Dialéktica 19.pmd

está transmitiendo un conocimiento, está abriendo una situación donde
cada uno puede relacionarse con el conocimiento. Y en general nosotros
nos relacionamos con el conocimiento de la manera como nos
enseñaron en la universidad, de sometimiento, desigualdad, creemos
que no podemos... Para mí la facultad es sólo eso, y ahí seguramente
difiero con muchos, la facultad es una máquina de impedir, en el sentido
de que separa los cuerpos de lo que pueden producir.
-Esto fue un seminario, además de otras cosas, pero también un
seminario. Y esto significa que está atravesado también por
circunstancias que no manejamos. No lo manejamos todo, a menos
que seamos muy iluministas criticando el iluminismo. Como creo
que compartimos el malestar en la academia, estamos tratando todos,
en este pequeño espacio, de pensar algo, de construir algo
colectivamente. Pero no es un grupo de estudio esto, no es una materia,
un seminario común. Tampoco quiere ser algo exclusivamente para
los convencidos. Ni los convencidos institucionalmente, totalmente
metidos en la institución, ni tampoco los que están por fuera
totalmente de la institución. No estaríamos acá, estaríamos haciendo
otra cosa. Por lo tanto, me parece que está, al menos para mí, en
todos los que están en el medio, entre la institución absoluta y lo total
por afuera, es decir los más, lo más universal que hay, que no somos
ni nosotros ni los otros, sino los que están entre nosotros y los otros,
esos son lo más universal, y al mismo tiempo somos parte nosotros
de eso. Por eso esta consideración nos obliga a desafíos. Menciono
cinco: el primero, socializar conocimientos, pero socializar lo conocido,
quizás antes de pretender producir socialmente o colectivamente. Me
parece que hay pasos, por eso el desafío es socializar conocimientos,
también prácticas, y otras cuestiones. El otro desafío es que
experiencias como ésta, seminario-no seminario, academia-no
academia, es estudiar más. Es un desafío estudiar más, o leer más.
No »instrumentalizar» lo que estamos estudiando, ni siquiera para
fines muy nobles como la revolución. Pero entre otras cosas estamos
estudiando más. Y me parece que esto nos plantea un tercer desafío,
que es recuperar el placer por estudiar, por el saber, recuperar ese
placer que tanto la academia como muchos de los que dicen estar
contra ella, lo mantienen, o no saben disfrutarlo. Entonces recuperar
eso es un desafío. El otro desafío es continuar con el ideario
emancipatorio, teórica y prácticamente. Y el último desafío es que
esto está en construcción, en invención, en construcción colectiva. Pero
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DOSSIER