Maga pag 1-40.indd - Universidad Tecnológica de Panamá
Maga pag 1-40.indd - Universidad Tecnológica de Panamá
Maga pag 1-40.indd - Universidad Tecnológica de Panamá
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
o el resto es un impulso mío <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
compren<strong>de</strong>r la historia, que, por otra<br />
parte, a lo mejor no tengo <strong>de</strong>recho a<br />
compren<strong>de</strong>r. El hecho <strong>de</strong> darle el final, la<br />
clásica conclusión es una tentación trascen<strong>de</strong>ntalista,<br />
metafísica o religiosa, porque<br />
verda<strong>de</strong>ramente la historia se acaba<br />
antes, se acaba cuando alguien muere o<br />
cuando se termina la tensión. Para mí se<br />
ha convertido en una técnica, no tengo<br />
ningún reparo en cortar cuando advierto<br />
que se ha interrumpido la tensión. No<br />
hay nada que saber más que mis conclusiones,<br />
lo que yo opine, lo que yo piense,<br />
yeso no interesa, no guarda relación con<br />
el hecho, la historia. Si lo contara otro<br />
personaje, tal vez pudiera introducir esa<br />
opinión, pero si se trata <strong>de</strong>l protagonista<br />
<strong>de</strong> la historia, no; no tenemos ese lujo,<br />
no nos vemos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte. Eso<br />
es mi técnica: yo cuento las historias <strong>de</strong><br />
cada uno <strong>de</strong>s<strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro; ellos no pue<strong>de</strong>n<br />
verse a sí mismos, no tienen tiempo <strong>de</strong><br />
verse.<br />
Su tipo <strong>de</strong> escritura es muy distinta <strong>de</strong>l <strong>de</strong><br />
la actual narrativa hispanoamericana.<br />
Sí, estoy <strong>de</strong> acuerdo. Supongo que es<br />
porque no he leído mucha literatura hispanoamericana.<br />
Aparte <strong>de</strong> Borges, por<br />
supuesto, que tampoco es muy hispanoamericano,<br />
y Bioy Casares, que son mis<br />
dos referentes. Sí leí mucha literatura latinoamericana<br />
<strong>de</strong>l siglo pasado; Martin<br />
Fierro es una lectura que me apasionó,<br />
pero es otro tipo <strong>de</strong> literatura. De la literatura<br />
<strong>de</strong>l boom, por ejemplo, he leído<br />
poco, pero es que soy muy perezoso.<br />
Hablaría <strong>de</strong> autores que me han gustado,<br />
Conrad, James, Stevenson, y más atrás<br />
Poe, Swift. De literatura francesa leí. La<br />
náusea muchas veces, Camus, Proust,<br />
pero es una influencia muy tardía para<br />
mí, son textos que leí a los treinta años.<br />
También una influencia tardía, pero que<br />
me agradó, fue la <strong>de</strong> la literatura francesa<br />
<strong>de</strong>l siglo XVI, los aforistas, La Rochefoucauld,<br />
La Bruyere. Me siento más<br />
afín a esto.<br />
A propósito <strong>de</strong> sus “maestros”. En Que me<br />
maten si dice: “La brutalidad en este país<br />
era una juerza impersonal, una fuerza juera<br />
<strong>de</strong>l control <strong>de</strong> los hombres, implacable y<br />
<strong>de</strong>sinteresada”. Hay cierta similitud entre<br />
112 <strong>Maga</strong> REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA<br />
ese azar <strong>de</strong> La orilla africana, el <strong>de</strong>stino<br />
que guia Que me maten y cierto tono <strong>de</strong><br />
fatalidad y violencia inevitables que flotan<br />
en la obra <strong>de</strong> Bowles. Usted era amigo suyo,<br />
a<strong>de</strong>más. ¿ Le viene alguna influencia directa<br />
<strong>de</strong> Paul Bowles?<br />
No era influencia, sino afinidad. Le<br />
gustaron las primeras cosas que yo había<br />
escrito porque eran muy violentas,<br />
muy crudas, y él siempre escribía sobre<br />
la muerte. Teníamos en común esa fascinación<br />
por <strong>de</strong>scribir la violencia, yeso<br />
como ejercicio literario te da un tono<br />
algo especial, un tono sentencioso quizá.<br />
Pue<strong>de</strong> que eso es lo que perciba como<br />
algo que tenemos en común. Una afinidad<br />
estilística, pues a ambos nos interesaba<br />
la violencia como tema narrativo. Su<br />
obra ya me motivaba antes <strong>de</strong> conocerle.<br />
Yo escribía sobre violencia porque tenía<br />
violencia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mi cabeza. Para explicarlo<br />
más sencillamente, cada vez que<br />
iba a escribir sobre algo, lo más fácil, lo<br />
primero que me venía a la cabeza era la<br />
violencia, una guerra, una lucha con puñales<br />
o un asesinato. ¿Por qué? Me parece<br />
que así trabaja mi psique, mi cerebro. De<br />
adolescente, <strong>de</strong> joven, tenía siempre esas<br />
visiones violentas en mi cabeza. Como<br />
mucha gente, me parece. Esas fantasías<br />
violentas eran naturales para mí, y me<br />
parecía el material literario más a<br />
mano.<br />
¿ Tiene esto relación con la violencia que<br />
veía en su pais? ¿ O la violencia es connatural<br />
al hombre?<br />
Allí ves y oyes y respiras violencia todo el<br />
tiempo. Te vuelves insensible a eso pero<br />
te fascina a la vez. Pero aquí se ve también,<br />
y en los juegos <strong>de</strong> los niños, que son<br />
violentos. No me cabe la menor duda <strong>de</strong><br />
que la violencia está en el ser humano y<br />
<strong>de</strong> que la vida es violenta. En mi caso,<br />
la violencia se encontraba en mí, <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong> mi cabeza, antes <strong>de</strong> que la sacara; la<br />
soñaba; como una violencia obsesiva,<br />
repetitiva, con algo <strong>de</strong> ritual. Te ves pegando<br />
siempre <strong>de</strong> la misma forma yeso<br />
se repite, hasta que al final ya no tiene<br />
interés, estético por lo menos. Escribirlo<br />
es una forma <strong>de</strong> liberarse <strong>de</strong> ello, <strong>de</strong> que<br />
ya no te moleste.<br />
En La orilla africana esta violencia<br />
<strong>de</strong>saparece.<br />
Desaparece o está contenida. Lo que estoy<br />
explicando no es <strong>de</strong> ahora, sucedió<br />
hace veinte años. En La orilla africana<br />
hay cierta violencia retenida, como en<br />
la parte en que quieren matar a Ángel<br />
Tejedor, por ejemplo. Para mí esa breve<br />
escena fue en cierto modo una pequeña<br />
regresión, sí, me sentía ahí completamente<br />
a gusto.<br />
En consecuencia, parece que ha tratado <strong>de</strong><br />
retratar la realidad con arreglo a sus fantasmas<br />
personales.<br />
Bueno, no, más bien al revés. Tal vez<br />
traté <strong>de</strong> a<strong>de</strong>cuar mis fantasmas personales<br />
a la realidad. Otra vez esas ansias <strong>de</strong><br />
verosimilitud para tener o lograr efecto.<br />
Es una cosa muy básica, si no, uno ya<br />
no lo cree. Me parece que en narrativa,<br />
sobre todo, ya no tiene sentido, hoy,<br />
estar hablando <strong>de</strong> algo que no interesa,<br />
que no se cree. Si uno ya sabe que lo<br />
que está contando no se correspon<strong>de</strong><br />
a una realidad -no te quiero <strong>de</strong>cir “la<br />
realidad” porque no creo que exista-, que<br />
es... una historia mental <strong>de</strong> uno, no <strong>de</strong>l<br />
otro, entonces aburre, a mí me aburre.<br />
En relatos breves, en poesía, sí pue<strong>de</strong><br />
darse menos esta verosimilitud, pero<br />
cuando acometo un texto <strong>de</strong> más <strong>de</strong> cien<br />
páginas, no.<br />
Eso quiere <strong>de</strong>cir que al escribir piensa en<br />
un <strong>de</strong>stinatario, siente la presencia <strong>de</strong>l otro,<br />
<strong>de</strong> alguien que va a leerle como quiere que<br />
le lea.<br />
Sí, siento la presencia <strong>de</strong>l otro en textos<br />
largos. No cuando escribo poemas en<br />
prosa, porque es un Juego verbal, pero<br />
en narrativa estoy creando un objeto, un<br />
objeto que quiero que funcione. Cuando<br />
alguien toque aquí, este aparato tiene<br />
que funcionar y producir el efecto que yo<br />
quiero. Para eso tengo que ser un poco<br />
traslaticio, tengo que ponerme en el lugar<br />
<strong>de</strong> un hipotético lector y ver qué es lo<br />
que le pue<strong>de</strong> afectar.<br />
En sus novelas se advierte la existencia <strong>de</strong><br />
un telón <strong>de</strong> fondo <strong>de</strong> pensamiento profundo,<br />
casi filosófico. Se ha dicho <strong>de</strong> su prosa