11.05.2013 Views

Torrentes Espirituales.pdf - Tesoros Cristianos

Torrentes Espirituales.pdf - Tesoros Cristianos

Torrentes Espirituales.pdf - Tesoros Cristianos

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Si el creyente humano pudiera ver el momento en el que le entierran,<br />

sentiría un agobio tremendo. Bien, el alma puede ver todo esto, y a veces<br />

se aterroriza. Pero no hay nada que pueda hacer.<br />

El creyente se resigna a ser enterrado y cubierto de tierra. En este<br />

punto este devoto empieza a horrorizarse de sí mismo, y la razón reside<br />

en que, obviamente, Dios le ha echado tan lejos que parece como si el<br />

Señor en verdad le hubiera abandonado para siempre. ¿Qué puede<br />

entonces hacer éste? Debe tener paciencia y simplemente ha de yacer<br />

en el sepulcro.<br />

Ahora el alma se encuentra allí y ve que hay pocos atisbos de que<br />

vaya a salir alguna vez; debe permanecer para siempre en este estado. Y<br />

lo que es más, este devoto cree de verdad que este lugar es el apropiado<br />

para él. El mundo ya no habla más acerca de éste y sólo lo considera un<br />

cadáver que ha perdido la vida de la gracia y que no es adecuado para<br />

nada. El alma soporta este estado con paciencia. Pero ay, este estado es<br />

dulce cuando se compara con lo que ha de venir.<br />

Ahora el alma debe pudrirse.<br />

Anteriormente, el creyente estaba siendo probado mediante debilidad<br />

y extremo cansancio. Mas ahora el creyente ha visto lo profundo de su<br />

corrupción. Este creyente ha alcanzado un estado en el que puede ver en<br />

forma de abanico todo lo que le ha acontecido. Los problemas, vituperios,<br />

contradicciones, todo deja de afectarle. Aun pensar en la pasión de los<br />

sufrimientos del Hijo de Dios deja de conmoverle.<br />

No hay un remedio para este estado. Sencillamente se ha de pasar<br />

por él.<br />

Quizá diga ahora el creyente, “podría sobrellevar esta gradual vuelta<br />

al polvo si Dios no me mirara. ¡Qué tristeza debe causarle mi estado!” Su<br />

deleite estriba en que quizás ha hallado tan poco favor a los ojos del<br />

Señor que puede que al menos sea perdonado mientras Aquel observa<br />

su caída.<br />

¿Y durará poco este estado de desplome? Ay, más bien es todo lo<br />

contrario. Durará varios años y seguirá adelante, siempre aumentando,<br />

hasta que (hacia el final) el proceso de descomposición termina y<br />

empieza el proceso de hacerse tierra. Y la tierra en cenizas, y las cenizas<br />

en polvo.<br />

56

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!