Deberes y bendiciones del sacerdocio, Parte A
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Lección 13<br />
más importante, debemos guardar los mandamientos de Dios y los<br />
convenios efectuados al contraer matrimonio.<br />
Un fuerte líder <strong>del</strong> <strong>sacerdocio</strong> es amable y atento con su esposa (véase<br />
Efesios 5:25). El presidente J. Reuben Clark, hijo, declaró que si una familia<br />
quiere llegar a ser una familia celestial, los esposos deben amarse,<br />
honrarse y respetarse mutuamente. Deben ser pacientes el uno con el<br />
otro y leales a los votos matrimoniales. Su fe debe “cubrir el hogar como<br />
una divina luz”. Si ponen esto en práctica, su obediencia a Dios los<br />
‘guiará y regocijará’ (véase Immortality and Eternal Life, Tomo II [véase<br />
Guía de estudio <strong>del</strong> Sacerdocio de Melquisedek, 1969], págs. 14–15).<br />
■ ¿Cuáles son algunas de las cosas que podemos hacer para mostrar<br />
amor y consideración a nuestra esposa? ¿De qué manera pueden<br />
ayudarnos a establecer un hogar de paz y amor dichas manifestaciones<br />
de amor y consideración hacia nuestra esposa?<br />
Busquemos el consejo de nuestra esposa<br />
■ Muestre la ayuda visual 13-a, “El liderazgo familiar es mucho más<br />
fácil y eficaz cuando el esposo busca el consejo de su esposa”.<br />
Es importante que tengamos una buena comunicación con nuestra esposa.<br />
La mayoría de los problemas matrimoniales y familiares se pueden<br />
solucionar si buscamos el consejo de ella y si buscamos la ayuda<br />
y la guía <strong>del</strong> Señor.<br />
■ Lea Alma 37:37. ¿De qué modo nos ayuda el consultar al Señor?<br />
Si hemos de ser poseedores <strong>del</strong> <strong>sacerdocio</strong> sabios, debemos, después de<br />
orar, analizar los problemas y las metas con nuestra esposa y tenerla en<br />
cuenta cuando tomemos decisiones. Si amamos a nuestra esposa, recurriremos<br />
siempre a sus ideas y ayuda en lugar de intentar resolver grandes<br />
problemas familiares por nuestra propia cuenta. Para llevar esto a<br />
cabo, debemos dedicar un tiempo específico para hablar sobre los hijos,<br />
las finanzas, el Evangelio, las noches de hogar y cualquier otro tipo de<br />
problemas personales o familiares que tengamos, ya que solamente de<br />
ese modo estaremos unidos para guiar a nuestra familia.<br />
Tanto el esposo como la esposa son importantes en la sociedad matrimonial.<br />
Algunos hombres piensan que, debido a que poseen el <strong>sacerdocio</strong>,<br />
están en posición de tomar todas las decisiones; pero las Escrituras<br />
nos hacen ver lo equivocado de tal concepto.<br />
■ Lea D. y C. 121:39, 41.<br />
Es un abuso <strong>del</strong> <strong>sacerdocio</strong> el “ejercer injusto dominio”. Como poseedores<br />
<strong>del</strong> <strong>sacerdocio</strong>, tenemos el deber de escuchar a nuestra esposa<br />
con amor e interés, y cuando escuchamos, no debemos hacerlo como<br />
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