LOS DOS ENEMIGOS - Liberbooks

II
El huracán
L os huracanes que se desencadenan en la inmensa
península del Indostán duran muy poco, por lo
común; sin embargo su ímpetu es de tal índole que los
europeos no somos capaces de hacernos sobre ello ni una
ligera idea.
Muy escasos minutos son suficientes para que semejantes
ciclones asolen regiones enteras, destruyendo hasta
ciudades. La violencia del viento es increíble y únicamente
las construcciones muy resistentes y los árboles de mayor
corpulencia, tales como los nipales e higueras de las pagodas,
son capaces de aguantarlo.
Para tener una idea aproximada de lo que estos huracanes
representan, es suficiente recordar que el que asoló
Bengala en 1866 hizo perecer a veinte mil habitantes en
Calcuta y a cien mil en las llanuras de ambos lados del
Hugly.
A los que cogió desprevenidos en las calles de la capital
los levantaba como si de plumas se tratasen, lanzándolos
contra los muros de los edificios. Los palanquines marcha-
19