CONSTELACIONES DIAGRAMADO.indd - Escritores y Poetas en ...
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- Claro, <strong>en</strong> esta época no hay problema. Pero bu<strong>en</strong>o, ahí<br />
me cu<strong>en</strong>tas. ¿Vamos?<br />
El pueblo no t<strong>en</strong>ía más de diez cuadras de largo y estaba<br />
rodeado por una masa verde de cerros y bosques que sólo<br />
se abrían hacia el mar. Las nubes más bajas se deshacían<br />
<strong>en</strong> las montañas circundantes, las calles eran de ripio y los<br />
pocos vehículos eran camionetas feas y toscas. Llegamos a<br />
un hospedaje que Tania me recom<strong>en</strong>dó, allí había una pieza<br />
matrimonial que costaba sólo dos mil pesos la noche y que<br />
tomamos de inmediato. La primera vez que el dueño dijo<br />
“matrimonial” yo miré la cara de Tania para ver si es que<br />
ella hacía lo mismo, pero no lo hizo.<br />
Nos s<strong>en</strong>tamos <strong>en</strong> la cama y comimos las galletas de av<strong>en</strong>a<br />
que me habían sobrado del viaje. Intercambiamos algunas<br />
frases sobre cómo estaban los cabros del liceo, sobre<br />
la pastoral, sobre nuestras familias y lo demás. Tania dijo<br />
que quería tomar una ducha y que seguram<strong>en</strong>te yo también<br />
quería ducharme. Pero vamos juntos, agregué, recordando<br />
de golpe lo cali<strong>en</strong>te que andaba.<br />
Traté de hacerle el amor ap<strong>en</strong>as nos pusimos bajo el<br />
agua, el piso estaba demasiado resbaloso y yo caí de rodillas<br />
sobre el cem<strong>en</strong>to. Quedé con un pequeño moretón <strong>en</strong> cada<br />
una. Ella trató de cont<strong>en</strong>er la risa.<br />
Nos desquitamos al volver a la pieza. Allí todo se nos<br />
hizo más fácil y sin apuros. Tania se tiró sobre la cama, se<br />
apoyó sobre sus codos y yo le bajé los calzones hasta la altura<br />
de sus pies. Al poco andar pude ver su espalda ll<strong>en</strong>a de<br />
pecas, su cara desconcertada contra la almohada, su mano<br />
derecha retorci<strong>en</strong>do la sábana, su cuerpo ruborizado desde<br />
los hombros hacia arriba, y la intuición de que me iba insultar<br />
<strong>en</strong> cualquier mom<strong>en</strong>to. Me s<strong>en</strong>tí orgulloso de poder<br />
provocarle eso a una persona. Me s<strong>en</strong>tí poderoso.<br />
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