150 aniversario de la ley hipotecaria - Foros del 150 aniversario de ...

tica y social: la Ley del Notariado
de 1862, la Ley del
Registro Civil de 1870, la
Ley del Matrimonio Civil de
1870, el Código de Comercio
de 1885, la Ley de Aguas
de 1886 y, por supuesto el
Código Civil de 1889.
Sólo algunas de aquellas
leyes han prolongado su vigencia
hasta nuestros días.
Es el caso del Código de Civil
o del Código de Comercio.
No ocurrió así con la Ley
Hipotecaria de 1861 que
pronto feneció por las sucesivas
reformas de 1869,
1909 y 1944-1946.
Pese a ello, los principios
que inspiraron, hace centuria
y media, nuestra Ley Hipotecaria
siguen más vivos
que nunca, muestra palpable
de que más allá de los textos
lo que perduran son las
buenas ideas. Y la Ley Hipotecaria
ha sido y es un catálogo
de buenas ideas, para
la concreción práctica del
valor justicia.
Un recorrido por los 417
artículos que componen la
Ley de 1861, permite descubrir
los principios esenciales
sobre los que pivota
el sistema registral actual:
El principio de publicidad
y su contrapunto de inoponibilidad
de títulos no inscritos,
irreconciliable con
la herencia de gravámenes
ocultos; el principio de prioridad,
condensado en el aforismo
prior tempore potior
iure, lema central del escudo
del Ilustre Colegio de Registradores
de España; o el
principio de legalidad, íntimamente
ligado a la función
calificadora que desde
entonces se atribuyó a
un grupo de nuevos funcionarios
independientes y altamente
cualificados.
Contó uno de los padres
de la Ley de 1861, Don Pedro
Gómez de la Serna, que
para denominar este nuevo
cuerpo de funcionarios
se barajaron muchos nombres:
escribanos de hipotecas,
contadores de hipotecas,
tenedores del Registro
o contadores-conservadores
de hipotecas, como se
les denominaba en Francia.
Finalmente se optó que se
llamasen Registradores de
la Propiedad, nombre que
los españoles siempre han
asociado a la calidad, la profesionalidad
y la confianza
que inspira este cuerpo de
funcionarios.
Termino ya, la adaptación
de nuestro sistema de
seguridad jurídica preventiva
a las exigencias de la
sociedad y de la economía
moderna ha exigido y exigirá
reformas. Las tecnologías
de la información y la
comunicación no son sólo
un soporte material de trabajo.
Son también el reto
de una nueva realidad que
requiere acuñar otros conceptos
jurídicos, repensar
categorías normativas y la
transformación intensa de
prácticas y procedimientos.
Son la nueva frontera de la
seguridad jurídica preventiva
en Europa y, por tanto,
también en nuestro país.
Dijo el poeta Mario Benedetti
que “algunas cosas
del pasado desaparecieron
pero otras abren una brecha
al futuro y son las que quiero
rescatar”. Como hace 150
años vivimos un momento
decisivo de cambio en nuestra
justicia y nosotros queremos
reafirmar y poner
en valor la trascendencia
de nuestro sistema de seguridad
jurídica preventiva.
Los principios que inspiraron, hace centuria y media,
nuestra Ley Hipotecaria siguen más vivos que nunca,
muestra palpable de que más allá de los textos lo que
perduran son las buenas ideas
Me consta el esfuerzo de
Notarios y Registradores por
introducir en el desempeño
de sus funciones los más altos
estándares de calidad
para mejorar el servicio que
prestan a los ciudadanos.
Me consta su empeño
modernizador y su inestimable
colaboración institucional
como actores
principales de la seguridad
jurídica preventiva en
nuestro país.
Por eso, en este acto de
conmemoración de los 150
años de la Ley Hipotecaria
quisiera subrayar la lealtad
y el buen hacer de quienes
desempeñan tan relevante
función.
Porque una ley puede estar
perfectamente elaborada
y ser un maravilloso ejemplo
para la contemplación
de los juristas. Pero la buena
ley es aquella que vive
porque es oficiada, es decir,
conducida por los que
tienen por oficio su aplicación,
generando un conocimiento
recíproco, una cultura
que nos enriquece a todos
y que la hace perdurar
en el tiempo.
Al principio fue la ley. Pero
hoy, 150 años después, no
sólo tenemos la ley. Tenemos
todo un modelo de seguridad
jurídica preventiva,
toda una cultura, que debemos
saber conservar y modernizar.
Muchas gracias.
enero - Febrero de 2011 • 23