LOS DOS ENEMIGOS - Liberbooks
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21<br />
Los dos enemigos<br />
regiones de la India occidental, ya que en esa zona son<br />
aún más abrasadores tales vientos, puesto que proceden<br />
de los desiertos.<br />
El huracán que se cernía en aquel momento sobre la<br />
jungla no tenía apariencia de ser menos tremendo e inquietaba<br />
mucho a Tremal-Naik y a los guías, que sabían<br />
bien la clase de violencia que llegaban a alcanzar aquellos<br />
ciclones. Por el contrario, Sandokan y Yáñez no daban indicios<br />
de hallarse preocupados lo más mínimo. Aunque no<br />
conocían los huracanes de la India, habían experimentado<br />
los no menos intensos que se desencadenan en los mares<br />
malayos y que ellos afrontaran en infinidad de ocasiones.<br />
A pesar de que las primeras ráfagas de viento empezaban<br />
a sacudir con enorme fuerza las tiendas, el portugués,<br />
que hacía de cocinero, preparaba la comida, ayudado por<br />
Surama.<br />
—¡Venga! —exclamó—. ¡Comamos algo para que tengamos<br />
mayor peso y el viento no pueda arrastrarnos con<br />
tanta facilidad! Tendremos alguna música con obligado<br />
acompañamiento de truenos. Pero ¡es lo mismo! Ya tenemos<br />
habituados los oídos y...<br />
Un imponente estruendo, semejante al estallido de un<br />
polvorín, retumbó en la jungla, acompañado de atronadores<br />
ruidos que retumbaban en la atmósfera con increíble<br />
violencia.<br />
—¡Vaya orquesta! —exclamó el señor De Lussac, acomodándose<br />
junto la tapiz, encima del cual humeaban, en<br />
platos de plata, los alimentos—. ¡Tengo mis dudas respecto<br />
a que Júpiter y Eolo nos permitan concluir la comida!<br />
—¡Cualquiera podría suponer que el cielo va a derrumbarse<br />
sobre nuestras cabezas, con todos los mundos co-