Descargar PREVIO - Libros en Casa Eolo
Descargar PREVIO - Libros en Casa Eolo
Descargar PREVIO - Libros en Casa Eolo
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
a estudiar. ¡Volvían a cumplirse mis predicciones y sin necesidad<br />
de salir de casa siquiera! Míchel no vino a comer pero cuando<br />
Pablo regresó le conté mi suerte <strong>en</strong> el concurso. Mi amigo es un<br />
poco reservado y no le concedió demasiada importancia, simplem<strong>en</strong>te<br />
p<strong>en</strong>só que seria obra de un bromista.<br />
Por la tarde, Pablo se echó una siesta y yo me <strong>en</strong>cerré <strong>en</strong> mi<br />
habitación. Continué estudiando hasta las siete, mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el<br />
que me arreglé para salir porque era viernes y t<strong>en</strong>ía mi consulta<br />
semanal con el Doctor M<strong>en</strong>dívil. ¡Y prepárese, porque esto es la<br />
gota que colma el vaso! Al ir a abrir la puerta del piso, me<br />
<strong>en</strong>contré al lado del felpudo, un paquetito dirigido a mi nombre.<br />
Entré de nuevo <strong>en</strong> casa y lo abrí con impaci<strong>en</strong>cia. Efectivam<strong>en</strong>te,<br />
era el regalo del concurso. ¡Una camiseta Levi´s con una gran<br />
bandera americana impresa <strong>en</strong> su parte delantera!»<br />
Otro sil<strong>en</strong>cio acompañado por la impresionante mirada fija<br />
que le dedicó su paci<strong>en</strong>te, hizo que el psiquiatra reaccionase y<br />
mecánicam<strong>en</strong>te le preguntara:<br />
¿Y quién te la mandaba? Quiero decir, ¿quién organizaba<br />
el concurso?<br />
No lo sé. Iba sin remite —hizo una mueca a propósito y<br />
prosiguió con cad<strong>en</strong>cia—. Y sin sellar…<br />
Ciertam<strong>en</strong>te, no pudo pasar por Correos <strong>en</strong> tan breve espacio<br />
de tiempo —el doctor chasqueó los dedos—. ¡Algui<strong>en</strong> te la<br />
dejó <strong>en</strong> la puerta!<br />
¡Sí! —afirmó <strong>en</strong>érgico el muchacho—. Aunque <strong>en</strong> ese<br />
mom<strong>en</strong>to no le di demasiada importancia a ese detalle porque<br />
estaba ofuscado con la trem<strong>en</strong>da coincid<strong>en</strong>cia que t<strong>en</strong>ía con mi<br />
sueño de la cometa de B<strong>en</strong>jamin Franklin. Me imaginé que la<br />
promoción partiría de alguna ti<strong>en</strong>da cercana y que habrían<br />
123