08.05.2013 Views

Anuario 2007 - Jesuitas del Perú

Anuario 2007 - Jesuitas del Perú

Anuario 2007 - Jesuitas del Perú

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

PUBLICADO POR LA OFICINA DE DESARROLLO – PROCURA DE LA<br />

COMPAÑÍA DE JESÚS, PROVINCIA DEL PERÚ.<br />

ESTE ANUARIO HA SIDO POSIBLE GRACIAS AL APOYO DEL<br />

CENTRO MAGIS<br />

Consejo Editorial:<br />

Carlos Cardó Franco SJ<br />

Carlos Cenzano de los Ríos<br />

Miguel Cruzado Silveri SJ<br />

Rómulo Franco Temple SJ<br />

José Ramón González Écija SJ<br />

José Francisco Navarro Huamán SJ<br />

Jerónimo Olleros Rodríguez-Arias SJ<br />

Luis Peirano Falconí<br />

Javier Quirós Piñeyro SJ<br />

Xavier Urios Huigens<br />

Edición General:<br />

Kurth Mendoza Gutiérrez<br />

Diseño y diagramación:<br />

Karla Quispe Huamaní<br />

Corrección de estilo:<br />

Agustín Cortegana Gonzales<br />

Colaboración:<br />

José Manuel Balta Velarde<br />

Pre-prensa e impresión:<br />

GMC Digital<br />

Agradecemos a Daniel Giannoni Succar por haber colaborado<br />

con algunas de las imágenes que aparecen en esta obra.<br />

Portada: Capilla de la Compañía de Jesús ubicada en Yamakai-éntza,<br />

Bagua (Amazonas).<br />

URL: http://www.jesuitasperu.org<br />

© Compañía <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>, Provincia <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Lima, <strong>Perú</strong>, febrero <strong>del</strong> 2008.<br />

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Nº: 2005-6784


JESUITAS<br />

D E L P E R Ú<br />

2 0 0 7<br />

ANUARIO<br />

Compañía de Jesús<br />

Provincia <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>


Índice<br />

Presentación 9<br />

Carlos Rodríguez Arana SJ<br />

░ Fe 10<br />

Espacios de fe 12<br />

Jeffrey Klaiber Lockwood SJ<br />

Hacia un cristianismo por opción y compromiso 16<br />

Alberto Simons Camino SJ<br />

“Fátima soy yo, Fátima somos todos” 21<br />

Zoraida Portillo Martínez<br />

Ilo: Desafío y tareas de los laicos ignacianos 24<br />

Óscar Ramos Toala<br />

░ Especial 28<br />

Pedro Arrupe, hombre de todos 28<br />

Ignacio Iglesias SJ<br />

El padre Jean-Yves Calvez en el <strong>Perú</strong> 30<br />

Gestión empresarial y cultura social 32<br />

Jean-Yves Calvez SJ


░ Justicia 36<br />

Proyecto de Justicia Juvenil Restaurativa 38<br />

Óscar Vásquez Bermejo<br />

Protegiendo los derechos de los desplazados 42<br />

James Stapleton / Coordinador Internacional de Comunicaciones Servicio Jesuita a Refugiados<br />

La preocupación ambiental 46<br />

Monseñor Pedro Barreto Jimeno SJ / Arzobispo Metropolitano de Huancayo<br />

Elegimos la solidaridad 50<br />

Eva Boyle Bianchi<br />

░ Educación 54<br />

Los 45 años <strong>del</strong> colegio Cristo Rey de Tacna 56<br />

Francisco de la Aldea López SJ<br />

Fe y Alegría en Quispicanchi 60<br />

José María García García SJ<br />

El Caballero de la Torre Bermeja 64<br />

J. Enrique Rodríguez Rodríguez SJ<br />

░ Arte 66<br />

Los autos sacramentales, el teatro y los jesuitas 68<br />

Lucila Castro de Trelles<br />

Una ventana <strong>del</strong> alma 72<br />

José Francisco Navarro Huamán SJ<br />

Arte y Espiritualidad Jesuita en el <strong>Perú</strong> 76<br />

Ricardo L. Falla Carrillo<br />

Mapas 80<br />

Directorio de obras e instituciones jesuitas 82


Presentación<br />

Al presentarles una nueva edición <strong>del</strong> ANU-<br />

ARIO, pensamos en Uds. amigos y amigas,<br />

quienes nos apoyan de distintas maneras en nuestra<br />

misión. Su publicación es el vínculo por el que<br />

nos ponemos en contacto, por el que nuevamente<br />

tienen noticias nuestras.<br />

Nuestra labor a lo largo y ancho de nuestro país es<br />

diversa como el <strong>Perú</strong> mismo. No es fácil, pues todo<br />

lo que tiene que ver con la fe va de la mano con la<br />

justicia que debe brotar de ella. Para nosotros, fe y<br />

justicia son dos caras de la misma moneda.<br />

No hay fe cristiana sin justicia ni justicia cristiana<br />

sin fe. Ambas tienen que ir de la mano para<br />

que cobren su significado justo. Así lo ha afirmado<br />

con gran sencillez y contundencia en Aparecida<br />

(Brasil), su santidad Benedicto XVI en la V Conferencia<br />

<strong>del</strong> CELAM. El camino de nuestra Iglesia<br />

Latinoamericana ha sido reivindicado por él y por<br />

eso estamos contentos.<br />

Sabemos, sin embargo, que esta vía no es fácilmente<br />

comprensible para muchos. Todavía hay entre<br />

nosotros a quienes les incomoda hablar de justicia,<br />

pues en el <strong>Perú</strong> abunda la injusticia. Algunos<br />

no quieren dialogar sobre una sociedad inclusiva,<br />

es decir, que contenga a todas las culturas (el <strong>Perú</strong><br />

es pluricultural), donde se cultiven todas las lenguas<br />

que se hablan (el <strong>Perú</strong> es un país plurilingüe),<br />

donde se respeten todas las religiones (el <strong>Perú</strong> es<br />

un país multireligioso), donde se acojan todas las<br />

etnias (el <strong>Perú</strong> es un país multiétnico).<br />

9<br />

Aún hoy, defender la equidad no se ve con buenos<br />

ojos. Luchar por la inclusión está mal visto.<br />

Inquirir por el cuidado de nuestro planeta, de nuestra<br />

casa amenazada por la contaminación de ríos y<br />

lagos, mares y montañas, bosques y selvas se tilda<br />

de innecesario. Todos estos puntos nos atañen, eso<br />

es innegable. Muchas de nuestras acciones en el<br />

ámbito nacional abordan esos problemas y lo ha-<br />

cemos porque estamos convencidos que es lo que<br />

Dios nos pide en estos momentos.<br />

El tema de la lucha contra la pobreza se encuentra<br />

entre nuestras prioridades. Todos concordamos<br />

en la necesidad de esa batalla. Pero, ¡cuánto cuesta<br />

hacer lo que a cada uno le toca! Si fracasamos en esa<br />

contienda, la violencia, la muerte y la inestabilidad<br />

política seguirán siendo una amenaza permanente.<br />

Nuestros esfuerzos educativos, pastorales y evangelizadores<br />

se encaminan hacia esa meta. Educar<br />

es vencer la pobreza. Promover el trabajo digno es<br />

ir contra ella. Buscar los recursos necesarios para<br />

que nuestro pueblo tenga más posibilidades de autoempleo,<br />

de trabajo que le provea de alimentación<br />

y recursos para vivir sanos, es evangelizar.<br />

En ese objetivo se unen nuestros esfuerzos y deseos.<br />

Por ello, tenemos que apostar por ese nuevo <strong>Perú</strong><br />

que vemos emerger a trancas y barrancas. Nuestra<br />

contribución será efectiva en la medida en que sea<br />

nuestra fe la que nos haga comprender que todos somos<br />

de la misma familia, hijas e hijos de un mismo<br />

Padre quien nos da el sol, la lluvia, las flores y todo<br />

lo existente con un amor que no tiene fin.<br />

Carlos Rodríguez Arana SJ<br />

Padre Provincial


fe<br />

256. Jesús está presente en medio de una<br />

comunidad viva en la fe y en el amor fraterno.<br />

Allí Él cumple su promesa: “Donde están dos<br />

o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en<br />

medio de ellos” (Mt. 18, 20). Está en todos los<br />

discípulos que procuran hacer suya la existencia<br />

de Jesús, y vivir su propia vida escondida en la<br />

vida de Cristo (cf. Col. 3, 3). Ellos experimentan<br />

la fuerza de su resurrección hasta identificarse<br />

profundamente con Él: “Ya no vivo yo, sino que<br />

es Cristo quien vive en mí” (Ga. 2, 20). Está en<br />

los Pastores, que representan a Cristo mismo<br />

(cf. Mt. 10, 40; Lc. 10, 16).<br />

V Conferencia General <strong>del</strong> Episcopado Latinoamericano y <strong>del</strong><br />

Caribe (Aparecida, 13-31 de mayo de <strong>2007</strong>). Lima: Conferencia<br />

Episcopal Peruana, <strong>2007</strong>.


Fe<br />

Espacios de fe<br />

Los templos de la Compañía<br />

Para un jesuita moderno la palabra “conquista”<br />

evoca sentimientos no particularmente<br />

agradables, y se puede afirmar que prácticamente<br />

la ha eliminado de su vocabulario normal.<br />

Sin embargo, este término gozó de cierta<br />

respetabilidad en la historia de la Compañía de<br />

Jesús, desde la célebre crónica de Antonio Ruiz<br />

de Montoya, Conquista espiritual… de Paraguay<br />

hasta el no tan lejano libro de Luis Martín<br />

sobre el Colegio de San Pablo, La conquista<br />

intelectual <strong>del</strong> <strong>Perú</strong> (1968).<br />

Seguramente, los jesuitas, que en 1568 recién<br />

llegaron al <strong>Perú</strong>, tampoco se imaginaban a sí<br />

Templo de la Compañía <strong>del</strong> Cusco. / Foto: Daniel Giannoni<br />

12<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Jeffrey Klaiber Lockwood SJ<br />

mismos como conquistadores. Sin embargo,<br />

muy pronto destacaron por su fervor misionero,<br />

sus sermones, su labor sacramental –especialmente<br />

en el confesionario–, su dedicación a la<br />

enseñanza, y su abnegada entrega al cuidado<br />

pastoral de los indios en el Cercado, Huarochirí,<br />

y más tarde en Juli. Ellos se distinguían por<br />

una nueva manera de evangelizar que, sin duda,<br />

despertó la admiración general.<br />

Pero fue sobre todo en sus templos donde los<br />

recién llegados jesuitas expresaron su intención<br />

de “conquistar” al <strong>Perú</strong> espiritualmente.<br />

Los grandes templos –San Pedro en Lima, la


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Sacristía de la Iglesia de San Pedro, Lima. / Foto: Daniel Giannoni<br />

Compañía en Arequipa, Cusco, Ayacucho, Trujillo,<br />

Pisco y las cuatro iglesias en Juli– anunciaban<br />

la presencia de la Compañía de Jesús<br />

de una forma visualmente impactante. Tal vez<br />

los jesuitas no pensaban precisamente en conceptos<br />

como el de “conquista” cuando construyeron<br />

tales templos, pero lo que pretendían se<br />

aproximaba a su significado. Su intención fue<br />

impresionar a los infieles, conmover sus sentimientos,<br />

formar sus conciencias, elevar sus<br />

espíritus, y llamarles a participar en una gran<br />

misión que se expresaba en lemas tales como<br />

Ad Majorem Dei Gloriam.<br />

Pero antes de levantar el templo, habría que<br />

ubicarlo en un espacio apropiado. En toda<br />

América Latina las grandes órdenes religiosas<br />

–franciscanos, agustinos y dominicos– construían<br />

sus templos de una forma equidistante a<br />

la plaza mayor. De esta manera respetaban la<br />

primacía de la catedral. Pero los jesuitas rompieron<br />

este esquema desde el momento en que<br />

construyeron sus templos en la misma plaza<br />

13<br />

Fe<br />

mayor, como queriendo hacer la competencia a<br />

la catedral. En Lima, San Pedro se ajusta más<br />

bien al esquema normal, puesto que, junto con<br />

las iglesias de Santo Domingo, San Francisco<br />

y San Agustín, forma un cuadrado alrededor<br />

de la plaza mayor. Pero en Arequipa, Cusco y<br />

otros lugares los jesuitas colocaron su templo<br />

justamente en la plaza mayor. Este gesto provocó<br />

numerosas polémicas con las autoridades<br />

eclesiásticas y civiles de la época puesto que<br />

lo consideraban como un acto de atrevimiento<br />

por parte de una orden religiosa que, además<br />

de llegar a América con posteridad a las otras<br />

órdenes, era nueva y no contaba con siglos de<br />

tradición como las otras.<br />

Casi todos los templos de la Compañía de esa<br />

época se inspiraban más o menos en la iglesia<br />

<strong>del</strong> Gesú en Roma, aunque cada uno desde su<br />

propia identidad también refleja la cultura local.<br />

En ellos, igual que en el Gesú, predomina el<br />

estilo barroco, aunque no exclusivamente. Así<br />

por ejemplo, el templo de San Pedro en Lima


14<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Templo de la Compañía de Arequipa. / Foto: Daniel Giannoni.


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

(edificado en 1638) combina varios estilos –barroco,<br />

plateresco y neoclásico– y comparte ciertas<br />

semejanzas con la iglesia de la Compañía<br />

en Quito, hecho que se puede atribuir a que los<br />

dos fueron diseñados por el mismo arquitecto,<br />

el hermano Martín de Aizpitarte.<br />

San Pedro se convirtió en la iglesia preferida<br />

para ciertas devociones y asociaciones. Fue la<br />

sede de la Congregación de Nuestra Señora de<br />

la O, que reunía a personalidades ilustres de la<br />

sociedad desde la época colonial hasta mediados<br />

<strong>del</strong> siglo XX.<br />

Poco conocido es el hecho de que desde el siglo<br />

XIX San Pedro fue el centro espiritual para la<br />

evangelización de los inmigrantes asiáticos.<br />

Cierta mujer piadosa, Dominga Gazcón, se dedicó<br />

a la evangelización de los chinos y escogió<br />

San Pedro como centro de sus actividades. Ella<br />

murió en 1879 pero su labor continuó bajo la<br />

dirección <strong>del</strong> padre Juan Chávez, de descendencia<br />

china. El sucesor a su vez fue el padre José<br />

Pineda SJ, quien amplió su trabajo para incluir<br />

a los japoneses. Finalmente, es bien conocida<br />

la labor <strong>del</strong> padre Luís Martínez, como asesor<br />

y capellán de la colonia japonesa durante años.<br />

Actualmente, algunas devociones han perdido<br />

algo de su popularidad, debido en parte al<br />

hecho de que muchos fieles han abandonado<br />

el centro de la ciudad, pero también porque<br />

la Iglesia misma ha cambiado mucho desde el<br />

Concilio Vaticano II y algunas de las antiguas<br />

devociones ya no reflejan los nuevos tiempos.<br />

Sin embargo, hay una realidad que no ha cambiado<br />

desde la época colonial: San Pedro sigue<br />

siendo la iglesia preferida para confesiones.<br />

Esto se debe a la fama que tienen los padres de<br />

ser suaves y comprensivos, así como cumplidos<br />

y puntuales.<br />

La Compañía en Arequipa, construida a fines<br />

<strong>del</strong> siglo XVI, es el ejemplo de un estilo netamente<br />

mestizo, que refleja la realidad de la<br />

Ciudad Blanca. En la fachada aparecen rostros<br />

de indios y una cabeza indígena con una corona<br />

de plumas. En el portal lateral figuran dos sirenas<br />

con alas de ángeles: una creación artística<br />

que hace pensar en el Lago Titicaca, fuente de<br />

inspiración para varios mitos incaicos. Pero<br />

15<br />

Fe<br />

en Arequipa los mitos han sido bautizados por<br />

una mano ingeniosa y una mente con instintos<br />

artísticos mestizos. En la Compañía, siempre<br />

repleta de fieles, sobre todo durante la Semana<br />

Santa, se celebra una misa para la juventud todos<br />

los domingos. La participación entusiasta<br />

de los jóvenes contrasta con la solemnidad <strong>del</strong><br />

interior <strong>del</strong> templo. Pero, así es Arequipa, orgullosa<br />

de sus tradiciones (dice ser la “Roma de<br />

América”) y a la vez abierta a los vientos <strong>del</strong><br />

cambio.<br />

Aunque no han estado en manos de la Compañía<br />

desde la expulsión en 1767, los cuatro<br />

templos de Juli, si bien medio destruidos<br />

hoy, siguen siendo testigos silenciosos de una<br />

utopía andina, inseparable de la historia de la<br />

Compañía de Jesús en el <strong>Perú</strong> y en América<br />

Latina. Al contemplar estas cuatro iglesias,<br />

construidas algunas originalmente por los dominicos<br />

pero luego reelaboradas por los jesuitas,<br />

uno pregunta: ¿por qué se esforzaron tanto<br />

en levantar templos tan majestuosos en medio<br />

<strong>del</strong> duro altiplano rodeados de indios aymaras?<br />

La respuesta es sencilla: Juli constituyó<br />

el primer gran proyecto de la Compañía en el<br />

mundo indígena fuera de Lima. Y era preciso<br />

hacerlo bien. Para los 14 mil indios que vivían<br />

en las cuatro doctrinas de Juli, los templos<br />

formaban el centro de su vida espiritual, y las<br />

suntuosas liturgias que se celebraban entre los<br />

grandes muros inspiraban todas sus actividades<br />

seculares.<br />

En el siglo XX la Compañía construyó o tomó<br />

bajo su cuidado iglesias de construcción moderna:<br />

Nuestra Señora de Fátima, Desamparados,<br />

Virgen de Nazaret en El Agustino, etc.<br />

En ellas ya no destaca el estilo barroco; más<br />

bien, prevalece una gran variedad de estilos. Lo<br />

importante es el ambiente de orden, armonía y<br />

acogida que los fieles sienten al entrar en una<br />

iglesia de la Compañía. Sermones bien preparados;<br />

confesores asequibles; liturgias básicamente<br />

sencillas pero con buena participación;<br />

cursillos y múltiples actividades para todas las<br />

edades: estas son algunas de las notas características<br />

de las iglesias de la Compañía hoy. Los<br />

estilos cambian, mas no la mística ignaciana<br />

original que se siente tanto en los templos coloniales<br />

como en las iglesias modernas.


Fe<br />

Hacia un cristianismo por<br />

opción y compromiso<br />

La búsqueda de identidad, su crisis y su pérdida<br />

constituyen un centro de preocupación de la<br />

investigación actual. El individuo, el grupo, las<br />

sociedades y naciones aspiran a encontrar aquello<br />

que los identifique. El tema afecta a todas las agrupaciones<br />

y a la mayoría de las instituciones. La<br />

identidad es una necesidad básica <strong>del</strong> ser humano.<br />

Poder responder a la pregunta de quién soy yo o<br />

quiénes somos, es tan necesario como el afecto o<br />

el alimento.<br />

Identidad es lo que le es propio a la persona y la<br />

caracteriza. En sentido colectivo, es la conciencia<br />

o el sentimiento de vinculación. El grupo tiene un<br />

conjunto de características que permiten distinguirlo<br />

<strong>del</strong> resto de la sociedad y, por la identificación<br />

con una composición de elementos, puede<br />

autodefinirse como tal.<br />

16<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Alberto Simons Camino SJ<br />

Sabemos, por otra parte, que actualmente se vive,<br />

en general, una crisis de identidad en casi todos los<br />

ámbitos y esto afecta sin duda al cristianismo. La<br />

ventaja de las crisis es que manifiestan que un determinado<br />

paradigma ya no es válido y que se hace<br />

necesaria una recreación para no perder identidad<br />

y vigencia. El sistema de cristiandad o de un cristianismo<br />

meramente sociológico, en que bastaba<br />

ser bautizado o tener alguna práctica sacramental,<br />

ya no tiene validez, pues el individuo no asume lo<br />

fundamental <strong>del</strong> cristianismo; por el contrario, se<br />

conforma con las creencias y prácticas heredadas,<br />

sin haber asumido personalmente lo fundamental<br />

<strong>del</strong> cristianismo.<br />

Por ello es necesario recrear el estilo de vida y compromiso<br />

propios <strong>del</strong> cristiano para nuestro mundo<br />

y la realidad de hoy. En nuestro cristianismo se


Fe<br />

produce, en buena parte hay que reconocerlo, un divorcio<br />

entre una fe supuesta (“sociedad occidental<br />

y cristiana”) y una práctica que es, muchas veces,<br />

vergonzosamente antievangélica e inhumana; de<br />

ahí los signos de corrupción, amoralidad, desmoralización,<br />

injusticia y finalmente de muerte que se<br />

dan en nuestra sociedad supuestamente cristiana.<br />

En ese mismo sentido, y sobre todo en nuestro<br />

país, es necesario recordar que el compromiso con<br />

la justicia y la opción por los pobres y excluidos<br />

atraviesa toda la Biblia y no se puede eludir.<br />

En efecto, el ser cristiano no consiste en aceptar un<br />

conjunto de verdades teóricas, sino en la identificación<br />

con Jesucristo; no por su imitación mimética,<br />

sino por el seguimiento en su estilo de vida y su<br />

modo de ser y de actuar; teniendo su mismo modo<br />

de pensar (1 Cor. 2, 16) y sus mismos sentimientos<br />

(Fil. 2, 5), es decir su mismo Espíritu. Lo fundamental<br />

en la vida de Jesús, los dos ejes que constituían<br />

su vocación y misión fueron su experiencia<br />

de Dios como Padre, y el Reino de Dios para los<br />

hombres. Pues bien, fue tal su identificación con<br />

ellos, que su unión constituyó su ser y su quehacer.<br />

Así, la identidad <strong>del</strong> cristiano se ilumina en<br />

el ser de Jesús que constituye la verdad profunda<br />

de nosotros mismos y de nuestro mundo y nos da<br />

sentido y significado pues, como sugiere la carta<br />

a los Colosenses, el secreto de nuestra vida está<br />

escondido con Cristo en Dios (Col. 3, 3).<br />

La fe cristiana no consiste tampoco en observar<br />

fielmente unas leyes morales, sino tener a Jesús<br />

como referencia. Por ello hay que superar una fe<br />

moralista y perfeccionista (tipo fariseo <strong>del</strong> Evangelio)<br />

para escuchar el llamado de Jesús “no a los<br />

justos sino a los pecadores” (Mc. 2,17) a entrar en<br />

el camino <strong>del</strong> amor, el servicio y la misericordia.<br />

Cristianos somos aquellos que “hemos experimentado<br />

el amor que Dios nos tiene y hemos creído<br />

en ese amor” (I Jn. 4, 16) y, a partir de ahí encontramos<br />

que nuestra vocación cristiana exige<br />

ser renovada, redescubierta y confirmada durante<br />

toda la vida. Esta vocación se despliega a través<br />

de la misión que es, para nosotros los cristianos, lo<br />

que da sentido a nuestras vidas, nos hace salir de<br />

nosotros mismos y polariza todas nuestras facultades<br />

y potencialidades para buscar el reinado de<br />

Dios y su justicia en nuestro mundo. La misión se<br />

convierte así en un estilo de vida que abarca todas<br />

18<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

sus dimensiones. De esta manera se podrá lograr<br />

que haya coherencia entre la fe y la vida cotidiana<br />

para que la fe no aparezca como algo paralelo a la<br />

vida, sino dinamizando e impregnando todos sus<br />

espacios: la profesión, el estudio, el matrimonio, la<br />

familia, la cultura, la economía y la política entendida<br />

como búsqueda <strong>del</strong> bien común.<br />

Por ello, resulta cada vez más necesario acertar<br />

con un proceso de reconstrucción de la comunidad<br />

eclesial que haga posible la vivencia de<br />

una fe personalizada y experimentada, acogida e<br />

inculturada, de tal manera que pueda ser vivida<br />

con sentido de misión. Es necesario, al mismo<br />

tiempo, personalizar y hacer más comunitario<br />

nuestro cristianismo. La personalización supone<br />

descender a las raíces donde se fragua el ser humano,<br />

allí donde somos interpelados en nuestra<br />

conciencia por lo que nos trasciende.<br />

Pero, al mismo tiempo, el cristianismo y la misma<br />

persona tienen una identidad relacional, comunitaria.<br />

La persona es “alguien ante Dios”, pues su<br />

relación fundamental es con Dios. La dignidad <strong>del</strong><br />

ser humano le es intrínseca; sin embargo, para su<br />

realización necesita <strong>del</strong> Otro y de los otros a nivel<br />

afectivo, cultural, artístico, procreador, etcétera.<br />

Debemos saber y sentir que nos pertenecemos los<br />

unos a los otros en la fe; que la fe no se puede vivir<br />

en solitario, que es siempre algo compartido que<br />

se recibe y se transmite. La fe cristiana se vive y<br />

se realiza comunitaria y solidariamente, o sencillamente<br />

no es evangélica. La vida de la comunidad<br />

es la continuación de la vida de Jesús, pero lo es<br />

porque Jesús es el meollo de su identidad. En esta<br />

identificación con Jesús es esencial la Eucaristía<br />

sentida y vivida como centro de la comunidad.<br />

Es indispensable, por ello, forjar una identidad común<br />

en la que sea posible reconocernos y de la cual<br />

podamos sentirnos parte. En general, no se da entre<br />

nosotros un sentido claro de pertenencia y adhesión<br />

al conjunto de la Iglesia. Por el contrario, la mayor<br />

parte de cristianos se siente ajena a la vida eclesial,<br />

o su pertenencia es meramente pasiva porque no<br />

siente que es tenida en cuenta en ella; es impostergable,<br />

pues, generar mecanismos de participación,<br />

de tal manera que todos sintamos que somos importantes<br />

en la comunidad y en la que “ya no hay judío<br />

ni griego, siervo ni libre, hombre ni mujer, ya que<br />

todos y todas son uno en Cristo Jesús” (Gál. 3, 28).


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Por otra parte, necesitamos, comunitariamente,<br />

discernir los “signos de los tiempos”, como pedía<br />

Jesús, y encontrar aquello que nos haga sentir convocados,<br />

para poder salir de una fe convencional<br />

y pasiva, hacia un cristianismo por opción y compromiso.<br />

Es preciso recobrar la mística que nos<br />

dinamice y nos permita enfrentar la interpelación<br />

que nos hace el Señor desde el Evangelio y des-<br />

Reflexión comunitaria en la Casa de Retiro “Santa María”, Chiclayo. / Archivo SJ<br />

19<br />

Fe<br />

de nuestra realidad. No faltan en nuestro medio,<br />

y en concreto en el <strong>Perú</strong>, retos y problemas, que<br />

leídos desde el Evangelio, requieren una respuesta<br />

de nuestra parte. Tenemos, pues, que salir de la<br />

inercia en la que nos encontramos y enfrentar esos<br />

cuestionamientos. Sólo así, y no meramente a través<br />

de un análisis abstracto, recobraremos nuestra<br />

auténtica identidad cristiana.


20<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

“Fátima soy yo, Fátima somos todos”<br />

Una parroquia formadora de fe y con compromiso social<br />

“<br />

Junto con los laicos estamos procurando poner<br />

una verdadera calidad espiritual para que la<br />

gente no se limite a venir a Fátima los domingos<br />

a oír Misa, sino que su cercanía se proyecte en<br />

la transformación de sus hogares y de su vida”,<br />

es lo primero que dice Carlos Cardó Franco SJ,<br />

cuando le preguntamos sobre su experiencia al<br />

frente de la parroquia Nuestra Señora de Fátima,<br />

en Miraflores.<br />

La aseveración parece demasiado optimista; sin<br />

embargo, basta darse una vuelta por el templo,<br />

por el Despacho Parroquial, por los consultorios<br />

pero, sobre todo, conversar con algunas personas<br />

para comprobar hasta qué punto la expresión<br />

“vivir la fe” va calando en sus fieles. No se crea<br />

que la parroquia bulle de gente. Es más, alguien<br />

desprevenido podría opinar que no hay mucha,<br />

en comparación con otras parroquias. Pero los<br />

que encontramos acometen su trabajo con entusiasmo<br />

y voluntad.<br />

“La gente está en el campo, trabajando...”, nos<br />

dice una amable secretaria.<br />

“Gracias a la formación espiritual que estoy<br />

recibiendo en Fátima he comprendido que vivir<br />

la fe no es estar en la iglesia dándose golpes de<br />

pecho... significa mantenerla viva allí donde te<br />

desenvuelves, en tu casa, en tu trabajo, entre<br />

tus amigos, tienes que ser la sal de la vida, un<br />

ejemplo constante”, nos dice uno de los participantes<br />

de los cursos de formación cristiana<br />

que se imparten regularmente en la parroquia.<br />

“Fátima soy yo, Fátima somos todos”, añade con<br />

convicción.<br />

“Formación” parece ser, pues, la palabra clave.<br />

Pero no se crea que se trata de una experiencia<br />

nueva. Fátima puede catalogarse como una parroquia<br />

“trabajada” desde hace muchos años, con<br />

un grupo de hombres y mujeres comprometidos<br />

21<br />

Fe<br />

Zoraida Portillo Martínez<br />

con la labor litúrgica y social desde hace décadas,<br />

pero que viven la mística de la renovación<br />

continua. Esto es lo que motiva la participación<br />

en los grupos de reflexión, de profundización<br />

teológica, bíblica y de práctica espiritual a la<br />

vez que impulsa la consolidación de los grupos<br />

humanos, como espacios de encuentro para el<br />

intercambio de conocimientos y experiencias.<br />

Estos fieles de Fátima aspiran a convertirse, en<br />

virtud de esta dinámica, en referentes activos<br />

para otras personas, conforme al espíritu ignaciano<br />

de animar y acompañar el crecimiento de<br />

la fe de quienes nos rodean.<br />

Una de las participantes en esa experiencia lo<br />

sintetiza muy bien: “Yo tengo muchos años haciendo<br />

labor social en la parroquia, pero continuamente<br />

me siento renovada, los Ejercicios Espirituales<br />

de San Ignacio me cambiaron la vida,<br />

estoy como más sensible hacia los demás, más<br />

tolerante y al mismo tiempo más convencida de<br />

mi fe”, nos dice.<br />

Para hacer de Fátima una parroquia formadora<br />

de fe y espiritualidad con un claro compromiso<br />

social de sus integrantes, existen varios ejes, que<br />

comienzan por la catequesis de niños que se preparan<br />

para recibir a Jesús por primera vez en la<br />

Comunión y tiene su hilo conductor con los confirmandos,<br />

un grupo de jóvenes que se prepara<br />

para la Confirmación y que luego se convierten<br />

ellos mismos en animadores de otros grupos de<br />

catequesis y acción social.<br />

Son estos jóvenes, por ejemplo, los que apoyan con<br />

entusiasmo la tradicional actividad navideña “Una<br />

Caja de Amor” que, apelando al espíritu generoso y<br />

solidario de los fieles de la parroquia, logra repartir<br />

en cada Navidad más de mil cajas con víveres y<br />

regalos entre las familias más pobres de Manchay,<br />

Jicamarca y la zona más pobre de la jurisdicción de<br />

la parroquia.


Fe<br />

Se espera que muchos de esos jóvenes, cuando se<br />

vuelvan profesionales, pasen a integrar las Comunidades<br />

de Vida Cristiana, o CVX. En Fátima existen 4<br />

CVX, que responden a los distintos carismas de sus<br />

miembros y reciben permanente asesoría espiritual<br />

de los padres jesuitas. De aquí salen muchos voluntarios<br />

y voluntarias que realizan su apostolado en hospitales,<br />

cárceles, orfanatos o en el acompañamiento<br />

personal y silencioso de quienes lo requieren.<br />

Además, se viene preparando a un grupo de<br />

Una de las primeras misas en la Parroquia de Fátima, década <strong>del</strong> 70. / Archivo SJ<br />

22<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

matrimonios jóvenes y de mediana edad para el<br />

acompañamiento espiritual a parejas en conflictos<br />

y orientación prematrimonial.<br />

Para atender las necesidades específicas de los<br />

adultos mayores, existen grupos de reflexión<br />

teológica y de apoyo. Y es que una característica<br />

distintiva de esta parroquia es tener entre su población<br />

un porcentaje muy significativo de jubi-


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Ceremonia de Confirmación <strong>2007</strong>. / Archivo SJ<br />

lados y personas mayores de 65 años, gran parte<br />

de los cuales –además– tienen una trayectoria<br />

muy activa de participación en las actividades<br />

parroquiales. Esa experiencia es canalizada y<br />

aprovechada debidamente por los más jóvenes.<br />

A los adultos mayores se les brinda también<br />

apoyo espiritual a través de la pastoral de salud,<br />

mediante entrevistas domiciliarias o en visitas<br />

para el Viático de los Enfermos los primeros<br />

viernes de cada mes.<br />

Como actividades de proyección a la comunidad<br />

se realizan periódicamente campañas de salud<br />

preventiva contra el cáncer y enfermedades cardiovasculares,<br />

y se cuenta con un ecógrafo para<br />

realizar despistajes de cáncer de cuello uterino y<br />

otras enfermedades ginecológicas, a precios que<br />

sólo cubren los costos, y se brinda consejería psicológica<br />

personal, familiar y a drogadictos y alcohólicos<br />

(se cuenta con un centro de Alcohólicos<br />

23<br />

Fe<br />

Anónimos), así como asesoría jurídica, servicios<br />

de conciliación extrajudicial, acompañamiento en<br />

duelos y a personas enfermas y discapacitadas.<br />

Con los ingresos que la parroquia genera por medio<br />

<strong>del</strong> columbario, de los velatorios y de las bodas<br />

se atiende económicamente a cuatro parroquias:<br />

Manchay, Jicamarca y El Agustino, en Lima, y a<br />

la de Santa María de Nieva en la Misión Jesuita<br />

de San Javier <strong>del</strong> Marañón, en plena amazonía<br />

peruana. Para atender específicamente las grandes<br />

demandas de esta última, una vez al mes se realiza<br />

una colecta en las misas dominicales.<br />

Finalmente, cuenta con la página web www.parroquiafatima.org<br />

que, además de brindar información<br />

y orientación específica sobre los servicios y la<br />

vida de la parroquia, ofrece una serie de novedades<br />

sobre las actividades jesuitas en el <strong>Perú</strong> y el mundo,<br />

descargas de música y hasta la Biblia en línea,<br />

con un buscador que facilita su lectura.


Fe<br />

Ilo: Desafío y tareas de los<br />

laicos ignacianos<br />

F rancisco Chamberlain y Roberto Dolan, fueron<br />

los primeros jesuitas que llegaron a Ilo<br />

en 1976. Ellos, junto a un grupo de colaboradores<br />

laicos, fundaron el Cenecape Ilo 1 para atender las<br />

necesidades de capacitación técnica para jóvenes<br />

y adultos y además para impulsar los procesos de<br />

investigación y desarrollo de la provincia. En 1980<br />

se inició el Centro Pastoral San Pedro Pescador<br />

(hoy Centro Loyola Ilo). Su objetivo se centró en<br />

promover a los pobres a través de las organizaciones<br />

como actores sociales, tanto en el ámbito<br />

social como eclesial. El centro se inscribió desde<br />

sus orígenes dentro de la educación popular y se<br />

planteó impulsar una corriente de la iglesia que<br />

El trabajo de los laicos en Ilo es asumido con responsabilidad y compromiso. / Archivo SJ<br />

1 Hoy Centro de Educación, Organización y Promoción - CEOP Ilo.<br />

24<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

asumiese las aspiraciones de los pobres.<br />

Óscar Ramos Toala<br />

Eran tiempos de utopías movilizadoras para el<br />

cambio social, de auge <strong>del</strong> movimiento popular en<br />

su dimensión socio-política y, de una perspectiva<br />

eclesial, que desde el Concilio Vaticano II, Me<strong>del</strong>lín<br />

y Puebla promovía la dimensión de fe y justicia,<br />

innovando las maneras de actuar de la Iglesia<br />

en la sociedad.<br />

Desde su fundación, el Ceop Ilo y el Centro Loyola<br />

Ilo formaron un solo equipo institucional<br />

liderado por una comunidad jesuita, la comunidad<br />

de religiosas Hermanas <strong>del</strong> Servicio Social de La


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Instalaciones <strong>del</strong> Centro Loyola de Ilo. / Archivo SJ<br />

Inmaculada y un equipo de laicos y laicas que a<br />

través de un Comité Directivo común, discernían<br />

el proyecto institucional para servir más y mejor a<br />

la población que atendían. Este mo<strong>del</strong>o de trabajo<br />

permitió madurar y construir un proyecto compartido<br />

y asumido de manera conjunta.<br />

Asumimos un compromiso con la fe y la justicia<br />

desde una opción por los pobres, entendida como<br />

la promoción humana y organizacional de los<br />

desposeídos como actores sociales a fin de que<br />

participen activamente en la construcción de una<br />

sociedad justa, fraterna y de una iglesia solidaria<br />

que asume las aspiraciones de los pobres por una<br />

vida digna. Opción entendida también, como solidaridad<br />

con sus justas demandas para erradicar<br />

la pobreza infrahumana y generar estilos de vida<br />

solidarios y fraternos que impacten en el acontecer<br />

social y eclesial.<br />

Al cumplirse los 15 años <strong>del</strong> Ceop Ilo y 11 <strong>del</strong><br />

Centro Loyola Ilo, la dirección de las obras pasó<br />

a manos de los laicos. El Ceop asumió cambios<br />

internos dejando los cursos técnicos y la vincula-<br />

25<br />

Fe<br />

ción con el Ministerio de Educación. En el intento<br />

de responder a las demandas de la población inició<br />

un área de Economía con experiencias piloto de<br />

generación de ingresos que luego derivaron en el<br />

programa de crédito que actualmente maneja.<br />

Ante la decisión de la Compañía de Jesús de cerrar<br />

la comunidad de Ilo y fortalecer la de Tacna, se<br />

formuló una nueva propuesta institucional para el<br />

Centro Loyola Ilo, cuya responsabilidad quedaría<br />

en manos de laicos. El proyecto fue presentado<br />

al Provincial por el superior de la comunidad de<br />

Tacna, padre Pedro Barreto SJ, propuesta que fue<br />

aceptada.<br />

En marzo <strong>del</strong> 2000 nace la tercera obra de la Compañía<br />

de Jesús en Ilo: el Colegio Fe y Alegría 52<br />

“Pedro Arrupe”, fruto de las reflexiones, estudios<br />

y gestiones realizadas en común entre jesuitas y<br />

laicos.<br />

Las obras en manos de laicos ignacianos continúan<br />

y profundizan una evangelización integral, actuando<br />

en campos como la educación, formación


Fe<br />

Primer Encuentro Regional de Jóvenes Ignacianos de Ilo. / Archivo SJ<br />

integral, promoción <strong>del</strong> desarrollo y la promoción<br />

social. Se insertan también en la problemática local<br />

y regional y en la apuesta por la descentralización<br />

y desarrollo regional, participando en la planificación<br />

<strong>del</strong> desarrollo regional y en los procesos de<br />

mejoramiento de la calidad de la educación, en<br />

la formación de sujetos sociales y en el fortalecimiento<br />

de una Iglesia comunitaria.<br />

La conformación de la Coordinadora Regional<br />

Apostólica Jesuita <strong>del</strong> Sur (CORAJE) impulsó una<br />

manera de trabajo compartido que nos permitió,<br />

además, trascender nuestras propias obras y realidades<br />

locales y nos comprometió en crear sinergias<br />

entre las obras ignacianas con otras de la sociedad<br />

civil. Respondimos así ante los retos regionales y<br />

los objetivos planteados por la Compañía de Jesús<br />

en la Congregación General 34.<br />

Lo aprendido en este lapso nos abre un nuevo desafío<br />

de trabajo entre laicos y jesuitas en las obras<br />

de Ilo. Se plantean cambios en varias dimensiones,<br />

sostenidos por la espiritualidad ignaciana, los<br />

ejercicios espirituales y los principios <strong>del</strong> discernimiento<br />

apostólico para la nueva misión.<br />

26<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

El trabajo en conjunto es parte fundamental dentro<br />

<strong>del</strong> sistema de gestión institucional. Los equipos se<br />

organizan a través de áreas de trabajo y desarrollan<br />

un sistema de coordinación, planificación, gestión<br />

y evaluación de proyectos y actividades. Sus planes<br />

son presentados en una asamblea y aprobados<br />

por el Comité Directivo.<br />

Los jesuitas son portadores de una manera particular<br />

de vivir la fe al servicio de la justicia. Ver<br />

a Francisco abogando por dirigentes detenidos en<br />

una marcha pacífica y en demanda de derechos, a<br />

Juan Luis educando a dirigentes y organizaciones<br />

populares, a Santiago recorriendo en una moto<br />

los barrios populares para animar las emergentes<br />

comunidades cristianas, nos dieron una nueva lectura,<br />

una muestra de que la tarea de evangelización<br />

debe unir fe y vida, fe y justicia.<br />

Sacerdotes, religiosas y laicos compartimos trabajos<br />

de apostolado social y espiritual, buscando articular<br />

una mística de la fe con lo social y lo político,<br />

ante los retos económicos y sociales de Ilo, desde<br />

los barrios, capillas y comunidades que se fueron<br />

formando.


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Desafíos para los laicos ignacianos<br />

Nos dejamos inspirar hoy en el nuevo Plan de la<br />

Provincia 2 que nos plantea opciones centrales para<br />

los jesuitas y sus obras en el <strong>Perú</strong>. “Como cuerpo<br />

apostólico estamos urgidos a afirmar la Vida en el<br />

Espíritu que dinamizará todas nuestras obras y comunidades”.<br />

Esto debemos traducirlo a nuestra vida<br />

laical fomentando en nuestros equipos una mística<br />

de amor y servicio alimentada desde la práctica de<br />

los Ejercicios Espirituales, aprendizaje y práctica de<br />

discernimiento, programas de formación teológica,<br />

social y ética, etc. Trabajar y fortalecer identidad<br />

y espiritualidad ignaciana en las obras para poder<br />

actuar como cuerpo apostólico y en red.<br />

Debemos hacer nuestras obras atrayentes y provocadoras<br />

para generar la identidad en nuestros<br />

propios equipos, para que como laicos podamos<br />

ser referentes e inspiradores de un estilo de vida y<br />

compromiso, que sean espacio de inspiración para<br />

la misión, para suscitar vocaciones para la SJ o<br />

para vivir un laicado comprometido.<br />

Celebración <strong>del</strong> Año Jubilar de la Compañía de Jesús, 2006. / Archivo SJ<br />

27<br />

Fortalezcamos la vida de equipo en la CORAJE.<br />

Procuremos mayor cohesión, coordinación y una<br />

mejor comunicación que permitan dar respuestas<br />

para la lucha contra toda forma de injusticia y<br />

exclusión. Desarrollemos propuestas y planes que<br />

influyan en las políticas públicas y en el acontecer<br />

de la iglesia.<br />

Formemos comunidades significativas para la sociedad<br />

y para la Iglesia, integrando fe y justicia.<br />

Demos impulso a las CVX 3 y al surgimiento de un<br />

trabajo con jóvenes que desde lo pastoral y social<br />

dinamice una participación activa y comprometida<br />

de la juventud en la renovación de la Iglesia y el<br />

Desarrollo Social.<br />

Busquemos la empatía con la realidad de los pobres<br />

y de los jóvenes de hoy y, en fi<strong>del</strong>idad con<br />

el Evangelio y la propuesta ignaciana <strong>del</strong> Magis,<br />

elaboremos propuestas participativas e incluyentes<br />

que nos permitan dar fuerza a una labor que<br />

desea seguir siendo compartida entre laicos y<br />

jesuitas en Ilo.<br />

2 Documento de la Compañia de Jesús - Provincia <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>, que marca los lineamientos de la institución para los próximos años.<br />

3 Comunidades de Vida Cristiana.<br />

Fe


Le conocí personalmente en<br />

mayo de 1965, en el momento<br />

mismo en que era elegido General<br />

de la Compañía de Jesús. Tenía<br />

entonces 58 años y yo 40. Traía<br />

sobre sí una historia movidísima:<br />

alumno de los Escolapios (Bilbao),<br />

universitario (Madrid), jesuita en<br />

formación (Loyola, Bélgica,<br />

USA), jesuita en activo,<br />

más de veinte años de<br />

misionero en Japón<br />

(maestro de novicios,<br />

Provincial, etc.)<br />

Le había frecuentado<br />

previamente<br />

a través de las<br />

c a u t i v a d o r a s<br />

páginas de su<br />

autobiografía<br />

“Este Japón<br />

increíble”. La<br />

obra constituye<br />

el autorretrato<br />

de un hombre<br />

capaz de vivir en<br />

encarnación permanente,<br />

haciéndose<br />

todo a todos. Esta idea,<br />

que luego él divulgaría<br />

como inculturación y sobre<br />

la que, desde la hondura de su<br />

experiencia personal, escribiría<br />

páginas definitivas. Me impresionó<br />

su primer gesto, apenas<br />

llegado a Japón, el de arrinconar<br />

sus apuntes de filosofía y teología,<br />

laboriosamente preparados en<br />

Occidente para la evangelización<br />

que imaginaba, porque “a esta<br />

ESPECIAL<br />

Pedro Arrupe,<br />

hom bre de todos<br />

gente sólo le interesa experimentar<br />

cómo viven ésos que dicen que<br />

creen en Dios”. Y simplemente se<br />

dedicó a eso: a vivir su fe viendo<br />

como vivió Jesucristo. Así lo en-<br />

contró el estallido de la primera<br />

bomba atómica. Y no pensó en<br />

otra cosa que en desvivirse por todos<br />

hasta la extenuación. Como lo<br />

había contemplado muchas veces<br />

en el autorretrato de Jesús, el buen<br />

28<br />

Ignacio Iglesias SJ<br />

samaritano de la parábola (Lc. 10,<br />

29-37).<br />

Poco después pude conocerle<br />

más, en el día a día, durante nueve<br />

años y medio, (sus últimos como<br />

General), hasta el umbral mismo<br />

de su enfermedad terminal.<br />

Necesito afirmar que, después<br />

de la fe (en la que<br />

incluyo la llamada <strong>del</strong><br />

Señor a la Compañía<br />

de Jesús); los años<br />

que viví con Arrupe<br />

entre 1972 y 1981,<br />

han sido la gracia<br />

más importante<br />

de mi vida:<br />

• Porque es una<br />

gracia vivir con<br />

un hombre apasionado<br />

<strong>del</strong> mundo,<br />

apasionado<br />

de un Dios que no<br />

tiene otra voluntad<br />

que salvar al hombre<br />

liberando su libertad,<br />

la huella más divina<br />

que todo ser humano lleva<br />

dentro de sí. Por lo que esta<br />

salvación no se impone por ningún<br />

tipo de violencia, se ofrece,<br />

se “derrocha” (Ef. 1,8) y ha de ser<br />

libremente recibida.<br />

• Es una gracia vivir con un hombre<br />

humilde que, debido a que<br />

cada día experimenta la opción<br />

de Dios por él, por su pobreza, es<br />

decidido y valiente a la hora de


ESPECIAL<br />

optar por los pobres de todas las<br />

pobrezas y vive continuamente<br />

arriesgándose por encima de<br />

todo cálculo e interés personal.<br />

Como evangélicamente pequeño<br />

que es, todo lo debe, todo lo tiene,<br />

todo lo da.<br />

• Es una gracia vivir con un servidor<br />

voluntario a quien no hace<br />

falta decirle dónde está la necesidad,<br />

porque él mismo se anticipa<br />

a descubrirla y moviliza toda su<br />

capacidad de respuesta y de recursos<br />

en ello (refugiados, ateismo,<br />

inculturación, ecumenismo, problemas<br />

teológicos de naturaleza y<br />

transmisión de la vida, marxismo,<br />

diálogo interreligioso).<br />

• Es una gracia vivir con un hombre<br />

que rebosa el optimismo de<br />

la misericordia, que no cierra los<br />

ojos al mal, pero los abre, penetrantes,<br />

al bien. El bien que obra<br />

Dios presente y activo en todo<br />

corazón humano. Por eso cree<br />

en el hombre, se fía, aunque le<br />

engañen, (¡y le engañaron!), hace<br />

creer a todos a costa de sí mismo.<br />

A su lado se crecía.<br />

• Es una gracia vivir con un amigo<br />

fuerte de Dios, un apasionado de<br />

Jesús, a quien se refiere de continuo<br />

en páginas bellísimas. Como<br />

quien se explica por Él, no se<br />

explica a sí mismo sin Él, se justifica<br />

únicamente por Él y necesita<br />

decirlo, con la vida y la palabra,<br />

como la razón de su esperanza.<br />

“En Él sólo la esperanza” fue el<br />

lema de Ignacio de Loyola y de<br />

Pedro Arrupe nació el 14 de noviembre de 1807 en<br />

Bilbao, en el “Casco Viejo”, como se llama hoy a<br />

la parte antigua de la villa. Al día siguiente recibió<br />

el bautismo en la basílica de Santiago.<br />

El 25 de enero de 1927 ingresó en la Compañía<br />

de Jesús, en el noviciado de Loyola. Cinco años<br />

más tarde, llegó el decreto de disolución de la<br />

Compañía en España. Arrupe partió al destierro<br />

y continuó sus estudios en Marneffe (Bélgica)<br />

y Valkenburg (Holanda). El 30 de julio de 1936<br />

recibe la ordenación sacerdotal. Dos años después<br />

recibe una carta <strong>del</strong> Padre General destinándole<br />

a la misión de Japón, la cual había solicitado ya<br />

muchas veces a sus superiores.<br />

Al día siguiente de entrar Japón en la II Guerra<br />

Mundial, 8 de diciembre de 1941, lo encarcelan<br />

acusándole de “espía”. Al poco tiempo de ser<br />

puesto en libertad es nombrado maestro de novicios<br />

de Nagatsuka, que se ubica en una colina a las<br />

afueras de Hiroshima. El 6 de agosto de 1945 fue<br />

testigo de la explosión de la bomba atómica y convirtió<br />

el noviciado en un hospital de emergencia.<br />

Más de ciento cincuenta personas, abrasadas por<br />

la irradiación, fueron atendidas. Más a<strong>del</strong>ante fue<br />

nombrado superior de todos los jesuitas de Japón,<br />

con el cargo de Viceprovincial el 24 de marzo<br />

1954. Luego Pedro Arrupe fue elegido Prepósito<br />

29<br />

Arrupe, la sentencia dará título<br />

más tarde a un compendio de<br />

páginas íntimas suyas.<br />

• Es una gracia vivir con un seguidor<br />

de ese Jesús, que, por eso,<br />

no se reserva, no excluye, busca<br />

abiertamente a los discriminados.<br />

• Finalizo aquí estas reflexiones,<br />

sin haber agotado la gracia de<br />

Dios de ese hombre, ambulante<br />

por todos los caminos <strong>del</strong> mundo<br />

y por todos los escenarios de los<br />

hombres que fue Pedro Arrupe,<br />

hombre de todos y para todos. O,<br />

más todavía “por” todos. Como el<br />

Maestro. Todos se sintieron importantes<br />

a su lado. A nadie hizo<br />

sombra. Quienes le conocimos, le<br />

tuvimos, y le seguimos teniendo,<br />

por nuestro.<br />

General de la Compañía de Jesús el 22 de mayo<br />

de 1965.<br />

Supo afrontar los tiempos azarosos y renovadores<br />

en los que entraba la sociedad humana<br />

y la Iglesia después <strong>del</strong> Concilio Vaticano II.<br />

Lleno de valor, de visión <strong>del</strong> presente y <strong>del</strong> futuro<br />

y, sobre todo, de una inquebrantable fe en<br />

Dios, tuvo que sufrir incomprensiones y contradicciones<br />

de todas partes, incluso, a veces,<br />

de las más altas instancias de la Iglesia. El 2<br />

de diciembre de 1974 se convocó a la Congregación<br />

General Nº 32. Este encuentro fue un<br />

hito fundamental en la historia de los jesuitas,<br />

sobre todo por la proclamación de que la fe en<br />

Dios ha de ir insoslayablemente unida a la lucha<br />

infatigable para abolir todas las injusticias<br />

que pesan sobre la humanidad. El 7 de agosto<br />

de 1981, sufrió una trombosis cerebral que le<br />

dejó incapacitado <strong>del</strong> lado derecho.<br />

El 3 de septiembre de 1983, en la Congregación<br />

General Nº 33, Arrupe presentó su renuncia<br />

al cargo y Peter-Hans Kolvenbach fue<br />

elegido General de la Compañía. Finalmente,<br />

el 5 de febrero de 1991 entregó su alma a Dios<br />

en la casa generalicia de los jesuitas en Roma<br />

y sus ultimas palabras fueron: “Por el presente<br />

Amén y por el futuro Aleluya”.


El padre Jean-Yves Calvez<br />

es uno de los jesuitas más<br />

reconocidos en la actualidad,<br />

tanto en el ámbito religioso<br />

como en el mundo académico.<br />

El motivo principal de su visita<br />

a nuestro país, en octubre <strong>del</strong><br />

<strong>2007</strong>, fue compartir con nosotros<br />

los recuerdos más valiosos<br />

que guarda de su experiencia<br />

de trece años como asistente<br />

<strong>del</strong> padre Pedro Arrupe, en ese<br />

entonces Superior General de<br />

la Compañía de Jesús.<br />

“Él era de una sencillez extrema.<br />

A veces me parecía el<br />

niño a quien Jesús mira en el<br />

Evangelio quien, sin embargo,<br />

conocía la condición humana y<br />

sus limitaciones. Arrupe también<br />

ha sido para mí, en forma<br />

ejemplar, el hombre para los<br />

demás. No enseñaba mucho de<br />

palabra, sino por su vida, por la<br />

expresión de su rostro, por su<br />

mirada”, recordó el sacerdote.<br />

Asimismo, el padre Calvez<br />

tuvo la oportunidad de exponer<br />

sus reflexiones y nuevos<br />

trabajos académicos sobre los<br />

temas de ética económica y<br />

social, a los cuales se ha dedicado<br />

a estudiar y desarrollar<br />

en los últimos años ante<br />

los retos que se presentan en<br />

esta sociedad globalizada de<br />

El padre J ean-Yves<br />

Calvez en el Peru<br />

inicios <strong>del</strong> siglo XXI.<br />

En nuestra capital dictó dos<br />

conferencias los días 30 y 31<br />

de octubre. La primera trató<br />

sobre la ética en el mundo de<br />

la empresa y la segunda giró<br />

en torno a la visión que Pedro<br />

Arrupe tenía <strong>del</strong> mundo. Mientras<br />

que el 3 de noviembre, en<br />

la ciudad de Arequipa, habló<br />

sobre la gestión empresarial<br />

para una nueva cultura social.<br />

Aparte de esas actividades, el<br />

padre Calvez compartió sus<br />

experiencias con otros jesuitas<br />

y personas allegadas a la Compañía<br />

en el <strong>Perú</strong>. Asimismo,<br />

concedió entrevistas en Radio<br />

Filarmonía y al periodista César<br />

Hildebrandt en Radio San<br />

Borja 1 .<br />

Durante la homilía de la misa<br />

que se celebró en la Parroquia<br />

Nuestra Señora de los Desamparados<br />

en Breña, el padre<br />

Calvez destacó que existen<br />

tres cosas fundamentales de<br />

la vida de San Ignacio y de la<br />

vocación jesuita que aparecen<br />

subrayadas en las lecturas que<br />

la Iglesia nos ofrece para la ceremonia<br />

por el aniversario <strong>del</strong><br />

fundador de la Compañía.<br />

“Hay, primero, en el Deuteronomio<br />

la propuesta misma<br />

1 Puede ser escuchada en: www.jesuitasperu.org/pags/index.asp?id=148&m=3&p1=860<br />

30<br />

ESPECIAL<br />

de Dios al hombre, que en<br />

la práctica es el principio y<br />

fundamento de los Ejercicios<br />

Espirituales. Después, en la<br />

lectura de San Pablo, aparece<br />

la conversión que es uno de los<br />

temas que está íntimamente<br />

asociado a San Ignacio. La tercera<br />

lectura es la <strong>del</strong> Evangelio<br />

de San Lucas. El hombre, dice<br />

Jesús, debe cargar con su cruz.<br />

Pero se trata de algo más que<br />

eso, la vocación jesuita es estar<br />

con Jesús cargando su propia<br />

cruz y que seamos sus amigos”,<br />

manifestó el padre Calvez.<br />

Más a<strong>del</strong>ante, brindó su testimonio<br />

sobre la forma en que el<br />

padre Arrupe percibía el mundo<br />

y cómo veían a los jesuitas:<br />

“Quería a África, a América<br />

<strong>del</strong> Sur y <strong>del</strong> Norte. No quería<br />

que se despreciara a Europa, en<br />

cierto sentido descristianizada,<br />

pero que había sido la evangelizadora<br />

de tantos pueblos<br />

y la tierra de varios santos.<br />

Mientras que Asia tenía un lugar<br />

privilegiado en su corazón<br />

por haber pasado veintisiete<br />

años como misionero en el<br />

Japón. Pude ver a este hombre<br />

llevando a la Compañía de Jesús<br />

entera sobre sus espaldas,<br />

inquieta ante las sospechas que<br />

podían tener acerca de ella los<br />

Vicarios de Cristo. Hemos po-


ESPECIAL<br />

dido vivir momentos difíciles<br />

en el tiempo en que era Padre<br />

General pero ¡que gran suerte<br />

ha sido haberlo tenido a él en<br />

el cargo precisamente en ese<br />

instante! ¿Qué habría sido ella<br />

sin él y sin la inmensa confianza<br />

que le tenían la mayoría de<br />

nuestros compañeros?”.<br />

En conclusión, la visita <strong>del</strong><br />

padre Calvez nos ha permitido<br />

conocer con mayor detalle su<br />

pensamiento y reflexiones sobre<br />

la sociedad contemporánea<br />

y su testimonio cercano y fraternal<br />

sobre un jesuita ejemplar<br />

como fue Pedro Arrupe.<br />

El padre Jean-Yves Calvez SJ nació en<br />

Francia en 1927. Fue testigo, durante su<br />

infancia y adolescencia, de importantes<br />

cambios políticos, económicos y sociales<br />

en el mundo. Su vocación religiosa<br />

lo llevó a ingresar a un noviciado jesuita<br />

para luego ordenarse como sacerdote y<br />

convertirse en un destacado filósofo y<br />

teólogo.<br />

Ha sido Superior de los jesuitas de la<br />

provincia de Francia y es un experto en<br />

temas <strong>del</strong> Concilio Vaticano II, donde<br />

participó activamente en la redacción de<br />

la Constitución Gaudium et spes. Actualmente<br />

es profesor de Filosofía Social y<br />

director <strong>del</strong> departamento de Ética Pública<br />

en el Centro Sèvres de la Compañía de<br />

Jesús en París. También ejerce la docencia<br />

en la Facultad de Ciencias Sociales<br />

y Económicas <strong>del</strong> Institut Catholique de<br />

dicha ciudad. Asimismo, es consultor de<br />

la Santa Sede <strong>del</strong> Secretariado para los<br />

No Creyentes y <strong>del</strong> Consejo Pontificio de<br />

Justicia y Paz. Uno de los cargos por el<br />

cual es más recordado es el de Asistente<br />

por trece años <strong>del</strong> Prepósito General, cargo<br />

que ejercía el padre Pedro Arrupe.<br />

El padre Calvez ha publicado más de treinta libros durante su carrera académica y religiosa. Entre los<br />

títulos más destacados se encuentran: El pensamiento de Karl Marx (1956), Eglise et société économique,<br />

L’enseignement social des papes de Léon XIII à Pie XII (1961), Eglise et société économique,<br />

L’enseignement social de Jean XXIII (1963), La politique et Dieu (1985), L’Eglise pour la démocratie<br />

(1992), Le père Arrupe, l’Eglise après le Concile (1997), Ética económica y ética política (1998),<br />

Socialismes et marxismes, Inventaire pour demain (1998), Compagnon de Jésus, un itinéraire (2000)<br />

y El horizonte <strong>del</strong> nuevo siglo. Reflexiones sobre la justicia y la paz en el mundo (2004).<br />

Actualmente, su atención se centra en la concepción de la gestión empresarial para una nueva cultura<br />

social. Según el padre Calvez, en un pasado reciente se consideraba que existía una autonomía casi<br />

absoluta de lo económico con respecto a la vida social. Sin embargo, de acuerdo con su pensamiento,<br />

ambos aspectos están íntimamente relacionados.<br />

31


Gestio ión empresarial y<br />

cultura social<br />

En la actualidad se precisa de<br />

una nueva concepción de la<br />

gestión empresarial y, más aún,<br />

de una renovada cultura social a<br />

nivel mundial. Ambos aspectos,<br />

profundamente interrelacionados,<br />

serán motivo de este análisis,<br />

el cual intentará abrir el<br />

diálogo sobre el significado real<br />

de los conceptos.<br />

SIGNOS DEL CAMBIO<br />

En un pasado reciente, lo económico<br />

ostentaba casi una<br />

autonomía absoluta. Muchas<br />

personas presuponían que había<br />

una separación total entre lo<br />

económico y las preocupaciones<br />

sociales y políticas. Esta idea<br />

era percibida, por ejemplo, de<br />

forma más nítida en Argentina<br />

que en Europa hacia la década<br />

de los 90.<br />

Sin embargo, hoy se redescubre<br />

que las decisiones importantes<br />

para las personas son las<br />

políticas. Muchas de ellas han<br />

cambiado la vida de la gente e<br />

incluso de grandes agrupaciones<br />

económicas ¿Por qué nuestra<br />

mentalidad, nuestra percepción<br />

general de lo económico y lo<br />

político, ha cambiado tanto estos<br />

últimos años?<br />

Hasta alrededor de los años<br />

1989-1991 se podía pensar en<br />

una pacificación apolítica. Se<br />

postuló el “fin de la historia”,<br />

es decir, la instalación definitiva<br />

de un mercado libre favorable a<br />

todos y de una forma blanda de<br />

Estado democrático (no tenía<br />

que intervenir en cuestiones<br />

difíciles). Sabemos que pasó<br />

después: la inclusión (inevitable)<br />

de China en el circuito de<br />

los intercambios mundiales; el<br />

11 de septiembre de 2001 (Nueva<br />

York y Washington); Atocha,<br />

2004 (Madrid); los atentados en<br />

el subterráneo de Londres en<br />

2005; las guerras de Afganistán<br />

e Irak (esta última sustentada<br />

en una confusa justificación); el<br />

resurgimiento <strong>del</strong> problema de<br />

la abolición de las armas nucleares.<br />

Todo esto describe un<br />

mundo difícil, muy político, y<br />

con evidente incidencia sobre la<br />

economía entera.<br />

Han surgido también los riesgos<br />

ecológicos, que la economía an-<br />

Nuevos cam inos* * *<br />

Jean-Yves Calvez SJ<br />

Centre Sèvres y CERAS - Centro de Investigación y Acción Social, París.<br />

* *<br />

terior podía ignorar, pues se propalaba<br />

la teoría de la irresponsabilidad<br />

empresarial (la empresa<br />

se abocaba solo a conseguir ganancias).<br />

Además, la protección<br />

social tocaba al Estado que,<br />

desde luego, se creía autosuficiente<br />

(como si los recursos le<br />

llegasen sin la intervención <strong>del</strong><br />

trabajo de la población y de las<br />

empresas). Por estas razones se<br />

habla hoy más frecuentemente<br />

de “empresa ciudadana”. Esta<br />

concepción cristaliza el hecho<br />

que las empresas, como también<br />

los individuos (consumidores),<br />

participan en la responsabilidad<br />

<strong>del</strong> bienestar ecológico.<br />

Los problemas se agravan si<br />

observamos que las empresas<br />

(sobre todo las más grandes) son<br />

más dependientes de los grandes<br />

grupos financieros y de especuladores.<br />

Estos, directa o indirectamente,<br />

toman las decisiones<br />

relacionadas con las empresas<br />

productivas. La influencia de las<br />

finanzas es hoy decisiva, para<br />

bien o para mal, en la economía<br />

productiva. Hablamos de financiarización,<br />

con sus ventajas y<br />

sus peligros.<br />

* Texto condensado y editado de la conferencia “La Ética en el mundo de la empresa” desarrollada por el autor en la Universidad <strong>del</strong> Pacífico en octubre<br />

<strong>del</strong> <strong>2007</strong><br />

32<br />

ESPECIAL


ESPECIAL<br />

Ilustración: Carlos Pedreros<br />

“Los daños que se pueden<br />

sufrir en una economía<br />

sin regulación son tan<br />

grandes que invitan a<br />

acudir a aquella sociedad<br />

política muchas veces<br />

desvalorizada.”<br />

El cuadro anterior altera y cambia<br />

la gestión empresarial en muchos<br />

sentidos. En particular, destruye<br />

su independencia. En cierto sentido,<br />

antaño todo era estable; hoy,<br />

todo está fluctuando. Psicológicamente,<br />

los directivos empresariales<br />

se encuentran en una situación<br />

de incertidumbre y experimentan<br />

una pérdida de su iniciativa.<br />

HACIA UNA EMPRESA<br />

HUMANA<br />

La introducción de la problemá-<br />

tica empresarial en la enseñanza<br />

social de la Iglesia Católica se<br />

produjo en los años posteriores a<br />

la Segunda Guerra Mundial. La<br />

importancia de este ámbito de<br />

reflexión radicó en que se plantearon<br />

una serie de problemas,<br />

entre ellos la reforma y construcción<br />

de una empresa humana y<br />

comunitaria.<br />

En aquel tiempo casi no se tocaba<br />

la relación de la empresa<br />

con las finanzas. La empresa<br />

obtenía las finanzas, si se puede<br />

decir, básicamente dentro de ella<br />

misma. Un concepto muy fuerte<br />

en aquel tiempo era el de reinversión<br />

o autoinversión. Casi se<br />

hubiera podido pensar en una<br />

empresa sola en el mundo y no<br />

inmersa, como lo está hoy, en el<br />

océano de las finanzas, de múltiples<br />

operaciones y con multitud<br />

de actores fuera de su control.<br />

La contradicción principal pro-<br />

33<br />

venía <strong>del</strong> carácter inhumano<br />

que muchos atribuían a la empresa.<br />

Esa percepción emanaba<br />

de un conocimiento circunscrito<br />

solamente a la sociedad de capitales<br />

o al capital patrimonial<br />

como dueño único. Al finalizar<br />

la Segunda Guerra Mundial el<br />

enfoque cambió, fruto de una<br />

cultura paternalista y porque<br />

todos los países habían sufrido<br />

las consecuencias bélicas: se<br />

afirmó que la empresa era una<br />

comunidad y debía organizarse<br />

de manera comunitaria. Era<br />

preciso considerar los aportes<br />

individuales cuantificables y<br />

la presencia de las personas<br />

mismas, todas implicadas y con<br />

verdadero derecho de gozar de<br />

un campo de iniciativa y decisión,<br />

como es propio de toda<br />

persona humana.<br />

En consecuencia, la doctrina<br />

social de la Iglesia consistió<br />

durante ese período en la afir-


mación <strong>del</strong> carácter comunitario<br />

de los integrantes de la empresa:<br />

accionistas, administradores y<br />

trabajadores. La solidaridad de<br />

los integrantes de la empresa<br />

(solidaridad interna) se entendió<br />

como un elemento fundamental<br />

de toda la economía. Se pensó<br />

que su crecimiento también<br />

originaría el incremento de la<br />

solidaridad externa o global.<br />

Extendámonos sobre la nueva<br />

cultura social que se considera<br />

“No se trata de oponer la<br />

sociedad al individuo. Se<br />

trata de reconocer que no<br />

hay existencia individual<br />

sino por y con otro: somos<br />

redes de relaciones interpersonales.”<br />

Ilustración: Carlos Pedreros<br />

hoy día como imprescindible y<br />

que, además, parece haberse ya<br />

iniciado. Su origen no es sino<br />

el resultado de las interdependencias<br />

mundiales en muchos<br />

aspectos. La palabra “mundialización”,<br />

término de amplio uso<br />

y abuso, se corresponde con algo<br />

real. Sin embargo, la misma palabra<br />

parece, a veces, suponer casi<br />

una disolución o disgregación de<br />

toda sociedad como tal.<br />

Debemos añadir que en las últimas<br />

décadas se ha producido un<br />

fuerte crecimiento <strong>del</strong> individualismo<br />

en la búsqueda de mayor<br />

autonomía e independencia personal.<br />

Ello como consecuencia<br />

<strong>del</strong> progreso de la educación<br />

escolarizada (el paso, en un corto<br />

lapso, de un gran número de<br />

personas a un nivel de educación<br />

secundaria); el acceso individualizado<br />

a inmensas fuentes de in-<br />

34<br />

ESPECIAL<br />

formación (Internet ha devenido<br />

en un acontecimiento decisivo)<br />

y la miniaturización tecnológica<br />

de instrumentos adaptados al<br />

individuo mismo.<br />

A partir de esta visión de progreso<br />

individual se concluye<br />

fácilmente que no tiene sentido<br />

hablar de sociedad, sino de<br />

solo una relación contractual.<br />

Recuerden a Margaret Thatcher<br />

proclamando no haber encontrado<br />

nunca “la sociedad”. Tampoco<br />

yo, es verdad, la he encontrado<br />

en este sentido. Sin embargo, aún<br />

el consumidor poco enterado de<br />

los misterios de la economía, al<br />

visitar los supermercados y comprar<br />

sus camisas y pantalones,<br />

hoy se da cuenta de la presencia<br />

universal de los textiles chinos;<br />

reconoce, en consecuencia, su<br />

pertenencia al mismo mundo que<br />

los productores asiáticos; deduce


ESPECIAL<br />

que, directa o indirectamente,<br />

tiene que discutir o negociar con<br />

ellos, descubre que forma con<br />

ellos sociedad, lo quiera o no.<br />

De tal suerte que la apertura comercial<br />

misma es una instancia<br />

de creación de sociedad mucho<br />

más que de disolución social.<br />

Y, en consecuencia, requiere<br />

de una nueva cultura social,<br />

solamente que a un nivel más<br />

amplio que antes.<br />

En cada nación, la interacción<br />

social ha crecido muchísimo en<br />

los últimos 50 años. En ese lapso<br />

toda la atención reformadora y<br />

ética –también la de la Iglesia– se<br />

centró en la empresa entendida<br />

casi en sí misma, como si el mundo<br />

económico y la sociedad civil<br />

entera estuviesen constituidos por<br />

“mónadas” (celdas incomunicadas<br />

entre sí) que solamente se encuentran<br />

a través de la presencia de<br />

los productos en el mercado. El<br />

movimiento de mundialización<br />

descubrió, por el contrario, que<br />

no podemos desinteresarnos de<br />

los otros. Por lo tanto, nuestras<br />

empresas están llamadas también<br />

a desconcentrarse, formando así<br />

parte de una gran sociedad o comunidad.<br />

NUEVA SOCIEDAD Y NUEVA<br />

CULTURA<br />

Esta gran sociedad necesita de<br />

humanización, como la precisaba<br />

la empresa en el tiempo de la postguerra.<br />

Es la tarea <strong>del</strong> momento: se<br />

nos propone, por no decir que se<br />

nos impone, una cultura social de<br />

nuevas dimensiones. En la actualidad,<br />

hay una sociedad, en lugar<br />

de muchas sociedades. También<br />

hay una nueva cultura social de la<br />

que participamos a través de una<br />

amplia red común de información,<br />

obras culturales y artísticas, que<br />

refuerza nuestro sentido de mutua<br />

pertenencia.<br />

Lo político, después <strong>del</strong> episodio<br />

ideológico <strong>del</strong> “Estado mínimo”,<br />

también está de vuelta. Los daños<br />

que se pueden sufrir en una economía<br />

sin regulación son tan grandes<br />

que invitan a acudir a aquella<br />

sociedad política muchas veces<br />

desvalorizada. Al momento de<br />

constatar los desequilibrios de la<br />

situación económica actual, no se<br />

puede ignorar el servicio que puede<br />

prestar una comunidad política<br />

en escala mundial.<br />

Por otro lado, hoy en día nuestra<br />

comunidad tiene una percepción<br />

más aguda de su participación en<br />

el campo ecológico: la idea de que<br />

no podemos vivir y convivir sino<br />

socialmente y haciendo sacrificios<br />

unos para otros. En este sentido, el<br />

tiempo <strong>del</strong> individualismo radical<br />

debería estar en sus últimos momentos,<br />

a pesar de la autonomía<br />

humana en muchos aspectos. Todo<br />

esto llama a formar sociedad en un<br />

sentido nuevo, a desarrollar una<br />

cultura social.<br />

LA RESPUESTA EMPRESARIAL<br />

El ámbito empresarial puede contribuir<br />

al reto de una nueva cultura<br />

social de muchas maneras. Lo<br />

primero es, evidentemente, tomar<br />

conciencia de esta realidad y sus<br />

posibilidades.<br />

Las empresas pueden responder<br />

a través de la cooperación entre<br />

ellas, incluso para defenderse de<br />

su disolución por razones financieras.<br />

Además, están en condiciones<br />

de organizarse ellas mismas, o de<br />

exigir regulaciones que impidan<br />

los abusos. Se entiende que las<br />

normas constituyen, a largo plazo,<br />

una ventaja.<br />

La empresa participa de la nueva<br />

cultura social si contribuye a la<br />

toma de conciencia de los peligros<br />

ecológicos que se deben de enfrentar,<br />

en vez de situarse en una posición<br />

defensiva, que protege sólo<br />

35<br />

el corto plazo. La razón estriba en<br />

que gran parte de las soluciones están<br />

efectivamente en manos de las<br />

empresas mismas, sin que medien<br />

autoridades externas o por una<br />

coacción política.<br />

REPERCUSIONES INTERNAS<br />

Todo esto se debe desde luego<br />

reflejar en el contenido mismo de<br />

la discusión entre los integrantes<br />

de la empresa. En el mejor de los<br />

casos, en nuestro tiempo hay un<br />

cierto intercambio de información<br />

con los representantes <strong>del</strong> personal<br />

en algunas materias sociales de<br />

solución inmediata, pero muchas<br />

otras cosas se mantienen en reserva<br />

(despidos, reubicaciones, etc.).<br />

La participación en las respuestas<br />

que se pueden dar a las exigencias<br />

de una cultura social será algo muy<br />

constructivo para toda la vida de la<br />

empresa ciudadana.<br />

Una característica preocupante de<br />

la mentalidad contemporánea es<br />

que muchos aún se desentiendan de<br />

la gestión <strong>del</strong> capital, contentándose<br />

con protestar en el momento de<br />

sufrir decisiones de origen externo.<br />

Sin embargo, la nueva cultura social<br />

comporta la corresponsabilidad<br />

de las decisiones.<br />

RECONOCIENDO AL OTRO<br />

Se debe entender claramente la<br />

recuperación de la dimensión<br />

social que implica la nueva cultura<br />

hoy exigida. No se trata de<br />

oponer la sociedad al individuo.<br />

Se trata de reconocer que no hay<br />

existencia individual sino por y<br />

con otro: somos redes de relaciones<br />

interpersonales. No vivimos<br />

como las entidades espirituales<br />

que somos sino por el reconocimiento<br />

<strong>del</strong> otro o de los otros. Tal<br />

vez la nueva cultura social que se<br />

impone cada vez más, nos lleve<br />

a una concepción mucho más<br />

equilibrada de la relación entre<br />

persona y sociedad.


JUSTICIA<br />

384. Ser discípulos y misioneros de Jesucristo<br />

para que nuestros pueblos, en Él, tengan vida,<br />

nos lleva a asumir evangélicamente y desde<br />

la perspectiva <strong>del</strong> Reino las tareas prioritarias<br />

que contribuyen a la dignificación de todo<br />

ser humano, y a trabajar junto con los demás<br />

ciudadanos e instituciones en bien <strong>del</strong> ser<br />

humano. El amor de misericordia para con todos<br />

los que ven vulnerada su vida en cualquiera de<br />

sus dimensiones, como bien nos muestra el Señor<br />

en todos sus gestos de misericordia, requiere que<br />

socorramos las necesidades urgentes, al mismo<br />

tiempo que colaboremos con otros organismos<br />

o instituciones para organizar estructuras más<br />

justas en los ámbitos nacionales e internacionales.<br />

Urge crear estructuras que consoliden un orden<br />

social, económico y político en el que no haya<br />

inequidad y donde haya posibilidades para todos.<br />

Igualmente, se requieren nuevas estructuras que<br />

promuevan una auténtica convivencia humana,<br />

que impidan la prepotencia de algunos y faciliten<br />

el diálogo constructivo para los necesarios<br />

consensos sociales.<br />

V Conferencia General <strong>del</strong> Episcopado Latinoamericano y <strong>del</strong><br />

Caribe (Aparecida, 13-31 de mayo de <strong>2007</strong>). Lima: Conferencia<br />

Episcopal Peruana, <strong>2007</strong>.


Justicia<br />

Los jóvenes que habitan los conos de Lima se encuentran en riesgo social. / Archivo SJ<br />

38<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Proyecto de Justicia Juvenil Restaurativa<br />

Restableciendo el vínculo con la sociedad<br />

Los peruanos percibimos que cada día el crimen<br />

avanza, se organiza mejor y se torna<br />

más cruento, mientras que el sistema penal, por el<br />

contrario, se muestra incapaz de responder oportuna<br />

y efectivamente a la necesidad ciudadana de<br />

seguridad.<br />

Las encuestas así lo corroboran. En la Primera<br />

Encuesta Anual sobre Situación de la Violencia<br />

en el <strong>Perú</strong>, realizada en Lima y Callao, por la<br />

Universidad de Lima en marzo <strong>del</strong> <strong>2007</strong>, el 84%<br />

coincide en que la sociedad peruana es violenta o<br />

muy violenta. De igual modo, en otra encuesta de<br />

Imasen-IDL sobre seguridad ciudadana en Lima y<br />

Callao en febrero <strong>del</strong> mismo año, se percibe que la<br />

mayor preocupación de la ciudadanía son los robos<br />

en la calle (80%), el pandillaje (55%), el consumo<br />

y comercialización de drogas (41%), entre otros.<br />

Óscar Vásquez Bermejo<br />

También, se observa que la violencia <strong>del</strong>incuencial<br />

está aumentando (60%) y los niveles de desaprobación<br />

de la actuación policial se incrementan (53%).<br />

Frente a ello, son cada vez más las voces que nos<br />

dicen que las leyes son demasiado permisivas, que<br />

es necesario establecer penas más duras que intimiden<br />

a los <strong>del</strong>incuentes; pero… ¿es la salida? El<br />

sistema penal asentado en el mo<strong>del</strong>o retributivo no<br />

encuentra más salidas. Las recetas son las mismas,<br />

pero sus efectos son inocuos. Cuanto más dura es<br />

la respuesta punitiva, pareciera que la criminalidad<br />

se fortaleciera. Continuar en la misma senda pareciera<br />

llevarnos al fracaso.<br />

Hoy en día se vienen ensayando caminos distintos<br />

al retribucionismo. Por ello es que en muchos países<br />

la justicia restaurativa ha entrado con mucha


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

El equipo <strong>del</strong> proyecto trabaja conjuntamente con la Policía y el Poder Judicial. / Archivo SJ<br />

fuerza, como una alternativa interesante, creativa y<br />

constructiva, como una posibilidad que entusiasma<br />

tanto al operador de justicia como al ciudadano.<br />

A este tipo de justicia se le denomina de diversas<br />

maneras: justicia conciliadora, reparadora o restitutiva,<br />

pero existe consenso en preferir llamarla<br />

restaurativa o restauradora, principalmente porque<br />

busca, al fin y al cabo, restablecer el vínculo social<br />

quebrado por el acto trasgresor de la ley.<br />

La justicia restaurativa que se ha inspirado en diversas<br />

formas de justicia de pueblos y culturas de<br />

países como Canadá, Nueva Zelanda o Australia,<br />

se asienta en tres dimensiones importantes que involucran<br />

activamente a tres actores distintos: responsabilidad<br />

<strong>del</strong> autor, restauración de la víctima y<br />

la reintegración <strong>del</strong> infractor en la comunidad.<br />

A diferencia de la justicia retributiva, en la cual<br />

la vulneración a la ley y el castigo consecuente<br />

constituyen el eje central, la justicia restaurativa<br />

se centra en las consecuencias que el <strong>del</strong>ito ha supuesto<br />

para una persona en concreto y la necesidad<br />

de repararlo. Busca, pues, que el ofensor se haga<br />

39<br />

responsable de las consecuencias de su acto, procurando<br />

que en el encuentro con la víctima haya<br />

una reconciliación basada en la restitución <strong>del</strong> daño<br />

y el perdón; y también que se restituya el vínculo<br />

social, procurando la reintegración <strong>del</strong> infractor en<br />

la comunidad, fortaleciendo así el sentimiento de<br />

seguridad quebrantado.<br />

La justicia restaurativa se basa en los siguientes<br />

principios de la participación activa <strong>del</strong> ofensor, de<br />

la víctima y de la comunidad; la reparación material<br />

y simbólica <strong>del</strong> daño; la responsabilidad completa<br />

y directa <strong>del</strong> autor; la reconciliación con la víctima<br />

y con la comunidad y el compromiso comunitario<br />

para enfrentar integralmente el conflicto social y<br />

sus consecuencias.<br />

Proyecto piloto<br />

Justicia<br />

Con el propósito de poner en práctica la justicia<br />

juvenil en el <strong>Perú</strong>, a inicios <strong>del</strong> 2005, Encuentros,<br />

Casa de la Juventud, y la Fundación Tierra<br />

de Hombres, impulsan un proyecto piloto con la<br />

finalidad de validar un mo<strong>del</strong>o de justicia juvenil<br />

restaurativa, adaptado a la realidad peruana, capaz


Justicia<br />

40<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

El proyecto trabaja de puerta en puerta en los conos de Lima. / Archivo SJ


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

de ser asumido por el Estado y replicado en el<br />

ámbito nacional.<br />

La experiencia se ejecuta en los distritos de El<br />

Agustino (Lima) y José Leonardo Ortiz (Chiclayo).<br />

Cuenta en cada lugar con 3 componentes:<br />

Equipo de Defensa Inmediata (EDI), Equipo de<br />

Acompañamiento Educativo (EACE) y un Equipo<br />

de Redes. Para su implementación se firmó convenios<br />

con el Poder Judicial, Ministerio Público,<br />

Ministerio de Justicia, Ministerio <strong>del</strong> Interior,<br />

Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, Defensoría<br />

<strong>del</strong> Pueblo, la Academia de la Magistratura<br />

y los gobiernos locales de los distritos donde se<br />

ejecuta el proyecto.<br />

Cuando un adolescente que ha cometido una<br />

infracción es detenido, el Fiscal y/o la Policía comunica<br />

al EDI sobre el hecho. El EDI se apersona<br />

inmediatamente a la comisaría con la finalidad de<br />

proteger sus derechos, asegurar la presencia de la<br />

familia, verificar su situación jurídica y hacer una<br />

evaluación preliminar sobre su condición sociofamiliar.<br />

En los casos de mayor gravedad (homicidio o violación)<br />

se coordina con el defensor de oficio para<br />

que asuma su defensa; en los otros casos, si hay<br />

disposición <strong>del</strong> adolescente y su familia, la defensa<br />

es asumida por el proyecto. El EDI con ese mandato<br />

promueve la remisión (apartar al adolescente <strong>del</strong><br />

proceso judicial) y la aplicación de medidas alternativas<br />

a la privación de la libertad (especialmente<br />

la prestación de servicios a la comunidad), para lo<br />

cual toma en cuenta las capacidades y posibilidades<br />

<strong>del</strong> adolescente y su entorno familiar. El EDI cuenta<br />

con un equipo multidisciplinario, conformado<br />

por abogados, psicólogas, trabajadoras sociales y<br />

colaboradores comunitarios.<br />

En caso que el adolescente sea remitido a un programa<br />

de orientación o se le imponga una medida<br />

socioeducativa no privativa de libertad, el EACE<br />

interviene con el propósito de recuperar y reinsertar<br />

al adolescente a través de un proceso educativo.<br />

Considerando la situación personal y particular <strong>del</strong><br />

adolescente, el Equipo de Acompañamiento diseña<br />

un programa de orientación o socioeducativo, lo<br />

presenta al operador judicial (fiscal o juez) y luego<br />

asume la responsabilidad de implementarlo, informando<br />

permanentemente a la autoridad sobre los<br />

41<br />

avances o dificultades que se pueden presentar.<br />

El EACE emplea los diversos recursos de la comunidad<br />

para la realización de los programas socioeducativos<br />

y de orientación que diseña y acompaña.<br />

Por ejemplo, servicios de salud, capacitación<br />

laboral, deportivos, pastorales, etc. El Equipo de<br />

Redes se encarga de identificar, evaluar y establecer<br />

convenios y acuerdos de colaboración.<br />

El proyecto de justicia juvenil restaurativa, además,<br />

de manera especial promueve la mediación<br />

entre la víctima y el agresor. El EDI, cuando<br />

interviene en la comisaría, evalúa y propone al<br />

adolescente y a la víctima la posibilidad de llegar<br />

a una mediación. En caso que haya disposición<br />

de ambos lados, el EACE prepara a las partes<br />

informándoles y acompañando el proceso de mediación.<br />

Una vez que los involucrados llegan a un<br />

acuerdo de reparación <strong>del</strong> daño (sea material o<br />

simbólico), se firma un acuerdo con pleno conocimiento<br />

de la autoridad jurisdiccional y el EACE<br />

supervisa su cumplimiento.<br />

Resultados y proyecciones<br />

Justicia<br />

El proyecto culminó exitosamente su primera fase<br />

en el <strong>2007</strong>. Los principales resultados son los siguientes:<br />

- Se atendieron a 335 adolescentes infractores a<br />

nivel policial. De ellos el 57% fueron asumidos<br />

por el Proyecto, siguiendo un programa socioeducativo<br />

o de orientación.<br />

- Las infracciones que en mayor proporción<br />

cometieron los adolescentes fueron: robo agravado<br />

(29%), pandillaje (22%) y hurto (11%).<br />

El 84.4% de ellos tiene entre los 15 y 17 años<br />

de edad.<br />

- El proyecto, además, publica la revista Justicia<br />

para Crecer, dirigida a operadores y profesionales<br />

vinculados a la justicia juvenil restaurativa.<br />

- Para la siguiente fase (2008 -2010), el programa<br />

buscará profundizar los instrumentos fundamentales<br />

de la justicia restaurativa (remisión,<br />

mediación y prestación de servicios a la comunidad);<br />

desarrollará un servicio especializado<br />

de atención a las víctimas (especialmente los<br />

menores de edad); promoverá diversos programas<br />

de capacitación a operadores de justicia y<br />

buscará mejorar las políticas públicas.


Justicia<br />

Protegiendo los derechos de<br />

los desplazados<br />

El Servicio internacional jesuita a los refugiados<br />

El <strong>2007</strong> ha sido de transición y continuidad<br />

para el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS).<br />

El 1 de noviembre, tras siete años de servicio, el<br />

padre Lluís Magriñà SJ entregó la responsabilidad<br />

de director internacional al padre Peter Balleis SJ.<br />

Bajo el vivificante liderazgo <strong>del</strong> padre Magriñà, el<br />

JRS amplió rápidamente su atención a las personas<br />

desplazadas por la fuerza, caminando hacia una organización<br />

humanitaria, sin perder ninguno de los<br />

valores de acompañamiento y servicio inspirados<br />

en la fe.<br />

El JRS trabaja en 50 países y casi siempre en<br />

condiciones muy difíciles. Tiene como objetivo,<br />

acompañar, servir y defender los derechos de los<br />

Detención de niños en Tailandia. / Foto: JRS Asia Pacífico<br />

42<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

James Stapleton<br />

Coordinador Internacional de Comunicaciones<br />

Servicio Jesuita a Refugiados<br />

refugiados y desplazados forzosos. La misión<br />

confiada al JRS comprende a todos los que han<br />

sido apartados de sus hogares por los conflictos,<br />

los desastres humanitarios o las violaciones de los<br />

derechos humanos, de acuerdo con la enseñanza<br />

social católica que define como refugiado “de facto”<br />

a múltiples categorías de personas.<br />

Proyectos<br />

El año pasado, los 1,200 voluntarios <strong>del</strong> JRS ayudaron<br />

a más de medio millón de personas. Los<br />

servicios, que incluyen programas de atención<br />

pastoral, educación de niños y adultos, servicios<br />

sociales y de asesoría, y cuidados médicos, son di-


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Programa de salud en Cote-d’Ivoire. / Foto: JRS África Oeste<br />

señados para hacer frente a las necesidades locales<br />

teniendo en cuenta los recursos disponibles.<br />

Durante el periodo referido, el JRS realizó varios<br />

proyectos en los cinco continentes. Para enfrentar<br />

la situación de violencia en la frontera entre el<br />

Chad y Sudán, nuestros equipos reforzaron sus<br />

programas de formación de maestros con el objetivo<br />

de responder a las necesidades generadas por<br />

la llegada de refugiados y de chadianos desplazados.<br />

Como consecuencia, se abrieron proyectos de<br />

educación en dos nuevos campos para desplazados<br />

internos. En los últimos 12 meses, 150 mil refugiados<br />

sursudaneses han regresado a sus hogares. Por<br />

ello, se han empezado a cerrar proyectos <strong>del</strong> JRS<br />

en Uganda, mientras otros nuevos se han iniciado<br />

en Sudán. Una vez más, nuestro principal objetivo<br />

es formar profesionales de la educación, fortalecer<br />

las estructuras organizativas.<br />

Sin embargo, los nuevos proyectos no solo se<br />

restringen a la educación. Para responder a las<br />

necesidades de los cada vez más numerosos re-<br />

43<br />

Justicia<br />

fugiados colombianos en Ecuador, los equipos<br />

<strong>del</strong> JRS abrieron una nueva oficina en la frontera<br />

entre ambos países. A menudo en condiciones que<br />

ponían en riesgo sus vidas, el personal acompañó a<br />

los refugiados a lo largo de todo el proceso de asilo,<br />

ofreciéndoles asesoramiento legal de especialistas<br />

y concienciando sobre los abusos a los derechos<br />

humanos tanto a las autoridades locales como a<br />

las nacionales. En la República Democrática <strong>del</strong><br />

Congo, el JRS ha abierto un segundo proyecto<br />

para antiguos niños soldados. Nuestros equipos<br />

les ofrecen asistencia psicosocial para ayudarles<br />

a reintegrarse en las comunidades locales y la estructura<br />

familiar.<br />

Por desgracia, el deterioro de las condiciones de<br />

seguridad sigue impidiendo el regreso de los refugiados<br />

a sus hogares y fuerza la huida de muchos<br />

otros. Parece que los conflictos no finalizarán en<br />

el corto plazo en Sri Lanka y en el occidente de<br />

Sudán. Los equipos <strong>del</strong> JRS ofrecen ayuda de<br />

emergencia en Sri Lanka y servicios educativos en<br />

la región sudanesa de Darfur. Se estima que la cifra


44<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Niños de Sudán. / Foto: Don Doll SJ


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

de muertos en Sri Lanka llegó durante este año a<br />

los 5 mil. A ese número se deben adicionar las 70<br />

mil víctimas mortales y a los 350 mil desplazados<br />

desde que estalló la guerra en 1983. En Darfur, la<br />

situación es catastrófica. Desde el 2004, han sido<br />

asesinadas unas 200 mil personas, 2,5 millones se<br />

han convertido en desplazados internos y 300 mil<br />

se han visto forzados a huir al vecino Chad. Este<br />

panorama, por su parte, ha contribuido a la desestabilización<br />

<strong>del</strong> Chad y al desplazamiento de otras<br />

180 mil personas.<br />

Reconocimiento<br />

Un claro signo de la calidad de nuestro trabajo<br />

fue la obtención por parte de la abogada Katrine<br />

Camillieri, <strong>del</strong> JRS Malta, <strong>del</strong> Premio Nansen. El<br />

galardón es entregado anualmente por la ONU a las<br />

personas u organizaciones que se han distinguido<br />

por su labor en favor de los refugiados. A pesar de<br />

los ataques incendiarios contra la casa y el vehículo<br />

de la doctora Camillieri, ella sigue su lucha por<br />

aquello en lo que cree, brindando asesoramiento<br />

legal a cientos de detenidos, ayudándoles en sus<br />

solicitudes de asilo o iniciando recursos ante su<br />

detención.<br />

45<br />

Un riesgo asumido<br />

REFUGIADOS Y DESPLAZADOS<br />

Justicia<br />

Muchas de las personas que trabajan con nosotros<br />

llegan a poner en riego su vida acompañando y<br />

sirviendo a los refugiados. Mientras la doctora<br />

Camillieri recibía su premio, nos llegó la noticia<br />

de la muerte <strong>del</strong> coordinador <strong>del</strong> JRS en Sri<br />

Lanka, el padre Ranjit. Estaba llevando alimentos<br />

a las familias desplazadas en la tierra de nadie<br />

que separa al ejército srilankés de los rebeldes<br />

tamiles, cuando una mano anónima detonó intencionadamente<br />

un dispositivo explosivo al paso de<br />

su vehículo. El padre Ranjit tenía solo 40 años,<br />

era de la Diócesis de Mannar. Él se unió a la larga<br />

lista de víctimas inocentes de la guerra sin sentido<br />

de Sri Lanka.<br />

Sirvan estas palabras no solo para recordarnos las<br />

esperanzas <strong>del</strong> mundo o sus horrores. Nos interpelan<br />

a actuar, a acompañar, servir y defender los<br />

derechos de los refugiados olvidados. Como dijo<br />

nuestro fundador, el padre Pedro Arrupe, cuyo<br />

centenario de nacimiento hemos celebrado este<br />

año: “Sólo siendo un hombre para los demás, nos<br />

convertiremos plenamente en hombres, no sólo en<br />

el sentido natural, sino también en el espiritual”.<br />

De acuerdo con la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, un refugiado es<br />

una persona que “debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión,<br />

nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre<br />

fuera <strong>del</strong> país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a<br />

la protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales<br />

acontecimientos fuera <strong>del</strong> país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa<br />

de dichos temores no quiera regresar a él”.<br />

Los desplazados internos (IDPs por sus siglas en inglés) son personas atrapadas en un círculo<br />

interminable de violencia que, como una reacción natural ante las amenazas, huyen de las zonas<br />

de conflictos o persecuciones civiles, como los refugiados.<br />

Su número es alto, aproximadamente entre 20 y 25 millones alrededor <strong>del</strong> mundo. La diferencia<br />

con los refugiados radica en que cuando un civil que huye cruza la frontera internacional de su<br />

país, él o ella se convierte en un refugiado y como tal recibe protección internacional y ayuda;<br />

pero si una persona en circunstancias similares es desplazada dentro <strong>del</strong> país, se convierte en<br />

desplazado interno.<br />

Fuente: Página web de la Agencia de la ONU para los Refugiados.<br />

http://www.acnur.org/index.php


Justicia<br />

La preocupación ambiental<br />

Responsabilidad misionera y global<br />

Uno de los temas de la Congregación General 35<br />

de la Compañía de Jesús (CG35) que se realiza<br />

en Roma1 es la preocupación por el ambiente. Pienso<br />

que la elección <strong>del</strong> nuevo Superior General y otros<br />

temas son también de gran importancia. Sin embargo,<br />

debido a mi situación personal como Arzobispo<br />

de Huancayo y jesuita, deseo profundizar este punto<br />

que pone a la Compañía de Jesús en el camino de<br />

un servicio específico a la misión evangelizadora<br />

de la Iglesia y en un espacio que se nos presenta<br />

sumamente urgente a nivel global y nacional.<br />

Los postulados 2 sobre la Ecología recomiendan<br />

46<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Monseñor Pedro Barreto Jimeno SJ<br />

Arzobispo Metropolitano de Huancayo<br />

Los postulados 2 sobre la Ecología recomiendan<br />

que la CG35 ofrezca una especial atención al tema<br />

enfatizando el lazo íntimo entre justicia y ecología.<br />

Ya Benedicto XVI afirmaba el 1° de enero <strong>del</strong><br />

<strong>2007</strong>: “la humanidad, si tiene verdadero interés por<br />

la paz, debe tener siempre presente la interrelación<br />

entre la ecología natural, es decir el respeto por la<br />

naturaleza, y la ecología humana. La experiencia<br />

demuestra que toda actitud irrespetuosa con el<br />

medio ambiente conlleva daños a la convivencia<br />

humana, y viceversa” 3 . Siguiendo el espíritu de<br />

La preocupación por los recursos naturales debe ser un imperativo social y cristiano en el mundo de hoy (Flor de Retama, Ayacucho). / Archivo SJ<br />

1 Este artículo fue escrito a fines <strong>del</strong> mes de enero <strong>del</strong> 2008, fecha en la cual se celebraba en Roma la Congregación General. En esta reunión se toman<br />

decisiones importantes sobre la misión de los jesuitas en los lugares donde están presentes.<br />

2 Propuestas de los jesuitas para que la Congregación General las considere en sus reflexiones.<br />

3 Mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de Oración de la Paz, 1° de enero <strong>del</strong> <strong>2007</strong>, N° 8.


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Niños de Ocangate, Cusco. / Archivo SJ<br />

los postulados, la CG 35 de la Compañía de Jesús<br />

debe asumir la dimensión ecológica no solo como<br />

una prioridad apostólica propia y de colaboración<br />

con otros, sino llegar incluso a considerarla como<br />

parte constitutiva de su Misión.<br />

Los desastres ecológicos cada día más frecuentes<br />

reafirman los estudios que van señalando el<br />

agravamiento de la situación y de los riesgos <strong>del</strong><br />

mismo planeta. Los efectos de la contaminación<br />

ambiental afectan a todos, pero especialmente<br />

a los más pobres, a las familias y también a las<br />

generaciones futuras.<br />

“La familia –dice Benedicto XVI– necesita una<br />

casa a su medida, un ambiente donde vivir sus propias<br />

relaciones. Para la familia humana, esta casa<br />

es la tierra, el ambiente que Dios Creador nos ha<br />

dado para que lo habitemos con creatividad y responsabilidad.<br />

Hemos de cuidar el medio ambiente:<br />

éste ha sido confiado al hombre para que lo cuide y<br />

lo cultive con libertad responsable, teniendo siempre<br />

como criterio orientador el bien de todos” 4 .<br />

4 Mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, 1° de enero <strong>del</strong> 2008, N° 7.<br />

5 CG 34. Decreto 3, 9.<br />

47<br />

Justicia<br />

La degradación ambiental (recalentamiento <strong>del</strong><br />

planeta, deforestación, desertificación, inundaciones,<br />

etc.) afecta a la naturaleza y a las generaciones<br />

futuras. “La explotación desaprensiva de los<br />

recursos naturales y <strong>del</strong> medio ambiente degrada<br />

la calidad de vida, destruye culturas y hunde a los<br />

pobres en la miseria” 5 .<br />

Es muy significativo indicar que la contribución<br />

más importante de la Compañía de Jesús se remonta<br />

a 1999 con el documento: “Vivimos en un<br />

mundo roto: reflexiones sobre la Ecología (Promotio<br />

Iustitiae 70). Hay un silencio largo que ha ido<br />

disipándose en las diversas instancias jesuitas y<br />

que sin duda enriquecerá la misión evangelizadora<br />

de la Iglesia con el aporte decisivo de la Compañía<br />

de Jesús.<br />

“A este respecto, –dice Benedicto XVI– es fundamental<br />

sentir la tierra como nuestra casa común y,<br />

para ponerla al servicio de todos, adoptar la vía <strong>del</strong><br />

diálogo en vez de tomar decisiones unilaterales.<br />

Los problemas que aparecen en el horizonte son


Justicia<br />

complejos y el tiempo apremia. Para hacer frente a<br />

la situación de manera eficaz es preciso actuar de<br />

común acuerdo” 6 .<br />

El envenenamiento de los suelos, <strong>del</strong> aire y <strong>del</strong><br />

agua (situación que vivimos en la Región Junín<br />

con el Lago Chinchaycocha, la ciudad de La Oroya,<br />

una de las diez ciudades más contaminadas <strong>del</strong><br />

mundo y toda la cuenca <strong>del</strong> Río Mantaro); el recalentamiento<br />

de la atmósfera, el declive de la biodiversidad,<br />

la utilización irracional y privatizadora<br />

<strong>del</strong> agua, la destrucción de la Amazonía y de los<br />

bosques son señales inequívocas de la gravedad de<br />

la situación que afecta la calidad de vida y la salud<br />

de la población urbana, campesina y de la selva,<br />

tanto <strong>del</strong> presente como <strong>del</strong> futuro.<br />

Esta realidad, contemplada desde la fe en Jesús,<br />

involucra tanto a la explotación de la gran industria<br />

extractiva como también al daño ambiental<br />

generado por la falta de decisión política <strong>del</strong> Estado<br />

para cuidar la vida y salud de la población.<br />

Un manantial <strong>del</strong> cielo, Cusco. / Archivo SJ<br />

6 Mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, 1° de enero <strong>del</strong> 2008, N° 8.<br />

48<br />

Cristo es vida para el mundo<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Somos y nos definimos como “compañeros de<br />

Jesús” no sólo por la creciente intimidad con Él.<br />

El lema de la pasada V Conferencia General <strong>del</strong><br />

Episcopado Latinoamericano y <strong>del</strong> Caribe nos recuerda<br />

que ser discípulos misioneros de Cristo es<br />

ser portadores de vida, y vida en abundancia (Jn.<br />

10,10), “para que nuestros pueblos en Él tengan<br />

vida”. Este es el grave y urgente desafío que debe<br />

enfrentar la Iglesia Latinoamericana en los próximos<br />

años.<br />

Somos testigos en el <strong>Perú</strong> de la creciente explotación<br />

minera, forestal, energética y pesquera, con fines<br />

sólo de lucro, en desmedro y despojo de numerosas<br />

poblaciones campesinas y nativas de la selva.<br />

Hoy día la defensa <strong>del</strong> medio ambiente se ha convertido<br />

en una nueva manera de practicar la opción<br />

preferencial por los pobres, porque son ellos, los<br />

pobres, los primeros afectados por el maltrato de<br />

la creación que Dios nos ha dado.


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Tucán en el SAIPE, Jaén. / Archivo SJ<br />

El documento de Aparecida expresa su preocupación<br />

al respecto, así: “La riqueza natural de<br />

América Latina y El Caribe experimenta hoy<br />

una explotación irracional que va dejando una<br />

estela de dilapidación, e incluso de muerte, por<br />

toda nuestra región. En todo ese proceso, tiene<br />

una enorme responsabilidad el actual mo<strong>del</strong>o<br />

económico que privilegia el desmedido afán por<br />

la riqueza, por encima de la vida de las personas<br />

y los pueblos y <strong>del</strong> respeto racional de la naturaleza.<br />

La devastación de nuestros bosques y de la<br />

biodiversidad mediante una actitud depredatoria<br />

y egoísta, involucra la responsabilidad moral de<br />

quienes la promueven, porque pone en peligro<br />

la vida de millones de personas y en especial el<br />

hábitat de los campesinos e indígenas, quienes<br />

son expulsados hacia las tierras de ladera y a las<br />

grandes ciudades para vivir hacinados en los cinturones<br />

de miserias” 7 .<br />

7 V Conferencia General <strong>del</strong> Episcopado Latinoamericano y <strong>del</strong> Caribe. Documento de Aparecida, No 473. En: http://www.celam.info/download/Docu-<br />

mento_Conclusivo_Aparecida.pdf.<br />

49<br />

Justicia<br />

Ante esta realidad muchos nos hacemos estas preguntas:<br />

¿Quién podrá ayudarnos a esta conversión<br />

que nos invita Aparecida? ¿Quién está dispuesto<br />

a dejar programas pastorales, actitudes y modos<br />

de vida que nos fijan a un pasado para buscar respuestas<br />

creativas y audaces a los desafíos actuales<br />

que nos presenta la sociedad y la misma Iglesia?<br />

¿Cómo ser “signos de esperanza y de amor” en un<br />

continente lleno de pobreza, angustias e injusticias<br />

que claman al cielo”?<br />

Por eso podemos decir que ha llegado el momento<br />

en que la sociedad organizada alce su voz para exigir<br />

el respeto al derecho de una vida digna y saludable<br />

y lanzar una propuesta integral y solidaria que erradique<br />

las causas que generan la grave contaminación<br />

ambiental que amenaza al planeta entero. Y en este<br />

campo –como en otros– la Compañía de Jesús no puede<br />

eximirse de su responsabilidad misionera y global.


Justicia<br />

Elegimos la solidaridad<br />

Terremoto en el sur<br />

“Te pido, Señor Jesús que, al oír tu voz, no me haga el<br />

sordo, sino que esté preparado para poner en acción<br />

tu voluntad.”<br />

San Ignacio de Loyola<br />

Cuando en Lima nos recuperábamos <strong>del</strong> susto por<br />

el terremoto <strong>del</strong> 15 de agosto <strong>del</strong> <strong>2007</strong>, la vida<br />

había cambiado dramáticamente para muchas personas<br />

en Chincha, Pisco, Ica y Cañete. Al salir de los<br />

escombros muchos constataban que habían perdido a<br />

sus familiares, amigos, vecinos; otros, sus casas, sus<br />

pertenencias y hasta sus trabajos.<br />

Al día siguiente <strong>del</strong> sismo, viajamos para verificar<br />

los daños ocurridos en el Colegio Fe y Alegría N° 30.<br />

Cuando llegamos a la zona <strong>del</strong> desastre lo que vimos<br />

nos conmovió y movilizó. Como siempre los más golpeados<br />

por la naturaleza habían sido los más pobres.<br />

Una ilusión en escombros. / Archivo SJ<br />

50<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Eva Boyle Bianchi<br />

Nació entonces una inquietud: ¿qué podíamos hacer en<br />

estas circunstancias? La realidad exigía una respuesta.<br />

La situación nos llevó a asumir el reto de acompañarlos<br />

en su dolor y en el camino de su recuperación.<br />

El primer paso fue acercarse a los demás y reconocer<br />

nuestras posibilidades limitadas y concretas. Lo<br />

importante de todo este trabajo es que no estuvimos<br />

solos. La ayuda empezó a llegar de diferentes partes<br />

<strong>del</strong> país y <strong>del</strong> mundo. Después <strong>del</strong> terremoto muchas<br />

personas, incluso afectadas ellas mismas por el<br />

sismo, se ofrecieron como voluntarios y voluntarias<br />

para poder ayudar en la distribución de las donaciones<br />

y atender a las personas en sus necesidades.<br />

Los cuantiosos daños en los alrededores <strong>del</strong> colegio<br />

nos plantearon la necesidad de ampliar nuestra intervención<br />

a Chincha, específicamente hacia el distrito


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Luego <strong>del</strong> terremoto la ayuda humanitaria no tardó en llegar. / Archivo SJ<br />

de Pueblo Nuevo donde se encuentra el colegio Fe y<br />

Alegría Nº 30, para mostrar nuestra solidaridad. Las<br />

preguntas constantes eran: ¿dónde estaba la mayor<br />

necesidad?, ¿podríamos hacer algo mejor?, ¿cuál era<br />

el bien mayor? Hubo que observar, escuchar, priorizar<br />

y decidir.<br />

La Oficina de Desarrollo – Procura de la Compañía de<br />

Jesús envió un equipo de emergencia para trabajar en<br />

la zona e iniciar su participación colaborando desde<br />

la parroquia y en coordinación con Cáritas <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>.<br />

Se aunaron luego los representantes de la Comisión<br />

51<br />

Justicia<br />

Episcopal de Acción Social. Con estas dos instituciones<br />

firmamos convenios de mutua colaboración.<br />

La iglesia de Cristo Rey se constituyó en el almacén<br />

a donde llegaban los alimentos, frazadas, ropa,<br />

medicinas, expresiones de la solidaridad venida de<br />

lejos. Allí fuimos acogidos por el párroco Carlomán<br />

Gonzales, quien nos permitió colaborar en la<br />

atención a las personas.<br />

La situación de las primeras dos semanas en el almacén<br />

fue agobiante debido a la constante recepción de


Justicia<br />

las donaciones. Las largas jornadas duraban hasta la<br />

madrugada. Una de las principales preocupaciones<br />

fue cómo ordenar y distribuir la ayuda, de tal manera<br />

que llegara a los menos favorecidos, a quienes<br />

más la necesitaban.<br />

La presencia de la hermana Lida Prado –de la<br />

Congregación de las Hermanas de San Pablo de<br />

Chartres– y de Esther Cevallos –Cáritas Tacna–<br />

orientaron la gestión eficiente de la ayuda que llegaba<br />

al almacén de la parroquia. El 11 de septiembre<br />

asumimos directamente el ingreso y salida de las<br />

donaciones. Desde el inicio tuvimos el apoyo de los<br />

jóvenes pertenecientes a los grupos parroquiales.<br />

Para nosotros fue muy importante vigilar el buen uso y<br />

disposición de las donaciones, procurando defender los<br />

intereses de las personas afectadas. Quizá este ámbito<br />

es uno de los temas o realidades que requieren de un<br />

mayor “discernimiento continuo” para evitar situaciones<br />

de aprovechamiento y engaño, trastocando de esta<br />

manera los fines y objetivos de la ayuda enviada.<br />

Niños <strong>del</strong> Colegio Fe y Alegría Nº 30 de Chincha en aulas prefabricadas luego <strong>del</strong> sismo. / Archivo SJ<br />

52<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Se contó con la sólida organización de la Parroquia<br />

Cristo Rey, la que está dividida en 14 sectores dentro<br />

<strong>del</strong> distrito de Pueblo Nuevo. Sus coordinadores se<br />

convirtieron en nuestra más valiosa ayuda. Esto nos<br />

permitió trabajar con efectividad en la constitución de<br />

“ollas comunes” (50 raciones por día), las cuales pasaron<br />

a ser “comedores de emergencia” (200 raciones)<br />

luego de un seguimiento, acompañamiento y capacitación.<br />

En total se pudo atender a 2 mil 700 familias.<br />

Debemos mencionar el importante aporte de las<br />

integrantes <strong>del</strong> “Centro Organizado de Mujeres de<br />

Año Nuevo” <strong>del</strong> distrito limeño de Comas, quienes<br />

transmitieron su experiencia en la organización de<br />

“comedores”, dejando a sus familias para ir a vivir<br />

a Pueblo Nuevo.<br />

Hasta el 9 de noviembre se atendieron a los comedores<br />

de emergencia desde la parroquia. Después de<br />

un proceso de supervisión se redujo su número a 46.<br />

Todos ellos, luego de firmarse un convenio con la<br />

Municipalidad de Pueblo Nuevo, fueron asumidos


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Rostros que muestran que la esperanza no se acaba luego <strong>del</strong> caos. / Archivo SJ<br />

por el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria<br />

(PRONAA).<br />

De igual manera se atendieron las necesidades <strong>del</strong><br />

colegio Fe y Alegría, fuertemente afectado por el<br />

terremoto. Las Hermanas de San Pablo de Chartres<br />

desde el inicio se dedicaron a conocer la situación<br />

de los alumnos y alumnas, de los profesores y<br />

también distribuyeron la ayuda que les llegó de la<br />

solidaridad de los demás colegios de Fe y Alegría y<br />

de las parroquias. Tres semanas después <strong>del</strong> terremoto,<br />

se construyeron 22 aulas provisionales para<br />

el reinicio de las clases y se estableció un comedor<br />

en el colegio que proporciona desayunos y almuerzos<br />

a más de mil personas diariamente.<br />

Un primer balance nos permite conocer que en<br />

Chincha se logró distribuir cerca de 200 toneladas<br />

de suministros; se hicieron arreglos de emergencia<br />

en la Parroquia de Pueblo Nuevo (torres, techo, pozo<br />

de agua), convertida en centro de acopio para todo el<br />

distrito. Además se instalaron siete aulas en el colegio<br />

parroquial y 16 aulas en cinco colegios públicos <strong>del</strong><br />

distrito. A través <strong>del</strong> Consorcio para la Emergencia y<br />

Reconstrucción Educativa en Ica (CEREI), también<br />

apoyamos en la ciudad de Ica donde se instalaron 36<br />

53<br />

Justicia<br />

aulas provisionales y se entregaron módulos pedagógicos<br />

y kits educativos en ocho colegios públicos.<br />

El tiempo de emergencia terminó, pero se ha avanzado<br />

poco en resarcir a las personas en sus pérdidas. La<br />

Compañía de Jesús, movida por el sufrimiento de la<br />

gente y apoyada por la continua colaboración de los<br />

donantes, ha decidido seguir trabajando por y con las<br />

personas afectadas por el terremoto.<br />

Se han iniciado proyectos que buscan llevar esperanza a<br />

aquellos que lo han perdido todo. Soñamos con nuevos<br />

colegios Fe y Alegría, apoyaremos la reconstrucción de<br />

escuelas públicas y acompañaremos a nuestros amigos<br />

de Pueblo Nuevo en las tareas de reconstrucción tanto<br />

física como emocional <strong>del</strong> distrito más grande de Ica.<br />

Durante estos meses el equipo de la Oficina de Desarrollo<br />

– Procura dejó de lado sus tareas habituales<br />

y se concentró en atender lo mejor posible las necesidades<br />

que iban surgiendo. Fueron días muy largos,<br />

de interminables tareas y coordinaciones constantes.<br />

En todo este tiempo no estuvimos solos, contamos con<br />

la presencia atenta y constante de nuestros amigos y<br />

colaboradores dentro y fuera <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>. Gracias a todos<br />

por estar ahí, compartiendo la tarea en la distancia.


EDUCACION<br />

328. América Latina y El Caribe viven una particular<br />

y <strong>del</strong>icada emergencia educativa. En efecto,<br />

las nuevas reformas educacionales de nuestro<br />

continente, impulsadas para adaptarse a las nuevas<br />

exigencias que se van creando con el cambio<br />

global, aparecen centradas prevalentemente en<br />

la adquisición de conocimientos y habilidades, y<br />

denotan un claro reduccionismo antropológico,<br />

ya que conciben la educación preponderantemente<br />

en función de la producción, la competitividad<br />

y el mercado. Por otra parte, con frecuencia<br />

propician la inclusión de factores contrarios a<br />

la vida, a la familia y a una sana sexualidad. De<br />

esta forma, no despliegan los mejores valores de<br />

los jóvenes ni su espíritu religioso; tampoco les<br />

enseñan los caminos para superar la violencia y<br />

acercarse a la felicidad, ni les ayudan a llevar una<br />

vida sobria y adquirir aquellas actitudes, virtudes<br />

y costumbres que harán estable el hogar que<br />

funden, y que los convertirán en constructores<br />

solidarios de la paz y <strong>del</strong> futuro de la sociedad.<br />

V Conferencia General <strong>del</strong> Episcopado Latinoamericano y <strong>del</strong><br />

Caribe (Aparecida, 13-31 de mayo de <strong>2007</strong>). Lima: Conferencia<br />

Episcopal Peruana, <strong>2007</strong>.


Educación<br />

Los 45 años <strong>del</strong> colegio Cristo Rey<br />

de Tacna<br />

En el <strong>2007</strong> celebramos los 45 años de la fundación<br />

<strong>del</strong> colegio Cristo Rey. A continuación<br />

reseñamos algunos aspectos fundamentales de la<br />

historia y experiencia educativa de nuestro colegio<br />

y damos gracias al Señor por la vida entusiasta de<br />

nuestros alumnos, profesores y padres de familia.<br />

El nacimiento<br />

Los padres Fred Green Fernández y Ernesto Mc<br />

Clear arribaron a Tacna el 17 de noviembre de<br />

1959. Fueron los primeros jesuitas norteamericanos<br />

que llegaban a estas tierras. Green, de 37 años,<br />

era natural de Hawai y se había ordenado de sacerdote<br />

el año anterior. Monseñor Alfonso Zaplana<br />

Belliza, obispo de Tacna y Moquegua, les propuso<br />

encargarse de la Vicaría San Pedro Apóstol, la pa-<br />

56<br />

rroquia más antigua de Tacna.<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Francisco de la Aldea López SJ<br />

El padre Green expresó al Superior su inquietud<br />

por comenzar una escuela primaria. No existía<br />

un colegio de la Iglesia para varones en Tacna y<br />

el sacerdote opinaba que una labor más eficaz de<br />

evangelización de las familias podría lograrse a<br />

través de un centro educativo. El Superior dio su<br />

aprobación y comenzaron los preparativos.<br />

El colegio surgió en abril de 1962, con un reducido<br />

grupo de alumnos y en un pequeño local de la “Vicaría”<br />

Parroquia San Pedro. Eran cuarenta niños<br />

(transición y primer grado).<br />

En los primeros meses de 1963 llegaron dos religiosas<br />

de la Congregación Madres de Loreto. La


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Padre Roberto Doland SJ en misa con alumnos. / Archivo SJ<br />

superiora, madre Catalina Concannon, se encargó<br />

de la Primaria. Simultáneamente, el colegio Cristo<br />

Rey se trasladó a una casa vieja de adobes en un<br />

callejón cerca <strong>del</strong> colegio Santa Ana. Ya había un<br />

total de 93 alumnos. Recién el 31 de julio de 1965<br />

se inauguró el local actual.<br />

Director durante 25 años<br />

El padre Fred estuvo en la dirección <strong>del</strong> colegio<br />

durante sus primeros 25 años. Cristo Rey nació<br />

en pleno Concilio Vaticano II, cuando la Iglesia<br />

vivía una etapa de renovación y cambio. Se daba<br />

mucha importancia al papel <strong>del</strong> maestro laico y a<br />

su integración con los jesuitas. Con el tiempo se<br />

fue dando a los laicos puestos de responsabilidad,<br />

a diferencia <strong>del</strong> típico colegio preconciliar.<br />

Desde 1963, hasta la llegada de Eduardo Sunshine<br />

SJ en 1967 como “maestrillo”, el padre<br />

Green fue el único jesuita que trabajaba en Cristo<br />

Rey. El padre Charles Murtaugh, de Chicago,<br />

fue el primer sacerdote que laboró como asesor<br />

espiritual de los alumnos de la secundaria. Fue<br />

reemplazado por el padre Pedro Barreto, joven<br />

sacerdote peruano.<br />

57<br />

Las bodas de plata<br />

Educación<br />

Uno de los últimos actos de Gróver Pango Vildoso,<br />

ex profesor <strong>del</strong> colegio Cristo Rey, como ministro<br />

de Educación fue la firma de un documento otorgando<br />

al padre Green las Palmas Magisteriales en<br />

el Grado de Educador. Ellas fueron conferidas el<br />

día 7 de junio de 1987.<br />

El acto central tuvo lugar el jueves 8 de octubre.<br />

Comenzó con una misa de acción de gracias presidida<br />

por el padre Adolfo Franco Pomares SJ,<br />

Provincial de la Compañía de Jesús en el <strong>Perú</strong>. La<br />

misa se celebró en el nuevo coliseo con unas 2 mil<br />

personas (alumnos, ex alumnos, padres de familia<br />

y amigos <strong>del</strong> colegio). Después de la misa se inauguró<br />

y bendijo el nuevo coliseo.<br />

El martes 13 de octubre de 1987, el programa de<br />

las Bodas de Plata terminó con la ceremonia de<br />

cambio de director <strong>del</strong> colegio. La actividad contó<br />

con la presencia de todo el alumnado, profesorado<br />

y buen número de padres de familia. El padre<br />

Fred se despidió y presentó al padre Juan Foley<br />

SJ, su reemplazo, quien ya tenía más de veinte<br />

años trabajando en el <strong>Perú</strong>.


Educación<br />

Nuestro modo de proceder<br />

Sería largo enumerar los recuerdos de tantos profesores<br />

y alumnos que pasaron por nuestras aulas.<br />

No podríamos olvidar tampoco aquí a quienes<br />

desde trabajos menos públicos (administrativos y<br />

de servicio) han contribuido a que el colegio sea<br />

la “familia Cristo Rey”. Quiero centrarme en los<br />

rasgos constantes de nuestro “modo de proceder”<br />

que se ha ido construyendo a través de los años.<br />

La preocupación social<br />

Imbuido <strong>del</strong> espíritu <strong>del</strong> Concilio Vaticano II, Cristo<br />

Rey siempre ha procurado formar en sus alumnos<br />

una conciencia social sensible a las injusticias de<br />

nuestra sociedad. A partir de 1974, propuso a sus<br />

alumnos el lema de “ser hombres para los demás”.<br />

Esta consigna no quedó sólo en palabras pues<br />

nuestros estudiantes participaron desde un inicio<br />

en obras comunitarias de bien social.<br />

La integración social<br />

La preocupación social <strong>del</strong> colegio lo llevó a buscar<br />

una mayor integración de sus alumnos. Desde el<br />

principio, se procuró dar oportunidades educativas<br />

a los desfavorecidos, ofreciendo becas a los que no<br />

58<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

podían pagar la pensión de enseñanza. El padre<br />

Green en el folleto “Metas” explicó, hacia 1969,<br />

los propósitos de Cristo Rey: “Los fines que proponemos<br />

no se pueden lograr en un colegio que<br />

sirve sólo a las clases privilegiadas; tampoco se<br />

puede lograr en un colegio exclusivamente para<br />

los pobres. La segregación de las clases sociales<br />

es un mal que tenemos que eliminar de nuestra<br />

sociedad. Este mal se comienza a combatir en la<br />

niñez dentro de un ambiente escolar donde todas<br />

las clases sociales aprenden a vivir y trabajar<br />

juntos. Para que este sistema tenga éxito, Cristo<br />

Rey facilita por medio de becas y otras ayudas,<br />

la entrada de un alto porcentaje de hijos obreros y<br />

campesinos. El Colegio, entonces, es una escuela<br />

práctica de convivencia democrática que prepara a<br />

los muchachos a vivir en una sociedad de distintas<br />

clases y razas, sin discriminaciones ni prejuicios,<br />

con justicia para todos”.<br />

Mes de Servicio Social<br />

El “Mes de Misión” tuvo su inicio en enero de 1971,<br />

cuando se envió a un grupo de ocho alumnos bajo la<br />

dirección de Daniel Hartnett SJ al Callejón de Huaylas.<br />

El 31 de mayo de 1970, un terremoto destruyó<br />

la zona, dejando 66 mil 800 muertos. Armados con


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

música y humor, visitaron los pueblos de la región,<br />

entreteniendo y alentando a los damnificados.<br />

La excelencia académica y deportiva<br />

Los logros en el campo académico y en el deportivo<br />

indican una respuesta positiva a las exigencias<br />

<strong>del</strong> colegio. Revelan tesón, disciplina, constancia,<br />

espíritu de cuerpo, generosidad. Cristo Rey es un<br />

colegio que representa menos <strong>del</strong> 2% de la población<br />

escolar de Tacna. Sin embargo, en actividades<br />

y concursos académicos, muchas veces ha ganado<br />

la mayoría de los primeros puestos.<br />

La cercanía entre la escuela y el hogar<br />

Desde los inicios, el colegio hizo grandes esfuerzos<br />

para lograr una colaboración estrecha entre la<br />

escuela y hogar. En 1964 se inició la costumbre de<br />

visitar los hogares de todos los candidatos que se<br />

presentaban para matricularse. El fin de la visita<br />

era conversar con los padres y averiguar si existía<br />

un deseo sincero de colaborar con el colegio Cristo<br />

Rey en la formación de su hijo.<br />

Para fomentar esta colaboración, el colegio tiene<br />

59<br />

Educación<br />

un programa de reuniones como la Escuela de<br />

Padres y de Formación en la Fe. La labor de los<br />

tutores juega un papel muy importante en esta colaboración<br />

entre el colegio y las familias.<br />

La tutoría<br />

Con el comienzo de la Secundaria en 1967, el colegio<br />

dio mucha importancia al tutor. Este tenía el papel<br />

de consejero espiritual y académico de los alumnos.<br />

En 1973, se enfatizó aún más el rol <strong>del</strong> tutor con la<br />

creación <strong>del</strong> Departamento de Tutoría. Se organizó<br />

un fichero bastante completo de cada alumno.<br />

Se organizó el Departamento de Tutoría y se definió<br />

el papel <strong>del</strong> tutor: acompañar a sus alumnos<br />

en las actividades extracurriculares, ser consejero<br />

y amigo, visitar los hogares de los estudiantes una<br />

vez cada semestre, salir en campamento con sus<br />

educandos dos veces al año, enseñar por lo menos<br />

una asignatura con ellos, entregar a los padres de<br />

familia informes que les ayuden y orienten en la<br />

formación de sus hijos. La tutoría luego se extendió<br />

al 5º y 6º grado de Primaria, situación que duró<br />

hasta 1980, en que se abarcó todos los grados.


Educación<br />

Fe y Alegría en Quispicanchi<br />

Desde 1968 los jesuitas de Urcos han transitado<br />

por múltiples caminos. En uno de ellos nace<br />

el “Proyecto de Educación Rural Fe y Alegría 44”<br />

(Perfal 44), que concretó el interés de la comunidad<br />

por el servicio al mundo infantil, pobre y marginado,<br />

junto con el de Fe y Alegría <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>.<br />

El 6 de abril de 1995 la Dirección Regional de<br />

Educación emitió la resolución que oficializó este<br />

proyecto. El Perfal 44 se inició en 9 escuelas rurales<br />

y en los galpones que acogían el San Ignacio<br />

de Andahuaylillas. El Ministerio proporcionó los<br />

docentes y Fe y Alegría todo lo demás.<br />

Desde aquel momento el Perfal 44 adquirió la<br />

misma dinámica que tienen los niños y las niñas:<br />

crecen, desarrollan vida, la comparten, la enriquecen<br />

y terminan por reproducirla. Ese es el espíritu<br />

que nos moviliza.<br />

Comedor escolar <strong>del</strong> Fe y Alegría Nº 44, Cusco. / Archivo SJ<br />

60<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

José María García García SJ<br />

Nacimos con 825 alumnos, 27 docentes y 4 componentes<br />

<strong>del</strong> equipo base. Poseíamos todo el ánimo<br />

e ilusión <strong>del</strong> mundo, pero en aquello a lo que llamaban<br />

escuelas nuestras carencias eran extremas.<br />

Aún hoy, muchas no cuentan con luz y se accede a<br />

ellas a través de caminos de herradura.<br />

El promedio de asistencia a la escuela en esta zona<br />

rural era de 2.7 años y la inequidad de género lo<br />

reflejaba aquel 84% de niños y 16% de niñas matriculados<br />

en 6º grado de primaria. Hoy contamos<br />

con 3 mil 480 niños y niñas en Primaria, 145 en<br />

Inicial y 288 en Secundaria, con 156 docentes.<br />

Además, el equipo base lo componen ahora 20<br />

personas. Trabajamos en 30 escuelas y con dolor<br />

dejamos 3, pues nada hay sin sombras. En cambio,<br />

hay múltiples solicitudes para ingresar al Perfal 44<br />

que no podemos atender.


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

61


Educación<br />

Un dato clave es que nada se realiza sin la contribución<br />

de los padres de familia. Por ejemplo, cuando<br />

se entregan carpetas, al menos deben comprar un<br />

kilo de clavos para arreglar y reutilizar las antiguas.<br />

Intentamos evitar que el padre de familia deposite<br />

a la wawa en la escuela y que deje de ser su responsabilidad.<br />

No deseamos hacer un país de mendigos<br />

sino de personas con orgullo y dignidad.<br />

Desde el principio tuvimos que optar por una educación<br />

bilingüe intercultural, con educación para el<br />

trabajo, con equidad de género, humanista y personalizada.<br />

Como Fe y Alegría queremos que el mo<strong>del</strong>o<br />

que encontremos pueda ser replicable en zonas<br />

similares a ésta. Para llegar a este punto hemos dado<br />

los pasos que a continuación reseñamos.<br />

Hacer de la escuela un espacio humano<br />

Las ventanas de las escuelas no tenían vidrios, las<br />

paredes de adobe carecían de revestimiento, unos<br />

troncos de eucalipto se empleaban como asientos<br />

y mesa. El material escolar era inexistente. Había<br />

maltrato infantil, los niños difícilmente hablaban<br />

con extraños. En esas condiciones ¿podía la escuela<br />

ser un lugar atractivo al cual asistir?<br />

62<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Para mejorar la situación hubo que multiplicarse.<br />

Cada miembro <strong>del</strong> equipo asumió varias funciones:<br />

fueron pedagogos, ingenieros, editores, consejeros,<br />

carpinteros.<br />

Construimos 34 aulas nuevas y refaccionamos 59,<br />

además de la Inicial, Primaria y Secundaria de Andahuaylillas.<br />

Distribuimos 2 mil 565 carpetas unipersonales<br />

y pizarras, estantes, mesas de docentes<br />

y otros servicios.<br />

El listado de materiales creados para las distintas<br />

áreas de aprendizaje suma 49 títulos y 2 videos<br />

para reforzar la propuesta de Derechos Humanos.<br />

Además, se instalaron 54 bibliotecas de aula para<br />

mejorar la comprensión lectora en castellano.<br />

Estamos incorporando baños de primera calidad,<br />

con duchas de agua caliente, para atender dignamente<br />

a niños y niñas en la escuela. Este servicio<br />

ya existe en 11 de las escuelas más alejadas.<br />

En la línea de educación para el trabajo y mejoramiento<br />

de la dieta de los niños y de sus familias<br />

instalamos invernaderos escolares (38) y<br />

familiares (210).


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Para optimizar la calidad de vida docente, construimos<br />

26 pequeñas casas con mobiliario completo.<br />

Capacitacion permanente<br />

Mejorar los logros educativos en el aula, pasa<br />

necesariamente por la capacitación permanente<br />

de docentes y padres y madres de familia. En ese<br />

sentido desarrollamos varias propuestas.<br />

La primera de ellas es el acompañamiento y monitoreo<br />

mensual de todas las escuelas, lo que se complementa<br />

con la capacitación docente en micro talleres<br />

pedagógicos por pequeñas redes de escuelas.<br />

Otro planteamiento es la educación en Derechos<br />

Humanos y Equidad de Género en colaboración<br />

con el Instituto Peruano de Educación en Derechos<br />

Humanos y la Paz (IPEDEHP), para mejorar las<br />

capacidades personales en la perspectiva de “Una<br />

Escuela con Equidad Educativa”. Este aspecto se<br />

trabaja en conjunto con los docentes, los alumnos<br />

y sus respectivas familias en las “escuelas de padres<br />

y madres”.<br />

63<br />

Logros cualitativos<br />

Educación<br />

Junto a los logros cuantitativos, mencionaremos<br />

algunos cualitativos. En la actualidad, acaban la<br />

primaria el 80% de niños y el 61% de niñas, en<br />

comparación con el promedio de 2.7 años de asistencia<br />

escolar con el que comenzamos.<br />

No menos espectacular es el hecho de que en el 6 to<br />

grado la matrícula ha pasado a ser en los niños de<br />

56% y en las niñas de 44%; frente al anterior 84%<br />

y 16%, respectivamente.<br />

En el 6 to grado de primaria, el San Ignacio de Andahuaylillas<br />

triplica el promedio nacional de logro<br />

en comprensión lectora. Lo que no es suficiente<br />

todavía y mucho menos con el inmenso “analfabetismo<br />

funcional” que sigue existiendo en la escuela<br />

rural.<br />

Tenemos ya aulas bien implementadas, escuelas<br />

atractivas, niños y niñas alegres y una mayoría de<br />

docentes comprometidos con la educación. Los resultados<br />

cualitativos tendrán que seguir llegando.


Educación<br />

El Caballero de la Torre Bermeja<br />

Porfirio Martín Turrión SJ<br />

Sus juegos de niño lo llevan por la calzada<br />

romana hacia el recinto fortificado de origen<br />

vetón. El enemigo difícilmente accederá a las<br />

formidables murallas defensivas. Hombres y caballos<br />

deberán superar primero grandes y puntiagudas<br />

barrenas de granito, o intentarán superar el<br />

fuego cruzado en el estrecho callejón que marca<br />

la entrada al castro.<br />

En la meseta castellana poblada de encinas, contempla<br />

de cerca los hatos de toros de lidia y las<br />

montoneras de cerdos ibéricos. Corretea las cigüeñas<br />

blancas aposentadas sobre tocones de chopos<br />

o encinas, casi al nivel <strong>del</strong> suelo, y admira en el<br />

verano las esquivas cigüeñas negras, de picos y<br />

patas rojas, antes de emigrar en invierno.<br />

El niño ha aprendido a aguzar la vista, ha descubierto<br />

la nutria, el lobo, el gato montés e incluso el<br />

lince. También trabaja y aprende para cada menester<br />

y aparejo la palabra precisa. Sabe “colocar la<br />

cabezada para destetar al buche y al domón, espeta<br />

los estanjos <strong>del</strong> carro para que cargue más gavillas<br />

<strong>del</strong> cereal guadañado” 1 .<br />

Lengua y naturaleza son como dos madres putativas<br />

que acompañan a la propia y lo conducen al<br />

seminario de Salamanca, luego a la Compañía de<br />

Jesús. Quedan atrás la niñez y la villa. Entonces comienza<br />

a vislumbrar las huellas <strong>del</strong> espíritu y como<br />

zahorí percibe las corrientes de agua viva que no<br />

son obvias a los legos. Se enriquece de literatura,<br />

de filosofía e historia. Ensaya la métrica castellana<br />

y compone versos latinos. Traduce textos griegos y<br />

estudia sin cesar mientras una ardilla domesticada<br />

lo acompaña frotándose las manos desde su hombro<br />

en el frío destierro de Bélgica.<br />

Los alumnos mayores hacían largas colas durante<br />

las misas en su confesionario y a la salida de clases<br />

64<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

J. Enrique Rodríguez Rodríguez<br />

1 Alusión al minucioso lenguaje campesino castizo <strong>del</strong> padre Porfirio. Cabezada: collar con puntas de fierro que se coloca para destetar a las crías <strong>del</strong> burro<br />

(buche) o ternero para la trilla (domón); estanjo: estaca curva que se coloca en los laterales de los carros <strong>del</strong> heno. espetar: forma de clavar los haces en<br />

los estanjos para ampliar la capacidad <strong>del</strong> carro.


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

rodeaban al joven sacerdote. La primera vez que<br />

hablé con él fue en 1957. Nos invitó a acompañarlo<br />

al reino que gobernaba en la azotea <strong>del</strong> colegio<br />

de los jesuitas. Silbando repetidamente, hacía<br />

círculos con el brazo. Una bandada de palomas<br />

que sobrevolaba los edificios bajó a su llamado;<br />

él las esperaba con puñados de maíz. Luego nos<br />

llevó a los nidales: “Gladys Zender”, “Ruborosa”,<br />

“Brígida Bardot” son los nombres que recuerdo.<br />

Comenzaron inolvidables lecciones informales<br />

acerca de la naturaleza.<br />

En tercero de secundaria fue mi profesor de Elementos<br />

de Moral. Su pedagogía partía de los casos.<br />

Hacía preguntas complejas que requerían respuestas<br />

complejas. Con él aprendí a los catorce años a<br />

responder: “distingo: en tal caso sería así, en tal<br />

otro así”. La doctrina era sólida, pero la hacía ágil.<br />

La realidad nunca aparece a simple vista; para<br />

acertar, debíamos aguzar la mirada para descubrir<br />

lo oculto en la lejanía y en la profundidad.<br />

Convivimos nueve años en Piura. Recorrimos bosques<br />

de algarrobo observando los nidos de chilalo,<br />

las orillas <strong>del</strong> río entre pacazos que dormitaban, y<br />

las <strong>del</strong> mar de Colán desde las Peñitas a la bocana<br />

<strong>del</strong> Chira. Visitamos las lagunas de Ramón y Ñapique,<br />

el estuario de Virrilá, rehicimos el trazado <strong>del</strong><br />

antiguo tren a Paita, disfrutamos de expediciones<br />

por los caseríos <strong>del</strong> Bajo Piura. Intercambiábamos<br />

vocabulario quechua e imaginábamos las lenguas<br />

sec y tallán investigando las toponimias, de acuerdo<br />

a la teoría de Alfredo Torero.<br />

Hacíamos inventarios verbales de las culturas de<br />

desierto y costa, y extrañábamos juntos que hubiera<br />

obispos a la altura de Baltazar Martínez de<br />

Compañón.<br />

Un secretario debía anotar en sus clases cada llamada<br />

de atención (“García invade el espacio aéreo.<br />

Juárez mugió como vaca parida. Santiváñez hizo la<br />

pájara zonza”) con una pena en minutos de castigo<br />

acumulables. También nombraba un “defensor de<br />

pobres”, porque –decía– el profesor también se<br />

puede equivocar y una sociedad bien ordenada debe<br />

tener sus controles. Un ombudsman cuando nadie<br />

hablaba de tal oficio. Este criterio lo traía quizás de<br />

sus lecturas sobre las Cortes de Valladolid de 1312,<br />

o sobre el Derecho Indiano <strong>del</strong> siglo XVII. El sentido<br />

de la justicia lo trasmitía por la experiencia,<br />

65<br />

Educación<br />

como el de la limitación humana. Si un alumno<br />

le ofrecía “un kilo de mostaza para que me suba<br />

un punto”, solía decir con énfasis que por un kilo<br />

no vendía su alma, pero solía agregar con alegría:<br />

“pero si me ofreces un vagón, lo pensaré”.<br />

El aula donde estaba era reconocible por el<br />

murmullo continuo (“fervet opus” –decía). Sus<br />

clases eran divertidas, aunque no exentas de<br />

abusos de los hijos de gamonales poco proclives<br />

a la intelectualidad. Como profesor de geografía<br />

que era, enseñaba a conocer y amar al <strong>Perú</strong>, y no<br />

lo hacía con fervorines ni clisés, sino razonando<br />

(“Pasé un día con su noche en Colán. ¿Cómo<br />

sopló el viento y por qué”?). En 8 mil 961 palabras<br />

resumió el conocimiento geográfico imprescindible<br />

sobre la tierra y sobre el <strong>Perú</strong>. Un<br />

ejemplo textual: “AMAZONAS: Rey de los ríos,<br />

formado por la confluencia <strong>del</strong> Marañón y <strong>del</strong><br />

Ucayali. En sus orillas se asienta Iquitos. UCA-<br />

YALI: La segunda vía acuática de la Selva con<br />

más revueltas que una boa enroscada. Sus primeras<br />

aguas manan en los Nevados de Arequipa.<br />

En sus orillas se asienta la ciudad de Pucallpa.<br />

Los dos ríos que se juntan para formarlo son el<br />

Urubamba y el Apurímac-Tambo”.<br />

Parte de la explicación y <strong>del</strong> aprendizaje se centraba<br />

en la estrofa que el poeta Carlos Germán<br />

Amézaga recitara en el teatro Politeama el 15 de<br />

abril de 1890:<br />

“Hay un río, monarca de los ríos,<br />

único, inmenso, de beldad sin par,<br />

humilde nace entre picachos fríos,<br />

soberbio muere rechazando el mar”.<br />

El padre Porfirio explicaba el significado de los<br />

nombres como indicio de lo que es cada persona,<br />

y a él le había tocado ser Caballero (Martín)<br />

de la Torre (Turrión) Bermeja o Roja (color <strong>del</strong><br />

pórfido). Y lo fue ciertamente, de modo que a<br />

veces parecía salido de un libro de caballerías.<br />

El premio en la historia es el recuerdo ilusionado<br />

de sus alumnos. En 1982 recibió las Palmas Magisteriales.<br />

En 1992, a los 81 años, tuve la dicha<br />

de acompañarlo cuando recibió las palmas <strong>del</strong><br />

hombre justo. Lo recuerdo en Caucato Alto, en<br />

una noche de campamento, recitando con pasión<br />

el haraui de la despedida de Ernesto en Los ríos<br />

profundos de José María Arguedas.


ARTE<br />

499. Les cabe también a las Iglesias de América<br />

Latina y de El Caribe crear oportunidades para<br />

la utilización <strong>del</strong> arte en la catequesis de niños,<br />

adolescentes y adultos, así como en las diferentes<br />

pastorales de la Iglesia. Es necesario también<br />

que las acciones de la Iglesia en ese campo<br />

sean acompañadas por un mejoramiento técnico<br />

y profesional exigido por la propia expresión<br />

artística. Por otro lado, es también necesaria la<br />

formación de una conciencia crítica que permita<br />

juzgar con criterios objetivos la calidad artística<br />

de lo que realizamos.<br />

V Conferencia General <strong>del</strong> Episcopado Latinoamericano y <strong>del</strong><br />

Caribe (Aparecida, 13-31 de mayo de <strong>2007</strong>). Lima: Conferencia<br />

Episcopal Peruana, <strong>2007</strong>.


Arte<br />

Los autos sacramentales, el teatro<br />

y los jesuitas<br />

fines de noviembre <strong>del</strong> <strong>2007</strong>, la Pontificia Uni-<br />

A versidad Católica <strong>del</strong> <strong>Perú</strong> presentó por sus 90<br />

años, en el atrio de la iglesia de San Francisco, un<br />

nuevo auto sacramental: La vida es sueño de Pedro<br />

Calderón de la Barca. Fue dirigido magistralmente<br />

por Luis Peirano, director de formación escolar<br />

jesuita que tiene en su haber tres montajes anteriores<br />

de El gran teatro <strong>del</strong> mundo, auto sacramental<br />

también escrito por Pedro Calderón de la Barca y<br />

que fueron presentados en el atrio de la Catedral<br />

de Lima.<br />

El origen de las representaciones de los autos sacramentales<br />

estuvo en la fiesta <strong>del</strong> Corpus Christi.<br />

68<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Lucila Castro de Trelles<br />

Mientras se hacían las ceremonias religiosas para<br />

esta importantísima y central celebración <strong>del</strong> culto<br />

católico, se representaban por las calles de las<br />

villas españolas piezas teatrales que exaltaban el<br />

tema eucarístico. Esta mezcla de fe, teatro y fiesta<br />

religiosa durante el Corpus Christi llegó tempranamente<br />

a América y fue celebrada con todo su<br />

boato y esplendor en las principales ciudades <strong>del</strong><br />

virreinato durante la colonia.<br />

De tal manera que en la colonia la celebración de la<br />

fiesta <strong>del</strong> Corpus Christi tuvo un gran arraigo popular,<br />

y según Lohmann Villena fue una forma de<br />

reforzar el proceso evangelizador con una católica<br />

Escenificación de “La vida es sueño” en el Atrio de la Iglesia San Francisco (<strong>2007</strong>). / Foto: Giovanna Fernández, PUCP


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Personificación <strong>del</strong> “Agua”, “La vida es sueño”. Foto: PUCP<br />

demostración que adquirió “relieves todavía más<br />

espectaculares que en la Metrópoli” 1 . La fiesta <strong>del</strong><br />

Corpus Christi se convirtió así, en el siglo XVII, en<br />

la expresión popular de la fe y estuvo impregnada<br />

<strong>del</strong> espíritu barroco en todas sus manifestaciones.<br />

Un elemento que puede haber influido en la historia<br />

<strong>del</strong> <strong>Perú</strong> para desarrollar y reforzar la tradición<br />

teatral parece haber sido los jesuitas. A lo largo de<br />

su historia, los jesuitas consagraron sus mejores<br />

energías a la educación tanto en Europa como en<br />

Hispanoamérica. Desde sus inicios, con su fundador,<br />

Ignacio de Loyola, los jesuitas tuvieron una<br />

gran preocupación e intuición en hacer de la pedagogía<br />

un medio educativo a lo divino 2 .<br />

Esta orientación hizo que los jesuitas introdujeran,<br />

desde sus inicios, el teatro escolar en las aulas con<br />

una triple finalidad: didáctica, moralizante y propa-<br />

69<br />

Arte<br />

gandística 3 . El teatro en los colegios, se convirtió<br />

así en un excelente medio para ejercitar la memoria,<br />

para facilitar el dominio de la lengua latina e<br />

inculcar los valores morales a sus alumnos.<br />

La Compañía de Jesús llega al <strong>Perú</strong> en 1568, y se<br />

distingue rápidamente por su actitud promotora <strong>del</strong><br />

arte teatral, llevándolo a la población indígena con<br />

fines de evangelización 4 . Por ello a finales <strong>del</strong> siglo<br />

XVI era muy común ver en los centros de enseñanza<br />

de la Compañía, tanto en Europa como en<br />

América, las representaciones de Églogas, Tragedias,<br />

Autos, Comedias y Diálogos. Estas se hacían<br />

en las ceremonias de comienzo y final de curso, en<br />

las fiestas <strong>del</strong> Corpus y en las de los patronos de<br />

los lugares donde se asientan los religiosos. Se representaban<br />

tanto obras de carácter piadoso, como<br />

profanas, con música, danzas y lujosos vestuarios<br />

y notable escenografía 5 . Los autores más represen-<br />

1 Guillermo Lohmann Villena. “El Corpus Christi, fiesta máxima <strong>del</strong> culto católico”. En: La fiesta en el arte. Catálogo editado por el Fondo Pro Recuperación<br />

<strong>del</strong> Patrimonio Cultural de la Nación. Lima: Banco de Crédito <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>, 1994. Ver también Jorge Bernales Ballesteros. El Corpus Christi: Fiesta<br />

barroca en Cuzco. Primeras Jornadas de Andalucía y América. La Rábida, 1980: 277-292.<br />

2 Fi<strong>del</strong> García Martínez, “San Francisco Javier y San Juan de la Cruz discípulos cualificados de la”ratio studiorum” p.3, http://www.hispanista.com.br/<br />

revista/san%20juan.pdf.<br />

3 Julio Gonzáles Montañés, “El teatro de los jesuitas en Galicia en los siglos XVI y XVII”, p: 1-2, http://dialnet.unirioja.es/servlet/<br />

articulo?codigo=2472463<br />

4 Jorge Cornejo Polar, Historia General <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>, cap. V. Las Letras, 1994. Ed. Brasa.<br />

5 Julio Gonzáles Montañés, Art.cit.


Arte<br />

Leonardo Torres interpretando a el “Hombre”. / Foto: PUCP<br />

tados fueron Lope de Rueda, Cervantes, Lope de<br />

Vega, y otros autores <strong>del</strong> siglo de oro español, siendo<br />

el más importante Pedro Calderón de la Barca,<br />

autor de más de 80 autos sacramentales.<br />

Los jesuitas debieron de tener una notable influencia<br />

en la formación inicial de este gran dramaturgo,<br />

pues don Pedro Calderón de la Barca había sido<br />

destinado por su padre al sacerdocio a fin de que<br />

se hiciese con una herencia que sólo así podría ser<br />

cobrada. Hizo sus primeros estudios a los 8 años<br />

en el Colegio Imperial de los jesuitas de Madrid<br />

70<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

donde estuvo desde 1608 hasta 1613. Luego continuó<br />

sus estudios en las universidades de Alcalá<br />

y Salamanca, pero en 1620 abandonó los estudios<br />

religiosos por la carrera militar, ganándose con<br />

ello la animadversión de su padre. Muchos años<br />

mas tarde abandona la carrera militar, y vuelve al<br />

sacerdocio en 1650 entrando a la Orden Tercera de<br />

San Francisco con la que se ordenó de sacerdote 6 .<br />

De manera que el autor más importante de los autos<br />

sacramentales tuvo una formación religiosa jesuita<br />

que se verá reflejada en muchas de sus obras. Las<br />

reflexiones filosóficas sobre la condición humana y<br />

los problemas de la libertad y culpa son temas que<br />

lo acompañarán durante toda su obra.<br />

En el análisis <strong>del</strong> desarrollo de la historia de los<br />

autos sacramentales, resulta interesante observar<br />

que éstos tuvieron su auge durante el siglo XVII<br />

hasta principios <strong>del</strong> siglo XVIII. Luego en la España<br />

borbónica fueron muy cuestionados alegando<br />

que eran piezas “irreverentes y blasfemas”, que<br />

atentaban “contra las buenas costumbres” y que<br />

constituían una “interpretación cómica de las Sagradas<br />

Escrituras, llena de alegorías y metáforas<br />

violentas, de anacronismos horribles” 7 . Estas críticas<br />

lapidarias llevaron a la Corona española a prohibir<br />

la representación de los autos sacramentales<br />

mediante una real cédula firmada por Carlos III, el<br />

11 de junio de 1765.<br />

Curiosamente, dos años después de esta prohibición,<br />

en 1767 se produce otro hecho más traumático<br />

todavía: la expulsión de los jesuitas de España y de<br />

todas las colonias españolas. El mismo Carlos III,<br />

por iniciativa de su ministro Aranda, firma la orden<br />

de expulsión de todos los territorios españoles el<br />

27 de febrero de 1767. En el <strong>Perú</strong>, el virrey Amat<br />

fue el encargado de llevar a cabo dicha orden tomando<br />

posesión de todos los colegios y haciendas<br />

jesuitas y procediendo a su inmediata deportación.<br />

Las repercusiones en las colonias fueron inmediatas<br />

sobre todo en el ámbito de la enseñanza. El<br />

nivel educativo decayó enormemente ante la falta<br />

de buenos maestros y nos imaginamos que muchas<br />

actividades teatrales promovidas por los jesuitas<br />

también fueron dejadas de lado.<br />

Durante dos siglos los autos sacramentales estuvie-<br />

6 Calderón de la Barca, El autor y su obra. Cuadro Cronológico en: http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/calderon/cuadrocrono.shtml<br />

7 “Cronología, formación y crisis <strong>del</strong> auto sacramental”. Atlas histórico-escénico <strong>del</strong> teatro español de los siglos XVII y XVIII, http://www.uco.<br />

es/~l72gaagi/htxts_espcall/cron_auto.htm


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

ron en el olvido de las calles y plazas. Solo a principios<br />

<strong>del</strong> siglo XX fueron recuperados, revalorados<br />

y representados nuevamente en España gracias a<br />

las corrientes vanguardistas. Según Andrés Peláez<br />

Martín 8 , el vanguardismo tiene eclosión en España<br />

entre 1914 y 1936, período de “entreguerras”, con<br />

nuevos conceptos teatrales de dirección escénica,<br />

interpretación, repertorios y recuperación <strong>del</strong> teatro<br />

clásico español.<br />

En el <strong>Perú</strong> los autos sacramentales vuelven a los<br />

atrios de las iglesias a partir de la década <strong>del</strong> 40,<br />

con la participación de la Asociación de Artistas<br />

Aficionados. Pero estos recién cobran su verdadero<br />

auge en los años sesenta bajo la dirección de<br />

Ricardo Roca Rey, considerado el padre de los<br />

autos sacramentales en el <strong>Perú</strong>. Llegó a dirigir 7<br />

montajes de diversos autos sacramentales. Según<br />

Ricardo Blume, “todo montaje de un auto sacramental<br />

en Lima entraña, sépase o no, un homenaje<br />

a la memoria de Ricardo Roca Rey, el maestro, el<br />

amigo, el iniciador de una tradición” 9 . Felizmente<br />

Foto: PUCP<br />

8 Andrés Peláez Martín. “Cien años de escenarios para Calderón”. http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/Calderon/pelaez.html<br />

9 Ricardo Blume, “Los autos sacramentales en Lima”. En: Teatro y Fe, los autos sacramentales en el <strong>Perú</strong>, PUCP, 2008 (en imprenta).<br />

71<br />

Arte<br />

esta tradición encontró un gran discípulo en la figura<br />

de Luis Peirano para suerte <strong>del</strong> teatro, <strong>del</strong> arte<br />

y <strong>del</strong> espectáculo.<br />

En sus montajes, Peirano, incorporó más de 500<br />

personas en escena entre actores, coros, ballets,<br />

bandas, comparsas, danzantes y caballería, logrando<br />

una puesta en escena espectacular que se iniciaba<br />

con las trompetas de ocho arcángeles coloniales<br />

desde las alturas de las torres de la Catedral de Lima.<br />

Al teatro clásico español se unió un fin de fiesta<br />

costumbrista y popular, donde diversos grupos de<br />

danzantes pusieron la nota colorida y deslumbrante<br />

bajo un marco de fuegos artificiales. Los montajes<br />

de estos autos sacramentales estuvieron inspirados<br />

en el barroco colonial peruano. Tuvieron como<br />

esencia el teatro clásico en verso <strong>del</strong> siglo de oro<br />

español, y sin embargo fueron vistos por miles de<br />

espectadores que acudieron masivamente a disfrutar<br />

de este bello espectáculo <strong>del</strong> teatro y de la fe,<br />

convertido ya en una verdadera tradición teatral en<br />

el <strong>Perú</strong> que esperamos continúe por muchos años.


Arte<br />

Una ventana <strong>del</strong> alma<br />

La cúpula de la sacristía <strong>del</strong> templo de la<br />

Compañía de Arequipa<br />

“El ojo que se dice ventana <strong>del</strong> alma,<br />

es la principal vía para que el sentido común pueda,<br />

de la forma más copiosa y magnífica,<br />

considerar las infinitas obras de la naturaleza”<br />

(Leonardo da Vinci) 1<br />

La restauración de la sacristía <strong>del</strong> templo de la<br />

Compañía en Arequipa, llamada capilla de<br />

San Ignacio o “Sixtina”, se ha convertido en una<br />

obra no sólo digna de admiración y un paso obligado<br />

para el turismo, sino en punto de reencuentro<br />

y recuperación de un símbolo emblemático de lo<br />

que somos2 .<br />

Los primeros jesuitas llegaron y se asentaron en<br />

Arequipa, provenientes <strong>del</strong> Cusco, en 1578. Particularmente<br />

maravillados por las bondades <strong>del</strong><br />

valle, hicieron extensivas sus observaciones más<br />

allá de sus fronteras, exclamando: “fertilísima<br />

América” 3 .<br />

El conjunto arquitectónico que conocemos actualmente<br />

–el templo y los claustros <strong>del</strong> antiguo<br />

Colegio de Santiago Apóstol–, se consolidó en la<br />

segunda mitad <strong>del</strong> siglo XVII y da cuenta de la<br />

fructífera actividad académica y pastoral. A sus<br />

claustros llegó el padre Alonso Ruiz, eminente<br />

hombre de gobierno, maestro de novicios en Roma<br />

y orientador de un joven que se convertiría después<br />

en San Estanislao Kostka, probablemente el más<br />

famoso santo polaco 4 . La Orden tuvo en el <strong>Perú</strong> a<br />

tres arequipeños entre sus superiores provinciales<br />

en el periodo que transcurre entre 1678 y 1717 5 .<br />

Asimismo, aunque Juan Pablo Vizcardo y Guzmán<br />

ingresó de novicio en el Cusco, suponemos que decidió<br />

su vocación inspirado en los jesuitas vecinos<br />

a la plaza Mayor. En suma, la Compañía de Jesús<br />

72<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

José Francisco Navarro Huamán SJ<br />

desplegó una fructífera labor marcada por el celo<br />

misionero.<br />

Una visita reciente<br />

Si actualmente visitamos “la Compañía”, como<br />

se le llama coloquialmente, se comprobará que<br />

uno de los puntos <strong>del</strong> recorrido que despierta<br />

mayor curiosidad y asombro es la sacristía. Este<br />

recinto tiene una base cuadrada de 8.20 m por<br />

12.35 m de alto, rematada por la cúpula y la<br />

linterna, una semiesfera de 7.30 m de diámetro.<br />

Está construida de ladrillos pasteleros, cubierta<br />

de una capa de yeso de cinco centímetros de<br />

espesor y dividida por casetones en ocho secciones<br />

o paños que a su vez presentan ocho cruces<br />

invertidas.<br />

Sobre este soporte se desarrolla una pintura mural,<br />

realizada al temple y en seco, el color predominante<br />

<strong>del</strong> fondo es rojo en sus diferentes matices<br />

y representa a una exuberante variedad de flores,<br />

frutos y aves. En cada cruz invertida con filetes de<br />

pan de oro, se aprecian doce querubines subiendo<br />

como por una escalera y tres ángeles provistos de<br />

cascos emplumados que sostienen este firmamento<br />

florido, el que está rematado por una claraboya,<br />

desde donde la luz se expande por toda la cúpula,<br />

círculos concéntricos enmarcan la composición y<br />

refuerzan el movimiento. Finalmente, siete bustos<br />

de santos, entre los que se cuentan los de Francisco<br />

Javier, Bárbara, Tecla, Luis Gonzaga, Isaac, Catalina<br />

de Alejandría y Diego sirven de marco divisorio<br />

entre la parte superior ascendente de la sacristía y<br />

la inferior, que corresponde a una reelaboración<br />

reciente.<br />

1 Tratado de la Pintura, Nº. 23. México: Ramón Llaca, 1996, p.51.<br />

2 Hay que destacar que la restauración es un ejemplo de colaboración entre los <strong>Jesuitas</strong>, la Municipalidad Provincial de Arequipa, el INC y la Agencia<br />

Española de Cooperación Internacional.<br />

3 Vargas Ugarte S J, Rubén. Historia de la Compañía de Jesús en el <strong>Perú</strong>. Burgos: Imprenta de Aldecoa, 1963. Vol. I, p.123.<br />

4 Ibíd, p.126.<br />

5 Vargas Ugarte. Op. cit. Vol. IV, p. 241.


Cúpula Cúpula de la Sacristía Sacristía <strong>del</strong> Templo Templo de la Compañía Compañía de Arequipa. Arequipa. / Foto: Foto: Daniel Daniel Giannoni Giannoni<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

73<br />

Arte


Arte<br />

Proceso de restauración<br />

Hace veintidós años vi por primera vez esta sacristía,<br />

sin embargo, lo emergido después de la<br />

restauración no tiene punto de comparación. La<br />

remo<strong>del</strong>ación se inició luego <strong>del</strong> terremoto <strong>del</strong> 23<br />

de junio <strong>del</strong> 2001 que azotó Arequipa, e implicó<br />

un minucioso estudio multidisciplinario previo. El<br />

criterio que primó fue el de “mínima intervención”:<br />

se rescató el original en lo posible y en los casos<br />

de deterioro definitivo, se emplearon materiales<br />

reversibles acordes con el proyecto original 6 .<br />

Me interesó de manera especial conocer a los pintores<br />

que se encargaron durante aproximadamente<br />

cinco años de tan <strong>del</strong>icada labor. El encuentro fue<br />

concertado gracias a los esfuerzos <strong>del</strong> hermano<br />

Arístides Estela SJ 7 quien me contactó con las<br />

maestras restauradoras Marith Yayacachi Sillota y<br />

Detalle de la Cúpula. / Foto: Daniel Giannoni<br />

74<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong> Peru<br />

Beatriz Cruz Viza las que, con la dirección de Víctor<br />

Quicco Neyra, tuvieron a su cargo la paciente tarea<br />

de devolver a las pinturas murales su belleza original<br />

8 . Todos ellos provienen <strong>del</strong> mágico Valle <strong>del</strong><br />

Colca y realizaron, con la ayuda y la formación de<br />

la Agencia Española de Cooperación Internacional<br />

(AECI), trabajos previos en diferentes iglesias de su<br />

zona: Chivay, Maca, Lari y Madrigal.<br />

Después de la consolidación de la estructura de<br />

ladrillos dañada por el terremoto, se cumplió un<br />

riguroso procedimiento técnico que evidenció la<br />

seriedad y competencia empleadas. El pintado<br />

de la cúpula, lo más difícil y arduo <strong>del</strong> proyecto,<br />

se convirtió para los restauradores en una emocionante<br />

experiencia que les brotaba espontáneamente<br />

“como si fuera parte de mi cuerpo”, según<br />

me contó Marith. Se emplearon las acuarelas y en<br />

menor grado las temperas, siguiendo los estudios y<br />

6 Proyecto de conservación, restauración y puesta en valor <strong>del</strong> conjunto de la capilla de San Ignacio de Loyola <strong>del</strong> Templo de la Compañía de Jesús de<br />

Arequipa. Municipalidad Provincial, AECI, INC, Compañía de Jesús, (s.p.d.i.).<br />

7 Este sacerdote se ha convertido en el impulsor y guardián <strong>del</strong> museo, con la ayuda de Rosa Puma Rojas. A ambos y a la Oficina de Desarrollo – Procura<br />

de la Provincia que me permitió visitar Arequipa, mi más sincero agradecimiento.<br />

8 Tendría que añadir la lista de los especialistas que participaron en el proyecto, sin embargo, me restringiré a mis entrevistados. Debo agradecer, además,<br />

la colaboración <strong>del</strong> arquitecto Luis Maldonado y <strong>del</strong> artista plástico y restaurador José Luis Delgado Pacheco, con quien compartí mis intuiciones y recibí<br />

una fructífera enseñanza.


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

diseños previos realizados por los especialistas.<br />

Así, este trío de artistas dio rienda suelta a su talento<br />

y sabiduría seculares, probablemente heredados<br />

de sus ancestros collaguas 9 que, me imagino, a<br />

finales <strong>del</strong> siglo XVII y principios <strong>del</strong> XVIII fueron<br />

los autores de esta cúpula bajo la dirección y<br />

en diálogo con los jesuitas de aquella época, muy<br />

conscientes de incorporar la sabiduría indígena y<br />

mestiza al trabajo evangelizador.<br />

Una clave<br />

Me he detenido básicamente en la cúpula pues,<br />

desde mi perspectiva, es la parte más antigua y<br />

la que encierra la clave para entender el proyecto<br />

decorativo <strong>del</strong> interior de los templos jesuitas en<br />

América Latina. En efecto, los muros que vemos<br />

actualmente de “la Compañía” estaban en un inicio<br />

decorados con pinturas murales (se ha encontrado<br />

vestigios de ellas en las naves laterales). De la<br />

misma manera, hay huellas en sus similares <strong>del</strong><br />

Cusco, Lima, Andahuaylillas, etc. No debemos<br />

de dejar de mencionar los vestigios encontrados<br />

en la Chiquitanía boliviana o en el noviciado de<br />

Tepotzotlán, en México. Lamentablemente, los<br />

estragos naturales, el descuido o negligencia, y<br />

los criterios de dudoso gusto estético han acabado<br />

con las pinturas murales de los templos y casas<br />

jesuitas. No olvidemos que la pintura mural, como<br />

dice Macera, aunque adherida a la edificación, la<br />

modifica creadoramente .<br />

No me convence la idea, divulgada muy fácilmente,<br />

de que la peculiaridad de la iconografía desarrollada<br />

se inspira en la misión jesuita en las zonas selváticas.<br />

Esta interpretación se hace principalmente de las pinturas<br />

murales recientes de los paños inferiores de la sacristía.<br />

Pensamos que la cúpula va en otra dirección.<br />

Las paredes diseñadas y pintadas con formas multicolores<br />

configuran, por un lado, el imaginario de<br />

los “conductores” de las obras, europeos que encontraron<br />

fértil, misterioso, fructífero y paradisíaco el<br />

territorio americano. Bajo estas “directrices” los artistas<br />

indios y mestizos que guardaban en sus mentes<br />

los secretos de la pintura mural precolombina y la<br />

variedad de combinaciones y matices de los textiles,<br />

dejaron aflorar su inspiración y conocimiento. La Sacristía en su conjunto. / Foto: Daniel Giannoni<br />

9 Aunque Colca era una región encomendada a los franciscanos, no se puede ignorar que “la Compañía” sirvió de inspiración a varios templos coloniales<br />

de esa zona collagua, como lo refiere Luis E. Tord.<br />

75<br />

Arte<br />

No es de extrañarnos que a primera vista la cúpula nos<br />

recuerde a los textiles precolombinos e inclusive a las<br />

actuales lliqllas serranas. Una serie de elementos nos<br />

dejan preguntas pendientes que no las resolveremos<br />

en estas líneas. El conjunto configurado por ocho<br />

cruces invertidas, irregulares y dispuestas asimétricamente<br />

no corresponde ni a la numerología hebrea<br />

ni hace referencia a los nueve coros angélicos que la<br />

teología dogmática desde el siglo VI asignaba a las<br />

jerarquías celestes. Sin embargo, el ocho nos remonta<br />

al sistema binario andino y su representación gráfica<br />

horizontal “al infinito” de la cultura europea. Detrás<br />

de la aparente irregularidad, ingenuidad y espontaneidad<br />

de los trazos se revela una cuidadosa geometría<br />

atípica, donde se conjugan diversos estilos: mudéjar,<br />

manierismo, barroco y lo que se ha denominado mestizo<br />

andino. Como se interroga y responde Macera:<br />

“¿Qué pudieron ver los indios <strong>del</strong> <strong>Perú</strong> en la<br />

geometría mudéjar, en su abstracción lineal, en<br />

su refinamiento aristocrático? Quizás eso mismo:<br />

geometría, abstracción, línea, refinamiento, aristocracia.<br />

Es decir los componentes que antes de la<br />

conquista española, habían impuesto a la cultura<br />

andina sus clases dirigentes. ”<br />

En síntesis, se vincularon dos dimensiones: el horror<br />

al vacío <strong>del</strong> barroco hispano, su visión de la<br />

feracidad americana, con la cosmovisión binaria,<br />

la destrucción <strong>del</strong> imaginario andino y los guiños<br />

de sus artistas para invitar al espectador a través<br />

de los querubines mestizos a otro tiempo y a otra<br />

realidad que debía ser reinventada. La cúpula de la<br />

sacristía es una verdadera “ventana <strong>del</strong> alma” que<br />

nos permite acceder a un vasto horizonte y que nos<br />

invita a la integración de nuestras diferencias.


Arte<br />

76<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Arte y Espiritualidad Jesuita en el <strong>Perú</strong><br />

Una galería virtual al alcance de todos<br />

André Malraux, reconocido escritor francés,<br />

publicó en 1947 “El Museo Imaginario”.<br />

En este ensayo de carácter visionario, Malraux<br />

planteó que los nuevos medios tecnológicos,<br />

como la fotografía, iban a generalizar<br />

el conocimiento de obras de arte de distintas<br />

tradiciones y épocas, creando las posibilidades<br />

para que cualquier persona pudiese “construir”<br />

un museo singular de acuerdo a sus intereses,<br />

gustos y motivaciones. Evidentemente, la<br />

evolución técnica ha producido innovaciones<br />

impensadas hace unas décadas y ha superado,<br />

con creces, los vaticinios certeros de Malraux.<br />

En nuestros días, las herramientas informáticas<br />

y electrónicas permiten el acceso casi ilimita-<br />

“La Visión de San Ignacio en el Camino de Roma”, Juan de Valdés Leal, S. XVII, Iglesia de San Pedro de Lima. / Foto: Daniel Giannoni<br />

Ricardo L. Falla Carrillo<br />

do a gran parte <strong>del</strong> patrimonio cultural de la<br />

humanidad y amplían nuestras posibilidades de<br />

enriquecimiento artístico y estético. Es cierto<br />

que la experiencia de hallarse ante la obra de<br />

arte original es única. Sin embargo, si se trata<br />

de divulgar las obras de artistas, escuelas y talleres,<br />

los medios actuales se revelan como una<br />

oportunidad eficaz de dar a conocer e informar<br />

al público general acerca de los logros <strong>del</strong> talento<br />

humano.<br />

En ese sentido, a mediados <strong>del</strong> 2006, la dirección<br />

<strong>del</strong> Programa de Humanidades de la<br />

Universidad Antonio Ruiz de Montoya, creyó<br />

conveniente e interesante, confeccionar una ga-


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

“Matrimonio de Martín de Loyola y Doña María Ñusta”, Templo de la Compañía <strong>del</strong> Cusco. / Foto: Daniel Giannoni<br />

lería virtual que muestre una parte importante<br />

<strong>del</strong> patrimonio artístico concebido en nuestro<br />

país bajo el auspicio de la Compañía de Jesús<br />

e inspirado en la espiritualidad ignaciana. Las<br />

razones para llevar a cabo este proyecto fueron<br />

varias. En primer lugar, dar a conocer obras<br />

que en su contexto sirvieron como medios de<br />

evangelización efectiva. También, mostrar realizaciones<br />

artísticas que evidencian un dominio<br />

técnico notable, tanto de artistas peruanos como<br />

europeos. Asimismo, ponderar la labor de la<br />

Compañía de Jesús en la formación y en el establecimiento<br />

de tradiciones culturales a lo largo<br />

<strong>del</strong> <strong>Perú</strong>. De igual modo, brindar información<br />

confiable a los interesados y al gran público,<br />

sobre las motivaciones religiosas, estéticas y<br />

culturales que subyacen en el arte jesuita. Y,<br />

finalmente, ofrecer referencias históricas so-<br />

77<br />

Arte<br />

bre las obras, sus creadores y características<br />

estilísticas. Sin embargo, hay que resaltar que<br />

no se buscaba elaborar una galería virtual que<br />

simplemente muestre pinturas y esculturas<br />

bajo un carácter estilístico-estético. Más bien,<br />

evidenciar las vinculaciones permanentes entre<br />

espiritualidad ignaciana, experiencia estética y<br />

práctica creadora; relaciones que han constituido<br />

una tradición vigente hasta nuestros días,<br />

admirada y valorada por muchos.<br />

Una vez establecidos los objetivos y criterios de<br />

la galería virtual, sobre un material visual previamente<br />

seleccionado y catalogado, se procedió<br />

a indagar sobre cada una de las obras a partir<br />

de investigaciones realizadas por historiadores<br />

<strong>del</strong> arte y estetas. Recabada la información, se<br />

llevó a cabo el análisis estético-formal de las


Arte<br />

pinturas y esculturas elegidas. Paralelamente,<br />

se realizó la explicación de las mismas bajo una<br />

perspectiva hermenéutica, tomando como ejes<br />

de interpretación los fundamentos básicos de la<br />

espiritualidad y estética ignacianas. Finalizada<br />

la interpretación y redacción de los artículos<br />

que acompañan a cada una de las imágenes, se<br />

inició la labor de diseño, confección e inserción<br />

de textos de la página web. De este modo,<br />

a inicios <strong>del</strong> <strong>2007</strong>, la galería virtual ya se hallaba<br />

en el site de la Compañía de Jesús (www.<br />

jesuitasperu.org) y podía ser visitada por los<br />

interesados desde cualquier lugar <strong>del</strong> mundo,<br />

dando a conocer una parte importante de nuestro<br />

legado espiritual y artístico. En ese sentido,<br />

el invitado virtual puede observar obras que<br />

pertenecen a los siglos XVII y XVIII –época<br />

<strong>del</strong> esplendor <strong>del</strong> barroco peruano o virreinal<br />

peruano– y que se encuentran en la actualidad<br />

en las iglesias que posee la orden religiosa en<br />

las ciudades de Lima, Cuzco, Arequipa y Ayacucho.<br />

Si bien es cierto que el contenido de las<br />

imágenes seleccionadas es variado, en ellas se<br />

ponen de manifiesto la historia de la Compañía<br />

de Jesús, la vida de sus fundadores y el proyecto<br />

de civilización cristiana esbozado por la<br />

orden desde sus orígenes.<br />

Dentro <strong>del</strong> catálogo se destaca el ciclo sobre la<br />

vida de San Ignacio de Loyola realizado por el<br />

importante pintor sevillano Juan Valdés Leal.<br />

Esta saga pictórica –ubicada en la Iglesia de<br />

San Pedro de Lima– es única en el mundo, pues<br />

es considerada la más grande (por sus dimensiones)<br />

sobre la vida de nuestro fundador, caracterizándose<br />

por la espiritualidad y la belleza<br />

de sus formas. También posee importancia el<br />

retrato de San Ignacio atribuido al taller de<br />

Francisco de Zurbarán, una de las cumbres de<br />

la pintura española <strong>del</strong> siglo XVII. Asimismo<br />

por sus implicancias culturales y simbólicas,<br />

las diversas versiones <strong>del</strong> matrimonio entre<br />

Martín de Loyola y doña Beatriz Ñusta (que se<br />

encuentran en varios templos <strong>del</strong> <strong>Perú</strong>), poseen<br />

un interés distintivo.<br />

Además, la galería virtual muestra dos interpretaciones<br />

sobre el carácter evangelizador de la<br />

Compañía de Jesús. La primera, de autor anónimo,<br />

se encuentra en la Iglesia de San Pedro<br />

de Lima y tiene como título Alegoría al triunfo<br />

78<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

de los <strong>Jesuitas</strong> en las cuatro partes <strong>del</strong> mundo.<br />

La segunda, <strong>del</strong> pintor de la Escuela cuzqueña<br />

Marco Zapata, se ubica en la Iglesia de la<br />

Compañía en el Cuzco y se conoce como Sobre<br />

los Santos <strong>Jesuitas</strong>. Carácter misional de la<br />

Compañía de Jesús en los cuatro continentes.<br />

Ambas obras, ricas en imágenes simbólicas,<br />

nos permiten comprender con mayor intensidad<br />

la perspectiva que la Compañía de Jesús tenía<br />

sobre su labor y misión durante los siglos XVII<br />

y XVIII. También en la galería se exhiben obras<br />

interesantes como La Visión de la “Storta” que<br />

se encuentra el la Iglesia de la Compañía en<br />

Arequipa. Este cuadro se cree que fue pintado<br />

por el flamenco Diego la Puente artista que, al<br />

igual que Bernardo Bitti, hizo labor misional.<br />

En la misma iglesia, se encuentra el extraordinario<br />

fresco ubicado en la cúpula <strong>del</strong> templo<br />

conocido como la “Capilla Sixtina”, en alusión<br />

al célebre fresco de Miguel Ángel que se halla<br />

en la ciudad <strong>del</strong> Vaticano.<br />

Los objetivos de esta galería en línea todavía están<br />

en proceso de alcanzarse plenamente. Por diversas<br />

razones, aún no se ha realizado el trabajo<br />

de selección, catalogación, investigación e interpretación<br />

de las obras de arte que se encuentran<br />

en Ayacucho. Esa es una tarea pendiente. Asimismo,<br />

al no existir un inventario general que<br />

incluya a todas las piezas de arte elaboradas bajo<br />

el auspicio de la Compañía de Jesús, ampliar<br />

la exhibición virtual de arte jesuita peruano<br />

presenta dificultades. Sin embargo, gracias a<br />

la colaboración de las comunidades de Arequipa,<br />

de Cuzco, a la Parroquia de San Pedro de<br />

Lima, a la Oficina de Desarrollo-Procura de la<br />

Provincia y a la Universidad Antonio Ruiz de<br />

Montoya, se ha podido construir esta primera<br />

versión de la página web Arte y Espiritualidad<br />

Jesuita en el <strong>Perú</strong>. La Compañía de Jesús es<br />

la primera orden religiosa que en nuestro país<br />

ha puesto a disposición <strong>del</strong> gran público una<br />

parte importante de su patrimonio artístico utilizando<br />

la Internet. Así, la orden fundada por<br />

San Ignacio de Loyola, contribuye de manera<br />

decidida en el reconocimiento cultural <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

en el mundo y demuestra que el arte, tanto en<br />

el pasado como en nuestros días, puede ser un<br />

medio eficaz y enriquecedor de evangelización.<br />

La invitación esta cursada para todos: www.<br />

jesuitasperu.org/artesjperu.


“Alegoría al triunfo de los jesuitas en las cuatro partes <strong>del</strong> mundo”, Iglesia de San Pedro de Lima. / Foto: Daniel Giannoni<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

79


Obras <strong>Jesuitas</strong><br />

en el <strong>Perú</strong><br />

• Piura<br />

Emisoras<br />

Centros Sociales<br />

Parroquias<br />

• Jaén<br />

• Trujillo<br />

•<br />

• Villa Gonzalo<br />

• Yamakai - éntza<br />

Santa María de Nieva<br />

• Lima<br />

80<br />

• Ayacucho<br />

• Cuzco<br />

• Arequipa<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

• Ilo<br />

• Tacna


<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Obras educativas<br />

<strong>Jesuitas</strong> en el<br />

<strong>Perú</strong><br />

Red de Colegios Fe y Alegría<br />

Universidad Antonio<br />

Ruiz de Montoya<br />

Asociación de Colegios<br />

<strong>Jesuitas</strong> <strong>del</strong> <strong>Perú</strong><br />

Sector de Educación Popular de la<br />

Compañía de Jesús (SEPSI)<br />

Universidad <strong>del</strong> Pacífico<br />

81


DIRECTORIO DE OBRAS E INSTITUCIONES DE LA<br />

COMPAÑÍA DE JESÚS EN EL PERÚ POR ÁREAS DE TRABAJO<br />

EDUCACIÓN<br />

Colegios Particulares Fe y Alegría y Colegios Parroquiales Estudios Superiores<br />

Colegio de la Inmaculada<br />

Hno. Santos García 108 – Surco, Lima.<br />

A.P. 18-0853, Lima.<br />

Telf. (51 -1) 275-1000.<br />

Fax: (51-1) 275-0948.<br />

Colegio Cristo Rey<br />

Av. Cristo Rey 450 – Tacna.<br />

A.P. 327, Tacna.<br />

Telf. (52) 31-4534 / Fax: (52) 31-4511.<br />

Colegio San Ignacio de Loyola<br />

Av. Independencia W1-18,<br />

Urb. Miraflores - Piura.<br />

A.P. 86, Piura.<br />

Telf. (73) 34-3185 / Fax: (73) 34-3138.<br />

Colegio San José<br />

Av. Alfonso Ugarte 977 – Arequipa.<br />

A.P. 60, Arequipa.<br />

Telf. (54) 23-2757 / Fax: (54) 23-6241.<br />

CANAT<br />

Pasaje José Carlos Mariátegui s/n,<br />

Pachitea – Piura.<br />

Telf. (73) 30-6912.<br />

CCAIJO<br />

Plaza de Armas s/n – Andahuaylillas,<br />

Cusco.<br />

A.P. 1199, Cusco.<br />

Telf. (84) 83-2136 / Fax: (84) 27-7881.<br />

CEOP - Ilo<br />

Nueva Victoria, M-H s/n – Ilo,<br />

Moquegua.<br />

A.P. 77, Ilo, Moquegua.<br />

Telf. (53) 49-5785.<br />

Centro Cristo Rey <strong>del</strong> Niño y Adolescente<br />

Trabajador de Tacna<br />

Prolongación Hipólito Unanue 1365 –<br />

Tacna.<br />

A.P. 127, Tacna.<br />

Telf. (52) 42-5731 / Fax: (52) 24-4081.<br />

CIPCA<br />

Calle San Ignacio de Loyola 300, Urb.<br />

Miraflores - Piura.<br />

A.P. 305, Piura.<br />

Telf. (73) 34-2860 / Fax: (73) 34-2965.<br />

Parroquias<br />

Parroquia <strong>del</strong> Sagrario<br />

Triunfo 339 – Cusco.<br />

A.P. 276, Cusco.<br />

Telf. (84) 23-1241 / Fax: (84) 24-2796.<br />

Fe y Alegría Oficina Central<br />

Cahuide 884 – Jesús María, Lima.<br />

A.P. 11-0277, Lima.<br />

Telf. (51-1) 471-3428.<br />

Fax: (51-1) 470-3088.<br />

Colegio Miguel Pro<br />

Av. Principal s/n, Ciudad de Dios –<br />

Tacna.<br />

A.P. 120, Tacna.<br />

Telf. (52) 31-7116.<br />

SOCIAL<br />

CTTU San José<br />

Jr. Pedro Urraca 448, Urb. San Andrés –<br />

Trujillo, La Libertad.<br />

A.P. 1355, Correo Central, Trujillo.<br />

Telf. (44) 20-1930.<br />

Encuentros – Casa de la Juventud<br />

Av. Fulgencio Valdez 780 – Breña, Lima.<br />

Telf. (51-1) 433-8110.<br />

Fax: (51-1) 424-9369.<br />

PEBAL Inmaculada<br />

Av. Bambarén y Av. Solidaridad s/n, Villa<br />

San Luis – Pamplona Alta, San Juan<br />

de Miraflores, Lima.<br />

A.P. 18-0853, Lima.<br />

Telf. (51-1) 285-0337.<br />

Radio Marañón<br />

Francisco de Orellana 343 – Jaén.<br />

A.P. 50, Jaén (Vía Chiclayo).<br />

Telf. (76) 73-1147 / Fax: 73-2580.<br />

Radio Cutivalú<br />

Calle San Ignacio de Loyola 300, Urb.<br />

Miraflores - Piura.<br />

Telf. (73) 34-2802.<br />

PASTORAL<br />

82<br />

Seminario San Luis Gonzaga<br />

A.P. 12, Jaén (Vía Chiclayo).<br />

Telf. (76) 43-1249 / Fax: (76) 43-3560.<br />

Universidad Antonio Ruiz de Montoya<br />

Av. Paso de los Andes 970 – Pueblo<br />

Libre, Lima.<br />

Telf. (51-1) 424-5322.<br />

Fax: (51-1) 423-1126.<br />

Instituto de Fe y Cultura - UARM<br />

Av. Paso de los Andes 970 – Pueblo<br />

Libre, Lima.<br />

Telf. (51-1) 424-5322, Anexo: 202.<br />

Fax: (51-1) 423-1126.<br />

SAIPE<br />

Lambayeque 736 – Jaén.<br />

A.P. 10, Jaén (Vía Chiclayo).<br />

Telf. (76) 73-1111.<br />

SEA<br />

Renán Olivera 249 – El Agustino, Lima.<br />

A.P. 11-0038, Lima.<br />

Telf. (51-1) 327-0784.<br />

Fax: (51-1) 327-0175.<br />

Centro de Promoción de la Pequeña<br />

Empresa (Propyme)<br />

Av. Salaverry 2020 - Jesús María, Lima.<br />

Telf. (51-1) 219-0132.<br />

Fax: (51-1) 219-0149.<br />

Instituto de Ética y Desarrollo - UARM<br />

Av. Paso de los Andes 970 – Pueblo<br />

Libre, Lima.<br />

Telf. (51-1) 424-5322, Anexo: 202.<br />

Fax: (51-1) 423-1126.<br />

Centros de Espiritualidad y Centros Loyola<br />

Centro de Espiritualidad Ignaciana<br />

Av. Fulgencio Valdez 780 – Breña, Lima.<br />

Telf. (51-1) 433-7337.


Parroquia Jesús de Nazaret<br />

Manzana G s/n – Truijillo, La Libertad.<br />

Telf. (44) 20-3501.<br />

Parroquia Nuestra Señora de Fátima<br />

Av. Armendáriz 350 – Miraflores, Lima.<br />

Telf. (51-1) 446-3119 / Fax: (51-1) 445-4918.<br />

Parroquia San Pedro<br />

Azángaro 451 – Lima.<br />

A.P. 387, Lima 100.<br />

Telf. (51-1) 428-3010 / Fax: (51-1) 426-0507.<br />

Parroquia San Pedro Apóstol<br />

Av. Bolognesi 444 – Tacna.<br />

A.P. 120, Tacna.<br />

Telf. (52) 41-1531.<br />

Parroquia San Pedro de Cangallo<br />

Cangallo – Ayacucho.<br />

A.P. 261, Ayacucho.<br />

Telf. (66) 83-1633.<br />

Parroquia Santa María de Huachipa – Lima<br />

Jicamarca - Lima.<br />

Parroquia Santa María de Nieva<br />

Condorcanqui – Amazonas.<br />

Parroquia Santiago Apóstol<br />

Calle Belaunde s/n – Urcos, Cusco.<br />

Telf. (84) 30-7041.<br />

Parroquia Virgen de Nazaret<br />

Renán Olivera 249 – El Agustino, Lima.<br />

A.P. 11-0038, Lima.<br />

Telf. (51-1) 327-0483.<br />

Templo de la Compañía de Arequipa<br />

Álvarez Thomas 106 – Arequipa.<br />

A.P. 595, Arequipa.<br />

Telf. (54) 21-2141 / (54) 28-1409.<br />

Templo de la Compañía de Huamanga<br />

Jr. 28 de Julio, 1º cuadra – Huamanga, Ayacucho.<br />

Curia Provincial<br />

Costa Rica 256 – Jesús María, Lima.<br />

A.P. 11-0124, Lima 11.<br />

E-mail: sjperu@telefonica.net.pe<br />

Telf. (51-1) 461-8803 / (51-1) 463-5006.<br />

Fax: (51-1) 461-9368.<br />

Oficina de Desarrollo – Procura<br />

Las Dalias 246 – Miraflores, Lima.<br />

Telf. (51-1) 446-4465.<br />

Fax: (51-1) 446-4465, Anexo 104.<br />

E-mail: odp@odpjesuitas.org.pe<br />

Oficinas de Coordinación Jesuita<br />

Apostolado Social de la Provincia<br />

Las Dalias 246 – Miraflores, Lima.<br />

Telf. (51-1) 446-4465.<br />

Fax: (51-1) 446-4465, Anexo 104.<br />

Oficina de Pastoral Vocacional<br />

Av. Fulgencio Valdez 780 – Breña, Lima.<br />

A.P. 05-0052, Lima 5.<br />

Telf. (51-1) 331-0046 / (51-1) 9800-1006.<br />

Centro de Espiritualidad Manresa<br />

Av. Alfonso Ugarte s/n – Arequipa.<br />

A.P. 595, Arequipa.<br />

Telf. (54) 23-7352.<br />

Casa de Ejercicios Villa Kostka<br />

(Anexo 8) – Jicamarca, Lima.<br />

A.P. 4654, Lima.<br />

Telf. (1) 371-1327 / Fax: (1) 371-0001.<br />

Centro Loyola de Ilo<br />

Urb. Magisterial M-6 – Ilo, Moquegua.<br />

A.P. 77, Ilo.<br />

Telf. (53) 48-1819.<br />

Centro de Reflexión Loyola – Piura<br />

Calle San Ignacio de Loyola 300, Urb. Miraflores - Piura.<br />

Telf. (73) 34-5573.<br />

Centro Pastoral Loyola – Arequipa<br />

Álvarez Thomas 106, Arequipa.<br />

Telf. (54) 28-6805.<br />

Centro Pastoral Loyola – Ayacucho<br />

Prolongación Manco Cápac, Urb. Sta. María Magdalena, 2do.<br />

Pasaje Lote 8 – Ayacucho.<br />

A.P. 261, Ayacucho.<br />

Telf. (66) 31-4693.<br />

Casa de Retiros “Santa María”<br />

Calle Juan XXIII 160 – Chiclayo, Lambayeque.<br />

A.P. 77, Chiclayo.<br />

Telf. (74) 23-4310.<br />

Programa Pastoral Río Santiago – Amazonas<br />

Centro de Espiritualidad TUNAANTS<br />

Santa María de Nieva, Amazonas.<br />

CONSIGNA<br />

Las Dalias 246 – Miraflores, Lima.<br />

Telf. (51-1) 446-4465.<br />

Fax: (51-1) 446-4465, Anexo 104.<br />

Red Apostólica Ignaciana - RAI<br />

Las Dalias 246 – Miraflores, Lima.<br />

Telf. (51-1) 446-4465.<br />

Voluntariado Universitario Jesuita<br />

E-mail: joserecharte@gmail.com<br />

Telf. (51-1) 423-3562 / (51-1) 9800-1006.<br />

P á g i n a W e b : w w w . j e s u i t a s p e r u . o r g<br />

83


Altar mayor <strong>del</strong> Templo de la Compañía de Ayacucho. / / Foto: Daniel Giannoni


Este <strong>Anuario</strong> se terminó de imprimir en febrero<br />

<strong>del</strong> 2008, en los talleres gráficos de GMC Digital,<br />

con un tiraje de 1,500 ejemplares.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!