Represas y Desarrollo: Un Nuevo Marco para la Toma Decisiones
Represas y Desarrollo: Un Nuevo Marco para la Toma Decisiones
Represas y Desarrollo: Un Nuevo Marco para la Toma Decisiones
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ii<br />
Prefacio<br />
Por haber autorizado <strong>la</strong> siguiente fase de una de<br />
<strong>la</strong>s represas mayores del Hemisferio Sur puedo<br />
argüir que <strong>la</strong>s naciones construyen grandes represas<br />
por razones sólidas. Las represas almacenan,<br />
utilizan y desvían agua <strong>para</strong> consumo, irrigación,<br />
refrigeración, transporte, construcción, industria,<br />
energía y recreo. Las represas tras<strong>la</strong>dan agua del<br />
Ganges, Amazonas, Danubio, Nilo o Columbia<br />
<strong>para</strong> sostener ciudades en sus riberas. Para dividir,<br />
o repartir, <strong>la</strong>s aguas, <strong>la</strong>s represas son nuestro<br />
instrumento más antiguo. Pero ¿hay otros instrumentos,<br />
o es nuestra mejor opción?<br />
La Comisión Mundial de <strong>Represas</strong> ha emprendido<br />
una revisión global rigurosa, independiente e<br />
inclusiva, explorando el terreno <strong>para</strong> ayudarnos a<br />
responder a esa pregunta con autoridad. Pero del<br />
mismo modo que <strong>la</strong> escasez de agua condujo a <strong>la</strong><br />
construcción de represas, <strong>la</strong> competencia por <strong>la</strong><br />
misma ha acentuado el trabajo de <strong>la</strong> Comisión. Al<br />
buscar agua nos enfrentamos con una crisis que<br />
se va extendiendo, incluso de proporciones bíblicas.<br />
En Eclesiastés, recordamos el pasaje:<br />
Generación va y generación viene,<br />
pero <strong>la</strong> tierra siempre permanece ...<br />
Todos los ríos van al mar,<br />
pero el mar no se llena...<br />
Las pa<strong>la</strong>bras son hermosas, inolvidables y, de<br />
repente, anacrónicas. Porque no son ciertas<br />
debido a demandas y represas durante nuestras<br />
vidas. Incluso ríos deteriorados rara vez fluyen<br />
libremente, sino que holgazanean por una cadena<br />
de embalses. En algunos años nuestros ríos más<br />
caudalosos, como el Nilo de África, el Amarillo de<br />
Asia, el Colorado de EE UU, el Murray de<br />
Australia, no llegarán al mar.<br />
Esa escasez se complica por el hecho de que una<br />
de cada cinco personas en el mundo carece de<br />
acceso a agua potable segura. La mitad del mundo<br />
carece de higiene; millones mueren por enfermedades<br />
que acarrea el agua. Los agricultores<br />
compiten por agua con ciudades en crecimiento<br />
acelerado pero bajo tensión. Las ciudades agotan<br />
acuíferos que tomó siglos llenar. El agua sa<strong>la</strong>da<br />
contamina al agua subterránea a kilómetros del<br />
mar. En China, México e India <strong>la</strong>s capas de agua<br />
descienden un mero al año. En unas pocas décadas,<br />
al tratar de conseguir un quinta parte más de<br />
agua <strong>para</strong> 3 mil millones más de personas, una de<br />
cada tres personas puede tener problemas <strong>para</strong><br />
beber o bañarse. Algunos ven en nuestra escasez<br />
un presagio de problemas venideros. Creen que<br />
<strong>la</strong> escasez de agua conduce inevitablemente a<br />
pueblos, regiones y naciones a una lucha feroz y<br />
competitiva en <strong>la</strong> que millones se esforzarán al<br />
máximo por temor e interés propio. Y con ello,<br />
afirman, cuando los ríos cruzan fronteras dentro<br />
de o entre naciones, <strong>la</strong> escasez de agua conduce<br />
a estrés de agua lo cual conduce a guerras por<br />
agua.<br />
Nuestra Comisión, y por medio de el<strong>la</strong>, este Informe<br />
Final, contradice ese sentimiento. Vemos al<br />
agua como un instrumento, un catalizador de paz,<br />
que nos une, no <strong>para</strong> construir represas ni desmante<strong>la</strong>r<strong>la</strong>s<br />
sino <strong>para</strong> desarrol<strong>la</strong>r recursos a <strong>la</strong>rgo<br />
p<strong>la</strong>zo.<br />
¿Más fácil de decir que de hacer? No necesariamente.<br />
La parte difícil radica en qué se puede<br />
‘decir’ con honradez intelectual, visión e inteligencia.<br />
Sorprende que rara vez se haya intentado<br />
poner en práctica esta afirmación. A diferencia de<br />
otros aspectos de nuestras vidas, <strong>la</strong>s grandes<br />
represas han eludido por mucho tiempo un escrutinio<br />
profundo, c<strong>la</strong>ro e imparcial del proceso con<br />
el que se construyen y se valoran. Este vacío es<br />
especialmente patente cuando se com<strong>para</strong> con<br />
inversiones en esca<strong>la</strong> mucho menor. A diario<br />
apretamos y pesamos frutas y verduras <strong>para</strong> asegurarnos<br />
de que lo que el mercado nos ofrece es<br />
justo. Sometemos a una verificación rigurosa y<br />
analizamos el desempeño de un automóvil, conduciéndolo<br />
<strong>para</strong> probarlo, antes y después de<br />
pagar por él unos miles de dó<strong>la</strong>res. Antes de<br />
comprar una casa o un negocio, los estudiamos<br />
con <strong>la</strong> debida diligencia.<br />
Sin embargo, este siglo hemos colectivamente<br />
comprado, en promedio, una gran represa cada<br />
día, y ha habido escasísimos, o quizá ninguno,<br />
<strong>Represas</strong> y <strong>Desarrollo</strong>: <strong>Un</strong> <strong>Nuevo</strong> <strong>Marco</strong> <strong>para</strong> <strong>la</strong> <strong>Toma</strong> <strong>Decisiones</strong>