ<br />
Luis Peirano Falconí<br />
Javier Quirós Piñeyro SJ<br />
Xavier Urios Huigens<br />
Edición General:<br />
Kurth Mendoza Gutiérrez<br />
Diseño y diagramación:<br />
Karla Quispe Huamaní<br />
Corrección de estilo:<br />
Agustín Cortegana Gonzales<br />
Colaboración:<br />
José Manuel Balta Velarde<br />
Pre-prensa e impresión:<br />
GMC Digital<br />
Agradecemos a Daniel Giannoni Succar por haber colaborado<br />
con algunas de las imágenes que aparecen en esta obra.<br />
Portada: Capilla de la Compañía de Jesús ubicada en Yamakai-éntza,<br />
Bagua (Amazonas).<br />
URL: http://www.jesuitasperu.org<br />
© Compañía <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>, Provincia <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Lima, <strong>Perú</strong>, febrero <strong>del</strong> 2008.<br />
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Nº: 2005-6784
JESUITAS<br />
D E L P E R Ú<br />
2 0 0 7<br />
ANUARIO<br />
Compañía de Jesús<br />
Provincia <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>
Índice<br />
Presentación 9<br />
Carlos Rodríguez Arana SJ<br />
░ Fe 10<br />
Espacios de fe 12<br />
Jeffrey Klaiber Lockwood SJ<br />
Hacia un cristianismo por opción y compromiso 16<br />
Alberto Simons Camino SJ<br />
“Fátima soy yo, Fátima somos todos” 21<br />
Zoraida Portillo Martínez<br />
Ilo: Desafío y tareas de los laicos ignacianos 24<br />
Óscar Ramos Toala<br />
░ Especial 28<br />
Pedro Arrupe, hombre de todos 28<br />
Ignacio Iglesias SJ<br />
El padre Jean-Yves Calvez en el <strong>Perú</strong> 30<br />
Gestión empresarial y cultura social 32<br />
Jean-Yves Calvez SJ
░ Justicia 36<br />
Proyecto de Justicia Juvenil Restaurativa 38<br />
Óscar Vásquez Bermejo<br />
Protegiendo los derechos de los desplazados 42<br />
James Stapleton / Coordinador Internacional de Comunicaciones Servicio Jesuita a Refugiados<br />
La preocupación ambiental 46<br />
Monseñor Pedro Barreto Jimeno SJ / Arzobispo Metropolitano de Huancayo<br />
Elegimos la solidaridad 50<br />
Eva Boyle Bianchi<br />
░ Educación 54<br />
Los 45 años <strong>del</strong> colegio Cristo Rey de Tacna 56<br />
Francisco de la Aldea López SJ<br />
Fe y Alegría en Quispicanchi 60<br />
José María García García SJ<br />
El Caballero de la Torre Bermeja 64<br />
J. Enrique Rodríguez Rodríguez SJ<br />
░ Arte 66<br />
Los autos sacramentales, el teatro y los jesuitas 68<br />
Lucila Castro de Trelles<br />
Una ventana <strong>del</strong> alma 72<br />
José Francisco Navarro Huamán SJ<br />
Arte y Espiritualidad Jesuita en el <strong>Perú</strong> 76<br />
Ricardo L. Falla Carrillo<br />
Mapas 80<br />
Directorio de obras e instituciones jesuitas 82
Presentación<br />
Al presentarles una nueva edición <strong>del</strong> ANU-<br />
ARIO, pensamos en Uds. amigos y amigas,<br />
quienes nos apoyan de distintas maneras en nuestra<br />
misión. Su publicación es el vínculo por el que<br />
nos ponemos en contacto, por el que nuevamente<br />
tienen noticias nuestras.<br />
Nuestra labor a lo largo y ancho de nuestro país es<br />
diversa como el <strong>Perú</strong> mismo. No es fácil, pues todo<br />
lo que tiene que ver con la fe va de la mano con la<br />
justicia que debe brotar de ella. Para nosotros, fe y<br />
justicia son dos caras de la misma moneda.<br />
No hay fe cristiana sin justicia ni justicia cristiana<br />
sin fe. Ambas tienen que ir de la mano para<br />
que cobren su significado justo. Así lo ha afirmado<br />
con gran sencillez y contundencia en Aparecida<br />
(Brasil), su santidad Benedicto XVI en la V Conferencia<br />
<strong>del</strong> CELAM. El camino de nuestra Iglesia<br />
Latinoamericana ha sido reivindicado por él y por<br />
eso estamos contentos.<br />
Sabemos, sin embargo, que esta vía no es fácilmente<br />
comprensible para muchos. Todavía hay entre<br />
nosotros a quienes les incomoda hablar de justicia,<br />
pues en el <strong>Perú</strong> abunda la injusticia. Algunos<br />
no quieren dialogar sobre una sociedad inclusiva,<br />
es decir, que contenga a todas las culturas (el <strong>Perú</strong><br />
es pluricultural), donde se cultiven todas las lenguas<br />
que se hablan (el <strong>Perú</strong> es un país plurilingüe),<br />
donde se respeten todas las religiones (el <strong>Perú</strong> es<br />
un país multireligioso), donde se acojan todas las<br />
etnias (el <strong>Perú</strong> es un país multiétnico).<br />
9<br />
Aún hoy, defender la equidad no se ve con buenos<br />
ojos. Luchar por la inclusión está mal visto.<br />
Inquirir por el cuidado de nuestro planeta, de nuestra<br />
casa amenazada por la contaminación de ríos y<br />
lagos, mares y montañas, bosques y selvas se tilda<br />
de innecesario. Todos estos puntos nos atañen, eso<br />
es innegable. Muchas de nuestras acciones en el<br />
ámbito nacional abordan esos problemas y lo ha-<br />
cemos porque estamos convencidos que es lo que<br />
Dios nos pide en estos momentos.<br />
El tema de la lucha contra la pobreza se encuentra<br />
entre nuestras prioridades. Todos concordamos<br />
en la necesidad de esa batalla. Pero, ¡cuánto cuesta<br />
hacer lo que a cada uno le toca! Si fracasamos en esa<br />
contienda, la violencia, la muerte y la inestabilidad<br />
política seguirán siendo una amenaza permanente.<br />
Nuestros esfuerzos educativos, pastorales y evangelizadores<br />
se encaminan hacia esa meta. Educar<br />
es vencer la pobreza. Promover el trabajo digno es<br />
ir contra ella. Buscar los recursos necesarios para<br />
que nuestro pueblo tenga más posibilidades de autoempleo,<br />
de trabajo que le provea de alimentación<br />
y recursos para vivir sanos, es evangelizar.<br />
En ese objetivo se unen nuestros esfuerzos y deseos.<br />
Por ello, tenemos que apostar por ese nuevo <strong>Perú</strong><br />
que vemos emerger a trancas y barrancas. Nuestra<br />
contribución será efectiva en la medida en que sea<br />
nuestra fe la que nos haga comprender que todos somos<br />
de la misma familia, hijas e hijos de un mismo<br />
Padre quien nos da el sol, la lluvia, las flores y todo<br />
lo existente con un amor que no tiene fin.<br />
Carlos Rodríguez Arana SJ<br />
Padre Provincial
fe<br />
256. Jesús está presente en medio de una<br />
comunidad viva en la fe y en el amor fraterno.<br />
Allí Él cumple su promesa: “Donde están dos<br />
o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en<br />
medio de ellos” (Mt. 18, 20). Está en todos los<br />
discípulos que procuran hacer suya la existencia<br />
de Jesús, y vivir su propia vida escondida en la<br />
vida de Cristo (cf. Col. 3, 3). Ellos experimentan<br />
la fuerza de su resurrección hasta identificarse<br />
profundamente con Él: “Ya no vivo yo, sino que<br />
es Cristo quien vive en mí” (Ga. 2, 20). Está en<br />
los Pastores, que representan a Cristo mismo<br />
(cf. Mt. 10, 40; Lc. 10, 16).<br />
V Conferencia General <strong>del</strong> Episcopado Latinoamericano y <strong>del</strong><br />
Caribe (Aparecida, 13-31 de mayo de <strong>2007</strong>). Lima: Conferencia<br />
Episcopal Peruana, <strong>2007</strong>.
Fe<br />
Espacios de fe<br />
Los templos de la Compañía<br />
Para un jesuita moderno la palabra “conquista”<br />
evoca sentimientos no particularmente<br />
agradables, y se puede afirmar que prácticamente<br />
la ha eliminado de su vocabulario normal.<br />
Sin embargo, este término gozó de cierta<br />
respetabilidad en la historia de la Compañía de<br />
Jesús, desde la célebre crónica de Antonio Ruiz<br />
de Montoya, Conquista espiritual… de Paraguay<br />
hasta el no tan lejano libro de Luis Martín<br />
sobre el Colegio de San Pablo, La conquista<br />
intelectual <strong>del</strong> <strong>Perú</strong> (1968).<br />
Seguramente, los jesuitas, que en 1568 recién<br />
llegaron al <strong>Perú</strong>, tampoco se imaginaban a sí<br />
Templo de la Compañía <strong>del</strong> Cusco. / Foto: Daniel Giannoni<br />
12<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Jeffrey Klaiber Lockwood SJ<br />
mismos como conquistadores. Sin embargo,<br />
muy pronto destacaron por su fervor misionero,<br />
sus sermones, su labor sacramental –especialmente<br />
en el confesionario–, su dedicación a la<br />
enseñanza, y su abnegada entrega al cuidado<br />
pastoral de los indios en el Cercado, Huarochirí,<br />
y más tarde en Juli. Ellos se distinguían por<br />
una nueva manera de evangelizar que, sin duda,<br />
despertó la admiración general.<br />
Pero fue sobre todo en sus templos donde los<br />
recién llegados jesuitas expresaron su intención<br />
de “conquistar” al <strong>Perú</strong> espiritualmente.<br />
Los grandes templos –San Pedro en Lima, la
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Sacristía de la Iglesia de San Pedro, Lima. / Foto: Daniel Giannoni<br />
Compañía en Arequipa, Cusco, Ayacucho, Trujillo,<br />
Pisco y las cuatro iglesias en Juli– anunciaban<br />
la presencia de la Compañía de Jesús<br />
de una forma visualmente impactante. Tal vez<br />
los jesuitas no pensaban precisamente en conceptos<br />
como el de “conquista” cuando construyeron<br />
tales templos, pero lo que pretendían se<br />
aproximaba a su significado. Su intención fue<br />
impresionar a los infieles, conmover sus sentimientos,<br />
formar sus conciencias, elevar sus<br />
espíritus, y llamarles a participar en una gran<br />
misión que se expresaba en lemas tales como<br />
Ad Majorem Dei Gloriam.<br />
Pero antes de levantar el templo, habría que<br />
ubicarlo en un espacio apropiado. En toda<br />
América Latina las grandes órdenes religiosas<br />
–franciscanos, agustinos y dominicos– construían<br />
sus templos de una forma equidistante a<br />
la plaza mayor. De esta manera respetaban la<br />
primacía de la catedral. Pero los jesuitas rompieron<br />
este esquema desde el momento en que<br />
construyeron sus templos en la misma plaza<br />
13<br />
Fe<br />
mayor, como queriendo hacer la competencia a<br />
la catedral. En Lima, San Pedro se ajusta más<br />
bien al esquema normal, puesto que, junto con<br />
las iglesias de Santo Domingo, San Francisco<br />
y San Agustín, forma un cuadrado alrededor<br />
de la plaza mayor. Pero en Arequipa, Cusco y<br />
otros lugares los jesuitas colocaron su templo<br />
justamente en la plaza mayor. Este gesto provocó<br />
numerosas polémicas con las autoridades<br />
eclesiásticas y civiles de la época puesto que<br />
lo consideraban como un acto de atrevimiento<br />
por parte de una orden religiosa que, además<br />
de llegar a América con posteridad a las otras<br />
órdenes, era nueva y no contaba con siglos de<br />
tradición como las otras.<br />
Casi todos los templos de la Compañía de esa<br />
época se inspiraban más o menos en la iglesia<br />
<strong>del</strong> Gesú en Roma, aunque cada uno desde su<br />
propia identidad también refleja la cultura local.<br />
En ellos, igual que en el Gesú, predomina el<br />
estilo barroco, aunque no exclusivamente. Así<br />
por ejemplo, el templo de San Pedro en Lima
14<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Templo de la Compañía de Arequipa. / Foto: Daniel Giannoni.
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
(edificado en 1638) combina varios estilos –barroco,<br />
plateresco y neoclásico– y comparte ciertas<br />
semejanzas con la iglesia de la Compañía<br />
en Quito, hecho que se puede atribuir a que los<br />
dos fueron diseñados por el mismo arquitecto,<br />
el hermano Martín de Aizpitarte.<br />
San Pedro se convirtió en la iglesia preferida<br />
para ciertas devociones y asociaciones. Fue la<br />
sede de la Congregación de Nuestra Señora de<br />
la O, que reunía a personalidades ilustres de la<br />
sociedad desde la época colonial hasta mediados<br />
<strong>del</strong> siglo XX.<br />
Poco conocido es el hecho de que desde el siglo<br />
XIX San Pedro fue el centro espiritual para la<br />
evangelización de los inmigrantes asiáticos.<br />
Cierta mujer piadosa, Dominga Gazcón, se dedicó<br />
a la evangelización de los chinos y escogió<br />
San Pedro como centro de sus actividades. Ella<br />
murió en 1879 pero su labor continuó bajo la<br />
dirección <strong>del</strong> padre Juan Chávez, de descendencia<br />
china. El sucesor a su vez fue el padre José<br />
Pineda SJ, quien amplió su trabajo para incluir<br />
a los japoneses. Finalmente, es bien conocida<br />
la labor <strong>del</strong> padre Luís Martínez, como asesor<br />
y capellán de la colonia japonesa durante años.<br />
Actualmente, algunas devociones han perdido<br />
algo de su popularidad, debido en parte al<br />
hecho de que muchos fieles han abandonado<br />
el centro de la ciudad, pero también porque<br />
la Iglesia misma ha cambiado mucho desde el<br />
Concilio Vaticano II y algunas de las antiguas<br />
devociones ya no reflejan los nuevos tiempos.<br />
Sin embargo, hay una realidad que no ha cambiado<br />
desde la época colonial: San Pedro sigue<br />
siendo la iglesia preferida para confesiones.<br />
Esto se debe a la fama que tienen los padres de<br />
ser suaves y comprensivos, así como cumplidos<br />
y puntuales.<br />
La Compañía en Arequipa, construida a fines<br />
<strong>del</strong> siglo XVI, es el ejemplo de un estilo netamente<br />
mestizo, que refleja la realidad de la<br />
Ciudad Blanca. En la fachada aparecen rostros<br />
de indios y una cabeza indígena con una corona<br />
de plumas. En el portal lateral figuran dos sirenas<br />
con alas de ángeles: una creación artística<br />
que hace pensar en el Lago Titicaca, fuente de<br />
inspiración para varios mitos incaicos. Pero<br />
15<br />
Fe<br />
en Arequipa los mitos han sido bautizados por<br />
una mano ingeniosa y una mente con instintos<br />
artísticos mestizos. En la Compañía, siempre<br />
repleta de fieles, sobre todo durante la Semana<br />
Santa, se celebra una misa para la juventud todos<br />
los domingos. La participación entusiasta<br />
de los jóvenes contrasta con la solemnidad <strong>del</strong><br />
interior <strong>del</strong> templo. Pero, así es Arequipa, orgullosa<br />
de sus tradiciones (dice ser la “Roma de<br />
América”) y a la vez abierta a los vientos <strong>del</strong><br />
cambio.<br />
Aunque no han estado en manos de la Compañía<br />
desde la expulsión en 1767, los cuatro<br />
templos de Juli, si bien medio destruidos<br />
hoy, siguen siendo testigos silenciosos de una<br />
utopía andina, inseparable de la historia de la<br />
Compañía de Jesús en el <strong>Perú</strong> y en América<br />
Latina. Al contemplar estas cuatro iglesias,<br />
construidas algunas originalmente por los dominicos<br />
pero luego reelaboradas por los jesuitas,<br />
uno pregunta: ¿por qué se esforzaron tanto<br />
en levantar templos tan majestuosos en medio<br />
<strong>del</strong> duro altiplano rodeados de indios aymaras?<br />
La respuesta es sencilla: Juli constituyó<br />
el primer gran proyecto de la Compañía en el<br />
mundo indígena fuera de Lima. Y era preciso<br />
hacerlo bien. Para los 14 mil indios que vivían<br />
en las cuatro doctrinas de Juli, los templos<br />
formaban el centro de su vida espiritual, y las<br />
suntuosas liturgias que se celebraban entre los<br />
grandes muros inspiraban todas sus actividades<br />
seculares.<br />
En el siglo XX la Compañía construyó o tomó<br />
bajo su cuidado iglesias de construcción moderna:<br />
Nuestra Señora de Fátima, Desamparados,<br />
Virgen de Nazaret en El Agustino, etc.<br />
En ellas ya no destaca el estilo barroco; más<br />
bien, prevalece una gran variedad de estilos. Lo<br />
importante es el ambiente de orden, armonía y<br />
acogida que los fieles sienten al entrar en una<br />
iglesia de la Compañía. Sermones bien preparados;<br />
confesores asequibles; liturgias básicamente<br />
sencillas pero con buena participación;<br />
cursillos y múltiples actividades para todas las<br />
edades: estas son algunas de las notas características<br />
de las iglesias de la Compañía hoy. Los<br />
estilos cambian, mas no la mística ignaciana<br />
original que se siente tanto en los templos coloniales<br />
como en las iglesias modernas.
Fe<br />
Hacia un cristianismo por<br />
opción y compromiso<br />
La búsqueda de identidad, su crisis y su pérdida<br />
constituyen un centro de preocupación de la<br />
investigación actual. El individuo, el grupo, las<br />
sociedades y naciones aspiran a encontrar aquello<br />
que los identifique. El tema afecta a todas las agrupaciones<br />
y a la mayoría de las instituciones. La<br />
identidad es una necesidad básica <strong>del</strong> ser humano.<br />
Poder responder a la pregunta de quién soy yo o<br />
quiénes somos, es tan necesario como el afecto o<br />
el alimento.<br />
Identidad es lo que le es propio a la persona y la<br />
caracteriza. En sentido colectivo, es la conciencia<br />
o el sentimiento de vinculación. El grupo tiene un<br />
conjunto de características que permiten distinguirlo<br />
<strong>del</strong> resto de la sociedad y, por la identificación<br />
con una composición de elementos, puede<br />
autodefinirse como tal.<br />
16<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Alberto Simons Camino SJ<br />
Sabemos, por otra parte, que actualmente se vive,<br />
en general, una crisis de identidad en casi todos los<br />
ámbitos y esto afecta sin duda al cristianismo. La<br />
ventaja de las crisis es que manifiestan que un determinado<br />
paradigma ya no es válido y que se hace<br />
necesaria una recreación para no perder identidad<br />
y vigencia. El sistema de cristiandad o de un cristianismo<br />
meramente sociológico, en que bastaba<br />
ser bautizado o tener alguna práctica sacramental,<br />
ya no tiene validez, pues el individuo no asume lo<br />
fundamental <strong>del</strong> cristianismo; por el contrario, se<br />
conforma con las creencias y prácticas heredadas,<br />
sin haber asumido personalmente lo fundamental<br />
<strong>del</strong> cristianismo.<br />
Por ello es necesario recrear el estilo de vida y compromiso<br />
propios <strong>del</strong> cristiano para nuestro mundo<br />
y la realidad de hoy. En nuestro cristianismo se
Fe<br />
produce, en buena parte hay que reconocerlo, un divorcio<br />
entre una fe supuesta (“sociedad occidental<br />
y cristiana”) y una práctica que es, muchas veces,<br />
vergonzosamente antievangélica e inhumana; de<br />
ahí los signos de corrupción, amoralidad, desmoralización,<br />
injusticia y finalmente de muerte que se<br />
dan en nuestra sociedad supuestamente cristiana.<br />
En ese mismo sentido, y sobre todo en nuestro<br />
país, es necesario recordar que el compromiso con<br />
la justicia y la opción por los pobres y excluidos<br />
atraviesa toda la Biblia y no se puede eludir.<br />
En efecto, el ser cristiano no consiste en aceptar un<br />
conjunto de verdades teóricas, sino en la identificación<br />
con Jesucristo; no por su imitación mimética,<br />
sino por el seguimiento en su estilo de vida y su<br />
modo de ser y de actuar; teniendo su mismo modo<br />
de pensar (1 Cor. 2, 16) y sus mismos sentimientos<br />
(Fil. 2, 5), es decir su mismo Espíritu. Lo fundamental<br />
en la vida de Jesús, los dos ejes que constituían<br />
su vocación y misión fueron su experiencia<br />
de Dios como Padre, y el Reino de Dios para los<br />
hombres. Pues bien, fue tal su identificación con<br />
ellos, que su unión constituyó su ser y su quehacer.<br />
Así, la identidad <strong>del</strong> cristiano se ilumina en<br />
el ser de Jesús que constituye la verdad profunda<br />
de nosotros mismos y de nuestro mundo y nos da<br />
sentido y significado pues, como sugiere la carta<br />
a los Colosenses, el secreto de nuestra vida está<br />
escondido con Cristo en Dios (Col. 3, 3).<br />
La fe cristiana no consiste tampoco en observar<br />
fielmente unas leyes morales, sino tener a Jesús<br />
como referencia. Por ello hay que superar una fe<br />
moralista y perfeccionista (tipo fariseo <strong>del</strong> Evangelio)<br />
para escuchar el llamado de Jesús “no a los<br />
justos sino a los pecadores” (Mc. 2,17) a entrar en<br />
el camino <strong>del</strong> amor, el servicio y la misericordia.<br />
Cristianos somos aquellos que “hemos experimentado<br />
el amor que Dios nos tiene y hemos creído<br />
en ese amor” (I Jn. 4, 16) y, a partir de ahí encontramos<br />
que nuestra vocación cristiana exige<br />
ser renovada, redescubierta y confirmada durante<br />
toda la vida. Esta vocación se despliega a través<br />
de la misión que es, para nosotros los cristianos, lo<br />
que da sentido a nuestras vidas, nos hace salir de<br />
nosotros mismos y polariza todas nuestras facultades<br />
y potencialidades para buscar el reinado de<br />
Dios y su justicia en nuestro mundo. La misión se<br />
convierte así en un estilo de vida que abarca todas<br />
18<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
sus dimensiones. De esta manera se podrá lograr<br />
que haya coherencia entre la fe y la vida cotidiana<br />
para que la fe no aparezca como algo paralelo a la<br />
vida, sino dinamizando e impregnando todos sus<br />
espacios: la profesión, el estudio, el matrimonio, la<br />
familia, la cultura, la economía y la política entendida<br />
como búsqueda <strong>del</strong> bien común.<br />
Por ello, resulta cada vez más necesario acertar<br />
con un proceso de reconstrucción de la comunidad<br />
eclesial que haga posible la vivencia de<br />
una fe personalizada y experimentada, acogida e<br />
inculturada, de tal manera que pueda ser vivida<br />
con sentido de misión. Es necesario, al mismo<br />
tiempo, personalizar y hacer más comunitario<br />
nuestro cristianismo. La personalización supone<br />
descender a las raíces donde se fragua el ser humano,<br />
allí donde somos interpelados en nuestra<br />
conciencia por lo que nos trasciende.<br />
Pero, al mismo tiempo, el cristianismo y la misma<br />
persona tienen una identidad relacional, comunitaria.<br />
La persona es “alguien ante Dios”, pues su<br />
relación fundamental es con Dios. La dignidad <strong>del</strong><br />
ser humano le es intrínseca; sin embargo, para su<br />
realización necesita <strong>del</strong> Otro y de los otros a nivel<br />
afectivo, cultural, artístico, procreador, etcétera.<br />
Debemos saber y sentir que nos pertenecemos los<br />
unos a los otros en la fe; que la fe no se puede vivir<br />
en solitario, que es siempre algo compartido que<br />
se recibe y se transmite. La fe cristiana se vive y<br />
se realiza comunitaria y solidariamente, o sencillamente<br />
no es evangélica. La vida de la comunidad<br />
es la continuación de la vida de Jesús, pero lo es<br />
porque Jesús es el meollo de su identidad. En esta<br />
identificación con Jesús es esencial la Eucaristía<br />
sentida y vivida como centro de la comunidad.<br />
Es indispensable, por ello, forjar una identidad común<br />
en la que sea posible reconocernos y de la cual<br />
podamos sentirnos parte. En general, no se da entre<br />
nosotros un sentido claro de pertenencia y adhesión<br />
al conjunto de la Iglesia. Por el contrario, la mayor<br />
parte de cristianos se siente ajena a la vida eclesial,<br />
o su pertenencia es meramente pasiva porque no<br />
siente que es tenida en cuenta en ella; es impostergable,<br />
pues, generar mecanismos de participación,<br />
de tal manera que todos sintamos que somos importantes<br />
en la comunidad y en la que “ya no hay judío<br />
ni griego, siervo ni libre, hombre ni mujer, ya que<br />
todos y todas son uno en Cristo Jesús” (Gál. 3, 28).
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Por otra parte, necesitamos, comunitariamente,<br />
discernir los “signos de los tiempos”, como pedía<br />
Jesús, y encontrar aquello que nos haga sentir convocados,<br />
para poder salir de una fe convencional<br />
y pasiva, hacia un cristianismo por opción y compromiso.<br />
Es preciso recobrar la mística que nos<br />
dinamice y nos permita enfrentar la interpelación<br />
que nos hace el Señor desde el Evangelio y des-<br />
Reflexión comunitaria en la Casa de Retiro “Santa María”, Chiclayo. / Archivo SJ<br />
19<br />
Fe<br />
de nuestra realidad. No faltan en nuestro medio,<br />
y en concreto en el <strong>Perú</strong>, retos y problemas, que<br />
leídos desde el Evangelio, requieren una respuesta<br />
de nuestra parte. Tenemos, pues, que salir de la<br />
inercia en la que nos encontramos y enfrentar esos<br />
cuestionamientos. Sólo así, y no meramente a través<br />
de un análisis abstracto, recobraremos nuestra<br />
auténtica identidad cristiana.
20<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
“Fátima soy yo, Fátima somos todos”<br />
Una parroquia formadora de fe y con compromiso social<br />
“<br />
Junto con los laicos estamos procurando poner<br />
una verdadera calidad espiritual para que la<br />
gente no se limite a venir a Fátima los domingos<br />
a oír Misa, sino que su cercanía se proyecte en<br />
la transformación de sus hogares y de su vida”,<br />
es lo primero que dice Carlos Cardó Franco SJ,<br />
cuando le preguntamos sobre su experiencia al<br />
frente de la parroquia Nuestra Señora de Fátima,<br />
en Miraflores.<br />
La aseveración parece demasiado optimista; sin<br />
embargo, basta darse una vuelta por el templo,<br />
por el Despacho Parroquial, por los consultorios<br />
pero, sobre todo, conversar con algunas personas<br />
para comprobar hasta qué punto la expresión<br />
“vivir la fe” va calando en sus fieles. No se crea<br />
que la parroquia bulle de gente. Es más, alguien<br />
desprevenido podría opinar que no hay mucha,<br />
en comparación con otras parroquias. Pero los<br />
que encontramos acometen su trabajo con entusiasmo<br />
y voluntad.<br />
“La gente está en el campo, trabajando...”, nos<br />
dice una amable secretaria.<br />
“Gracias a la formación espiritual que estoy<br />
recibiendo en Fátima he comprendido que vivir<br />
la fe no es estar en la iglesia dándose golpes de<br />
pecho... significa mantenerla viva allí donde te<br />
desenvuelves, en tu casa, en tu trabajo, entre<br />
tus amigos, tienes que ser la sal de la vida, un<br />
ejemplo constante”, nos dice uno de los participantes<br />
de los cursos de formación cristiana<br />
que se imparten regularmente en la parroquia.<br />
“Fátima soy yo, Fátima somos todos”, añade con<br />
convicción.<br />
“Formación” parece ser, pues, la palabra clave.<br />
Pero no se crea que se trata de una experiencia<br />
nueva. Fátima puede catalogarse como una parroquia<br />
“trabajada” desde hace muchos años, con<br />
un grupo de hombres y mujeres comprometidos<br />
21<br />
Fe<br />
Zoraida Portillo Martínez<br />
con la labor litúrgica y social desde hace décadas,<br />
pero que viven la mística de la renovación<br />
continua. Esto es lo que motiva la participación<br />
en los grupos de reflexión, de profundización<br />
teológica, bíblica y de práctica espiritual a la<br />
vez que impulsa la consolidación de los grupos<br />
humanos, como espacios de encuentro para el<br />
intercambio de conocimientos y experiencias.<br />
Estos fieles de Fátima aspiran a convertirse, en<br />
virtud de esta dinámica, en referentes activos<br />
para otras personas, conforme al espíritu ignaciano<br />
de animar y acompañar el crecimiento de<br />
la fe de quienes nos rodean.<br />
Una de las participantes en esa experiencia lo<br />
sintetiza muy bien: “Yo tengo muchos años haciendo<br />
labor social en la parroquia, pero continuamente<br />
me siento renovada, los Ejercicios Espirituales<br />
de San Ignacio me cambiaron la vida,<br />
estoy como más sensible hacia los demás, más<br />
tolerante y al mismo tiempo más convencida de<br />
mi fe”, nos dice.<br />
Para hacer de Fátima una parroquia formadora<br />
de fe y espiritualidad con un claro compromiso<br />
social de sus integrantes, existen varios ejes, que<br />
comienzan por la catequesis de niños que se preparan<br />
para recibir a Jesús por primera vez en la<br />
Comunión y tiene su hilo conductor con los confirmandos,<br />
un grupo de jóvenes que se prepara<br />
para la Confirmación y que luego se convierten<br />
ellos mismos en animadores de otros grupos de<br />
catequesis y acción social.<br />
Son estos jóvenes, por ejemplo, los que apoyan con<br />
entusiasmo la tradicional actividad navideña “Una<br />
Caja de Amor” que, apelando al espíritu generoso y<br />
solidario de los fieles de la parroquia, logra repartir<br />
en cada Navidad más de mil cajas con víveres y<br />
regalos entre las familias más pobres de Manchay,<br />
Jicamarca y la zona más pobre de la jurisdicción de<br />
la parroquia.
Fe<br />
Se espera que muchos de esos jóvenes, cuando se<br />
vuelvan profesionales, pasen a integrar las Comunidades<br />
de Vida Cristiana, o CVX. En Fátima existen 4<br />
CVX, que responden a los distintos carismas de sus<br />
miembros y reciben permanente asesoría espiritual<br />
de los padres jesuitas. De aquí salen muchos voluntarios<br />
y voluntarias que realizan su apostolado en hospitales,<br />
cárceles, orfanatos o en el acompañamiento<br />
personal y silencioso de quienes lo requieren.<br />
Además, se viene preparando a un grupo de<br />
Una de las primeras misas en la Parroquia de Fátima, década <strong>del</strong> 70. / Archivo SJ<br />
22<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
matrimonios jóvenes y de mediana edad para el<br />
acompañamiento espiritual a parejas en conflictos<br />
y orientación prematrimonial.<br />
Para atender las necesidades específicas de los<br />
adultos mayores, existen grupos de reflexión<br />
teológica y de apoyo. Y es que una característica<br />
distintiva de esta parroquia es tener entre su población<br />
un porcentaje muy significativo de jubi-
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Ceremonia de Confirmación <strong>2007</strong>. / Archivo SJ<br />
lados y personas mayores de 65 años, gran parte<br />
de los cuales –además– tienen una trayectoria<br />
muy activa de participación en las actividades<br />
parroquiales. Esa experiencia es canalizada y<br />
aprovechada debidamente por los más jóvenes.<br />
A los adultos mayores se les brinda también<br />
apoyo espiritual a través de la pastoral de salud,<br />
mediante entrevistas domiciliarias o en visitas<br />
para el Viático de los Enfermos los primeros<br />
viernes de cada mes.<br />
Como actividades de proyección a la comunidad<br />
se realizan periódicamente campañas de salud<br />
preventiva contra el cáncer y enfermedades cardiovasculares,<br />
y se cuenta con un ecógrafo para<br />
realizar despistajes de cáncer de cuello uterino y<br />
otras enfermedades ginecológicas, a precios que<br />
sólo cubren los costos, y se brinda consejería psicológica<br />
personal, familiar y a drogadictos y alcohólicos<br />
(se cuenta con un centro de Alcohólicos<br />
23<br />
Fe<br />
Anónimos), así como asesoría jurídica, servicios<br />
de conciliación extrajudicial, acompañamiento en<br />
duelos y a personas enfermas y discapacitadas.<br />
Con los ingresos que la parroquia genera por medio<br />
<strong>del</strong> columbario, de los velatorios y de las bodas<br />
se atiende económicamente a cuatro parroquias:<br />
Manchay, Jicamarca y El Agustino, en Lima, y a<br />
la de Santa María de Nieva en la Misión Jesuita<br />
de San Javier <strong>del</strong> Marañón, en plena amazonía<br />
peruana. Para atender específicamente las grandes<br />
demandas de esta última, una vez al mes se realiza<br />
una colecta en las misas dominicales.<br />
Finalmente, cuenta con la página web www.parroquiafatima.org<br />
que, además de brindar información<br />
y orientación específica sobre los servicios y la<br />
vida de la parroquia, ofrece una serie de novedades<br />
sobre las actividades jesuitas en el <strong>Perú</strong> y el mundo,<br />
descargas de música y hasta la Biblia en línea,<br />
con un buscador que facilita su lectura.
Fe<br />
Ilo: Desafío y tareas de los<br />
laicos ignacianos<br />
F rancisco Chamberlain y Roberto Dolan, fueron<br />
los primeros jesuitas que llegaron a Ilo<br />
en 1976. Ellos, junto a un grupo de colaboradores<br />
laicos, fundaron el Cenecape Ilo 1 para atender las<br />
necesidades de capacitación técnica para jóvenes<br />
y adultos y además para impulsar los procesos de<br />
investigación y desarrollo de la provincia. En 1980<br />
se inició el Centro Pastoral San Pedro Pescador<br />
(hoy Centro Loyola Ilo). Su objetivo se centró en<br />
promover a los pobres a través de las organizaciones<br />
como actores sociales, tanto en el ámbito<br />
social como eclesial. El centro se inscribió desde<br />
sus orígenes dentro de la educación popular y se<br />
planteó impulsar una corriente de la iglesia que<br />
El trabajo de los laicos en Ilo es asumido con responsabilidad y compromiso. / Archivo SJ<br />
1 Hoy Centro de Educación, Organización y Promoción - CEOP Ilo.<br />
24<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
asumiese las aspiraciones de los pobres.<br />
Óscar Ramos Toala<br />
Eran tiempos de utopías movilizadoras para el<br />
cambio social, de auge <strong>del</strong> movimiento popular en<br />
su dimensión socio-política y, de una perspectiva<br />
eclesial, que desde el Concilio Vaticano II, Me<strong>del</strong>lín<br />
y Puebla promovía la dimensión de fe y justicia,<br />
innovando las maneras de actuar de la Iglesia<br />
en la sociedad.<br />
Desde su fundación, el Ceop Ilo y el Centro Loyola<br />
Ilo formaron un solo equipo institucional<br />
liderado por una comunidad jesuita, la comunidad<br />
de religiosas Hermanas <strong>del</strong> Servicio Social de La
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Instalaciones <strong>del</strong> Centro Loyola de Ilo. / Archivo SJ<br />
Inmaculada y un equipo de laicos y laicas que a<br />
través de un Comité Directivo común, discernían<br />
el proyecto institucional para servir más y mejor a<br />
la población que atendían. Este mo<strong>del</strong>o de trabajo<br />
permitió madurar y construir un proyecto compartido<br />
y asumido de manera conjunta.<br />
Asumimos un compromiso con la fe y la justicia<br />
desde una opción por los pobres, entendida como<br />
la promoción humana y organizacional de los<br />
desposeídos como actores sociales a fin de que<br />
participen activamente en la construcción de una<br />
sociedad justa, fraterna y de una iglesia solidaria<br />
que asume las aspiraciones de los pobres por una<br />
vida digna. Opción entendida también, como solidaridad<br />
con sus justas demandas para erradicar<br />
la pobreza infrahumana y generar estilos de vida<br />
solidarios y fraternos que impacten en el acontecer<br />
social y eclesial.<br />
Al cumplirse los 15 años <strong>del</strong> Ceop Ilo y 11 <strong>del</strong><br />
Centro Loyola Ilo, la dirección de las obras pasó<br />
a manos de los laicos. El Ceop asumió cambios<br />
internos dejando los cursos técnicos y la vincula-<br />
25<br />
Fe<br />
ción con el Ministerio de Educación. En el intento<br />
de responder a las demandas de la población inició<br />
un área de Economía con experiencias piloto de<br />
generación de ingresos que luego derivaron en el<br />
programa de crédito que actualmente maneja.<br />
Ante la decisión de la Compañía de Jesús de cerrar<br />
la comunidad de Ilo y fortalecer la de Tacna, se<br />
formuló una nueva propuesta institucional para el<br />
Centro Loyola Ilo, cuya responsabilidad quedaría<br />
en manos de laicos. El proyecto fue presentado<br />
al Provincial por el superior de la comunidad de<br />
Tacna, padre Pedro Barreto SJ, propuesta que fue<br />
aceptada.<br />
En marzo <strong>del</strong> 2000 nace la tercera obra de la Compañía<br />
de Jesús en Ilo: el Colegio Fe y Alegría 52<br />
“Pedro Arrupe”, fruto de las reflexiones, estudios<br />
y gestiones realizadas en común entre jesuitas y<br />
laicos.<br />
Las obras en manos de laicos ignacianos continúan<br />
y profundizan una evangelización integral, actuando<br />
en campos como la educación, formación
Fe<br />
Primer Encuentro Regional de Jóvenes Ignacianos de Ilo. / Archivo SJ<br />
integral, promoción <strong>del</strong> desarrollo y la promoción<br />
social. Se insertan también en la problemática local<br />
y regional y en la apuesta por la descentralización<br />
y desarrollo regional, participando en la planificación<br />
<strong>del</strong> desarrollo regional y en los procesos de<br />
mejoramiento de la calidad de la educación, en<br />
la formación de sujetos sociales y en el fortalecimiento<br />
de una Iglesia comunitaria.<br />
La conformación de la Coordinadora Regional<br />
Apostólica Jesuita <strong>del</strong> Sur (CORAJE) impulsó una<br />
manera de trabajo compartido que nos permitió,<br />
además, trascender nuestras propias obras y realidades<br />
locales y nos comprometió en crear sinergias<br />
entre las obras ignacianas con otras de la sociedad<br />
civil. Respondimos así ante los retos regionales y<br />
los objetivos planteados por la Compañía de Jesús<br />
en la Congregación General 34.<br />
Lo aprendido en este lapso nos abre un nuevo desafío<br />
de trabajo entre laicos y jesuitas en las obras<br />
de Ilo. Se plantean cambios en varias dimensiones,<br />
sostenidos por la espiritualidad ignaciana, los<br />
ejercicios espirituales y los principios <strong>del</strong> discernimiento<br />
apostólico para la nueva misión.<br />
26<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
El trabajo en conjunto es parte fundamental dentro<br />
<strong>del</strong> sistema de gestión institucional. Los equipos se<br />
organizan a través de áreas de trabajo y desarrollan<br />
un sistema de coordinación, planificación, gestión<br />
y evaluación de proyectos y actividades. Sus planes<br />
son presentados en una asamblea y aprobados<br />
por el Comité Directivo.<br />
Los jesuitas son portadores de una manera particular<br />
de vivir la fe al servicio de la justicia. Ver<br />
a Francisco abogando por dirigentes detenidos en<br />
una marcha pacífica y en demanda de derechos, a<br />
Juan Luis educando a dirigentes y organizaciones<br />
populares, a Santiago recorriendo en una moto<br />
los barrios populares para animar las emergentes<br />
comunidades cristianas, nos dieron una nueva lectura,<br />
una muestra de que la tarea de evangelización<br />
debe unir fe y vida, fe y justicia.<br />
Sacerdotes, religiosas y laicos compartimos trabajos<br />
de apostolado social y espiritual, buscando articular<br />
una mística de la fe con lo social y lo político,<br />
ante los retos económicos y sociales de Ilo, desde<br />
los barrios, capillas y comunidades que se fueron<br />
formando.
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Desafíos para los laicos ignacianos<br />
Nos dejamos inspirar hoy en el nuevo Plan de la<br />
Provincia 2 que nos plantea opciones centrales para<br />
los jesuitas y sus obras en el <strong>Perú</strong>. “Como cuerpo<br />
apostólico estamos urgidos a afirmar la Vida en el<br />
Espíritu que dinamizará todas nuestras obras y comunidades”.<br />
Esto debemos traducirlo a nuestra vida<br />
laical fomentando en nuestros equipos una mística<br />
de amor y servicio alimentada desde la práctica de<br />
los Ejercicios Espirituales, aprendizaje y práctica de<br />
discernimiento, programas de formación teológica,<br />
social y ética, etc. Trabajar y fortalecer identidad<br />
y espiritualidad ignaciana en las obras para poder<br />
actuar como cuerpo apostólico y en red.<br />
Debemos hacer nuestras obras atrayentes y provocadoras<br />
para generar la identidad en nuestros<br />
propios equipos, para que como laicos podamos<br />
ser referentes e inspiradores de un estilo de vida y<br />
compromiso, que sean espacio de inspiración para<br />
la misión, para suscitar vocaciones para la SJ o<br />
para vivir un laicado comprometido.<br />
Celebración <strong>del</strong> Año Jubilar de la Compañía de Jesús, 2006. / Archivo SJ<br />
27<br />
Fortalezcamos la vida de equipo en la CORAJE.<br />
Procuremos mayor cohesión, coordinación y una<br />
mejor comunicación que permitan dar respuestas<br />
para la lucha contra toda forma de injusticia y<br />
exclusión. Desarrollemos propuestas y planes que<br />
influyan en las políticas públicas y en el acontecer<br />
de la iglesia.<br />
Formemos comunidades significativas para la sociedad<br />
y para la Iglesia, integrando fe y justicia.<br />
Demos impulso a las CVX 3 y al surgimiento de un<br />
trabajo con jóvenes que desde lo pastoral y social<br />
dinamice una participación activa y comprometida<br />
de la juventud en la renovación de la Iglesia y el<br />
Desarrollo Social.<br />
Busquemos la empatía con la realidad de los pobres<br />
y de los jóvenes de hoy y, en fi<strong>del</strong>idad con<br />
el Evangelio y la propuesta ignaciana <strong>del</strong> Magis,<br />
elaboremos propuestas participativas e incluyentes<br />
que nos permitan dar fuerza a una labor que<br />
desea seguir siendo compartida entre laicos y<br />
jesuitas en Ilo.<br />
2 Documento de la Compañia de Jesús - Provincia <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>, que marca los lineamientos de la institución para los próximos años.<br />
3 Comunidades de Vida Cristiana.<br />
Fe
Le conocí personalmente en<br />
mayo de 1965, en el momento<br />
mismo en que era elegido General<br />
de la Compañía de Jesús. Tenía<br />
entonces 58 años y yo 40. Traía<br />
sobre sí una historia movidísima:<br />
alumno de los Escolapios (Bilbao),<br />
universitario (Madrid), jesuita en<br />
formación (Loyola, Bélgica,<br />
USA), jesuita en activo,<br />
más de veinte años de<br />
misionero en Japón<br />
(maestro de novicios,<br />
Provincial, etc.)<br />
Le había frecuentado<br />
previamente<br />
a través de las<br />
c a u t i v a d o r a s<br />
páginas de su<br />
autobiografía<br />
“Este Japón<br />
increíble”. La<br />
obra constituye<br />
el autorretrato<br />
de un hombre<br />
capaz de vivir en<br />
encarnación permanente,<br />
haciéndose<br />
todo a todos. Esta idea,<br />
que luego él divulgaría<br />
como inculturación y sobre<br />
la que, desde la hondura de su<br />
experiencia personal, escribiría<br />
páginas definitivas. Me impresionó<br />
su primer gesto, apenas<br />
llegado a Japón, el de arrinconar<br />
sus apuntes de filosofía y teología,<br />
laboriosamente preparados en<br />
Occidente para la evangelización<br />
que imaginaba, porque “a esta<br />
ESPECIAL<br />
Pedro Arrupe,<br />
hom bre de todos<br />
gente sólo le interesa experimentar<br />
cómo viven ésos que dicen que<br />
creen en Dios”. Y simplemente se<br />
dedicó a eso: a vivir su fe viendo<br />
como vivió Jesucristo. Así lo en-<br />
contró el estallido de la primera<br />
bomba atómica. Y no pensó en<br />
otra cosa que en desvivirse por todos<br />
hasta la extenuación. Como lo<br />
había contemplado muchas veces<br />
en el autorretrato de Jesús, el buen<br />
28<br />
Ignacio Iglesias SJ<br />
samaritano de la parábola (Lc. 10,<br />
29-37).<br />
Poco después pude conocerle<br />
más, en el día a día, durante nueve<br />
años y medio, (sus últimos como<br />
General), hasta el umbral mismo<br />
de su enfermedad terminal.<br />
Necesito afirmar que, después<br />
de la fe (en la que<br />
incluyo la llamada <strong>del</strong><br />
Señor a la Compañía<br />
de Jesús); los años<br />
que viví con Arrupe<br />
entre 1972 y 1981,<br />
han sido la gracia<br />
más importante<br />
de mi vida:<br />
• Porque es una<br />
gracia vivir con<br />
un hombre apasionado<br />
<strong>del</strong> mundo,<br />
apasionado<br />
de un Dios que no<br />
tiene otra voluntad<br />
que salvar al hombre<br />
liberando su libertad,<br />
la huella más divina<br />
que todo ser humano lleva<br />
dentro de sí. Por lo que esta<br />
salvación no se impone por ningún<br />
tipo de violencia, se ofrece,<br />
se “derrocha” (Ef. 1,8) y ha de ser<br />
libremente recibida.<br />
• Es una gracia vivir con un hombre<br />
humilde que, debido a que<br />
cada día experimenta la opción<br />
de Dios por él, por su pobreza, es<br />
decidido y valiente a la hora de
ESPECIAL<br />
optar por los pobres de todas las<br />
pobrezas y vive continuamente<br />
arriesgándose por encima de<br />
todo cálculo e interés personal.<br />
Como evangélicamente pequeño<br />
que es, todo lo debe, todo lo tiene,<br />
todo lo da.<br />
• Es una gracia vivir con un servidor<br />
voluntario a quien no hace<br />
falta decirle dónde está la necesidad,<br />
porque él mismo se anticipa<br />
a descubrirla y moviliza toda su<br />
capacidad de respuesta y de recursos<br />
en ello (refugiados, ateismo,<br />
inculturación, ecumenismo, problemas<br />
teológicos de naturaleza y<br />
transmisión de la vida, marxismo,<br />
diálogo interreligioso).<br />
• Es una gracia vivir con un hombre<br />
que rebosa el optimismo de<br />
la misericordia, que no cierra los<br />
ojos al mal, pero los abre, penetrantes,<br />
al bien. El bien que obra<br />
Dios presente y activo en todo<br />
corazón humano. Por eso cree<br />
en el hombre, se fía, aunque le<br />
engañen, (¡y le engañaron!), hace<br />
creer a todos a costa de sí mismo.<br />
A su lado se crecía.<br />
• Es una gracia vivir con un amigo<br />
fuerte de Dios, un apasionado de<br />
Jesús, a quien se refiere de continuo<br />
en páginas bellísimas. Como<br />
quien se explica por Él, no se<br />
explica a sí mismo sin Él, se justifica<br />
únicamente por Él y necesita<br />
decirlo, con la vida y la palabra,<br />
como la razón de su esperanza.<br />
“En Él sólo la esperanza” fue el<br />
lema de Ignacio de Loyola y de<br />
Pedro Arrupe nació el 14 de noviembre de 1807 en<br />
Bilbao, en el “Casco Viejo”, como se llama hoy a<br />
la parte antigua de la villa. Al día siguiente recibió<br />
el bautismo en la basílica de Santiago.<br />
El 25 de enero de 1927 ingresó en la Compañía<br />
de Jesús, en el noviciado de Loyola. Cinco años<br />
más tarde, llegó el decreto de disolución de la<br />
Compañía en España. Arrupe partió al destierro<br />
y continuó sus estudios en Marneffe (Bélgica)<br />
y Valkenburg (Holanda). El 30 de julio de 1936<br />
recibe la ordenación sacerdotal. Dos años después<br />
recibe una carta <strong>del</strong> Padre General destinándole<br />
a la misión de Japón, la cual había solicitado ya<br />
muchas veces a sus superiores.<br />
Al día siguiente de entrar Japón en la II Guerra<br />
Mundial, 8 de diciembre de 1941, lo encarcelan<br />
acusándole de “espía”. Al poco tiempo de ser<br />
puesto en libertad es nombrado maestro de novicios<br />
de Nagatsuka, que se ubica en una colina a las<br />
afueras de Hiroshima. El 6 de agosto de 1945 fue<br />
testigo de la explosión de la bomba atómica y convirtió<br />
el noviciado en un hospital de emergencia.<br />
Más de ciento cincuenta personas, abrasadas por<br />
la irradiación, fueron atendidas. Más a<strong>del</strong>ante fue<br />
nombrado superior de todos los jesuitas de Japón,<br />
con el cargo de Viceprovincial el 24 de marzo<br />
1954. Luego Pedro Arrupe fue elegido Prepósito<br />
29<br />
Arrupe, la sentencia dará título<br />
más tarde a un compendio de<br />
páginas íntimas suyas.<br />
• Es una gracia vivir con un seguidor<br />
de ese Jesús, que, por eso,<br />
no se reserva, no excluye, busca<br />
abiertamente a los discriminados.<br />
• Finalizo aquí estas reflexiones,<br />
sin haber agotado la gracia de<br />
Dios de ese hombre, ambulante<br />
por todos los caminos <strong>del</strong> mundo<br />
y por todos los escenarios de los<br />
hombres que fue Pedro Arrupe,<br />
hombre de todos y para todos. O,<br />
más todavía “por” todos. Como el<br />
Maestro. Todos se sintieron importantes<br />
a su lado. A nadie hizo<br />
sombra. Quienes le conocimos, le<br />
tuvimos, y le seguimos teniendo,<br />
por nuestro.<br />
General de la Compañía de Jesús el 22 de mayo<br />
de 1965.<br />
Supo afrontar los tiempos azarosos y renovadores<br />
en los que entraba la sociedad humana<br />
y la Iglesia después <strong>del</strong> Concilio Vaticano II.<br />
Lleno de valor, de visión <strong>del</strong> presente y <strong>del</strong> futuro<br />
y, sobre todo, de una inquebrantable fe en<br />
Dios, tuvo que sufrir incomprensiones y contradicciones<br />
de todas partes, incluso, a veces,<br />
de las más altas instancias de la Iglesia. El 2<br />
de diciembre de 1974 se convocó a la Congregación<br />
General Nº 32. Este encuentro fue un<br />
hito fundamental en la historia de los jesuitas,<br />
sobre todo por la proclamación de que la fe en<br />
Dios ha de ir insoslayablemente unida a la lucha<br />
infatigable para abolir todas las injusticias<br />
que pesan sobre la humanidad. El 7 de agosto<br />
de 1981, sufrió una trombosis cerebral que le<br />
dejó incapacitado <strong>del</strong> lado derecho.<br />
El 3 de septiembre de 1983, en la Congregación<br />
General Nº 33, Arrupe presentó su renuncia<br />
al cargo y Peter-Hans Kolvenbach fue<br />
elegido General de la Compañía. Finalmente,<br />
el 5 de febrero de 1991 entregó su alma a Dios<br />
en la casa generalicia de los jesuitas en Roma<br />
y sus ultimas palabras fueron: “Por el presente<br />
Amén y por el futuro Aleluya”.
El padre Jean-Yves Calvez<br />
es uno de los jesuitas más<br />
reconocidos en la actualidad,<br />
tanto en el ámbito religioso<br />
como en el mundo académico.<br />
El motivo principal de su visita<br />
a nuestro país, en octubre <strong>del</strong><br />
<strong>2007</strong>, fue compartir con nosotros<br />
los recuerdos más valiosos<br />
que guarda de su experiencia<br />
de trece años como asistente<br />
<strong>del</strong> padre Pedro Arrupe, en ese<br />
entonces Superior General de<br />
la Compañía de Jesús.<br />
“Él era de una sencillez extrema.<br />
A veces me parecía el<br />
niño a quien Jesús mira en el<br />
Evangelio quien, sin embargo,<br />
conocía la condición humana y<br />
sus limitaciones. Arrupe también<br />
ha sido para mí, en forma<br />
ejemplar, el hombre para los<br />
demás. No enseñaba mucho de<br />
palabra, sino por su vida, por la<br />
expresión de su rostro, por su<br />
mirada”, recordó el sacerdote.<br />
Asimismo, el padre Calvez<br />
tuvo la oportunidad de exponer<br />
sus reflexiones y nuevos<br />
trabajos académicos sobre los<br />
temas de ética económica y<br />
social, a los cuales se ha dedicado<br />
a estudiar y desarrollar<br />
en los últimos años ante<br />
los retos que se presentan en<br />
esta sociedad globalizada de<br />
El padre J ean-Yves<br />
Calvez en el Peru<br />
inicios <strong>del</strong> siglo XXI.<br />
En nuestra capital dictó dos<br />
conferencias los días 30 y 31<br />
de octubre. La primera trató<br />
sobre la ética en el mundo de<br />
la empresa y la segunda giró<br />
en torno a la visión que Pedro<br />
Arrupe tenía <strong>del</strong> mundo. Mientras<br />
que el 3 de noviembre, en<br />
la ciudad de Arequipa, habló<br />
sobre la gestión empresarial<br />
para una nueva cultura social.<br />
Aparte de esas actividades, el<br />
padre Calvez compartió sus<br />
experiencias con otros jesuitas<br />
y personas allegadas a la Compañía<br />
en el <strong>Perú</strong>. Asimismo,<br />
concedió entrevistas en Radio<br />
Filarmonía y al periodista César<br />
Hildebrandt en Radio San<br />
Borja 1 .<br />
Durante la homilía de la misa<br />
que se celebró en la Parroquia<br />
Nuestra Señora de los Desamparados<br />
en Breña, el padre<br />
Calvez destacó que existen<br />
tres cosas fundamentales de<br />
la vida de San Ignacio y de la<br />
vocación jesuita que aparecen<br />
subrayadas en las lecturas que<br />
la Iglesia nos ofrece para la ceremonia<br />
por el aniversario <strong>del</strong><br />
fundador de la Compañía.<br />
“Hay, primero, en el Deuteronomio<br />
la propuesta misma<br />
1 Puede ser escuchada en: www.jesuitasperu.org/pags/index.asp?id=148&m=3&p1=860<br />
30<br />
ESPECIAL<br />
de Dios al hombre, que en<br />
la práctica es el principio y<br />
fundamento de los Ejercicios<br />
Espirituales. Después, en la<br />
lectura de San Pablo, aparece<br />
la conversión que es uno de los<br />
temas que está íntimamente<br />
asociado a San Ignacio. La tercera<br />
lectura es la <strong>del</strong> Evangelio<br />
de San Lucas. El hombre, dice<br />
Jesús, debe cargar con su cruz.<br />
Pero se trata de algo más que<br />
eso, la vocación jesuita es estar<br />
con Jesús cargando su propia<br />
cruz y que seamos sus amigos”,<br />
manifestó el padre Calvez.<br />
Más a<strong>del</strong>ante, brindó su testimonio<br />
sobre la forma en que el<br />
padre Arrupe percibía el mundo<br />
y cómo veían a los jesuitas:<br />
“Quería a África, a América<br />
<strong>del</strong> Sur y <strong>del</strong> Norte. No quería<br />
que se despreciara a Europa, en<br />
cierto sentido descristianizada,<br />
pero que había sido la evangelizadora<br />
de tantos pueblos<br />
y la tierra de varios santos.<br />
Mientras que Asia tenía un lugar<br />
privilegiado en su corazón<br />
por haber pasado veintisiete<br />
años como misionero en el<br />
Japón. Pude ver a este hombre<br />
llevando a la Compañía de Jesús<br />
entera sobre sus espaldas,<br />
inquieta ante las sospechas que<br />
podían tener acerca de ella los<br />
Vicarios de Cristo. Hemos po-
ESPECIAL<br />
dido vivir momentos difíciles<br />
en el tiempo en que era Padre<br />
General pero ¡que gran suerte<br />
ha sido haberlo tenido a él en<br />
el cargo precisamente en ese<br />
instante! ¿Qué habría sido ella<br />
sin él y sin la inmensa confianza<br />
que le tenían la mayoría de<br />
nuestros compañeros?”.<br />
En conclusión, la visita <strong>del</strong><br />
padre Calvez nos ha permitido<br />
conocer con mayor detalle su<br />
pensamiento y reflexiones sobre<br />
la sociedad contemporánea<br />
y su testimonio cercano y fraternal<br />
sobre un jesuita ejemplar<br />
como fue Pedro Arrupe.<br />
El padre Jean-Yves Calvez SJ nació en<br />
Francia en 1927. Fue testigo, durante su<br />
infancia y adolescencia, de importantes<br />
cambios políticos, económicos y sociales<br />
en el mundo. Su vocación religiosa<br />
lo llevó a ingresar a un noviciado jesuita<br />
para luego ordenarse como sacerdote y<br />
convertirse en un destacado filósofo y<br />
teólogo.<br />
Ha sido Superior de los jesuitas de la<br />
provincia de Francia y es un experto en<br />
temas <strong>del</strong> Concilio Vaticano II, donde<br />
participó activamente en la redacción de<br />
la Constitución Gaudium et spes. Actualmente<br />
es profesor de Filosofía Social y<br />
director <strong>del</strong> departamento de Ética Pública<br />
en el Centro Sèvres de la Compañía de<br />
Jesús en París. También ejerce la docencia<br />
en la Facultad de Ciencias Sociales<br />
y Económicas <strong>del</strong> Institut Catholique de<br />
dicha ciudad. Asimismo, es consultor de<br />
la Santa Sede <strong>del</strong> Secretariado para los<br />
No Creyentes y <strong>del</strong> Consejo Pontificio de<br />
Justicia y Paz. Uno de los cargos por el<br />
cual es más recordado es el de Asistente<br />
por trece años <strong>del</strong> Prepósito General, cargo<br />
que ejercía el padre Pedro Arrupe.<br />
El padre Calvez ha publicado más de treinta libros durante su carrera académica y religiosa. Entre los<br />
títulos más destacados se encuentran: El pensamiento de Karl Marx (1956), Eglise et société économique,<br />
L’enseignement social des papes de Léon XIII à Pie XII (1961), Eglise et société économique,<br />
L’enseignement social de Jean XXIII (1963), La politique et Dieu (1985), L’Eglise pour la démocratie<br />
(1992), Le père Arrupe, l’Eglise après le Concile (1997), Ética económica y ética política (1998),<br />
Socialismes et marxismes, Inventaire pour demain (1998), Compagnon de Jésus, un itinéraire (2000)<br />
y El horizonte <strong>del</strong> nuevo siglo. Reflexiones sobre la justicia y la paz en el mundo (2004).<br />
Actualmente, su atención se centra en la concepción de la gestión empresarial para una nueva cultura<br />
social. Según el padre Calvez, en un pasado reciente se consideraba que existía una autonomía casi<br />
absoluta de lo económico con respecto a la vida social. Sin embargo, de acuerdo con su pensamiento,<br />
ambos aspectos están íntimamente relacionados.<br />
31
Gestio ión empresarial y<br />
cultura social<br />
En la actualidad se precisa de<br />
una nueva concepción de la<br />
gestión empresarial y, más aún,<br />
de una renovada cultura social a<br />
nivel mundial. Ambos aspectos,<br />
profundamente interrelacionados,<br />
serán motivo de este análisis,<br />
el cual intentará abrir el<br />
diálogo sobre el significado real<br />
de los conceptos.<br />
SIGNOS DEL CAMBIO<br />
En un pasado reciente, lo económico<br />
ostentaba casi una<br />
autonomía absoluta. Muchas<br />
personas presuponían que había<br />
una separación total entre lo<br />
económico y las preocupaciones<br />
sociales y políticas. Esta idea<br />
era percibida, por ejemplo, de<br />
forma más nítida en Argentina<br />
que en Europa hacia la década<br />
de los 90.<br />
Sin embargo, hoy se redescubre<br />
que las decisiones importantes<br />
para las personas son las<br />
políticas. Muchas de ellas han<br />
cambiado la vida de la gente e<br />
incluso de grandes agrupaciones<br />
económicas ¿Por qué nuestra<br />
mentalidad, nuestra percepción<br />
general de lo económico y lo<br />
político, ha cambiado tanto estos<br />
últimos años?<br />
Hasta alrededor de los años<br />
1989-1991 se podía pensar en<br />
una pacificación apolítica. Se<br />
postuló el “fin de la historia”,<br />
es decir, la instalación definitiva<br />
de un mercado libre favorable a<br />
todos y de una forma blanda de<br />
Estado democrático (no tenía<br />
que intervenir en cuestiones<br />
difíciles). Sabemos que pasó<br />
después: la inclusión (inevitable)<br />
de China en el circuito de<br />
los intercambios mundiales; el<br />
11 de septiembre de 2001 (Nueva<br />
York y Washington); Atocha,<br />
2004 (Madrid); los atentados en<br />
el subterráneo de Londres en<br />
2005; las guerras de Afganistán<br />
e Irak (esta última sustentada<br />
en una confusa justificación); el<br />
resurgimiento <strong>del</strong> problema de<br />
la abolición de las armas nucleares.<br />
Todo esto describe un<br />
mundo difícil, muy político, y<br />
con evidente incidencia sobre la<br />
economía entera.<br />
Han surgido también los riesgos<br />
ecológicos, que la economía an-<br />
Nuevos cam inos* * *<br />
Jean-Yves Calvez SJ<br />
Centre Sèvres y CERAS - Centro de Investigación y Acción Social, París.<br />
* *<br />
terior podía ignorar, pues se propalaba<br />
la teoría de la irresponsabilidad<br />
empresarial (la empresa<br />
se abocaba solo a conseguir ganancias).<br />
Además, la protección<br />
social tocaba al Estado que,<br />
desde luego, se creía autosuficiente<br />
(como si los recursos le<br />
llegasen sin la intervención <strong>del</strong><br />
trabajo de la población y de las<br />
empresas). Por estas razones se<br />
habla hoy más frecuentemente<br />
de “empresa ciudadana”. Esta<br />
concepción cristaliza el hecho<br />
que las empresas, como también<br />
los individuos (consumidores),<br />
participan en la responsabilidad<br />
<strong>del</strong> bienestar ecológico.<br />
Los problemas se agravan si<br />
observamos que las empresas<br />
(sobre todo las más grandes) son<br />
más dependientes de los grandes<br />
grupos financieros y de especuladores.<br />
Estos, directa o indirectamente,<br />
toman las decisiones<br />
relacionadas con las empresas<br />
productivas. La influencia de las<br />
finanzas es hoy decisiva, para<br />
bien o para mal, en la economía<br />
productiva. Hablamos de financiarización,<br />
con sus ventajas y<br />
sus peligros.<br />
* Texto condensado y editado de la conferencia “La Ética en el mundo de la empresa” desarrollada por el autor en la Universidad <strong>del</strong> Pacífico en octubre<br />
<strong>del</strong> <strong>2007</strong><br />
32<br />
ESPECIAL
ESPECIAL<br />
Ilustración: Carlos Pedreros<br />
“Los daños que se pueden<br />
sufrir en una economía<br />
sin regulación son tan<br />
grandes que invitan a<br />
acudir a aquella sociedad<br />
política muchas veces<br />
desvalorizada.”<br />
El cuadro anterior altera y cambia<br />
la gestión empresarial en muchos<br />
sentidos. En particular, destruye<br />
su independencia. En cierto sentido,<br />
antaño todo era estable; hoy,<br />
todo está fluctuando. Psicológicamente,<br />
los directivos empresariales<br />
se encuentran en una situación<br />
de incertidumbre y experimentan<br />
una pérdida de su iniciativa.<br />
HACIA UNA EMPRESA<br />
HUMANA<br />
La introducción de la problemá-<br />
tica empresarial en la enseñanza<br />
social de la Iglesia Católica se<br />
produjo en los años posteriores a<br />
la Segunda Guerra Mundial. La<br />
importancia de este ámbito de<br />
reflexión radicó en que se plantearon<br />
una serie de problemas,<br />
entre ellos la reforma y construcción<br />
de una empresa humana y<br />
comunitaria.<br />
En aquel tiempo casi no se tocaba<br />
la relación de la empresa<br />
con las finanzas. La empresa<br />
obtenía las finanzas, si se puede<br />
decir, básicamente dentro de ella<br />
misma. Un concepto muy fuerte<br />
en aquel tiempo era el de reinversión<br />
o autoinversión. Casi se<br />
hubiera podido pensar en una<br />
empresa sola en el mundo y no<br />
inmersa, como lo está hoy, en el<br />
océano de las finanzas, de múltiples<br />
operaciones y con multitud<br />
de actores fuera de su control.<br />
La contradicción principal pro-<br />
33<br />
venía <strong>del</strong> carácter inhumano<br />
que muchos atribuían a la empresa.<br />
Esa percepción emanaba<br />
de un conocimiento circunscrito<br />
solamente a la sociedad de capitales<br />
o al capital patrimonial<br />
como dueño único. Al finalizar<br />
la Segunda Guerra Mundial el<br />
enfoque cambió, fruto de una<br />
cultura paternalista y porque<br />
todos los países habían sufrido<br />
las consecuencias bélicas: se<br />
afirmó que la empresa era una<br />
comunidad y debía organizarse<br />
de manera comunitaria. Era<br />
preciso considerar los aportes<br />
individuales cuantificables y<br />
la presencia de las personas<br />
mismas, todas implicadas y con<br />
verdadero derecho de gozar de<br />
un campo de iniciativa y decisión,<br />
como es propio de toda<br />
persona humana.<br />
En consecuencia, la doctrina<br />
social de la Iglesia consistió<br />
durante ese período en la afir-
mación <strong>del</strong> carácter comunitario<br />
de los integrantes de la empresa:<br />
accionistas, administradores y<br />
trabajadores. La solidaridad de<br />
los integrantes de la empresa<br />
(solidaridad interna) se entendió<br />
como un elemento fundamental<br />
de toda la economía. Se pensó<br />
que su crecimiento también<br />
originaría el incremento de la<br />
solidaridad externa o global.<br />
Extendámonos sobre la nueva<br />
cultura social que se considera<br />
“No se trata de oponer la<br />
sociedad al individuo. Se<br />
trata de reconocer que no<br />
hay existencia individual<br />
sino por y con otro: somos<br />
redes de relaciones interpersonales.”<br />
Ilustración: Carlos Pedreros<br />
hoy día como imprescindible y<br />
que, además, parece haberse ya<br />
iniciado. Su origen no es sino<br />
el resultado de las interdependencias<br />
mundiales en muchos<br />
aspectos. La palabra “mundialización”,<br />
término de amplio uso<br />
y abuso, se corresponde con algo<br />
real. Sin embargo, la misma palabra<br />
parece, a veces, suponer casi<br />
una disolución o disgregación de<br />
toda sociedad como tal.<br />
Debemos añadir que en las últimas<br />
décadas se ha producido un<br />
fuerte crecimiento <strong>del</strong> individualismo<br />
en la búsqueda de mayor<br />
autonomía e independencia personal.<br />
Ello como consecuencia<br />
<strong>del</strong> progreso de la educación<br />
escolarizada (el paso, en un corto<br />
lapso, de un gran número de<br />
personas a un nivel de educación<br />
secundaria); el acceso individualizado<br />
a inmensas fuentes de in-<br />
34<br />
ESPECIAL<br />
formación (Internet ha devenido<br />
en un acontecimiento decisivo)<br />
y la miniaturización tecnológica<br />
de instrumentos adaptados al<br />
individuo mismo.<br />
A partir de esta visión de progreso<br />
individual se concluye<br />
fácilmente que no tiene sentido<br />
hablar de sociedad, sino de<br />
solo una relación contractual.<br />
Recuerden a Margaret Thatcher<br />
proclamando no haber encontrado<br />
nunca “la sociedad”. Tampoco<br />
yo, es verdad, la he encontrado<br />
en este sentido. Sin embargo, aún<br />
el consumidor poco enterado de<br />
los misterios de la economía, al<br />
visitar los supermercados y comprar<br />
sus camisas y pantalones,<br />
hoy se da cuenta de la presencia<br />
universal de los textiles chinos;<br />
reconoce, en consecuencia, su<br />
pertenencia al mismo mundo que<br />
los productores asiáticos; deduce
ESPECIAL<br />
que, directa o indirectamente,<br />
tiene que discutir o negociar con<br />
ellos, descubre que forma con<br />
ellos sociedad, lo quiera o no.<br />
De tal suerte que la apertura comercial<br />
misma es una instancia<br />
de creación de sociedad mucho<br />
más que de disolución social.<br />
Y, en consecuencia, requiere<br />
de una nueva cultura social,<br />
solamente que a un nivel más<br />
amplio que antes.<br />
En cada nación, la interacción<br />
social ha crecido muchísimo en<br />
los últimos 50 años. En ese lapso<br />
toda la atención reformadora y<br />
ética –también la de la Iglesia– se<br />
centró en la empresa entendida<br />
casi en sí misma, como si el mundo<br />
económico y la sociedad civil<br />
entera estuviesen constituidos por<br />
“mónadas” (celdas incomunicadas<br />
entre sí) que solamente se encuentran<br />
a través de la presencia de<br />
los productos en el mercado. El<br />
movimiento de mundialización<br />
descubrió, por el contrario, que<br />
no podemos desinteresarnos de<br />
los otros. Por lo tanto, nuestras<br />
empresas están llamadas también<br />
a desconcentrarse, formando así<br />
parte de una gran sociedad o comunidad.<br />
NUEVA SOCIEDAD Y NUEVA<br />
CULTURA<br />
Esta gran sociedad necesita de<br />
humanización, como la precisaba<br />
la empresa en el tiempo de la postguerra.<br />
Es la tarea <strong>del</strong> momento: se<br />
nos propone, por no decir que se<br />
nos impone, una cultura social de<br />
nuevas dimensiones. En la actualidad,<br />
hay una sociedad, en lugar<br />
de muchas sociedades. También<br />
hay una nueva cultura social de la<br />
que participamos a través de una<br />
amplia red común de información,<br />
obras culturales y artísticas, que<br />
refuerza nuestro sentido de mutua<br />
pertenencia.<br />
Lo político, después <strong>del</strong> episodio<br />
ideológico <strong>del</strong> “Estado mínimo”,<br />
también está de vuelta. Los daños<br />
que se pueden sufrir en una economía<br />
sin regulación son tan grandes<br />
que invitan a acudir a aquella<br />
sociedad política muchas veces<br />
desvalorizada. Al momento de<br />
constatar los desequilibrios de la<br />
situación económica actual, no se<br />
puede ignorar el servicio que puede<br />
prestar una comunidad política<br />
en escala mundial.<br />
Por otro lado, hoy en día nuestra<br />
comunidad tiene una percepción<br />
más aguda de su participación en<br />
el campo ecológico: la idea de que<br />
no podemos vivir y convivir sino<br />
socialmente y haciendo sacrificios<br />
unos para otros. En este sentido, el<br />
tiempo <strong>del</strong> individualismo radical<br />
debería estar en sus últimos momentos,<br />
a pesar de la autonomía<br />
humana en muchos aspectos. Todo<br />
esto llama a formar sociedad en un<br />
sentido nuevo, a desarrollar una<br />
cultura social.<br />
LA RESPUESTA EMPRESARIAL<br />
El ámbito empresarial puede contribuir<br />
al reto de una nueva cultura<br />
social de muchas maneras. Lo<br />
primero es, evidentemente, tomar<br />
conciencia de esta realidad y sus<br />
posibilidades.<br />
Las empresas pueden responder<br />
a través de la cooperación entre<br />
ellas, incluso para defenderse de<br />
su disolución por razones financieras.<br />
Además, están en condiciones<br />
de organizarse ellas mismas, o de<br />
exigir regulaciones que impidan<br />
los abusos. Se entiende que las<br />
normas constituyen, a largo plazo,<br />
una ventaja.<br />
La empresa participa de la nueva<br />
cultura social si contribuye a la<br />
toma de conciencia de los peligros<br />
ecológicos que se deben de enfrentar,<br />
en vez de situarse en una posición<br />
defensiva, que protege sólo<br />
35<br />
el corto plazo. La razón estriba en<br />
que gran parte de las soluciones están<br />
efectivamente en manos de las<br />
empresas mismas, sin que medien<br />
autoridades externas o por una<br />
coacción política.<br />
REPERCUSIONES INTERNAS<br />
Todo esto se debe desde luego<br />
reflejar en el contenido mismo de<br />
la discusión entre los integrantes<br />
de la empresa. En el mejor de los<br />
casos, en nuestro tiempo hay un<br />
cierto intercambio de información<br />
con los representantes <strong>del</strong> personal<br />
en algunas materias sociales de<br />
solución inmediata, pero muchas<br />
otras cosas se mantienen en reserva<br />
(despidos, reubicaciones, etc.).<br />
La participación en las respuestas<br />
que se pueden dar a las exigencias<br />
de una cultura social será algo muy<br />
constructivo para toda la vida de la<br />
empresa ciudadana.<br />
Una característica preocupante de<br />
la mentalidad contemporánea es<br />
que muchos aún se desentiendan de<br />
la gestión <strong>del</strong> capital, contentándose<br />
con protestar en el momento de<br />
sufrir decisiones de origen externo.<br />
Sin embargo, la nueva cultura social<br />
comporta la corresponsabilidad<br />
de las decisiones.<br />
RECONOCIENDO AL OTRO<br />
Se debe entender claramente la<br />
recuperación de la dimensión<br />
social que implica la nueva cultura<br />
hoy exigida. No se trata de<br />
oponer la sociedad al individuo.<br />
Se trata de reconocer que no hay<br />
existencia individual sino por y<br />
con otro: somos redes de relaciones<br />
interpersonales. No vivimos<br />
como las entidades espirituales<br />
que somos sino por el reconocimiento<br />
<strong>del</strong> otro o de los otros. Tal<br />
vez la nueva cultura social que se<br />
impone cada vez más, nos lleve<br />
a una concepción mucho más<br />
equilibrada de la relación entre<br />
persona y sociedad.
JUSTICIA<br />
384. Ser discípulos y misioneros de Jesucristo<br />
para que nuestros pueblos, en Él, tengan vida,<br />
nos lleva a asumir evangélicamente y desde<br />
la perspectiva <strong>del</strong> Reino las tareas prioritarias<br />
que contribuyen a la dignificación de todo<br />
ser humano, y a trabajar junto con los demás<br />
ciudadanos e instituciones en bien <strong>del</strong> ser<br />
humano. El amor de misericordia para con todos<br />
los que ven vulnerada su vida en cualquiera de<br />
sus dimensiones, como bien nos muestra el Señor<br />
en todos sus gestos de misericordia, requiere que<br />
socorramos las necesidades urgentes, al mismo<br />
tiempo que colaboremos con otros organismos<br />
o instituciones para organizar estructuras más<br />
justas en los ámbitos nacionales e internacionales.<br />
Urge crear estructuras que consoliden un orden<br />
social, económico y político en el que no haya<br />
inequidad y donde haya posibilidades para todos.<br />
Igualmente, se requieren nuevas estructuras que<br />
promuevan una auténtica convivencia humana,<br />
que impidan la prepotencia de algunos y faciliten<br />
el diálogo constructivo para los necesarios<br />
consensos sociales.<br />
V Conferencia General <strong>del</strong> Episcopado Latinoamericano y <strong>del</strong><br />
Caribe (Aparecida, 13-31 de mayo de <strong>2007</strong>). Lima: Conferencia<br />
Episcopal Peruana, <strong>2007</strong>.
Justicia<br />
Los jóvenes que habitan los conos de Lima se encuentran en riesgo social. / Archivo SJ<br />
38<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Proyecto de Justicia Juvenil Restaurativa<br />
Restableciendo el vínculo con la sociedad<br />
Los peruanos percibimos que cada día el crimen<br />
avanza, se organiza mejor y se torna<br />
más cruento, mientras que el sistema penal, por el<br />
contrario, se muestra incapaz de responder oportuna<br />
y efectivamente a la necesidad ciudadana de<br />
seguridad.<br />
Las encuestas así lo corroboran. En la Primera<br />
Encuesta Anual sobre Situación de la Violencia<br />
en el <strong>Perú</strong>, realizada en Lima y Callao, por la<br />
Universidad de Lima en marzo <strong>del</strong> <strong>2007</strong>, el 84%<br />
coincide en que la sociedad peruana es violenta o<br />
muy violenta. De igual modo, en otra encuesta de<br />
Imasen-IDL sobre seguridad ciudadana en Lima y<br />
Callao en febrero <strong>del</strong> mismo año, se percibe que la<br />
mayor preocupación de la ciudadanía son los robos<br />
en la calle (80%), el pandillaje (55%), el consumo<br />
y comercialización de drogas (41%), entre otros.<br />
Óscar Vásquez Bermejo<br />
También, se observa que la violencia <strong>del</strong>incuencial<br />
está aumentando (60%) y los niveles de desaprobación<br />
de la actuación policial se incrementan (53%).<br />
Frente a ello, son cada vez más las voces que nos<br />
dicen que las leyes son demasiado permisivas, que<br />
es necesario establecer penas más duras que intimiden<br />
a los <strong>del</strong>incuentes; pero… ¿es la salida? El<br />
sistema penal asentado en el mo<strong>del</strong>o retributivo no<br />
encuentra más salidas. Las recetas son las mismas,<br />
pero sus efectos son inocuos. Cuanto más dura es<br />
la respuesta punitiva, pareciera que la criminalidad<br />
se fortaleciera. Continuar en la misma senda pareciera<br />
llevarnos al fracaso.<br />
Hoy en día se vienen ensayando caminos distintos<br />
al retribucionismo. Por ello es que en muchos países<br />
la justicia restaurativa ha entrado con mucha
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
El equipo <strong>del</strong> proyecto trabaja conjuntamente con la Policía y el Poder Judicial. / Archivo SJ<br />
fuerza, como una alternativa interesante, creativa y<br />
constructiva, como una posibilidad que entusiasma<br />
tanto al operador de justicia como al ciudadano.<br />
A este tipo de justicia se le denomina de diversas<br />
maneras: justicia conciliadora, reparadora o restitutiva,<br />
pero existe consenso en preferir llamarla<br />
restaurativa o restauradora, principalmente porque<br />
busca, al fin y al cabo, restablecer el vínculo social<br />
quebrado por el acto trasgresor de la ley.<br />
La justicia restaurativa que se ha inspirado en diversas<br />
formas de justicia de pueblos y culturas de<br />
países como Canadá, Nueva Zelanda o Australia,<br />
se asienta en tres dimensiones importantes que involucran<br />
activamente a tres actores distintos: responsabilidad<br />
<strong>del</strong> autor, restauración de la víctima y<br />
la reintegración <strong>del</strong> infractor en la comunidad.<br />
A diferencia de la justicia retributiva, en la cual<br />
la vulneración a la ley y el castigo consecuente<br />
constituyen el eje central, la justicia restaurativa<br />
se centra en las consecuencias que el <strong>del</strong>ito ha supuesto<br />
para una persona en concreto y la necesidad<br />
de repararlo. Busca, pues, que el ofensor se haga<br />
39<br />
responsable de las consecuencias de su acto, procurando<br />
que en el encuentro con la víctima haya<br />
una reconciliación basada en la restitución <strong>del</strong> daño<br />
y el perdón; y también que se restituya el vínculo<br />
social, procurando la reintegración <strong>del</strong> infractor en<br />
la comunidad, fortaleciendo así el sentimiento de<br />
seguridad quebrantado.<br />
La justicia restaurativa se basa en los siguientes<br />
principios de la participación activa <strong>del</strong> ofensor, de<br />
la víctima y de la comunidad; la reparación material<br />
y simbólica <strong>del</strong> daño; la responsabilidad completa<br />
y directa <strong>del</strong> autor; la reconciliación con la víctima<br />
y con la comunidad y el compromiso comunitario<br />
para enfrentar integralmente el conflicto social y<br />
sus consecuencias.<br />
Proyecto piloto<br />
Justicia<br />
Con el propósito de poner en práctica la justicia<br />
juvenil en el <strong>Perú</strong>, a inicios <strong>del</strong> 2005, Encuentros,<br />
Casa de la Juventud, y la Fundación Tierra<br />
de Hombres, impulsan un proyecto piloto con la<br />
finalidad de validar un mo<strong>del</strong>o de justicia juvenil<br />
restaurativa, adaptado a la realidad peruana, capaz
Justicia<br />
40<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
El proyecto trabaja de puerta en puerta en los conos de Lima. / Archivo SJ
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
de ser asumido por el Estado y replicado en el<br />
ámbito nacional.<br />
La experiencia se ejecuta en los distritos de El<br />
Agustino (Lima) y José Leonardo Ortiz (Chiclayo).<br />
Cuenta en cada lugar con 3 componentes:<br />
Equipo de Defensa Inmediata (EDI), Equipo de<br />
Acompañamiento Educativo (EACE) y un Equipo<br />
de Redes. Para su implementación se firmó convenios<br />
con el Poder Judicial, Ministerio Público,<br />
Ministerio de Justicia, Ministerio <strong>del</strong> Interior,<br />
Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, Defensoría<br />
<strong>del</strong> Pueblo, la Academia de la Magistratura<br />
y los gobiernos locales de los distritos donde se<br />
ejecuta el proyecto.<br />
Cuando un adolescente que ha cometido una<br />
infracción es detenido, el Fiscal y/o la Policía comunica<br />
al EDI sobre el hecho. El EDI se apersona<br />
inmediatamente a la comisaría con la finalidad de<br />
proteger sus derechos, asegurar la presencia de la<br />
familia, verificar su situación jurídica y hacer una<br />
evaluación preliminar sobre su condición sociofamiliar.<br />
En los casos de mayor gravedad (homicidio o violación)<br />
se coordina con el defensor de oficio para<br />
que asuma su defensa; en los otros casos, si hay<br />
disposición <strong>del</strong> adolescente y su familia, la defensa<br />
es asumida por el proyecto. El EDI con ese mandato<br />
promueve la remisión (apartar al adolescente <strong>del</strong><br />
proceso judicial) y la aplicación de medidas alternativas<br />
a la privación de la libertad (especialmente<br />
la prestación de servicios a la comunidad), para lo<br />
cual toma en cuenta las capacidades y posibilidades<br />
<strong>del</strong> adolescente y su entorno familiar. El EDI cuenta<br />
con un equipo multidisciplinario, conformado<br />
por abogados, psicólogas, trabajadoras sociales y<br />
colaboradores comunitarios.<br />
En caso que el adolescente sea remitido a un programa<br />
de orientación o se le imponga una medida<br />
socioeducativa no privativa de libertad, el EACE<br />
interviene con el propósito de recuperar y reinsertar<br />
al adolescente a través de un proceso educativo.<br />
Considerando la situación personal y particular <strong>del</strong><br />
adolescente, el Equipo de Acompañamiento diseña<br />
un programa de orientación o socioeducativo, lo<br />
presenta al operador judicial (fiscal o juez) y luego<br />
asume la responsabilidad de implementarlo, informando<br />
permanentemente a la autoridad sobre los<br />
41<br />
avances o dificultades que se pueden presentar.<br />
El EACE emplea los diversos recursos de la comunidad<br />
para la realización de los programas socioeducativos<br />
y de orientación que diseña y acompaña.<br />
Por ejemplo, servicios de salud, capacitación<br />
laboral, deportivos, pastorales, etc. El Equipo de<br />
Redes se encarga de identificar, evaluar y establecer<br />
convenios y acuerdos de colaboración.<br />
El proyecto de justicia juvenil restaurativa, además,<br />
de manera especial promueve la mediación<br />
entre la víctima y el agresor. El EDI, cuando<br />
interviene en la comisaría, evalúa y propone al<br />
adolescente y a la víctima la posibilidad de llegar<br />
a una mediación. En caso que haya disposición<br />
de ambos lados, el EACE prepara a las partes<br />
informándoles y acompañando el proceso de mediación.<br />
Una vez que los involucrados llegan a un<br />
acuerdo de reparación <strong>del</strong> daño (sea material o<br />
simbólico), se firma un acuerdo con pleno conocimiento<br />
de la autoridad jurisdiccional y el EACE<br />
supervisa su cumplimiento.<br />
Resultados y proyecciones<br />
Justicia<br />
El proyecto culminó exitosamente su primera fase<br />
en el <strong>2007</strong>. Los principales resultados son los siguientes:<br />
- Se atendieron a 335 adolescentes infractores a<br />
nivel policial. De ellos el 57% fueron asumidos<br />
por el Proyecto, siguiendo un programa socioeducativo<br />
o de orientación.<br />
- Las infracciones que en mayor proporción<br />
cometieron los adolescentes fueron: robo agravado<br />
(29%), pandillaje (22%) y hurto (11%).<br />
El 84.4% de ellos tiene entre los 15 y 17 años<br />
de edad.<br />
- El proyecto, además, publica la revista Justicia<br />
para Crecer, dirigida a operadores y profesionales<br />
vinculados a la justicia juvenil restaurativa.<br />
- Para la siguiente fase (2008 -2010), el programa<br />
buscará profundizar los instrumentos fundamentales<br />
de la justicia restaurativa (remisión,<br />
mediación y prestación de servicios a la comunidad);<br />
desarrollará un servicio especializado<br />
de atención a las víctimas (especialmente los<br />
menores de edad); promoverá diversos programas<br />
de capacitación a operadores de justicia y<br />
buscará mejorar las políticas públicas.
Justicia<br />
Protegiendo los derechos de<br />
los desplazados<br />
El Servicio internacional jesuita a los refugiados<br />
El <strong>2007</strong> ha sido de transición y continuidad<br />
para el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS).<br />
El 1 de noviembre, tras siete años de servicio, el<br />
padre Lluís Magriñà SJ entregó la responsabilidad<br />
de director internacional al padre Peter Balleis SJ.<br />
Bajo el vivificante liderazgo <strong>del</strong> padre Magriñà, el<br />
JRS amplió rápidamente su atención a las personas<br />
desplazadas por la fuerza, caminando hacia una organización<br />
humanitaria, sin perder ninguno de los<br />
valores de acompañamiento y servicio inspirados<br />
en la fe.<br />
El JRS trabaja en 50 países y casi siempre en<br />
condiciones muy difíciles. Tiene como objetivo,<br />
acompañar, servir y defender los derechos de los<br />
Detención de niños en Tailandia. / Foto: JRS Asia Pacífico<br />
42<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
James Stapleton<br />
Coordinador Internacional de Comunicaciones<br />
Servicio Jesuita a Refugiados<br />
refugiados y desplazados forzosos. La misión<br />
confiada al JRS comprende a todos los que han<br />
sido apartados de sus hogares por los conflictos,<br />
los desastres humanitarios o las violaciones de los<br />
derechos humanos, de acuerdo con la enseñanza<br />
social católica que define como refugiado “de facto”<br />
a múltiples categorías de personas.<br />
Proyectos<br />
El año pasado, los 1,200 voluntarios <strong>del</strong> JRS ayudaron<br />
a más de medio millón de personas. Los<br />
servicios, que incluyen programas de atención<br />
pastoral, educación de niños y adultos, servicios<br />
sociales y de asesoría, y cuidados médicos, son di-
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Programa de salud en Cote-d’Ivoire. / Foto: JRS África Oeste<br />
señados para hacer frente a las necesidades locales<br />
teniendo en cuenta los recursos disponibles.<br />
Durante el periodo referido, el JRS realizó varios<br />
proyectos en los cinco continentes. Para enfrentar<br />
la situación de violencia en la frontera entre el<br />
Chad y Sudán, nuestros equipos reforzaron sus<br />
programas de formación de maestros con el objetivo<br />
de responder a las necesidades generadas por<br />
la llegada de refugiados y de chadianos desplazados.<br />
Como consecuencia, se abrieron proyectos de<br />
educación en dos nuevos campos para desplazados<br />
internos. En los últimos 12 meses, 150 mil refugiados<br />
sursudaneses han regresado a sus hogares. Por<br />
ello, se han empezado a cerrar proyectos <strong>del</strong> JRS<br />
en Uganda, mientras otros nuevos se han iniciado<br />
en Sudán. Una vez más, nuestro principal objetivo<br />
es formar profesionales de la educación, fortalecer<br />
las estructuras organizativas.<br />
Sin embargo, los nuevos proyectos no solo se<br />
restringen a la educación. Para responder a las<br />
necesidades de los cada vez más numerosos re-<br />
43<br />
Justicia<br />
fugiados colombianos en Ecuador, los equipos<br />
<strong>del</strong> JRS abrieron una nueva oficina en la frontera<br />
entre ambos países. A menudo en condiciones que<br />
ponían en riesgo sus vidas, el personal acompañó a<br />
los refugiados a lo largo de todo el proceso de asilo,<br />
ofreciéndoles asesoramiento legal de especialistas<br />
y concienciando sobre los abusos a los derechos<br />
humanos tanto a las autoridades locales como a<br />
las nacionales. En la República Democrática <strong>del</strong><br />
Congo, el JRS ha abierto un segundo proyecto<br />
para antiguos niños soldados. Nuestros equipos<br />
les ofrecen asistencia psicosocial para ayudarles<br />
a reintegrarse en las comunidades locales y la estructura<br />
familiar.<br />
Por desgracia, el deterioro de las condiciones de<br />
seguridad sigue impidiendo el regreso de los refugiados<br />
a sus hogares y fuerza la huida de muchos<br />
otros. Parece que los conflictos no finalizarán en<br />
el corto plazo en Sri Lanka y en el occidente de<br />
Sudán. Los equipos <strong>del</strong> JRS ofrecen ayuda de<br />
emergencia en Sri Lanka y servicios educativos en<br />
la región sudanesa de Darfur. Se estima que la cifra
44<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Niños de Sudán. / Foto: Don Doll SJ
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
de muertos en Sri Lanka llegó durante este año a<br />
los 5 mil. A ese número se deben adicionar las 70<br />
mil víctimas mortales y a los 350 mil desplazados<br />
desde que estalló la guerra en 1983. En Darfur, la<br />
situación es catastrófica. Desde el 2004, han sido<br />
asesinadas unas 200 mil personas, 2,5 millones se<br />
han convertido en desplazados internos y 300 mil<br />
se han visto forzados a huir al vecino Chad. Este<br />
panorama, por su parte, ha contribuido a la desestabilización<br />
<strong>del</strong> Chad y al desplazamiento de otras<br />
180 mil personas.<br />
Reconocimiento<br />
Un claro signo de la calidad de nuestro trabajo<br />
fue la obtención por parte de la abogada Katrine<br />
Camillieri, <strong>del</strong> JRS Malta, <strong>del</strong> Premio Nansen. El<br />
galardón es entregado anualmente por la ONU a las<br />
personas u organizaciones que se han distinguido<br />
por su labor en favor de los refugiados. A pesar de<br />
los ataques incendiarios contra la casa y el vehículo<br />
de la doctora Camillieri, ella sigue su lucha por<br />
aquello en lo que cree, brindando asesoramiento<br />
legal a cientos de detenidos, ayudándoles en sus<br />
solicitudes de asilo o iniciando recursos ante su<br />
detención.<br />
45<br />
Un riesgo asumido<br />
REFUGIADOS Y DESPLAZADOS<br />
Justicia<br />
Muchas de las personas que trabajan con nosotros<br />
llegan a poner en riego su vida acompañando y<br />
sirviendo a los refugiados. Mientras la doctora<br />
Camillieri recibía su premio, nos llegó la noticia<br />
de la muerte <strong>del</strong> coordinador <strong>del</strong> JRS en Sri<br />
Lanka, el padre Ranjit. Estaba llevando alimentos<br />
a las familias desplazadas en la tierra de nadie<br />
que separa al ejército srilankés de los rebeldes<br />
tamiles, cuando una mano anónima detonó intencionadamente<br />
un dispositivo explosivo al paso de<br />
su vehículo. El padre Ranjit tenía solo 40 años,<br />
era de la Diócesis de Mannar. Él se unió a la larga<br />
lista de víctimas inocentes de la guerra sin sentido<br />
de Sri Lanka.<br />
Sirvan estas palabras no solo para recordarnos las<br />
esperanzas <strong>del</strong> mundo o sus horrores. Nos interpelan<br />
a actuar, a acompañar, servir y defender los<br />
derechos de los refugiados olvidados. Como dijo<br />
nuestro fundador, el padre Pedro Arrupe, cuyo<br />
centenario de nacimiento hemos celebrado este<br />
año: “Sólo siendo un hombre para los demás, nos<br />
convertiremos plenamente en hombres, no sólo en<br />
el sentido natural, sino también en el espiritual”.<br />
De acuerdo con la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, un refugiado es<br />
una persona que “debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión,<br />
nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre<br />
fuera <strong>del</strong> país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a<br />
la protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales<br />
acontecimientos fuera <strong>del</strong> país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa<br />
de dichos temores no quiera regresar a él”.<br />
Los desplazados internos (IDPs por sus siglas en inglés) son personas atrapadas en un círculo<br />
interminable de violencia que, como una reacción natural ante las amenazas, huyen de las zonas<br />
de conflictos o persecuciones civiles, como los refugiados.<br />
Su número es alto, aproximadamente entre 20 y 25 millones alrededor <strong>del</strong> mundo. La diferencia<br />
con los refugiados radica en que cuando un civil que huye cruza la frontera internacional de su<br />
país, él o ella se convierte en un refugiado y como tal recibe protección internacional y ayuda;<br />
pero si una persona en circunstancias similares es desplazada dentro <strong>del</strong> país, se convierte en<br />
desplazado interno.<br />
Fuente: Página web de la Agencia de la ONU para los Refugiados.<br />
http://www.acnur.org/index.php
Justicia<br />
La preocupación ambiental<br />
Responsabilidad misionera y global<br />
Uno de los temas de la Congregación General 35<br />
de la Compañía de Jesús (CG35) que se realiza<br />
en Roma1 es la preocupación por el ambiente. Pienso<br />
que la elección <strong>del</strong> nuevo Superior General y otros<br />
temas son también de gran importancia. Sin embargo,<br />
debido a mi situación personal como Arzobispo<br />
de Huancayo y jesuita, deseo profundizar este punto<br />
que pone a la Compañía de Jesús en el camino de<br />
un servicio específico a la misión evangelizadora<br />
de la Iglesia y en un espacio que se nos presenta<br />
sumamente urgente a nivel global y nacional.<br />
Los postulados 2 sobre la Ecología recomiendan<br />
46<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Monseñor Pedro Barreto Jimeno SJ<br />
Arzobispo Metropolitano de Huancayo<br />
Los postulados 2 sobre la Ecología recomiendan<br />
que la CG35 ofrezca una especial atención al tema<br />
enfatizando el lazo íntimo entre justicia y ecología.<br />
Ya Benedicto XVI afirmaba el 1° de enero <strong>del</strong><br />
<strong>2007</strong>: “la humanidad, si tiene verdadero interés por<br />
la paz, debe tener siempre presente la interrelación<br />
entre la ecología natural, es decir el respeto por la<br />
naturaleza, y la ecología humana. La experiencia<br />
demuestra que toda actitud irrespetuosa con el<br />
medio ambiente conlleva daños a la convivencia<br />
humana, y viceversa” 3 . Siguiendo el espíritu de<br />
La preocupación por los recursos naturales debe ser un imperativo social y cristiano en el mundo de hoy (Flor de Retama, Ayacucho). / Archivo SJ<br />
1 Este artículo fue escrito a fines <strong>del</strong> mes de enero <strong>del</strong> 2008, fecha en la cual se celebraba en Roma la Congregación General. En esta reunión se toman<br />
decisiones importantes sobre la misión de los jesuitas en los lugares donde están presentes.<br />
2 Propuestas de los jesuitas para que la Congregación General las considere en sus reflexiones.<br />
3 Mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de Oración de la Paz, 1° de enero <strong>del</strong> <strong>2007</strong>, N° 8.
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Niños de Ocangate, Cusco. / Archivo SJ<br />
los postulados, la CG 35 de la Compañía de Jesús<br />
debe asumir la dimensión ecológica no solo como<br />
una prioridad apostólica propia y de colaboración<br />
con otros, sino llegar incluso a considerarla como<br />
parte constitutiva de su Misión.<br />
Los desastres ecológicos cada día más frecuentes<br />
reafirman los estudios que van señalando el<br />
agravamiento de la situación y de los riesgos <strong>del</strong><br />
mismo planeta. Los efectos de la contaminación<br />
ambiental afectan a todos, pero especialmente<br />
a los más pobres, a las familias y también a las<br />
generaciones futuras.<br />
“La familia –dice Benedicto XVI– necesita una<br />
casa a su medida, un ambiente donde vivir sus propias<br />
relaciones. Para la familia humana, esta casa<br />
es la tierra, el ambiente que Dios Creador nos ha<br />
dado para que lo habitemos con creatividad y responsabilidad.<br />
Hemos de cuidar el medio ambiente:<br />
éste ha sido confiado al hombre para que lo cuide y<br />
lo cultive con libertad responsable, teniendo siempre<br />
como criterio orientador el bien de todos” 4 .<br />
4 Mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, 1° de enero <strong>del</strong> 2008, N° 7.<br />
5 CG 34. Decreto 3, 9.<br />
47<br />
Justicia<br />
La degradación ambiental (recalentamiento <strong>del</strong><br />
planeta, deforestación, desertificación, inundaciones,<br />
etc.) afecta a la naturaleza y a las generaciones<br />
futuras. “La explotación desaprensiva de los<br />
recursos naturales y <strong>del</strong> medio ambiente degrada<br />
la calidad de vida, destruye culturas y hunde a los<br />
pobres en la miseria” 5 .<br />
Es muy significativo indicar que la contribución<br />
más importante de la Compañía de Jesús se remonta<br />
a 1999 con el documento: “Vivimos en un<br />
mundo roto: reflexiones sobre la Ecología (Promotio<br />
Iustitiae 70). Hay un silencio largo que ha ido<br />
disipándose en las diversas instancias jesuitas y<br />
que sin duda enriquecerá la misión evangelizadora<br />
de la Iglesia con el aporte decisivo de la Compañía<br />
de Jesús.<br />
“A este respecto, –dice Benedicto XVI– es fundamental<br />
sentir la tierra como nuestra casa común y,<br />
para ponerla al servicio de todos, adoptar la vía <strong>del</strong><br />
diálogo en vez de tomar decisiones unilaterales.<br />
Los problemas que aparecen en el horizonte son
Justicia<br />
complejos y el tiempo apremia. Para hacer frente a<br />
la situación de manera eficaz es preciso actuar de<br />
común acuerdo” 6 .<br />
El envenenamiento de los suelos, <strong>del</strong> aire y <strong>del</strong><br />
agua (situación que vivimos en la Región Junín<br />
con el Lago Chinchaycocha, la ciudad de La Oroya,<br />
una de las diez ciudades más contaminadas <strong>del</strong><br />
mundo y toda la cuenca <strong>del</strong> Río Mantaro); el recalentamiento<br />
de la atmósfera, el declive de la biodiversidad,<br />
la utilización irracional y privatizadora<br />
<strong>del</strong> agua, la destrucción de la Amazonía y de los<br />
bosques son señales inequívocas de la gravedad de<br />
la situación que afecta la calidad de vida y la salud<br />
de la población urbana, campesina y de la selva,<br />
tanto <strong>del</strong> presente como <strong>del</strong> futuro.<br />
Esta realidad, contemplada desde la fe en Jesús,<br />
involucra tanto a la explotación de la gran industria<br />
extractiva como también al daño ambiental<br />
generado por la falta de decisión política <strong>del</strong> Estado<br />
para cuidar la vida y salud de la población.<br />
Un manantial <strong>del</strong> cielo, Cusco. / Archivo SJ<br />
6 Mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, 1° de enero <strong>del</strong> 2008, N° 8.<br />
48<br />
Cristo es vida para el mundo<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Somos y nos definimos como “compañeros de<br />
Jesús” no sólo por la creciente intimidad con Él.<br />
El lema de la pasada V Conferencia General <strong>del</strong><br />
Episcopado Latinoamericano y <strong>del</strong> Caribe nos recuerda<br />
que ser discípulos misioneros de Cristo es<br />
ser portadores de vida, y vida en abundancia (Jn.<br />
10,10), “para que nuestros pueblos en Él tengan<br />
vida”. Este es el grave y urgente desafío que debe<br />
enfrentar la Iglesia Latinoamericana en los próximos<br />
años.<br />
Somos testigos en el <strong>Perú</strong> de la creciente explotación<br />
minera, forestal, energética y pesquera, con fines<br />
sólo de lucro, en desmedro y despojo de numerosas<br />
poblaciones campesinas y nativas de la selva.<br />
Hoy día la defensa <strong>del</strong> medio ambiente se ha convertido<br />
en una nueva manera de practicar la opción<br />
preferencial por los pobres, porque son ellos, los<br />
pobres, los primeros afectados por el maltrato de<br />
la creación que Dios nos ha dado.
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Tucán en el SAIPE, Jaén. / Archivo SJ<br />
El documento de Aparecida expresa su preocupación<br />
al respecto, así: “La riqueza natural de<br />
América Latina y El Caribe experimenta hoy<br />
una explotación irracional que va dejando una<br />
estela de dilapidación, e incluso de muerte, por<br />
toda nuestra región. En todo ese proceso, tiene<br />
una enorme responsabilidad el actual mo<strong>del</strong>o<br />
económico que privilegia el desmedido afán por<br />
la riqueza, por encima de la vida de las personas<br />
y los pueblos y <strong>del</strong> respeto racional de la naturaleza.<br />
La devastación de nuestros bosques y de la<br />
biodiversidad mediante una actitud depredatoria<br />
y egoísta, involucra la responsabilidad moral de<br />
quienes la promueven, porque pone en peligro<br />
la vida de millones de personas y en especial el<br />
hábitat de los campesinos e indígenas, quienes<br />
son expulsados hacia las tierras de ladera y a las<br />
grandes ciudades para vivir hacinados en los cinturones<br />
de miserias” 7 .<br />
7 V Conferencia General <strong>del</strong> Episcopado Latinoamericano y <strong>del</strong> Caribe. Documento de Aparecida, No 473. En: http://www.celam.info/download/Docu-<br />
mento_Conclusivo_Aparecida.pdf.<br />
49<br />
Justicia<br />
Ante esta realidad muchos nos hacemos estas preguntas:<br />
¿Quién podrá ayudarnos a esta conversión<br />
que nos invita Aparecida? ¿Quién está dispuesto<br />
a dejar programas pastorales, actitudes y modos<br />
de vida que nos fijan a un pasado para buscar respuestas<br />
creativas y audaces a los desafíos actuales<br />
que nos presenta la sociedad y la misma Iglesia?<br />
¿Cómo ser “signos de esperanza y de amor” en un<br />
continente lleno de pobreza, angustias e injusticias<br />
que claman al cielo”?<br />
Por eso podemos decir que ha llegado el momento<br />
en que la sociedad organizada alce su voz para exigir<br />
el respeto al derecho de una vida digna y saludable<br />
y lanzar una propuesta integral y solidaria que erradique<br />
las causas que generan la grave contaminación<br />
ambiental que amenaza al planeta entero. Y en este<br />
campo –como en otros– la Compañía de Jesús no puede<br />
eximirse de su responsabilidad misionera y global.
Justicia<br />
Elegimos la solidaridad<br />
Terremoto en el sur<br />
“Te pido, Señor Jesús que, al oír tu voz, no me haga el<br />
sordo, sino que esté preparado para poner en acción<br />
tu voluntad.”<br />
San Ignacio de Loyola<br />
Cuando en Lima nos recuperábamos <strong>del</strong> susto por<br />
el terremoto <strong>del</strong> 15 de agosto <strong>del</strong> <strong>2007</strong>, la vida<br />
había cambiado dramáticamente para muchas personas<br />
en Chincha, Pisco, Ica y Cañete. Al salir de los<br />
escombros muchos constataban que habían perdido a<br />
sus familiares, amigos, vecinos; otros, sus casas, sus<br />
pertenencias y hasta sus trabajos.<br />
Al día siguiente <strong>del</strong> sismo, viajamos para verificar<br />
los daños ocurridos en el Colegio Fe y Alegría N° 30.<br />
Cuando llegamos a la zona <strong>del</strong> desastre lo que vimos<br />
nos conmovió y movilizó. Como siempre los más golpeados<br />
por la naturaleza habían sido los más pobres.<br />
Una ilusión en escombros. / Archivo SJ<br />
50<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Eva Boyle Bianchi<br />
Nació entonces una inquietud: ¿qué podíamos hacer en<br />
estas circunstancias? La realidad exigía una respuesta.<br />
La situación nos llevó a asumir el reto de acompañarlos<br />
en su dolor y en el camino de su recuperación.<br />
El primer paso fue acercarse a los demás y reconocer<br />
nuestras posibilidades limitadas y concretas. Lo<br />
importante de todo este trabajo es que no estuvimos<br />
solos. La ayuda empezó a llegar de diferentes partes<br />
<strong>del</strong> país y <strong>del</strong> mundo. Después <strong>del</strong> terremoto muchas<br />
personas, incluso afectadas ellas mismas por el<br />
sismo, se ofrecieron como voluntarios y voluntarias<br />
para poder ayudar en la distribución de las donaciones<br />
y atender a las personas en sus necesidades.<br />
Los cuantiosos daños en los alrededores <strong>del</strong> colegio<br />
nos plantearon la necesidad de ampliar nuestra intervención<br />
a Chincha, específicamente hacia el distrito
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Luego <strong>del</strong> terremoto la ayuda humanitaria no tardó en llegar. / Archivo SJ<br />
de Pueblo Nuevo donde se encuentra el colegio Fe y<br />
Alegría Nº 30, para mostrar nuestra solidaridad. Las<br />
preguntas constantes eran: ¿dónde estaba la mayor<br />
necesidad?, ¿podríamos hacer algo mejor?, ¿cuál era<br />
el bien mayor? Hubo que observar, escuchar, priorizar<br />
y decidir.<br />
La Oficina de Desarrollo – Procura de la Compañía de<br />
Jesús envió un equipo de emergencia para trabajar en<br />
la zona e iniciar su participación colaborando desde<br />
la parroquia y en coordinación con Cáritas <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>.<br />
Se aunaron luego los representantes de la Comisión<br />
51<br />
Justicia<br />
Episcopal de Acción Social. Con estas dos instituciones<br />
firmamos convenios de mutua colaboración.<br />
La iglesia de Cristo Rey se constituyó en el almacén<br />
a donde llegaban los alimentos, frazadas, ropa,<br />
medicinas, expresiones de la solidaridad venida de<br />
lejos. Allí fuimos acogidos por el párroco Carlomán<br />
Gonzales, quien nos permitió colaborar en la<br />
atención a las personas.<br />
La situación de las primeras dos semanas en el almacén<br />
fue agobiante debido a la constante recepción de
Justicia<br />
las donaciones. Las largas jornadas duraban hasta la<br />
madrugada. Una de las principales preocupaciones<br />
fue cómo ordenar y distribuir la ayuda, de tal manera<br />
que llegara a los menos favorecidos, a quienes<br />
más la necesitaban.<br />
La presencia de la hermana Lida Prado –de la<br />
Congregación de las Hermanas de San Pablo de<br />
Chartres– y de Esther Cevallos –Cáritas Tacna–<br />
orientaron la gestión eficiente de la ayuda que llegaba<br />
al almacén de la parroquia. El 11 de septiembre<br />
asumimos directamente el ingreso y salida de las<br />
donaciones. Desde el inicio tuvimos el apoyo de los<br />
jóvenes pertenecientes a los grupos parroquiales.<br />
Para nosotros fue muy importante vigilar el buen uso y<br />
disposición de las donaciones, procurando defender los<br />
intereses de las personas afectadas. Quizá este ámbito<br />
es uno de los temas o realidades que requieren de un<br />
mayor “discernimiento continuo” para evitar situaciones<br />
de aprovechamiento y engaño, trastocando de esta<br />
manera los fines y objetivos de la ayuda enviada.<br />
Niños <strong>del</strong> Colegio Fe y Alegría Nº 30 de Chincha en aulas prefabricadas luego <strong>del</strong> sismo. / Archivo SJ<br />
52<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Se contó con la sólida organización de la Parroquia<br />
Cristo Rey, la que está dividida en 14 sectores dentro<br />
<strong>del</strong> distrito de Pueblo Nuevo. Sus coordinadores se<br />
convirtieron en nuestra más valiosa ayuda. Esto nos<br />
permitió trabajar con efectividad en la constitución de<br />
“ollas comunes” (50 raciones por día), las cuales pasaron<br />
a ser “comedores de emergencia” (200 raciones)<br />
luego de un seguimiento, acompañamiento y capacitación.<br />
En total se pudo atender a 2 mil 700 familias.<br />
Debemos mencionar el importante aporte de las<br />
integrantes <strong>del</strong> “Centro Organizado de Mujeres de<br />
Año Nuevo” <strong>del</strong> distrito limeño de Comas, quienes<br />
transmitieron su experiencia en la organización de<br />
“comedores”, dejando a sus familias para ir a vivir<br />
a Pueblo Nuevo.<br />
Hasta el 9 de noviembre se atendieron a los comedores<br />
de emergencia desde la parroquia. Después de<br />
un proceso de supervisión se redujo su número a 46.<br />
Todos ellos, luego de firmarse un convenio con la<br />
Municipalidad de Pueblo Nuevo, fueron asumidos
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Rostros que muestran que la esperanza no se acaba luego <strong>del</strong> caos. / Archivo SJ<br />
por el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria<br />
(PRONAA).<br />
De igual manera se atendieron las necesidades <strong>del</strong><br />
colegio Fe y Alegría, fuertemente afectado por el<br />
terremoto. Las Hermanas de San Pablo de Chartres<br />
desde el inicio se dedicaron a conocer la situación<br />
de los alumnos y alumnas, de los profesores y<br />
también distribuyeron la ayuda que les llegó de la<br />
solidaridad de los demás colegios de Fe y Alegría y<br />
de las parroquias. Tres semanas después <strong>del</strong> terremoto,<br />
se construyeron 22 aulas provisionales para<br />
el reinicio de las clases y se estableció un comedor<br />
en el colegio que proporciona desayunos y almuerzos<br />
a más de mil personas diariamente.<br />
Un primer balance nos permite conocer que en<br />
Chincha se logró distribuir cerca de 200 toneladas<br />
de suministros; se hicieron arreglos de emergencia<br />
en la Parroquia de Pueblo Nuevo (torres, techo, pozo<br />
de agua), convertida en centro de acopio para todo el<br />
distrito. Además se instalaron siete aulas en el colegio<br />
parroquial y 16 aulas en cinco colegios públicos <strong>del</strong><br />
distrito. A través <strong>del</strong> Consorcio para la Emergencia y<br />
Reconstrucción Educativa en Ica (CEREI), también<br />
apoyamos en la ciudad de Ica donde se instalaron 36<br />
53<br />
Justicia<br />
aulas provisionales y se entregaron módulos pedagógicos<br />
y kits educativos en ocho colegios públicos.<br />
El tiempo de emergencia terminó, pero se ha avanzado<br />
poco en resarcir a las personas en sus pérdidas. La<br />
Compañía de Jesús, movida por el sufrimiento de la<br />
gente y apoyada por la continua colaboración de los<br />
donantes, ha decidido seguir trabajando por y con las<br />
personas afectadas por el terremoto.<br />
Se han iniciado proyectos que buscan llevar esperanza a<br />
aquellos que lo han perdido todo. Soñamos con nuevos<br />
colegios Fe y Alegría, apoyaremos la reconstrucción de<br />
escuelas públicas y acompañaremos a nuestros amigos<br />
de Pueblo Nuevo en las tareas de reconstrucción tanto<br />
física como emocional <strong>del</strong> distrito más grande de Ica.<br />
Durante estos meses el equipo de la Oficina de Desarrollo<br />
– Procura dejó de lado sus tareas habituales<br />
y se concentró en atender lo mejor posible las necesidades<br />
que iban surgiendo. Fueron días muy largos,<br />
de interminables tareas y coordinaciones constantes.<br />
En todo este tiempo no estuvimos solos, contamos con<br />
la presencia atenta y constante de nuestros amigos y<br />
colaboradores dentro y fuera <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>. Gracias a todos<br />
por estar ahí, compartiendo la tarea en la distancia.
EDUCACION<br />
328. América Latina y El Caribe viven una particular<br />
y <strong>del</strong>icada emergencia educativa. En efecto,<br />
las nuevas reformas educacionales de nuestro<br />
continente, impulsadas para adaptarse a las nuevas<br />
exigencias que se van creando con el cambio<br />
global, aparecen centradas prevalentemente en<br />
la adquisición de conocimientos y habilidades, y<br />
denotan un claro reduccionismo antropológico,<br />
ya que conciben la educación preponderantemente<br />
en función de la producción, la competitividad<br />
y el mercado. Por otra parte, con frecuencia<br />
propician la inclusión de factores contrarios a<br />
la vida, a la familia y a una sana sexualidad. De<br />
esta forma, no despliegan los mejores valores de<br />
los jóvenes ni su espíritu religioso; tampoco les<br />
enseñan los caminos para superar la violencia y<br />
acercarse a la felicidad, ni les ayudan a llevar una<br />
vida sobria y adquirir aquellas actitudes, virtudes<br />
y costumbres que harán estable el hogar que<br />
funden, y que los convertirán en constructores<br />
solidarios de la paz y <strong>del</strong> futuro de la sociedad.<br />
V Conferencia General <strong>del</strong> Episcopado Latinoamericano y <strong>del</strong><br />
Caribe (Aparecida, 13-31 de mayo de <strong>2007</strong>). Lima: Conferencia<br />
Episcopal Peruana, <strong>2007</strong>.
Educación<br />
Los 45 años <strong>del</strong> colegio Cristo Rey<br />
de Tacna<br />
En el <strong>2007</strong> celebramos los 45 años de la fundación<br />
<strong>del</strong> colegio Cristo Rey. A continuación<br />
reseñamos algunos aspectos fundamentales de la<br />
historia y experiencia educativa de nuestro colegio<br />
y damos gracias al Señor por la vida entusiasta de<br />
nuestros alumnos, profesores y padres de familia.<br />
El nacimiento<br />
Los padres Fred Green Fernández y Ernesto Mc<br />
Clear arribaron a Tacna el 17 de noviembre de<br />
1959. Fueron los primeros jesuitas norteamericanos<br />
que llegaban a estas tierras. Green, de 37 años,<br />
era natural de Hawai y se había ordenado de sacerdote<br />
el año anterior. Monseñor Alfonso Zaplana<br />
Belliza, obispo de Tacna y Moquegua, les propuso<br />
encargarse de la Vicaría San Pedro Apóstol, la pa-<br />
56<br />
rroquia más antigua de Tacna.<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Francisco de la Aldea López SJ<br />
El padre Green expresó al Superior su inquietud<br />
por comenzar una escuela primaria. No existía<br />
un colegio de la Iglesia para varones en Tacna y<br />
el sacerdote opinaba que una labor más eficaz de<br />
evangelización de las familias podría lograrse a<br />
través de un centro educativo. El Superior dio su<br />
aprobación y comenzaron los preparativos.<br />
El colegio surgió en abril de 1962, con un reducido<br />
grupo de alumnos y en un pequeño local de la “Vicaría”<br />
Parroquia San Pedro. Eran cuarenta niños<br />
(transición y primer grado).<br />
En los primeros meses de 1963 llegaron dos religiosas<br />
de la Congregación Madres de Loreto. La
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Padre Roberto Doland SJ en misa con alumnos. / Archivo SJ<br />
superiora, madre Catalina Concannon, se encargó<br />
de la Primaria. Simultáneamente, el colegio Cristo<br />
Rey se trasladó a una casa vieja de adobes en un<br />
callejón cerca <strong>del</strong> colegio Santa Ana. Ya había un<br />
total de 93 alumnos. Recién el 31 de julio de 1965<br />
se inauguró el local actual.<br />
Director durante 25 años<br />
El padre Fred estuvo en la dirección <strong>del</strong> colegio<br />
durante sus primeros 25 años. Cristo Rey nació<br />
en pleno Concilio Vaticano II, cuando la Iglesia<br />
vivía una etapa de renovación y cambio. Se daba<br />
mucha importancia al papel <strong>del</strong> maestro laico y a<br />
su integración con los jesuitas. Con el tiempo se<br />
fue dando a los laicos puestos de responsabilidad,<br />
a diferencia <strong>del</strong> típico colegio preconciliar.<br />
Desde 1963, hasta la llegada de Eduardo Sunshine<br />
SJ en 1967 como “maestrillo”, el padre<br />
Green fue el único jesuita que trabajaba en Cristo<br />
Rey. El padre Charles Murtaugh, de Chicago,<br />
fue el primer sacerdote que laboró como asesor<br />
espiritual de los alumnos de la secundaria. Fue<br />
reemplazado por el padre Pedro Barreto, joven<br />
sacerdote peruano.<br />
57<br />
Las bodas de plata<br />
Educación<br />
Uno de los últimos actos de Gróver Pango Vildoso,<br />
ex profesor <strong>del</strong> colegio Cristo Rey, como ministro<br />
de Educación fue la firma de un documento otorgando<br />
al padre Green las Palmas Magisteriales en<br />
el Grado de Educador. Ellas fueron conferidas el<br />
día 7 de junio de 1987.<br />
El acto central tuvo lugar el jueves 8 de octubre.<br />
Comenzó con una misa de acción de gracias presidida<br />
por el padre Adolfo Franco Pomares SJ,<br />
Provincial de la Compañía de Jesús en el <strong>Perú</strong>. La<br />
misa se celebró en el nuevo coliseo con unas 2 mil<br />
personas (alumnos, ex alumnos, padres de familia<br />
y amigos <strong>del</strong> colegio). Después de la misa se inauguró<br />
y bendijo el nuevo coliseo.<br />
El martes 13 de octubre de 1987, el programa de<br />
las Bodas de Plata terminó con la ceremonia de<br />
cambio de director <strong>del</strong> colegio. La actividad contó<br />
con la presencia de todo el alumnado, profesorado<br />
y buen número de padres de familia. El padre<br />
Fred se despidió y presentó al padre Juan Foley<br />
SJ, su reemplazo, quien ya tenía más de veinte<br />
años trabajando en el <strong>Perú</strong>.
Educación<br />
Nuestro modo de proceder<br />
Sería largo enumerar los recuerdos de tantos profesores<br />
y alumnos que pasaron por nuestras aulas.<br />
No podríamos olvidar tampoco aquí a quienes<br />
desde trabajos menos públicos (administrativos y<br />
de servicio) han contribuido a que el colegio sea<br />
la “familia Cristo Rey”. Quiero centrarme en los<br />
rasgos constantes de nuestro “modo de proceder”<br />
que se ha ido construyendo a través de los años.<br />
La preocupación social<br />
Imbuido <strong>del</strong> espíritu <strong>del</strong> Concilio Vaticano II, Cristo<br />
Rey siempre ha procurado formar en sus alumnos<br />
una conciencia social sensible a las injusticias de<br />
nuestra sociedad. A partir de 1974, propuso a sus<br />
alumnos el lema de “ser hombres para los demás”.<br />
Esta consigna no quedó sólo en palabras pues<br />
nuestros estudiantes participaron desde un inicio<br />
en obras comunitarias de bien social.<br />
La integración social<br />
La preocupación social <strong>del</strong> colegio lo llevó a buscar<br />
una mayor integración de sus alumnos. Desde el<br />
principio, se procuró dar oportunidades educativas<br />
a los desfavorecidos, ofreciendo becas a los que no<br />
58<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
podían pagar la pensión de enseñanza. El padre<br />
Green en el folleto “Metas” explicó, hacia 1969,<br />
los propósitos de Cristo Rey: “Los fines que proponemos<br />
no se pueden lograr en un colegio que<br />
sirve sólo a las clases privilegiadas; tampoco se<br />
puede lograr en un colegio exclusivamente para<br />
los pobres. La segregación de las clases sociales<br />
es un mal que tenemos que eliminar de nuestra<br />
sociedad. Este mal se comienza a combatir en la<br />
niñez dentro de un ambiente escolar donde todas<br />
las clases sociales aprenden a vivir y trabajar<br />
juntos. Para que este sistema tenga éxito, Cristo<br />
Rey facilita por medio de becas y otras ayudas,<br />
la entrada de un alto porcentaje de hijos obreros y<br />
campesinos. El Colegio, entonces, es una escuela<br />
práctica de convivencia democrática que prepara a<br />
los muchachos a vivir en una sociedad de distintas<br />
clases y razas, sin discriminaciones ni prejuicios,<br />
con justicia para todos”.<br />
Mes de Servicio Social<br />
El “Mes de Misión” tuvo su inicio en enero de 1971,<br />
cuando se envió a un grupo de ocho alumnos bajo la<br />
dirección de Daniel Hartnett SJ al Callejón de Huaylas.<br />
El 31 de mayo de 1970, un terremoto destruyó<br />
la zona, dejando 66 mil 800 muertos. Armados con
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
música y humor, visitaron los pueblos de la región,<br />
entreteniendo y alentando a los damnificados.<br />
La excelencia académica y deportiva<br />
Los logros en el campo académico y en el deportivo<br />
indican una respuesta positiva a las exigencias<br />
<strong>del</strong> colegio. Revelan tesón, disciplina, constancia,<br />
espíritu de cuerpo, generosidad. Cristo Rey es un<br />
colegio que representa menos <strong>del</strong> 2% de la población<br />
escolar de Tacna. Sin embargo, en actividades<br />
y concursos académicos, muchas veces ha ganado<br />
la mayoría de los primeros puestos.<br />
La cercanía entre la escuela y el hogar<br />
Desde los inicios, el colegio hizo grandes esfuerzos<br />
para lograr una colaboración estrecha entre la<br />
escuela y hogar. En 1964 se inició la costumbre de<br />
visitar los hogares de todos los candidatos que se<br />
presentaban para matricularse. El fin de la visita<br />
era conversar con los padres y averiguar si existía<br />
un deseo sincero de colaborar con el colegio Cristo<br />
Rey en la formación de su hijo.<br />
Para fomentar esta colaboración, el colegio tiene<br />
59<br />
Educación<br />
un programa de reuniones como la Escuela de<br />
Padres y de Formación en la Fe. La labor de los<br />
tutores juega un papel muy importante en esta colaboración<br />
entre el colegio y las familias.<br />
La tutoría<br />
Con el comienzo de la Secundaria en 1967, el colegio<br />
dio mucha importancia al tutor. Este tenía el papel<br />
de consejero espiritual y académico de los alumnos.<br />
En 1973, se enfatizó aún más el rol <strong>del</strong> tutor con la<br />
creación <strong>del</strong> Departamento de Tutoría. Se organizó<br />
un fichero bastante completo de cada alumno.<br />
Se organizó el Departamento de Tutoría y se definió<br />
el papel <strong>del</strong> tutor: acompañar a sus alumnos<br />
en las actividades extracurriculares, ser consejero<br />
y amigo, visitar los hogares de los estudiantes una<br />
vez cada semestre, salir en campamento con sus<br />
educandos dos veces al año, enseñar por lo menos<br />
una asignatura con ellos, entregar a los padres de<br />
familia informes que les ayuden y orienten en la<br />
formación de sus hijos. La tutoría luego se extendió<br />
al 5º y 6º grado de Primaria, situación que duró<br />
hasta 1980, en que se abarcó todos los grados.
Educación<br />
Fe y Alegría en Quispicanchi<br />
Desde 1968 los jesuitas de Urcos han transitado<br />
por múltiples caminos. En uno de ellos nace<br />
el “Proyecto de Educación Rural Fe y Alegría 44”<br />
(Perfal 44), que concretó el interés de la comunidad<br />
por el servicio al mundo infantil, pobre y marginado,<br />
junto con el de Fe y Alegría <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>.<br />
El 6 de abril de 1995 la Dirección Regional de<br />
Educación emitió la resolución que oficializó este<br />
proyecto. El Perfal 44 se inició en 9 escuelas rurales<br />
y en los galpones que acogían el San Ignacio<br />
de Andahuaylillas. El Ministerio proporcionó los<br />
docentes y Fe y Alegría todo lo demás.<br />
Desde aquel momento el Perfal 44 adquirió la<br />
misma dinámica que tienen los niños y las niñas:<br />
crecen, desarrollan vida, la comparten, la enriquecen<br />
y terminan por reproducirla. Ese es el espíritu<br />
que nos moviliza.<br />
Comedor escolar <strong>del</strong> Fe y Alegría Nº 44, Cusco. / Archivo SJ<br />
60<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
José María García García SJ<br />
Nacimos con 825 alumnos, 27 docentes y 4 componentes<br />
<strong>del</strong> equipo base. Poseíamos todo el ánimo<br />
e ilusión <strong>del</strong> mundo, pero en aquello a lo que llamaban<br />
escuelas nuestras carencias eran extremas.<br />
Aún hoy, muchas no cuentan con luz y se accede a<br />
ellas a través de caminos de herradura.<br />
El promedio de asistencia a la escuela en esta zona<br />
rural era de 2.7 años y la inequidad de género lo<br />
reflejaba aquel 84% de niños y 16% de niñas matriculados<br />
en 6º grado de primaria. Hoy contamos<br />
con 3 mil 480 niños y niñas en Primaria, 145 en<br />
Inicial y 288 en Secundaria, con 156 docentes.<br />
Además, el equipo base lo componen ahora 20<br />
personas. Trabajamos en 30 escuelas y con dolor<br />
dejamos 3, pues nada hay sin sombras. En cambio,<br />
hay múltiples solicitudes para ingresar al Perfal 44<br />
que no podemos atender.
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
61
Educación<br />
Un dato clave es que nada se realiza sin la contribución<br />
de los padres de familia. Por ejemplo, cuando<br />
se entregan carpetas, al menos deben comprar un<br />
kilo de clavos para arreglar y reutilizar las antiguas.<br />
Intentamos evitar que el padre de familia deposite<br />
a la wawa en la escuela y que deje de ser su responsabilidad.<br />
No deseamos hacer un país de mendigos<br />
sino de personas con orgullo y dignidad.<br />
Desde el principio tuvimos que optar por una educación<br />
bilingüe intercultural, con educación para el<br />
trabajo, con equidad de género, humanista y personalizada.<br />
Como Fe y Alegría queremos que el mo<strong>del</strong>o<br />
que encontremos pueda ser replicable en zonas<br />
similares a ésta. Para llegar a este punto hemos dado<br />
los pasos que a continuación reseñamos.<br />
Hacer de la escuela un espacio humano<br />
Las ventanas de las escuelas no tenían vidrios, las<br />
paredes de adobe carecían de revestimiento, unos<br />
troncos de eucalipto se empleaban como asientos<br />
y mesa. El material escolar era inexistente. Había<br />
maltrato infantil, los niños difícilmente hablaban<br />
con extraños. En esas condiciones ¿podía la escuela<br />
ser un lugar atractivo al cual asistir?<br />
62<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Para mejorar la situación hubo que multiplicarse.<br />
Cada miembro <strong>del</strong> equipo asumió varias funciones:<br />
fueron pedagogos, ingenieros, editores, consejeros,<br />
carpinteros.<br />
Construimos 34 aulas nuevas y refaccionamos 59,<br />
además de la Inicial, Primaria y Secundaria de Andahuaylillas.<br />
Distribuimos 2 mil 565 carpetas unipersonales<br />
y pizarras, estantes, mesas de docentes<br />
y otros servicios.<br />
El listado de materiales creados para las distintas<br />
áreas de aprendizaje suma 49 títulos y 2 videos<br />
para reforzar la propuesta de Derechos Humanos.<br />
Además, se instalaron 54 bibliotecas de aula para<br />
mejorar la comprensión lectora en castellano.<br />
Estamos incorporando baños de primera calidad,<br />
con duchas de agua caliente, para atender dignamente<br />
a niños y niñas en la escuela. Este servicio<br />
ya existe en 11 de las escuelas más alejadas.<br />
En la línea de educación para el trabajo y mejoramiento<br />
de la dieta de los niños y de sus familias<br />
instalamos invernaderos escolares (38) y<br />
familiares (210).
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Para optimizar la calidad de vida docente, construimos<br />
26 pequeñas casas con mobiliario completo.<br />
Capacitacion permanente<br />
Mejorar los logros educativos en el aula, pasa<br />
necesariamente por la capacitación permanente<br />
de docentes y padres y madres de familia. En ese<br />
sentido desarrollamos varias propuestas.<br />
La primera de ellas es el acompañamiento y monitoreo<br />
mensual de todas las escuelas, lo que se complementa<br />
con la capacitación docente en micro talleres<br />
pedagógicos por pequeñas redes de escuelas.<br />
Otro planteamiento es la educación en Derechos<br />
Humanos y Equidad de Género en colaboración<br />
con el Instituto Peruano de Educación en Derechos<br />
Humanos y la Paz (IPEDEHP), para mejorar las<br />
capacidades personales en la perspectiva de “Una<br />
Escuela con Equidad Educativa”. Este aspecto se<br />
trabaja en conjunto con los docentes, los alumnos<br />
y sus respectivas familias en las “escuelas de padres<br />
y madres”.<br />
63<br />
Logros cualitativos<br />
Educación<br />
Junto a los logros cuantitativos, mencionaremos<br />
algunos cualitativos. En la actualidad, acaban la<br />
primaria el 80% de niños y el 61% de niñas, en<br />
comparación con el promedio de 2.7 años de asistencia<br />
escolar con el que comenzamos.<br />
No menos espectacular es el hecho de que en el 6 to<br />
grado la matrícula ha pasado a ser en los niños de<br />
56% y en las niñas de 44%; frente al anterior 84%<br />
y 16%, respectivamente.<br />
En el 6 to grado de primaria, el San Ignacio de Andahuaylillas<br />
triplica el promedio nacional de logro<br />
en comprensión lectora. Lo que no es suficiente<br />
todavía y mucho menos con el inmenso “analfabetismo<br />
funcional” que sigue existiendo en la escuela<br />
rural.<br />
Tenemos ya aulas bien implementadas, escuelas<br />
atractivas, niños y niñas alegres y una mayoría de<br />
docentes comprometidos con la educación. Los resultados<br />
cualitativos tendrán que seguir llegando.
Educación<br />
El Caballero de la Torre Bermeja<br />
Porfirio Martín Turrión SJ<br />
Sus juegos de niño lo llevan por la calzada<br />
romana hacia el recinto fortificado de origen<br />
vetón. El enemigo difícilmente accederá a las<br />
formidables murallas defensivas. Hombres y caballos<br />
deberán superar primero grandes y puntiagudas<br />
barrenas de granito, o intentarán superar el<br />
fuego cruzado en el estrecho callejón que marca<br />
la entrada al castro.<br />
En la meseta castellana poblada de encinas, contempla<br />
de cerca los hatos de toros de lidia y las<br />
montoneras de cerdos ibéricos. Corretea las cigüeñas<br />
blancas aposentadas sobre tocones de chopos<br />
o encinas, casi al nivel <strong>del</strong> suelo, y admira en el<br />
verano las esquivas cigüeñas negras, de picos y<br />
patas rojas, antes de emigrar en invierno.<br />
El niño ha aprendido a aguzar la vista, ha descubierto<br />
la nutria, el lobo, el gato montés e incluso el<br />
lince. También trabaja y aprende para cada menester<br />
y aparejo la palabra precisa. Sabe “colocar la<br />
cabezada para destetar al buche y al domón, espeta<br />
los estanjos <strong>del</strong> carro para que cargue más gavillas<br />
<strong>del</strong> cereal guadañado” 1 .<br />
Lengua y naturaleza son como dos madres putativas<br />
que acompañan a la propia y lo conducen al<br />
seminario de Salamanca, luego a la Compañía de<br />
Jesús. Quedan atrás la niñez y la villa. Entonces comienza<br />
a vislumbrar las huellas <strong>del</strong> espíritu y como<br />
zahorí percibe las corrientes de agua viva que no<br />
son obvias a los legos. Se enriquece de literatura,<br />
de filosofía e historia. Ensaya la métrica castellana<br />
y compone versos latinos. Traduce textos griegos y<br />
estudia sin cesar mientras una ardilla domesticada<br />
lo acompaña frotándose las manos desde su hombro<br />
en el frío destierro de Bélgica.<br />
Los alumnos mayores hacían largas colas durante<br />
las misas en su confesionario y a la salida de clases<br />
64<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
J. Enrique Rodríguez Rodríguez<br />
1 Alusión al minucioso lenguaje campesino castizo <strong>del</strong> padre Porfirio. Cabezada: collar con puntas de fierro que se coloca para destetar a las crías <strong>del</strong> burro<br />
(buche) o ternero para la trilla (domón); estanjo: estaca curva que se coloca en los laterales de los carros <strong>del</strong> heno. espetar: forma de clavar los haces en<br />
los estanjos para ampliar la capacidad <strong>del</strong> carro.
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
rodeaban al joven sacerdote. La primera vez que<br />
hablé con él fue en 1957. Nos invitó a acompañarlo<br />
al reino que gobernaba en la azotea <strong>del</strong> colegio<br />
de los jesuitas. Silbando repetidamente, hacía<br />
círculos con el brazo. Una bandada de palomas<br />
que sobrevolaba los edificios bajó a su llamado;<br />
él las esperaba con puñados de maíz. Luego nos<br />
llevó a los nidales: “Gladys Zender”, “Ruborosa”,<br />
“Brígida Bardot” son los nombres que recuerdo.<br />
Comenzaron inolvidables lecciones informales<br />
acerca de la naturaleza.<br />
En tercero de secundaria fue mi profesor de Elementos<br />
de Moral. Su pedagogía partía de los casos.<br />
Hacía preguntas complejas que requerían respuestas<br />
complejas. Con él aprendí a los catorce años a<br />
responder: “distingo: en tal caso sería así, en tal<br />
otro así”. La doctrina era sólida, pero la hacía ágil.<br />
La realidad nunca aparece a simple vista; para<br />
acertar, debíamos aguzar la mirada para descubrir<br />
lo oculto en la lejanía y en la profundidad.<br />
Convivimos nueve años en Piura. Recorrimos bosques<br />
de algarrobo observando los nidos de chilalo,<br />
las orillas <strong>del</strong> río entre pacazos que dormitaban, y<br />
las <strong>del</strong> mar de Colán desde las Peñitas a la bocana<br />
<strong>del</strong> Chira. Visitamos las lagunas de Ramón y Ñapique,<br />
el estuario de Virrilá, rehicimos el trazado <strong>del</strong><br />
antiguo tren a Paita, disfrutamos de expediciones<br />
por los caseríos <strong>del</strong> Bajo Piura. Intercambiábamos<br />
vocabulario quechua e imaginábamos las lenguas<br />
sec y tallán investigando las toponimias, de acuerdo<br />
a la teoría de Alfredo Torero.<br />
Hacíamos inventarios verbales de las culturas de<br />
desierto y costa, y extrañábamos juntos que hubiera<br />
obispos a la altura de Baltazar Martínez de<br />
Compañón.<br />
Un secretario debía anotar en sus clases cada llamada<br />
de atención (“García invade el espacio aéreo.<br />
Juárez mugió como vaca parida. Santiváñez hizo la<br />
pájara zonza”) con una pena en minutos de castigo<br />
acumulables. También nombraba un “defensor de<br />
pobres”, porque –decía– el profesor también se<br />
puede equivocar y una sociedad bien ordenada debe<br />
tener sus controles. Un ombudsman cuando nadie<br />
hablaba de tal oficio. Este criterio lo traía quizás de<br />
sus lecturas sobre las Cortes de Valladolid de 1312,<br />
o sobre el Derecho Indiano <strong>del</strong> siglo XVII. El sentido<br />
de la justicia lo trasmitía por la experiencia,<br />
65<br />
Educación<br />
como el de la limitación humana. Si un alumno<br />
le ofrecía “un kilo de mostaza para que me suba<br />
un punto”, solía decir con énfasis que por un kilo<br />
no vendía su alma, pero solía agregar con alegría:<br />
“pero si me ofreces un vagón, lo pensaré”.<br />
El aula donde estaba era reconocible por el<br />
murmullo continuo (“fervet opus” –decía). Sus<br />
clases eran divertidas, aunque no exentas de<br />
abusos de los hijos de gamonales poco proclives<br />
a la intelectualidad. Como profesor de geografía<br />
que era, enseñaba a conocer y amar al <strong>Perú</strong>, y no<br />
lo hacía con fervorines ni clisés, sino razonando<br />
(“Pasé un día con su noche en Colán. ¿Cómo<br />
sopló el viento y por qué”?). En 8 mil 961 palabras<br />
resumió el conocimiento geográfico imprescindible<br />
sobre la tierra y sobre el <strong>Perú</strong>. Un<br />
ejemplo textual: “AMAZONAS: Rey de los ríos,<br />
formado por la confluencia <strong>del</strong> Marañón y <strong>del</strong><br />
Ucayali. En sus orillas se asienta Iquitos. UCA-<br />
YALI: La segunda vía acuática de la Selva con<br />
más revueltas que una boa enroscada. Sus primeras<br />
aguas manan en los Nevados de Arequipa.<br />
En sus orillas se asienta la ciudad de Pucallpa.<br />
Los dos ríos que se juntan para formarlo son el<br />
Urubamba y el Apurímac-Tambo”.<br />
Parte de la explicación y <strong>del</strong> aprendizaje se centraba<br />
en la estrofa que el poeta Carlos Germán<br />
Amézaga recitara en el teatro Politeama el 15 de<br />
abril de 1890:<br />
“Hay un río, monarca de los ríos,<br />
único, inmenso, de beldad sin par,<br />
humilde nace entre picachos fríos,<br />
soberbio muere rechazando el mar”.<br />
El padre Porfirio explicaba el significado de los<br />
nombres como indicio de lo que es cada persona,<br />
y a él le había tocado ser Caballero (Martín)<br />
de la Torre (Turrión) Bermeja o Roja (color <strong>del</strong><br />
pórfido). Y lo fue ciertamente, de modo que a<br />
veces parecía salido de un libro de caballerías.<br />
El premio en la historia es el recuerdo ilusionado<br />
de sus alumnos. En 1982 recibió las Palmas Magisteriales.<br />
En 1992, a los 81 años, tuve la dicha<br />
de acompañarlo cuando recibió las palmas <strong>del</strong><br />
hombre justo. Lo recuerdo en Caucato Alto, en<br />
una noche de campamento, recitando con pasión<br />
el haraui de la despedida de Ernesto en Los ríos<br />
profundos de José María Arguedas.
ARTE<br />
499. Les cabe también a las Iglesias de América<br />
Latina y de El Caribe crear oportunidades para<br />
la utilización <strong>del</strong> arte en la catequesis de niños,<br />
adolescentes y adultos, así como en las diferentes<br />
pastorales de la Iglesia. Es necesario también<br />
que las acciones de la Iglesia en ese campo<br />
sean acompañadas por un mejoramiento técnico<br />
y profesional exigido por la propia expresión<br />
artística. Por otro lado, es también necesaria la<br />
formación de una conciencia crítica que permita<br />
juzgar con criterios objetivos la calidad artística<br />
de lo que realizamos.<br />
V Conferencia General <strong>del</strong> Episcopado Latinoamericano y <strong>del</strong><br />
Caribe (Aparecida, 13-31 de mayo de <strong>2007</strong>). Lima: Conferencia<br />
Episcopal Peruana, <strong>2007</strong>.
Arte<br />
Los autos sacramentales, el teatro<br />
y los jesuitas<br />
fines de noviembre <strong>del</strong> <strong>2007</strong>, la Pontificia Uni-<br />
A versidad Católica <strong>del</strong> <strong>Perú</strong> presentó por sus 90<br />
años, en el atrio de la iglesia de San Francisco, un<br />
nuevo auto sacramental: La vida es sueño de Pedro<br />
Calderón de la Barca. Fue dirigido magistralmente<br />
por Luis Peirano, director de formación escolar<br />
jesuita que tiene en su haber tres montajes anteriores<br />
de El gran teatro <strong>del</strong> mundo, auto sacramental<br />
también escrito por Pedro Calderón de la Barca y<br />
que fueron presentados en el atrio de la Catedral<br />
de Lima.<br />
El origen de las representaciones de los autos sacramentales<br />
estuvo en la fiesta <strong>del</strong> Corpus Christi.<br />
68<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Lucila Castro de Trelles<br />
Mientras se hacían las ceremonias religiosas para<br />
esta importantísima y central celebración <strong>del</strong> culto<br />
católico, se representaban por las calles de las<br />
villas españolas piezas teatrales que exaltaban el<br />
tema eucarístico. Esta mezcla de fe, teatro y fiesta<br />
religiosa durante el Corpus Christi llegó tempranamente<br />
a América y fue celebrada con todo su<br />
boato y esplendor en las principales ciudades <strong>del</strong><br />
virreinato durante la colonia.<br />
De tal manera que en la colonia la celebración de la<br />
fiesta <strong>del</strong> Corpus Christi tuvo un gran arraigo popular,<br />
y según Lohmann Villena fue una forma de<br />
reforzar el proceso evangelizador con una católica<br />
Escenificación de “La vida es sueño” en el Atrio de la Iglesia San Francisco (<strong>2007</strong>). / Foto: Giovanna Fernández, PUCP
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Personificación <strong>del</strong> “Agua”, “La vida es sueño”. Foto: PUCP<br />
demostración que adquirió “relieves todavía más<br />
espectaculares que en la Metrópoli” 1 . La fiesta <strong>del</strong><br />
Corpus Christi se convirtió así, en el siglo XVII, en<br />
la expresión popular de la fe y estuvo impregnada<br />
<strong>del</strong> espíritu barroco en todas sus manifestaciones.<br />
Un elemento que puede haber influido en la historia<br />
<strong>del</strong> <strong>Perú</strong> para desarrollar y reforzar la tradición<br />
teatral parece haber sido los jesuitas. A lo largo de<br />
su historia, los jesuitas consagraron sus mejores<br />
energías a la educación tanto en Europa como en<br />
Hispanoamérica. Desde sus inicios, con su fundador,<br />
Ignacio de Loyola, los jesuitas tuvieron una<br />
gran preocupación e intuición en hacer de la pedagogía<br />
un medio educativo a lo divino 2 .<br />
Esta orientación hizo que los jesuitas introdujeran,<br />
desde sus inicios, el teatro escolar en las aulas con<br />
una triple finalidad: didáctica, moralizante y propa-<br />
69<br />
Arte<br />
gandística 3 . El teatro en los colegios, se convirtió<br />
así en un excelente medio para ejercitar la memoria,<br />
para facilitar el dominio de la lengua latina e<br />
inculcar los valores morales a sus alumnos.<br />
La Compañía de Jesús llega al <strong>Perú</strong> en 1568, y se<br />
distingue rápidamente por su actitud promotora <strong>del</strong><br />
arte teatral, llevándolo a la población indígena con<br />
fines de evangelización 4 . Por ello a finales <strong>del</strong> siglo<br />
XVI era muy común ver en los centros de enseñanza<br />
de la Compañía, tanto en Europa como en<br />
América, las representaciones de Églogas, Tragedias,<br />
Autos, Comedias y Diálogos. Estas se hacían<br />
en las ceremonias de comienzo y final de curso, en<br />
las fiestas <strong>del</strong> Corpus y en las de los patronos de<br />
los lugares donde se asientan los religiosos. Se representaban<br />
tanto obras de carácter piadoso, como<br />
profanas, con música, danzas y lujosos vestuarios<br />
y notable escenografía 5 . Los autores más represen-<br />
1 Guillermo Lohmann Villena. “El Corpus Christi, fiesta máxima <strong>del</strong> culto católico”. En: La fiesta en el arte. Catálogo editado por el Fondo Pro Recuperación<br />
<strong>del</strong> Patrimonio Cultural de la Nación. Lima: Banco de Crédito <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>, 1994. Ver también Jorge Bernales Ballesteros. El Corpus Christi: Fiesta<br />
barroca en Cuzco. Primeras Jornadas de Andalucía y América. La Rábida, 1980: 277-292.<br />
2 Fi<strong>del</strong> García Martínez, “San Francisco Javier y San Juan de la Cruz discípulos cualificados de la”ratio studiorum” p.3, http://www.hispanista.com.br/<br />
revista/san%20juan.pdf.<br />
3 Julio Gonzáles Montañés, “El teatro de los jesuitas en Galicia en los siglos XVI y XVII”, p: 1-2, http://dialnet.unirioja.es/servlet/<br />
articulo?codigo=2472463<br />
4 Jorge Cornejo Polar, Historia General <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>, cap. V. Las Letras, 1994. Ed. Brasa.<br />
5 Julio Gonzáles Montañés, Art.cit.
Arte<br />
Leonardo Torres interpretando a el “Hombre”. / Foto: PUCP<br />
tados fueron Lope de Rueda, Cervantes, Lope de<br />
Vega, y otros autores <strong>del</strong> siglo de oro español, siendo<br />
el más importante Pedro Calderón de la Barca,<br />
autor de más de 80 autos sacramentales.<br />
Los jesuitas debieron de tener una notable influencia<br />
en la formación inicial de este gran dramaturgo,<br />
pues don Pedro Calderón de la Barca había sido<br />
destinado por su padre al sacerdocio a fin de que<br />
se hiciese con una herencia que sólo así podría ser<br />
cobrada. Hizo sus primeros estudios a los 8 años<br />
en el Colegio Imperial de los jesuitas de Madrid<br />
70<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
donde estuvo desde 1608 hasta 1613. Luego continuó<br />
sus estudios en las universidades de Alcalá<br />
y Salamanca, pero en 1620 abandonó los estudios<br />
religiosos por la carrera militar, ganándose con<br />
ello la animadversión de su padre. Muchos años<br />
mas tarde abandona la carrera militar, y vuelve al<br />
sacerdocio en 1650 entrando a la Orden Tercera de<br />
San Francisco con la que se ordenó de sacerdote 6 .<br />
De manera que el autor más importante de los autos<br />
sacramentales tuvo una formación religiosa jesuita<br />
que se verá reflejada en muchas de sus obras. Las<br />
reflexiones filosóficas sobre la condición humana y<br />
los problemas de la libertad y culpa son temas que<br />
lo acompañarán durante toda su obra.<br />
En el análisis <strong>del</strong> desarrollo de la historia de los<br />
autos sacramentales, resulta interesante observar<br />
que éstos tuvieron su auge durante el siglo XVII<br />
hasta principios <strong>del</strong> siglo XVIII. Luego en la España<br />
borbónica fueron muy cuestionados alegando<br />
que eran piezas “irreverentes y blasfemas”, que<br />
atentaban “contra las buenas costumbres” y que<br />
constituían una “interpretación cómica de las Sagradas<br />
Escrituras, llena de alegorías y metáforas<br />
violentas, de anacronismos horribles” 7 . Estas críticas<br />
lapidarias llevaron a la Corona española a prohibir<br />
la representación de los autos sacramentales<br />
mediante una real cédula firmada por Carlos III, el<br />
11 de junio de 1765.<br />
Curiosamente, dos años después de esta prohibición,<br />
en 1767 se produce otro hecho más traumático<br />
todavía: la expulsión de los jesuitas de España y de<br />
todas las colonias españolas. El mismo Carlos III,<br />
por iniciativa de su ministro Aranda, firma la orden<br />
de expulsión de todos los territorios españoles el<br />
27 de febrero de 1767. En el <strong>Perú</strong>, el virrey Amat<br />
fue el encargado de llevar a cabo dicha orden tomando<br />
posesión de todos los colegios y haciendas<br />
jesuitas y procediendo a su inmediata deportación.<br />
Las repercusiones en las colonias fueron inmediatas<br />
sobre todo en el ámbito de la enseñanza. El<br />
nivel educativo decayó enormemente ante la falta<br />
de buenos maestros y nos imaginamos que muchas<br />
actividades teatrales promovidas por los jesuitas<br />
también fueron dejadas de lado.<br />
Durante dos siglos los autos sacramentales estuvie-<br />
6 Calderón de la Barca, El autor y su obra. Cuadro Cronológico en: http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/calderon/cuadrocrono.shtml<br />
7 “Cronología, formación y crisis <strong>del</strong> auto sacramental”. Atlas histórico-escénico <strong>del</strong> teatro español de los siglos XVII y XVIII, http://www.uco.<br />
es/~l72gaagi/htxts_espcall/cron_auto.htm
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
ron en el olvido de las calles y plazas. Solo a principios<br />
<strong>del</strong> siglo XX fueron recuperados, revalorados<br />
y representados nuevamente en España gracias a<br />
las corrientes vanguardistas. Según Andrés Peláez<br />
Martín 8 , el vanguardismo tiene eclosión en España<br />
entre 1914 y 1936, período de “entreguerras”, con<br />
nuevos conceptos teatrales de dirección escénica,<br />
interpretación, repertorios y recuperación <strong>del</strong> teatro<br />
clásico español.<br />
En el <strong>Perú</strong> los autos sacramentales vuelven a los<br />
atrios de las iglesias a partir de la década <strong>del</strong> 40,<br />
con la participación de la Asociación de Artistas<br />
Aficionados. Pero estos recién cobran su verdadero<br />
auge en los años sesenta bajo la dirección de<br />
Ricardo Roca Rey, considerado el padre de los<br />
autos sacramentales en el <strong>Perú</strong>. Llegó a dirigir 7<br />
montajes de diversos autos sacramentales. Según<br />
Ricardo Blume, “todo montaje de un auto sacramental<br />
en Lima entraña, sépase o no, un homenaje<br />
a la memoria de Ricardo Roca Rey, el maestro, el<br />
amigo, el iniciador de una tradición” 9 . Felizmente<br />
Foto: PUCP<br />
8 Andrés Peláez Martín. “Cien años de escenarios para Calderón”. http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/Calderon/pelaez.html<br />
9 Ricardo Blume, “Los autos sacramentales en Lima”. En: Teatro y Fe, los autos sacramentales en el <strong>Perú</strong>, PUCP, 2008 (en imprenta).<br />
71<br />
Arte<br />
esta tradición encontró un gran discípulo en la figura<br />
de Luis Peirano para suerte <strong>del</strong> teatro, <strong>del</strong> arte<br />
y <strong>del</strong> espectáculo.<br />
En sus montajes, Peirano, incorporó más de 500<br />
personas en escena entre actores, coros, ballets,<br />
bandas, comparsas, danzantes y caballería, logrando<br />
una puesta en escena espectacular que se iniciaba<br />
con las trompetas de ocho arcángeles coloniales<br />
desde las alturas de las torres de la Catedral de Lima.<br />
Al teatro clásico español se unió un fin de fiesta<br />
costumbrista y popular, donde diversos grupos de<br />
danzantes pusieron la nota colorida y deslumbrante<br />
bajo un marco de fuegos artificiales. Los montajes<br />
de estos autos sacramentales estuvieron inspirados<br />
en el barroco colonial peruano. Tuvieron como<br />
esencia el teatro clásico en verso <strong>del</strong> siglo de oro<br />
español, y sin embargo fueron vistos por miles de<br />
espectadores que acudieron masivamente a disfrutar<br />
de este bello espectáculo <strong>del</strong> teatro y de la fe,<br />
convertido ya en una verdadera tradición teatral en<br />
el <strong>Perú</strong> que esperamos continúe por muchos años.
Arte<br />
Una ventana <strong>del</strong> alma<br />
La cúpula de la sacristía <strong>del</strong> templo de la<br />
Compañía de Arequipa<br />
“El ojo que se dice ventana <strong>del</strong> alma,<br />
es la principal vía para que el sentido común pueda,<br />
de la forma más copiosa y magnífica,<br />
considerar las infinitas obras de la naturaleza”<br />
(Leonardo da Vinci) 1<br />
La restauración de la sacristía <strong>del</strong> templo de la<br />
Compañía en Arequipa, llamada capilla de<br />
San Ignacio o “Sixtina”, se ha convertido en una<br />
obra no sólo digna de admiración y un paso obligado<br />
para el turismo, sino en punto de reencuentro<br />
y recuperación de un símbolo emblemático de lo<br />
que somos2 .<br />
Los primeros jesuitas llegaron y se asentaron en<br />
Arequipa, provenientes <strong>del</strong> Cusco, en 1578. Particularmente<br />
maravillados por las bondades <strong>del</strong><br />
valle, hicieron extensivas sus observaciones más<br />
allá de sus fronteras, exclamando: “fertilísima<br />
América” 3 .<br />
El conjunto arquitectónico que conocemos actualmente<br />
–el templo y los claustros <strong>del</strong> antiguo<br />
Colegio de Santiago Apóstol–, se consolidó en la<br />
segunda mitad <strong>del</strong> siglo XVII y da cuenta de la<br />
fructífera actividad académica y pastoral. A sus<br />
claustros llegó el padre Alonso Ruiz, eminente<br />
hombre de gobierno, maestro de novicios en Roma<br />
y orientador de un joven que se convertiría después<br />
en San Estanislao Kostka, probablemente el más<br />
famoso santo polaco 4 . La Orden tuvo en el <strong>Perú</strong> a<br />
tres arequipeños entre sus superiores provinciales<br />
en el periodo que transcurre entre 1678 y 1717 5 .<br />
Asimismo, aunque Juan Pablo Vizcardo y Guzmán<br />
ingresó de novicio en el Cusco, suponemos que decidió<br />
su vocación inspirado en los jesuitas vecinos<br />
a la plaza Mayor. En suma, la Compañía de Jesús<br />
72<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
José Francisco Navarro Huamán SJ<br />
desplegó una fructífera labor marcada por el celo<br />
misionero.<br />
Una visita reciente<br />
Si actualmente visitamos “la Compañía”, como<br />
se le llama coloquialmente, se comprobará que<br />
uno de los puntos <strong>del</strong> recorrido que despierta<br />
mayor curiosidad y asombro es la sacristía. Este<br />
recinto tiene una base cuadrada de 8.20 m por<br />
12.35 m de alto, rematada por la cúpula y la<br />
linterna, una semiesfera de 7.30 m de diámetro.<br />
Está construida de ladrillos pasteleros, cubierta<br />
de una capa de yeso de cinco centímetros de<br />
espesor y dividida por casetones en ocho secciones<br />
o paños que a su vez presentan ocho cruces<br />
invertidas.<br />
Sobre este soporte se desarrolla una pintura mural,<br />
realizada al temple y en seco, el color predominante<br />
<strong>del</strong> fondo es rojo en sus diferentes matices<br />
y representa a una exuberante variedad de flores,<br />
frutos y aves. En cada cruz invertida con filetes de<br />
pan de oro, se aprecian doce querubines subiendo<br />
como por una escalera y tres ángeles provistos de<br />
cascos emplumados que sostienen este firmamento<br />
florido, el que está rematado por una claraboya,<br />
desde donde la luz se expande por toda la cúpula,<br />
círculos concéntricos enmarcan la composición y<br />
refuerzan el movimiento. Finalmente, siete bustos<br />
de santos, entre los que se cuentan los de Francisco<br />
Javier, Bárbara, Tecla, Luis Gonzaga, Isaac, Catalina<br />
de Alejandría y Diego sirven de marco divisorio<br />
entre la parte superior ascendente de la sacristía y<br />
la inferior, que corresponde a una reelaboración<br />
reciente.<br />
1 Tratado de la Pintura, Nº. 23. México: Ramón Llaca, 1996, p.51.<br />
2 Hay que destacar que la restauración es un ejemplo de colaboración entre los <strong>Jesuitas</strong>, la Municipalidad Provincial de Arequipa, el INC y la Agencia<br />
Española de Cooperación Internacional.<br />
3 Vargas Ugarte S J, Rubén. Historia de la Compañía de Jesús en el <strong>Perú</strong>. Burgos: Imprenta de Aldecoa, 1963. Vol. I, p.123.<br />
4 Ibíd, p.126.<br />
5 Vargas Ugarte. Op. cit. Vol. IV, p. 241.
Cúpula Cúpula de la Sacristía Sacristía <strong>del</strong> Templo Templo de la Compañía Compañía de Arequipa. Arequipa. / Foto: Foto: Daniel Daniel Giannoni Giannoni<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
73<br />
Arte
Arte<br />
Proceso de restauración<br />
Hace veintidós años vi por primera vez esta sacristía,<br />
sin embargo, lo emergido después de la<br />
restauración no tiene punto de comparación. La<br />
remo<strong>del</strong>ación se inició luego <strong>del</strong> terremoto <strong>del</strong> 23<br />
de junio <strong>del</strong> 2001 que azotó Arequipa, e implicó<br />
un minucioso estudio multidisciplinario previo. El<br />
criterio que primó fue el de “mínima intervención”:<br />
se rescató el original en lo posible y en los casos<br />
de deterioro definitivo, se emplearon materiales<br />
reversibles acordes con el proyecto original 6 .<br />
Me interesó de manera especial conocer a los pintores<br />
que se encargaron durante aproximadamente<br />
cinco años de tan <strong>del</strong>icada labor. El encuentro fue<br />
concertado gracias a los esfuerzos <strong>del</strong> hermano<br />
Arístides Estela SJ 7 quien me contactó con las<br />
maestras restauradoras Marith Yayacachi Sillota y<br />
Detalle de la Cúpula. / Foto: Daniel Giannoni<br />
74<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong> Peru<br />
Beatriz Cruz Viza las que, con la dirección de Víctor<br />
Quicco Neyra, tuvieron a su cargo la paciente tarea<br />
de devolver a las pinturas murales su belleza original<br />
8 . Todos ellos provienen <strong>del</strong> mágico Valle <strong>del</strong><br />
Colca y realizaron, con la ayuda y la formación de<br />
la Agencia Española de Cooperación Internacional<br />
(AECI), trabajos previos en diferentes iglesias de su<br />
zona: Chivay, Maca, Lari y Madrigal.<br />
Después de la consolidación de la estructura de<br />
ladrillos dañada por el terremoto, se cumplió un<br />
riguroso procedimiento técnico que evidenció la<br />
seriedad y competencia empleadas. El pintado<br />
de la cúpula, lo más difícil y arduo <strong>del</strong> proyecto,<br />
se convirtió para los restauradores en una emocionante<br />
experiencia que les brotaba espontáneamente<br />
“como si fuera parte de mi cuerpo”, según<br />
me contó Marith. Se emplearon las acuarelas y en<br />
menor grado las temperas, siguiendo los estudios y<br />
6 Proyecto de conservación, restauración y puesta en valor <strong>del</strong> conjunto de la capilla de San Ignacio de Loyola <strong>del</strong> Templo de la Compañía de Jesús de<br />
Arequipa. Municipalidad Provincial, AECI, INC, Compañía de Jesús, (s.p.d.i.).<br />
7 Este sacerdote se ha convertido en el impulsor y guardián <strong>del</strong> museo, con la ayuda de Rosa Puma Rojas. A ambos y a la Oficina de Desarrollo – Procura<br />
de la Provincia que me permitió visitar Arequipa, mi más sincero agradecimiento.<br />
8 Tendría que añadir la lista de los especialistas que participaron en el proyecto, sin embargo, me restringiré a mis entrevistados. Debo agradecer, además,<br />
la colaboración <strong>del</strong> arquitecto Luis Maldonado y <strong>del</strong> artista plástico y restaurador José Luis Delgado Pacheco, con quien compartí mis intuiciones y recibí<br />
una fructífera enseñanza.
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
diseños previos realizados por los especialistas.<br />
Así, este trío de artistas dio rienda suelta a su talento<br />
y sabiduría seculares, probablemente heredados<br />
de sus ancestros collaguas 9 que, me imagino, a<br />
finales <strong>del</strong> siglo XVII y principios <strong>del</strong> XVIII fueron<br />
los autores de esta cúpula bajo la dirección y<br />
en diálogo con los jesuitas de aquella época, muy<br />
conscientes de incorporar la sabiduría indígena y<br />
mestiza al trabajo evangelizador.<br />
Una clave<br />
Me he detenido básicamente en la cúpula pues,<br />
desde mi perspectiva, es la parte más antigua y<br />
la que encierra la clave para entender el proyecto<br />
decorativo <strong>del</strong> interior de los templos jesuitas en<br />
América Latina. En efecto, los muros que vemos<br />
actualmente de “la Compañía” estaban en un inicio<br />
decorados con pinturas murales (se ha encontrado<br />
vestigios de ellas en las naves laterales). De la<br />
misma manera, hay huellas en sus similares <strong>del</strong><br />
Cusco, Lima, Andahuaylillas, etc. No debemos<br />
de dejar de mencionar los vestigios encontrados<br />
en la Chiquitanía boliviana o en el noviciado de<br />
Tepotzotlán, en México. Lamentablemente, los<br />
estragos naturales, el descuido o negligencia, y<br />
los criterios de dudoso gusto estético han acabado<br />
con las pinturas murales de los templos y casas<br />
jesuitas. No olvidemos que la pintura mural, como<br />
dice Macera, aunque adherida a la edificación, la<br />
modifica creadoramente .<br />
No me convence la idea, divulgada muy fácilmente,<br />
de que la peculiaridad de la iconografía desarrollada<br />
se inspira en la misión jesuita en las zonas selváticas.<br />
Esta interpretación se hace principalmente de las pinturas<br />
murales recientes de los paños inferiores de la sacristía.<br />
Pensamos que la cúpula va en otra dirección.<br />
Las paredes diseñadas y pintadas con formas multicolores<br />
configuran, por un lado, el imaginario de<br />
los “conductores” de las obras, europeos que encontraron<br />
fértil, misterioso, fructífero y paradisíaco el<br />
territorio americano. Bajo estas “directrices” los artistas<br />
indios y mestizos que guardaban en sus mentes<br />
los secretos de la pintura mural precolombina y la<br />
variedad de combinaciones y matices de los textiles,<br />
dejaron aflorar su inspiración y conocimiento. La Sacristía en su conjunto. / Foto: Daniel Giannoni<br />
9 Aunque Colca era una región encomendada a los franciscanos, no se puede ignorar que “la Compañía” sirvió de inspiración a varios templos coloniales<br />
de esa zona collagua, como lo refiere Luis E. Tord.<br />
75<br />
Arte<br />
No es de extrañarnos que a primera vista la cúpula nos<br />
recuerde a los textiles precolombinos e inclusive a las<br />
actuales lliqllas serranas. Una serie de elementos nos<br />
dejan preguntas pendientes que no las resolveremos<br />
en estas líneas. El conjunto configurado por ocho<br />
cruces invertidas, irregulares y dispuestas asimétricamente<br />
no corresponde ni a la numerología hebrea<br />
ni hace referencia a los nueve coros angélicos que la<br />
teología dogmática desde el siglo VI asignaba a las<br />
jerarquías celestes. Sin embargo, el ocho nos remonta<br />
al sistema binario andino y su representación gráfica<br />
horizontal “al infinito” de la cultura europea. Detrás<br />
de la aparente irregularidad, ingenuidad y espontaneidad<br />
de los trazos se revela una cuidadosa geometría<br />
atípica, donde se conjugan diversos estilos: mudéjar,<br />
manierismo, barroco y lo que se ha denominado mestizo<br />
andino. Como se interroga y responde Macera:<br />
“¿Qué pudieron ver los indios <strong>del</strong> <strong>Perú</strong> en la<br />
geometría mudéjar, en su abstracción lineal, en<br />
su refinamiento aristocrático? Quizás eso mismo:<br />
geometría, abstracción, línea, refinamiento, aristocracia.<br />
Es decir los componentes que antes de la<br />
conquista española, habían impuesto a la cultura<br />
andina sus clases dirigentes. ”<br />
En síntesis, se vincularon dos dimensiones: el horror<br />
al vacío <strong>del</strong> barroco hispano, su visión de la<br />
feracidad americana, con la cosmovisión binaria,<br />
la destrucción <strong>del</strong> imaginario andino y los guiños<br />
de sus artistas para invitar al espectador a través<br />
de los querubines mestizos a otro tiempo y a otra<br />
realidad que debía ser reinventada. La cúpula de la<br />
sacristía es una verdadera “ventana <strong>del</strong> alma” que<br />
nos permite acceder a un vasto horizonte y que nos<br />
invita a la integración de nuestras diferencias.
Arte<br />
76<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Arte y Espiritualidad Jesuita en el <strong>Perú</strong><br />
Una galería virtual al alcance de todos<br />
André Malraux, reconocido escritor francés,<br />
publicó en 1947 “El Museo Imaginario”.<br />
En este ensayo de carácter visionario, Malraux<br />
planteó que los nuevos medios tecnológicos,<br />
como la fotografía, iban a generalizar<br />
el conocimiento de obras de arte de distintas<br />
tradiciones y épocas, creando las posibilidades<br />
para que cualquier persona pudiese “construir”<br />
un museo singular de acuerdo a sus intereses,<br />
gustos y motivaciones. Evidentemente, la<br />
evolución técnica ha producido innovaciones<br />
impensadas hace unas décadas y ha superado,<br />
con creces, los vaticinios certeros de Malraux.<br />
En nuestros días, las herramientas informáticas<br />
y electrónicas permiten el acceso casi ilimita-<br />
“La Visión de San Ignacio en el Camino de Roma”, Juan de Valdés Leal, S. XVII, Iglesia de San Pedro de Lima. / Foto: Daniel Giannoni<br />
Ricardo L. Falla Carrillo<br />
do a gran parte <strong>del</strong> patrimonio cultural de la<br />
humanidad y amplían nuestras posibilidades de<br />
enriquecimiento artístico y estético. Es cierto<br />
que la experiencia de hallarse ante la obra de<br />
arte original es única. Sin embargo, si se trata<br />
de divulgar las obras de artistas, escuelas y talleres,<br />
los medios actuales se revelan como una<br />
oportunidad eficaz de dar a conocer e informar<br />
al público general acerca de los logros <strong>del</strong> talento<br />
humano.<br />
En ese sentido, a mediados <strong>del</strong> 2006, la dirección<br />
<strong>del</strong> Programa de Humanidades de la<br />
Universidad Antonio Ruiz de Montoya, creyó<br />
conveniente e interesante, confeccionar una ga-
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
“Matrimonio de Martín de Loyola y Doña María Ñusta”, Templo de la Compañía <strong>del</strong> Cusco. / Foto: Daniel Giannoni<br />
lería virtual que muestre una parte importante<br />
<strong>del</strong> patrimonio artístico concebido en nuestro<br />
país bajo el auspicio de la Compañía de Jesús<br />
e inspirado en la espiritualidad ignaciana. Las<br />
razones para llevar a cabo este proyecto fueron<br />
varias. En primer lugar, dar a conocer obras<br />
que en su contexto sirvieron como medios de<br />
evangelización efectiva. También, mostrar realizaciones<br />
artísticas que evidencian un dominio<br />
técnico notable, tanto de artistas peruanos como<br />
europeos. Asimismo, ponderar la labor de la<br />
Compañía de Jesús en la formación y en el establecimiento<br />
de tradiciones culturales a lo largo<br />
<strong>del</strong> <strong>Perú</strong>. De igual modo, brindar información<br />
confiable a los interesados y al gran público,<br />
sobre las motivaciones religiosas, estéticas y<br />
culturales que subyacen en el arte jesuita. Y,<br />
finalmente, ofrecer referencias históricas so-<br />
77<br />
Arte<br />
bre las obras, sus creadores y características<br />
estilísticas. Sin embargo, hay que resaltar que<br />
no se buscaba elaborar una galería virtual que<br />
simplemente muestre pinturas y esculturas<br />
bajo un carácter estilístico-estético. Más bien,<br />
evidenciar las vinculaciones permanentes entre<br />
espiritualidad ignaciana, experiencia estética y<br />
práctica creadora; relaciones que han constituido<br />
una tradición vigente hasta nuestros días,<br />
admirada y valorada por muchos.<br />
Una vez establecidos los objetivos y criterios de<br />
la galería virtual, sobre un material visual previamente<br />
seleccionado y catalogado, se procedió<br />
a indagar sobre cada una de las obras a partir<br />
de investigaciones realizadas por historiadores<br />
<strong>del</strong> arte y estetas. Recabada la información, se<br />
llevó a cabo el análisis estético-formal de las
Arte<br />
pinturas y esculturas elegidas. Paralelamente,<br />
se realizó la explicación de las mismas bajo una<br />
perspectiva hermenéutica, tomando como ejes<br />
de interpretación los fundamentos básicos de la<br />
espiritualidad y estética ignacianas. Finalizada<br />
la interpretación y redacción de los artículos<br />
que acompañan a cada una de las imágenes, se<br />
inició la labor de diseño, confección e inserción<br />
de textos de la página web. De este modo,<br />
a inicios <strong>del</strong> <strong>2007</strong>, la galería virtual ya se hallaba<br />
en el site de la Compañía de Jesús (www.<br />
jesuitasperu.org) y podía ser visitada por los<br />
interesados desde cualquier lugar <strong>del</strong> mundo,<br />
dando a conocer una parte importante de nuestro<br />
legado espiritual y artístico. En ese sentido,<br />
el invitado virtual puede observar obras que<br />
pertenecen a los siglos XVII y XVIII –época<br />
<strong>del</strong> esplendor <strong>del</strong> barroco peruano o virreinal<br />
peruano– y que se encuentran en la actualidad<br />
en las iglesias que posee la orden religiosa en<br />
las ciudades de Lima, Cuzco, Arequipa y Ayacucho.<br />
Si bien es cierto que el contenido de las<br />
imágenes seleccionadas es variado, en ellas se<br />
ponen de manifiesto la historia de la Compañía<br />
de Jesús, la vida de sus fundadores y el proyecto<br />
de civilización cristiana esbozado por la<br />
orden desde sus orígenes.<br />
Dentro <strong>del</strong> catálogo se destaca el ciclo sobre la<br />
vida de San Ignacio de Loyola realizado por el<br />
importante pintor sevillano Juan Valdés Leal.<br />
Esta saga pictórica –ubicada en la Iglesia de<br />
San Pedro de Lima– es única en el mundo, pues<br />
es considerada la más grande (por sus dimensiones)<br />
sobre la vida de nuestro fundador, caracterizándose<br />
por la espiritualidad y la belleza<br />
de sus formas. También posee importancia el<br />
retrato de San Ignacio atribuido al taller de<br />
Francisco de Zurbarán, una de las cumbres de<br />
la pintura española <strong>del</strong> siglo XVII. Asimismo<br />
por sus implicancias culturales y simbólicas,<br />
las diversas versiones <strong>del</strong> matrimonio entre<br />
Martín de Loyola y doña Beatriz Ñusta (que se<br />
encuentran en varios templos <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>), poseen<br />
un interés distintivo.<br />
Además, la galería virtual muestra dos interpretaciones<br />
sobre el carácter evangelizador de la<br />
Compañía de Jesús. La primera, de autor anónimo,<br />
se encuentra en la Iglesia de San Pedro<br />
de Lima y tiene como título Alegoría al triunfo<br />
78<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
de los <strong>Jesuitas</strong> en las cuatro partes <strong>del</strong> mundo.<br />
La segunda, <strong>del</strong> pintor de la Escuela cuzqueña<br />
Marco Zapata, se ubica en la Iglesia de la<br />
Compañía en el Cuzco y se conoce como Sobre<br />
los Santos <strong>Jesuitas</strong>. Carácter misional de la<br />
Compañía de Jesús en los cuatro continentes.<br />
Ambas obras, ricas en imágenes simbólicas,<br />
nos permiten comprender con mayor intensidad<br />
la perspectiva que la Compañía de Jesús tenía<br />
sobre su labor y misión durante los siglos XVII<br />
y XVIII. También en la galería se exhiben obras<br />
interesantes como La Visión de la “Storta” que<br />
se encuentra el la Iglesia de la Compañía en<br />
Arequipa. Este cuadro se cree que fue pintado<br />
por el flamenco Diego la Puente artista que, al<br />
igual que Bernardo Bitti, hizo labor misional.<br />
En la misma iglesia, se encuentra el extraordinario<br />
fresco ubicado en la cúpula <strong>del</strong> templo<br />
conocido como la “Capilla Sixtina”, en alusión<br />
al célebre fresco de Miguel Ángel que se halla<br />
en la ciudad <strong>del</strong> Vaticano.<br />
Los objetivos de esta galería en línea todavía están<br />
en proceso de alcanzarse plenamente. Por diversas<br />
razones, aún no se ha realizado el trabajo<br />
de selección, catalogación, investigación e interpretación<br />
de las obras de arte que se encuentran<br />
en Ayacucho. Esa es una tarea pendiente. Asimismo,<br />
al no existir un inventario general que<br />
incluya a todas las piezas de arte elaboradas bajo<br />
el auspicio de la Compañía de Jesús, ampliar<br />
la exhibición virtual de arte jesuita peruano<br />
presenta dificultades. Sin embargo, gracias a<br />
la colaboración de las comunidades de Arequipa,<br />
de Cuzco, a la Parroquia de San Pedro de<br />
Lima, a la Oficina de Desarrollo-Procura de la<br />
Provincia y a la Universidad Antonio Ruiz de<br />
Montoya, se ha podido construir esta primera<br />
versión de la página web Arte y Espiritualidad<br />
Jesuita en el <strong>Perú</strong>. La Compañía de Jesús es<br />
la primera orden religiosa que en nuestro país<br />
ha puesto a disposición <strong>del</strong> gran público una<br />
parte importante de su patrimonio artístico utilizando<br />
la Internet. Así, la orden fundada por<br />
San Ignacio de Loyola, contribuye de manera<br />
decidida en el reconocimiento cultural <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
en el mundo y demuestra que el arte, tanto en<br />
el pasado como en nuestros días, puede ser un<br />
medio eficaz y enriquecedor de evangelización.<br />
La invitación esta cursada para todos: www.<br />
jesuitasperu.org/artesjperu.
“Alegoría al triunfo de los jesuitas en las cuatro partes <strong>del</strong> mundo”, Iglesia de San Pedro de Lima. / Foto: Daniel Giannoni<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
79
Obras <strong>Jesuitas</strong><br />
en el <strong>Perú</strong><br />
• Piura<br />
Emisoras<br />
Centros Sociales<br />
Parroquias<br />
• Jaén<br />
• Trujillo<br />
•<br />
• Villa Gonzalo<br />
• Yamakai - éntza<br />
Santa María de Nieva<br />
• Lima<br />
80<br />
• Ayacucho<br />
• Cuzco<br />
• Arequipa<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
• Ilo<br />
• Tacna
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Obras educativas<br />
<strong>Jesuitas</strong> en el<br />
<strong>Perú</strong><br />
Red de Colegios Fe y Alegría<br />
Universidad Antonio<br />
Ruiz de Montoya<br />
Asociación de Colegios<br />
<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />
Sector de Educación Popular de la<br />
Compañía de Jesús (SEPSI)<br />
Universidad <strong>del</strong> Pacífico<br />
81
DIRECTORIO DE OBRAS E INSTITUCIONES DE LA<br />
COMPAÑÍA DE JESÚS EN EL PERÚ POR ÁREAS DE TRABAJO<br />
EDUCACIÓN<br />
Colegios Particulares Fe y Alegría y Colegios Parroquiales Estudios Superiores<br />
Colegio de la Inmaculada<br />
Hno. Santos García 108 – Surco, Lima.<br />
A.P. 18-0853, Lima.<br />
Telf. (51 -1) 275-1000.<br />
Fax: (51-1) 275-0948.<br />
Colegio Cristo Rey<br />
Av. Cristo Rey 450 – Tacna.<br />
A.P. 327, Tacna.<br />
Telf. (52) 31-4534 / Fax: (52) 31-4511.<br />
Colegio San Ignacio de Loyola<br />
Av. Independencia W1-18,<br />
Urb. Miraflores - Piura.<br />
A.P. 86, Piura.<br />
Telf. (73) 34-3185 / Fax: (73) 34-3138.<br />
Colegio San José<br />
Av. Alfonso Ugarte 977 – Arequipa.<br />
A.P. 60, Arequipa.<br />
Telf. (54) 23-2757 / Fax: (54) 23-6241.<br />
CANAT<br />
Pasaje José Carlos Mariátegui s/n,<br />
Pachitea – Piura.<br />
Telf. (73) 30-6912.<br />
CCAIJO<br />
Plaza de Armas s/n – Andahuaylillas,<br />
Cusco.<br />
A.P. 1199, Cusco.<br />
Telf. (84) 83-2136 / Fax: (84) 27-7881.<br />
CEOP - Ilo<br />
Nueva Victoria, M-H s/n – Ilo,<br />
Moquegua.<br />
A.P. 77, Ilo, Moquegua.<br />
Telf. (53) 49-5785.<br />
Centro Cristo Rey <strong>del</strong> Niño y Adolescente<br />
Trabajador de Tacna<br />
Prolongación Hipólito Unanue 1365 –<br />
Tacna.<br />
A.P. 127, Tacna.<br />
Telf. (52) 42-5731 / Fax: (52) 24-4081.<br />
CIPCA<br />
Calle San Ignacio de Loyola 300, Urb.<br />
Miraflores - Piura.<br />
A.P. 305, Piura.<br />
Telf. (73) 34-2860 / Fax: (73) 34-2965.<br />
Parroquias<br />
Parroquia <strong>del</strong> Sagrario<br />
Triunfo 339 – Cusco.<br />
A.P. 276, Cusco.<br />
Telf. (84) 23-1241 / Fax: (84) 24-2796.<br />
Fe y Alegría Oficina Central<br />
Cahuide 884 – Jesús María, Lima.<br />
A.P. 11-0277, Lima.<br />
Telf. (51-1) 471-3428.<br />
Fax: (51-1) 470-3088.<br />
Colegio Miguel Pro<br />
Av. Principal s/n, Ciudad de Dios –<br />
Tacna.<br />
A.P. 120, Tacna.<br />
Telf. (52) 31-7116.<br />
SOCIAL<br />
CTTU San José<br />
Jr. Pedro Urraca 448, Urb. San Andrés –<br />
Trujillo, La Libertad.<br />
A.P. 1355, Correo Central, Trujillo.<br />
Telf. (44) 20-1930.<br />
Encuentros – Casa de la Juventud<br />
Av. Fulgencio Valdez 780 – Breña, Lima.<br />
Telf. (51-1) 433-8110.<br />
Fax: (51-1) 424-9369.<br />
PEBAL Inmaculada<br />
Av. Bambarén y Av. Solidaridad s/n, Villa<br />
San Luis – Pamplona Alta, San Juan<br />
de Miraflores, Lima.<br />
A.P. 18-0853, Lima.<br />
Telf. (51-1) 285-0337.<br />
Radio Marañón<br />
Francisco de Orellana 343 – Jaén.<br />
A.P. 50, Jaén (Vía Chiclayo).<br />
Telf. (76) 73-1147 / Fax: 73-2580.<br />
Radio Cutivalú<br />
Calle San Ignacio de Loyola 300, Urb.<br />
Miraflores - Piura.<br />
Telf. (73) 34-2802.<br />
PASTORAL<br />
82<br />
Seminario San Luis Gonzaga<br />
A.P. 12, Jaén (Vía Chiclayo).<br />
Telf. (76) 43-1249 / Fax: (76) 43-3560.<br />
Universidad Antonio Ruiz de Montoya<br />
Av. Paso de los Andes 970 – Pueblo<br />
Libre, Lima.<br />
Telf. (51-1) 424-5322.<br />
Fax: (51-1) 423-1126.<br />
Instituto de Fe y Cultura - UARM<br />
Av. Paso de los Andes 970 – Pueblo<br />
Libre, Lima.<br />
Telf. (51-1) 424-5322, Anexo: 202.<br />
Fax: (51-1) 423-1126.<br />
SAIPE<br />
Lambayeque 736 – Jaén.<br />
A.P. 10, Jaén (Vía Chiclayo).<br />
Telf. (76) 73-1111.<br />
SEA<br />
Renán Olivera 249 – El Agustino, Lima.<br />
A.P. 11-0038, Lima.<br />
Telf. (51-1) 327-0784.<br />
Fax: (51-1) 327-0175.<br />
Centro de Promoción de la Pequeña<br />
Empresa (Propyme)<br />
Av. Salaverry 2020 - Jesús María, Lima.<br />
Telf. (51-1) 219-0132.<br />
Fax: (51-1) 219-0149.<br />
Instituto de Ética y Desarrollo - UARM<br />
Av. Paso de los Andes 970 – Pueblo<br />
Libre, Lima.<br />
Telf. (51-1) 424-5322, Anexo: 202.<br />
Fax: (51-1) 423-1126.<br />
Centros de Espiritualidad y Centros Loyola<br />
Centro de Espiritualidad Ignaciana<br />
Av. Fulgencio Valdez 780 – Breña, Lima.<br />
Telf. (51-1) 433-7337.
Parroquia Jesús de Nazaret<br />
Manzana G s/n – Truijillo, La Libertad.<br />
Telf. (44) 20-3501.<br />
Parroquia Nuestra Señora de Fátima<br />
Av. Armendáriz 350 – Miraflores, Lima.<br />
Telf. (51-1) 446-3119 / Fax: (51-1) 445-4918.<br />
Parroquia San Pedro<br />
Azángaro 451 – Lima.<br />
A.P. 387, Lima 100.<br />
Telf. (51-1) 428-3010 / Fax: (51-1) 426-0507.<br />
Parroquia San Pedro Apóstol<br />
Av. Bolognesi 444 – Tacna.<br />
A.P. 120, Tacna.<br />
Telf. (52) 41-1531.<br />
Parroquia San Pedro de Cangallo<br />
Cangallo – Ayacucho.<br />
A.P. 261, Ayacucho.<br />
Telf. (66) 83-1633.<br />
Parroquia Santa María de Huachipa – Lima<br />
Jicamarca - Lima.<br />
Parroquia Santa María de Nieva<br />
Condorcanqui – Amazonas.<br />
Parroquia Santiago Apóstol<br />
Calle Belaunde s/n – Urcos, Cusco.<br />
Telf. (84) 30-7041.<br />
Parroquia Virgen de Nazaret<br />
Renán Olivera 249 – El Agustino, Lima.<br />
A.P. 11-0038, Lima.<br />
Telf. (51-1) 327-0483.<br />
Templo de la Compañía de Arequipa<br />
Álvarez Thomas 106 – Arequipa.<br />
A.P. 595, Arequipa.<br />
Telf. (54) 21-2141 / (54) 28-1409.<br />
Templo de la Compañía de Huamanga<br />
Jr. 28 de Julio, 1º cuadra – Huamanga, Ayacucho.<br />
Curia Provincial<br />
Costa Rica 256 – Jesús María, Lima.<br />
A.P. 11-0124, Lima 11.<br />
E-mail: sjperu@telefonica.net.pe<br />
Telf. (51-1) 461-8803 / (51-1) 463-5006.<br />
Fax: (51-1) 461-9368.<br />
Oficina de Desarrollo – Procura<br />
Las Dalias 246 – Miraflores, Lima.<br />
Telf. (51-1) 446-4465.<br />
Fax: (51-1) 446-4465, Anexo 104.<br />
E-mail: odp@odpjesuitas.org.pe<br />
Oficinas de Coordinación Jesuita<br />
Apostolado Social de la Provincia<br />
Las Dalias 246 – Miraflores, Lima.<br />
Telf. (51-1) 446-4465.<br />
Fax: (51-1) 446-4465, Anexo 104.<br />
Oficina de Pastoral Vocacional<br />
Av. Fulgencio Valdez 780 – Breña, Lima.<br />
A.P. 05-0052, Lima 5.<br />
Telf. (51-1) 331-0046 / (51-1) 9800-1006.<br />
Centro de Espiritualidad Manresa<br />
Av. Alfonso Ugarte s/n – Arequipa.<br />
A.P. 595, Arequipa.<br />
Telf. (54) 23-7352.<br />
Casa de Ejercicios Villa Kostka<br />
(Anexo 8) – Jicamarca, Lima.<br />
A.P. 4654, Lima.<br />
Telf. (1) 371-1327 / Fax: (1) 371-0001.<br />
Centro Loyola de Ilo<br />
Urb. Magisterial M-6 – Ilo, Moquegua.<br />
A.P. 77, Ilo.<br />
Telf. (53) 48-1819.<br />
Centro de Reflexión Loyola – Piura<br />
Calle San Ignacio de Loyola 300, Urb. Miraflores - Piura.<br />
Telf. (73) 34-5573.<br />
Centro Pastoral Loyola – Arequipa<br />
Álvarez Thomas 106, Arequipa.<br />
Telf. (54) 28-6805.<br />
Centro Pastoral Loyola – Ayacucho<br />
Prolongación Manco Cápac, Urb. Sta. María Magdalena, 2do.<br />
Pasaje Lote 8 – Ayacucho.<br />
A.P. 261, Ayacucho.<br />
Telf. (66) 31-4693.<br />
Casa de Retiros “Santa María”<br />
Calle Juan XXIII 160 – Chiclayo, Lambayeque.<br />
A.P. 77, Chiclayo.<br />
Telf. (74) 23-4310.<br />
Programa Pastoral Río Santiago – Amazonas<br />
Centro de Espiritualidad TUNAANTS<br />
Santa María de Nieva, Amazonas.<br />
CONSIGNA<br />
Las Dalias 246 – Miraflores, Lima.<br />
Telf. (51-1) 446-4465.<br />
Fax: (51-1) 446-4465, Anexo 104.<br />
Red Apostólica Ignaciana - RAI<br />
Las Dalias 246 – Miraflores, Lima.<br />
Telf. (51-1) 446-4465.<br />
Voluntariado Universitario Jesuita<br />
E-mail: joserecharte@gmail.com<br />
Telf. (51-1) 423-3562 / (51-1) 9800-1006.<br />
P á g i n a W e b : w w w . j e s u i t a s p e r u . o r g<br />
83
Altar mayor <strong>del</strong> Templo de la Compañía de Ayacucho. / / Foto: Daniel Giannoni
Este <strong>Anuario</strong> se terminó de imprimir en febrero<br />
<strong>del</strong> 2008, en los talleres gráficos de GMC Digital,<br />
con un tiraje de 1,500 ejemplares.