10.05.2013 Views

Deberes y bendiciones del sacerdocio, Parte A

Deberes y bendiciones del sacerdocio, Parte A

Deberes y bendiciones del sacerdocio, Parte A

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Lección 1<br />

Usar el <strong>sacerdocio</strong> para bendecir y fortalecer a nuestra familia<br />

Cuando utilizamos el <strong>sacerdocio</strong>, nos convertimos en un ejemplo para<br />

otros poseedores <strong>del</strong> <strong>sacerdocio</strong>, para el mundo y, quizás lo más importante,<br />

para nuestra familia. Cuando los miembros de nuestra familia<br />

nos vean utilizar el <strong>sacerdocio</strong>, sabrán que somos siervos <strong>del</strong> Señor y<br />

vendrán a nosotros cuando necesiten ayuda. Todas las familias deben<br />

experimentar las <strong>bendiciones</strong> que se reciben cuando padres e hijos utilizan<br />

el <strong>sacerdocio</strong> en beneficio de ellas.<br />

El <strong>sacerdocio</strong> puede causar un impacto positivo en nuestros hogares.<br />

El presidente David O. McKay dijo: “Un hogar progresa cuando hay<br />

un hombre que posee y honra el <strong>sacerdocio</strong>” (“Priesthood”, Instructor,<br />

octubre de 1968, pág. 378).<br />

■ ¿De qué manera han sido bendecidos ustedes o sus familias gracias<br />

al <strong>sacerdocio</strong>?<br />

Conclusión<br />

“Todos debemos comprender que no hay nada en el mundo que tenga<br />

más poder que el <strong>sacerdocio</strong> de Dios” (N. Eldon Tanner, “Respetemos<br />

nuestro <strong>sacerdocio</strong>”, Liahona, agosto de 1976, pág. 34).<br />

En el siguiente relato el presidente N. Eldon Tanner explicó la importancia<br />

de ser digno de recibir el <strong>sacerdocio</strong>:<br />

“Cuando yo era obispo, tenía en mi barrio seis muchachos con edad<br />

suficiente para ser ordenados élderes, pero sólo pude recomendar a<br />

cinco, pues uno de ellos no estaba listo. Habíamos hablado varias veces<br />

y él me había dicho que no era digno; se sentía muy mal en cuanto a<br />

esto y no esperaba ser recomendado... Su tío se acercó a mí, y me dijo:<br />

‘Seguramente usted no dejará al muchacho atrás mientras sus cinco<br />

amigos son avanzados’. Me suplicó que le diera la recomendación; me<br />

dijo: ‘Si no lo hace, hará que el muchacho se aleje de la Iglesia’.<br />

“Entonces le expliqué lo siguiente: ‘El <strong>sacerdocio</strong> es lo más importante<br />

que le podemos dar a este muchacho. No lo otorgamos sin los requisitos<br />

apropiados… Este joven y yo nos comprendemos perfectamente y<br />

él no está listo para ser ordenado élder’. Y no fue recomendado.<br />

“Pocos años después, me encontraba en una conferencia general... cuando<br />

se me acercó un joven que me dijo: ‘Presidente Tanner, quizás no se<br />

acuerde de mí. Yo soy aquel muchacho a quien usted no recomendó para<br />

ser ordenado élder’. Y, extendiéndome la mano, continuó: ‘Quiero<br />

darle las gracias por eso. Ahora soy obispo en California; si me hubiese<br />

recomendado cuando no era digno, posiblemente no habría llegado a<br />

apreciar jamás lo que significa el <strong>sacerdocio</strong> y lo que se espera de uno,<br />

7

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!