CONSTELACIONES DIAGRAMADO.indd - Escritores y Poetas en ...
CONSTELACIONES DIAGRAMADO.indd - Escritores y Poetas en ...
CONSTELACIONES DIAGRAMADO.indd - Escritores y Poetas en ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
lante había una pareja de ancianos cuya actitud me dio, por<br />
pocos segundos, la impresión de estar <strong>en</strong> Estados Unidos,<br />
<strong>en</strong> un bar arg<strong>en</strong>tino de Estados Unidos. Conversaban con<br />
<strong>en</strong>tusiasmo acerca de empresas, marketing y commodities,<br />
y dibujaban ideas <strong>en</strong> el aire con una conc<strong>en</strong>tración que no<br />
era para nada latinoamericana. Intuí que ellos serían los habitantes<br />
del futuro. Al ritmo que va la economía, p<strong>en</strong>sé, <strong>en</strong><br />
diez años más ya no habrá chil<strong>en</strong>os, y yo t<strong>en</strong>dría un lugar<br />
seguro sólo <strong>en</strong>tre qui<strong>en</strong>es viv<strong>en</strong> de la ineficacia del sistema;<br />
<strong>en</strong> ninguna otra parte. Quería combatir la mierda, ayudar<br />
que el mundo fuese un lugar mejor, pero al mismo tiempo<br />
no estaba capacitado para abrazar la pobreza. Primero, debía<br />
construirme un halo de solemnidad, al igual que los empleados<br />
fiscales y los malos poetas. Debía construirme ese<br />
halo, alim<strong>en</strong>tarlo, volverlo notorio, mostrárselo a la g<strong>en</strong>te<br />
con poder, conv<strong>en</strong>cerlos de que yo era importante por razones<br />
evid<strong>en</strong>tes y universales, y sobre todo inexplicables.<br />
Debía hacer eso si es que quería vivir tranquilo, con techo<br />
y comida. Se me sumaba otra tarea ineludible y contradictoria.<br />
Sólo por curiosidad, había estado ley<strong>en</strong>do manuales<br />
<strong>en</strong> internet sobre cómo fabricar bombas; pólvora blanda<br />
y pólvora negra, nitrato de amonio, fulminato de mercurio,<br />
explosivos plásticos. Treinta inoc<strong>en</strong>tes rev<strong>en</strong>tando <strong>en</strong><br />
una oficina municipal. Se lo merec<strong>en</strong>. Algui<strong>en</strong> ti<strong>en</strong>e que<br />
hacerlo alguna vez. Como una señal, como un síntoma de<br />
la mierda. La piel chamuscándose. El cuerpo se quema <strong>en</strong><br />
segundos. Pero los huesos también si<strong>en</strong>t<strong>en</strong>, incluso sin la<br />
piel. La muerte no es la muerte, es sólo el comi<strong>en</strong>zo del horror.<br />
Todos somos inoc<strong>en</strong>tes. No hay nada que hacer, no se<br />
puede pelear contra las fuerzas es<strong>en</strong>ciales de la vida. Nadie<br />
es inoc<strong>en</strong>te. Algui<strong>en</strong> más t<strong>en</strong>ía que hacerlo. ¿Y si ese algui<strong>en</strong><br />
no llegaba nunca?<br />
S<strong>en</strong>tí una punzada fuertísima y me agarré la cabeza con<br />
ambas manos. Sonó la campanilla de la puerta. Ella llegó.<br />
73