09.05.2013 Views

Descargar PREVIO - Libros en Casa Eolo

Descargar PREVIO - Libros en Casa Eolo

Descargar PREVIO - Libros en Casa Eolo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

nes de horario. Eso sí, siempre a costa de la tarjeta de crédito de<br />

sus ocupados maridos, por supuesto.<br />

Un cartel anunciaba que por el lado derecho se ubicaban los<br />

vestuarios, con lo que él, tal y como le habían indicado, tomó la<br />

dirección contraria. Tras dejar atrás un gran salón plagado de<br />

bicicletas estáticas y demás máquinas de musculación, se asomó a<br />

una sala con cristaleras repleta de colchonetas, balones hinchables<br />

de colores y hembras contoneándose <strong>en</strong> figuras acrobáticas. Las<br />

dirigía un monitor de piel curtida <strong>en</strong> rayos uva que él conocía<br />

bi<strong>en</strong>. Dio dos pasos al fr<strong>en</strong>te y le saludó con la mano abierta,<br />

sintiéndose por un mom<strong>en</strong>to el c<strong>en</strong>tro de at<strong>en</strong>ción de un montón<br />

de miradas fem<strong>en</strong>inas.<br />

¡Míchel, viejo truhán! —gritó para que el fondo musical<br />

no difuminara su voz—. ¿Cómo va todo?<br />

La cara de su opon<strong>en</strong>te era un poema. No tardó <strong>en</strong> reaccionar<br />

y de manera algo áspera:<br />

¡Santo Dios, lo que me faltaba! ¿Se puede saber qué hace<br />

aquí, señor inspector de policía?<br />

El detective, sin perder la sonrisa que lucía para su público,<br />

se acercó hasta casi respirar el ali<strong>en</strong>to del otro, y le musitó:<br />

Vamos a algún sitio tranquilo. Tú y yo t<strong>en</strong>emos que<br />

hablar.<br />

Se trasladaron a una habitación reservada para personal del<br />

gimnasio, y sin rodeos, el inspector le habló al jov<strong>en</strong> de un modo<br />

claro y preciso.<br />

Escucha, amiguito y escúchame bi<strong>en</strong>. Ni yo te soy simpático<br />

a ti, ni tú eres la niña de mis ojos, pero para tu desgracia, yo<br />

t<strong>en</strong>go esta chapita —le <strong>en</strong>señó la placa de policía—, así que<br />

106

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!