noche de perr - Emeequis

Algunos de los alumnos
del segundo año de primaria
en la Europaschulen
Desde el año pasado, cuando comenzaron con su primer año
de primaria, han aprendido a leer y escribir con los libros de texto
de español de la SEP y así seguirán –con el mismo material mexicano–
hasta que concluyan el sexto grado de primaria.
La primaria Joan Miró es una de las 15 que conforman el proyecto
de Escuelas Estatales Europeas de Berlín (EEEB). El sistema,
único en Alemania, permite que los alumnos sean educados de
manera bilingüe en escuelas públicas.
El origen del proyecto se remonta a la década de los 70, cuando
un grupo de padres franceses, junto con la Europa–Unión
Berlín, intentaron establecer escuelas bilingües en la ciudad.
La reunificación del país en 1990 y el posterior traslado de la
capital alemana a Berlín, en 1999, trajeron a esta ciudad a gran
cantidad de extranjeros. La demanda por una escuela bilingüe
de este tipo fue mayor hasta el punto en que el sistema de EEEB
tiene actualmente nueve idiomas, además del alemán, en el que
se imparten clases.
En el año lectivo 1993/93 comenzaron a funcionar las primeras
Europaschulen (escuelas europeas), con las combinaciones de
lenguas alemán-inglés, alemán-francés y alemán-ruso. Después
se sumaron más combinaciones de lenguas: alemán-español,
alemán-italiano, alemán-turco, entre otras .
Ubicada en el corazón del moderno y residencial barrio de
Charlottenburg, en el oeste de Berlín, la escuela Joan Miró comenzó
a operar desde 1996. Es la más grande de las dos primarias
que operan en Berlín bajo el sistema alemán-español con cerca
de 900 alumnos.
Que los libros de texto de español de la SEP –despreciados y
en desuso en muchas de las escuelas privadas mexicanas– llegaran
a esta pequeña comunidad fue pura casualidad. Una mera
iniciativa personal.
Todo comenzó hace siete años. Julieta Götze es maestra mexicana
afincada en Berlí Como maestra de español responsable
de enseñar el idioma como primera lengua, se sentía frustrada
ante la falta de un material didáctico efectivo.
“Mi clase fue la primera que comenzó a trabajar con los libros
mexicanos. Mis hermanas también son maestras y cuando
les conté la falta de material y libros, se les ocurrió que podría
trabajar con los de texto de la SEP”.
Durante sus vacaciones de ese año, la propia Julieta se encargó
de llevar en su equipaje unos cuantos libros de español de
cuarto año a Berlín. La recepción por parte de sus alumnos fue
muy buena. El colorido y la diversidad de lecturas y ejercicios
resultaron novedosos para todos.
Tanto que el resto de sus compañeros profesores comenzaron
a pedir esos libros mexicanos para trabajar con sus respectivos
grupos. Sobre todo las maestras de primero y segundo año. Las
hermanas de Julieta consiguieron en la oficina de la SEP en Jalisco
una pequeña donación para la escuela berlinesa. La logística,
naturalmente, se complicó porque resultaba demasiado caro
enviar tanto material por mensajería privada.
“Mis hermanas lograron la donación y después también con-