Torrentes Espirituales.pdf - Tesoros Cristianos
Torrentes Espirituales.pdf - Tesoros Cristianos
Torrentes Espirituales.pdf - Tesoros Cristianos
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Si estás ayudando a otros cristianos a encontrar su camino hacia el<br />
Señor, un día te encontrarás con un creyente que parece estar<br />
enamorado con pasión de su Señor y que, no obstante, poco sabe de Él.<br />
Este tipo de cristiano consigue un tremendo progreso en su caminar<br />
hacia el Señor. Parece tener una maravillosa relación con Él y estar en<br />
perfecta armonía con Su voluntad. Y, sin embargo, parece que hay algo<br />
por dentro que nunca es tratado, nunca es aniquilado.<br />
Parece que Dios por lo general no saca a éste de la fortaleza de su<br />
yo con el fin de que pudiese estar totalmente perdido en Dios.<br />
Sencillamente hay un amor ferviente, y como resultado, un creyente así<br />
despierta la admiración y la sorpresa de otros. Dios le otorga gracias<br />
sobre gracias y dones sobre dones, luz sobre luz. Hay visiones y<br />
revelaciones. Este es uno que a menudo escucha la voz del Señor. Tiene<br />
tanto, que incluso da la impresión de que el Señor no tiene más<br />
preocupación que enriquecer y embellecer a esta persona y comunicar a<br />
ésta Sus secretos. Toda la luz parece confluir en este creyente.<br />
Este creyente sufre tentaciones, mas la tentación es repelida con<br />
rigor. La cruz es llevada con fuerza. ¡Un cristiano así aun desea que<br />
hubiera más cruces! Aquel es todo fuego, todo llama y todo amor. He<br />
aquí un creyente con un gran corazón, preparado para sobrellevar<br />
cualquier cosa. Es, de hecho, un prodigio de la época en que vive. El<br />
Señor usa personas así para hacer milagros. Parece que lo único que<br />
necesitan hacer es desear algo y Dios lo concede – que Él no se deleita<br />
en otra cosa que en concederles y acatar su voluntad. Lo que es más, se<br />
encuentran en un nivel elevado de sacrificio. No parece que pertenezcan<br />
a este mundo, y practican la austeridad.<br />
Si un cristiano así, en su juventud, se allega a ti buscando al Señor,<br />
puedes prestarle gran ayuda o puedes dañarle en gran medida. Una cosa<br />
que puedes hacer para dañarle es mostrarle cuánto le admiras. Al hacer<br />
tal cosa desvías su mente hacia sí mismo. Tal cristiano vendrá a reposar<br />
en los dones de Dios en vez de hacerle que vaya en pos del Mismo<br />
Señor.<br />
Como ves, la tremenda gracia que el Señor ha otorgado a estos<br />
santos ha sido entregada con el fin de atraerlos a Él. Este cristiano corre<br />
un riesgo muy palpable de descansar en los dones, reflexionando sobre<br />
sus dones, observándolos y después, trágicamente, apropiándoselos<br />
para sí mismo. De aquí surge vanidad y autocomplacencia, preferencia a<br />
uno mismo antes que a otro y, a menudo, la ruina de nuestra propia vida<br />
espiritual.<br />
24