Descargar PREVIO - Libros en Casa Eolo
Descargar PREVIO - Libros en Casa Eolo
Descargar PREVIO - Libros en Casa Eolo
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
El inspector de policía Javier Lázaro era un hombre de<br />
contrastada experi<strong>en</strong>cia y eficacia, aunque sus modales distaban<br />
mucho de poder considerarse elegantes. Pasaba de los cuar<strong>en</strong>ta<br />
años y su aspecto g<strong>en</strong>eral era desaliñado, pero con un indudable<br />
toque moderno, lo cual le hacía parecer más jov<strong>en</strong>, contrastando<br />
<strong>en</strong> gran medida con sus colegas de puesto, más remilgados y<br />
<strong>en</strong>vejecidos por su propia seriedad. En sus ratos libres se divertía<br />
tocando la guitarra eléctrica y pintando cuadros. La vida le había<br />
llevado por el camino de la ley —¡quién se lo iba a decir!— pero<br />
muy bi<strong>en</strong> podría haberle ori<strong>en</strong>tado por el contrario, sobre todo<br />
recordando las locuras de su juv<strong>en</strong>tud. Nacido <strong>en</strong> un pueblo<br />
turol<strong>en</strong>se, residía <strong>en</strong> la capital del Ebro desde hacía más de<br />
veinticinco años, cuando se trasladó a cursar sus estudios a la<br />
Escuela de Arte. Le hubiera gustado dedicarse a ello <strong>en</strong> cuerpo y<br />
alma pero, lam<strong>en</strong>tablem<strong>en</strong>te, los li<strong>en</strong>zos y esculturas no dan para<br />
comer salvo que seas un Picasso o un Chillida, por lo que sin<br />
saber por qué, se hizo policía y poco a poco fue prosperando <strong>en</strong> el<br />
Cuerpo. Soltero y calavera, se des<strong>en</strong>volvía <strong>en</strong> todo tipo de<br />
ambi<strong>en</strong>tes, y sus amistades abarcaban desde el Consejero<br />
municipal, mano derecha del alcalde, hasta el traficante jefe del<br />
barrio del Arrabal, mano izquierda de la mafia rumana.<br />
Aquel domingo de julio era especialm<strong>en</strong>te pegajoso y t<strong>en</strong>er<br />
que estar de guardia le repateaba como si un millón de caballos al<br />
trote le pisotearan sin piedad. P<strong>en</strong>só <strong>en</strong> aprovechar el tiempo<br />
pasando a limpio los informes atrasados que se le acumulaban <strong>en</strong><br />
la mesa como una pila de platos, pero las gotas de sudor que caían<br />
<strong>en</strong> el teclado del ord<strong>en</strong>ador no le dejaban conc<strong>en</strong>trarse con<br />
35