10.05.2013 Views

Deberes y bendiciones del sacerdocio, Parte A

Deberes y bendiciones del sacerdocio, Parte A

Deberes y bendiciones del sacerdocio, Parte A

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Lección 1<br />

Ser humilde<br />

“Sí, el que verdaderamente se humille y se arrepienta de sus pecados,<br />

y persevere hasta el fin, será bendecido” (Alma 32:15). Debemos estar<br />

dispuestos a aceptar y seguir los consejos de nuestros líderes <strong>del</strong> <strong>sacerdocio</strong>,<br />

realizar las asignaciones que nos den, y escuchar y seguir los<br />

susurros <strong>del</strong> Espíritu. Otras maneras en las que podemos mostrar humildad<br />

son: (1) tener sinceramente en cuenta los deseos justos de los<br />

miembros de la familia, a pesar de que es probable que éstos no sean<br />

los mismos que los nuestros; (2) escuchar, aun al niño más pequeño;<br />

(3) colocar el bienestar de la familia por encima de la comodidad personal;<br />

y (4) hablar en un tono de voz que siempre refleje nuestro amor<br />

y preocupación por los demás.<br />

Estudiar<br />

Debemos escudriñar y meditar las Escrituras. Sólo por medio <strong>del</strong> estudio<br />

personal de las Escrituras podemos conocer la voluntad de Dios<br />

y vivir el Evangelio. También debemos estudiar nuestros manuales<br />

<strong>del</strong> <strong>sacerdocio</strong> a fin de saber cuáles son nuestros deberes específicos<br />

como poseedores <strong>del</strong> <strong>sacerdocio</strong>. El presidente George Albert Smith<br />

enseñó: “Su primer deber, antes que todo, es aprender lo que el Señor<br />

desea y luego, por el poder y la fuerza de Su Santo Sacerdocio, magnificar<br />

su llamamiento… para que la gente se sienta feliz al seguirlos”<br />

(en Conference Report, abril de 1942, pág. 14).<br />

Orar<br />

Debemos preguntar a nuestro Padre Celestial qué es lo que desea que<br />

hagamos. Siempre debemos orar pidiendo guía para ejercer el <strong>sacerdocio</strong><br />

en forma correcta. Con relación al poder de la oración, el presidente<br />

Gordon B. Hinckley enseñó: “La oración abre los poderes <strong>del</strong> cielo a favor<br />

nuestro. La oración es el gran don que nuestro Padre Eterno nos ha<br />

dado para acercarnos a Él y hablarle en el nombre <strong>del</strong> Señor Jesucristo.<br />

Oren. No lo pueden hacer solos. No pueden solos lograr alcanzar todo<br />

su potencial. Necesitan la ayuda <strong>del</strong> Señor” (Teachings of Gordon B.<br />

Hinckley, 1997, pág. 470).<br />

Amar a los demás<br />

Jesucristo nos ha enseñado que el poder <strong>del</strong> <strong>sacerdocio</strong> se basa en el<br />

amor y que debemos amar a todas las personas (véase D. y C. 121:41–42,<br />

45–46). El amor comienza en el hogar. Debemos amar a nuestra familia<br />

y preocuparnos por su bienestar. Una forma en que demostramos amor<br />

por nuestros familiares es utilizar el <strong>sacerdocio</strong> con el fin de orientarlos<br />

y bendecirlos.<br />

6

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!