Les Thompson – La Santa Trinidad
Les Thompson – La Santa Trinidad
Les Thompson – La Santa Trinidad
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
170 / D r. L e s T h o m p s o n<br />
<strong>La</strong> gracia del Señor Jesucristo<br />
Fascina el hecho de que la bendición comience con la<br />
Segunda Persona de la <strong>Trinidad</strong>, y no con el Padre. ¿Será<br />
porque, como raza caída, sin la mediación de Cristo Jesús no<br />
tenemos acceso alguno a Dios? En cuanto a nosotros y nuestra<br />
comunicación con Dios, absolutamente nada puede ocurrir<br />
sin Jesucristo.<br />
También nos detenemos ante el nombre usado. No se le<br />
llama sencillamente “Jesús”. Se le da su título completo:<br />
el Señor Jesucristo. “Señor”, declarando su divinidad, y<br />
Jesucristo, recordando la dualidad de su persona (“Jesús”, su<br />
nombre humano; y “Cristo”, su nombre divino). No podemos<br />
olvidarnos que es el Mesías ungido de Dios.<br />
<strong>La</strong> preciosa virtud que Jesucristo derrama sobre nosotros<br />
es la gracia — ¡favor inmerecido! Cuando leemos el periódico,<br />
o escuchamos la radio o la televisión, no falta el día en que<br />
las noticias no cuenten crímenes horrorosos y abusos<br />
imperdonables. Qué terriblemente nos portamos los unos<br />
con los otros. Cuán cierto lo que afirma la Biblia acerca de<br />
nosotros:<br />
- No hay quien busque a Dios.<br />
- No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.<br />
- Nuestras bocas están llenas de maldición y de amargura.<br />
- Nuestros pies se apresuran para derramar sangre;<br />
- Quebranto y desventura hay en nuestros caminos;<br />
- No hay temor de Dios delante de nuestros ojos.<br />
Ciertamente merecemos condenación y no misericordia.<br />
Pero queriendo allegarse a nosotros —que tanto lo necesitamos—,<br />
Jesucristo vino derramando gracia, haciéndonos<br />
incomprensiblemente objetos de su favor.