Torrentes Espirituales.pdf - Tesoros Cristianos
Torrentes Espirituales.pdf - Tesoros Cristianos
Torrentes Espirituales.pdf - Tesoros Cristianos
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Te sorprenderás de lo que sigue a continuación.<br />
En el momento en que, en su trayecto como un torrente, el creyente<br />
parece estar muriéndose y está a punto de dar su último aliento, de<br />
repente se restablece y se aferra a nuevas fuerzas. Es como una lámpara<br />
que haya agotado su aceite. Justo antes de que la luz se vaya del todo,<br />
una llama se despereza. Habrá un restablecimiento, pero puede que no<br />
dure mucho.<br />
En este momento el río se ha helado. Es todo hielo. Parece no haber<br />
movimiento alguno. Aun una pizca de calor hará pensar a este río que<br />
sus aguas están en llamas.<br />
Lo que vemos aquí es un amor que es afable aunque parece frío.<br />
¿Nos has amado sólo para tener que dejarnos? Hieres al alma y<br />
luego le haces ir en pos del Autor de la herida. Nos haces ir tras tus<br />
pisadas. Te nos muestras tal y cómo Tú Eres. Y cuando te hemos<br />
poseído, sales corriendo. Y, cuando nos ves en las últimas, perdido<br />
todo aliento para poder correr, te muestras, por un breve instante,<br />
para que podamos venir a vida. Te marchas otra vez, y el morir se<br />
hace algo aún más riguroso. Oh inhumano Amor, oh inocente<br />
Destructor, ¿por qué no nos has de inmolar de una sola vez?<br />
¡Ofreces vino al alma moribunda! El vino imparte una vida nueva, y<br />
luego nos la arrancas de un tirón. ¿A esto te dedicas? Pareces sanar<br />
la herida y luego provocas otra. En la muerte normal, el hombre<br />
muere de una vez y el dolor es historia. Cuando muere el criminal,<br />
todos están satisfechos de que lo han destruido de una vez por<br />
todas. Tú, oh Señor, con menos lástima, te nos llevas la vida mil<br />
veces, y después la devuelves en novedad.<br />
Oh vida, vida que no podemos perder a menos que hayan de<br />
haber muchas muertes – Oh muerte, muerte preciosa y única, que no<br />
podemos obtener a menos que perdamos tantas vidas.<br />
Señor, acabarás con esta vida; mas, ¿cuál es el bien que encierra<br />
esto? Cuando el cuerpo muere pierde toda sensación. No es así con<br />
38<br />
6