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Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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CEN — 43 — CEN<br />

morta, ó«ea á primeras cepas, que se verifica<br />

cuando el dueño <strong>de</strong>l fundo lo ce<strong>de</strong> para plantarlo<br />

<strong>de</strong> viña y mientras existan las primeras<br />

cepas, terminando el contrato cuando éstas<br />

mueren ó son infructíferas. En los proyectos<br />

<strong>de</strong> Código civil que varias veces se han formulado<br />

se conserva esta clase <strong>de</strong> censo, por<br />

ser frecuente y <strong>de</strong> indudable utilidad en Cataluña,<br />

si bien extendiendo á sesenta años su<br />

duración, fijada hoy en cincuenta por la jurispru<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong> aquellos tribunales.<br />

La institución <strong>de</strong> los censos es muy antigua<br />

en Aragón, encontrándose ya vestigios <strong>de</strong><br />

ella en la legislación forál. Martín I disponía<br />

en 1398 que los censos comprados in perpetuum<br />

se consi<strong>de</strong>rasen como bienes sitios. Hay<br />

que advertir que en Aragón existían los que<br />

se llamaban censales, ó sean los contratos en<br />

que por medio <strong>de</strong> la transmisión á otro <strong>de</strong>l<br />

dominio <strong>de</strong> un capital ó finca, adquiere el que<br />

lo da el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> cobrar una pensión anual<br />

por tiempo ilimitado, y los censos redimibles<br />

ó llamados graciosos, que se consi<strong>de</strong>raban<br />

como cosas muebles, así como los irredimibles<br />

ó perpetuos pertenecen á la categoría <strong>de</strong> bienes<br />

sitios. El rey D. Alfonso I <strong>de</strong> Aragón<br />

dictó sobre esta materia una notable pragmática<br />

, la cual, entre otras cosas, dispone: que<br />

las acciones dirigidas contra los censatarios<br />

por las pensiones fuesen ejecutivas, no obstante<br />

cualesquiera excepciones alegadas para<br />

<strong>de</strong>tener (<br />

su curso, y esto mismo reiteró Feli­<br />

pe lien Tarazona en 1592, or<strong>de</strong>nando que<br />

los pleitos seguidos para la cobranza <strong>de</strong> los<br />

censales fueran fallados ejecutiva y privilegiadamente,<br />

y habidos por el fuero como sentenciados<br />

á la sola ostentación <strong>de</strong> la escritura.<br />

D. Juan II (1461) redujo la tasa en los censos<br />

impuestos sobre las aljamas <strong>de</strong> los moros y<br />

judíos á 40.000 al millar y <strong>de</strong> aquí abajo, y en<br />

1646 los-censos en general se redujeron á<br />

22.000 por 1.000. El censo enfitéutico se conocía<br />

en el reino <strong>de</strong> Aragón con el nombre <strong>de</strong><br />

tributación.<br />

A pesar <strong>de</strong> lo prescrito en la pragmática <strong>de</strong><br />

D. Alfonso I, á que más arriba aludimos, en<br />

los censos consignativo y reservativo podía<br />

estipularse la cláusula <strong>de</strong>l comiso, en el caso<br />

<strong>de</strong> que los censatarios no satisfaciesen el canon<br />

estipulado.<br />

Pue<strong>de</strong> establecerse censo sobre lo que á uno<br />

le <strong>de</strong>ben, y aun sobre las pensiones vencidas<br />

<strong>de</strong> otro censo. No está <strong>de</strong>más recordar que en<br />

el siglo pasado, en las ventas hechas á pacto<br />

<strong>de</strong> retrovéndatelo, si el ven<strong>de</strong>dor se quedaba<br />

con la finca enajenada en arrendamiento, este<br />

contrato se llamaba censo, consi<strong>de</strong>rándose el<br />

precio, como capital; novedad que influyó<br />

mucho para que al celebrarse las ventas llamadas<br />

á carta <strong>de</strong> gracia, no permitiera el<br />

comprador al ven<strong>de</strong>dor continuar en el disfrute<br />

<strong>de</strong> la finca como arrendador.<br />

En Valencia el luismo (as! se llamaba en el<br />

reino <strong>de</strong> Aragón el lau<strong>de</strong>mio) ascendía á la décima<br />

parte <strong>de</strong>l precio <strong>de</strong> la finca cada vez que<br />

se enajenaba; gravamen enorme, pues el due­<br />

ño directo estaba suficientemente in<strong>de</strong>mnizado<br />

con los réditos anuales <strong>de</strong> su valor en renta.<br />

Los foros <strong>de</strong> Galicia, y aun los <strong>de</strong> Asturias,<br />

casi idénticos, fueron en su origen contratos<br />

<strong>de</strong> arrendamientos, y datan <strong>de</strong> la época <strong>de</strong> la<br />

reconquista. Los nobles y el clero dieron á<br />

colonos sus terrenos incultos, generalmente<br />

por la yida <strong>de</strong> tres reyes y veintinueve años<br />

más. Los colonos, autorizados por la práctica,<br />

dispusieron <strong>de</strong> los foros libremente, y establecieron<br />

subforos, cargando sobre cada Uno<br />

<strong>de</strong> ellos una parte proporcional <strong>de</strong> la pensión.<br />

Estas divisiones y subdivisiones produjeron<br />

gran<strong>de</strong>s inconvenientes y conflictos entre los<br />

dueños directos que pretendían la reversión<br />

<strong>de</strong> las tierras con todas sus mejoras, y los poseedores<br />

<strong>de</strong>l dominio útil que al.cabo <strong>de</strong> tantos<br />

años la resistían. Los fallos contradictorios<br />

<strong>de</strong> los tribunales y las reclamaciones <strong>de</strong>l reino<br />

<strong>de</strong> Galicia hicieron necesaria la intervención<br />

<strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Castilla, que mandó suspen<strong>de</strong>r<br />

en 1763 los pleitos sobre foros, mientras los<br />

foreros pagasen el canon que venían satisfaciendo.<br />

Sobre este punto todavía no se ha dicho<br />

la última palabra, si bien la provi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong>claró <strong>de</strong> hecho la perpetuidad<br />

<strong>de</strong> los foros, y el lapso <strong>de</strong> tantos años transcurridos<br />

la confirma también. Eso sin contar<br />

con que la misma convicción <strong>de</strong>. los señores<br />

directos y útiles, habituados á mirarla como<br />

un hecho consumado é irrevocable; los respetos<br />

<strong>de</strong>bidos á la equidad y al interés <strong>de</strong> la<br />

agricultura y <strong>de</strong> las clases más <strong>de</strong>svalidas y<br />

laboriosas, y hasta el origen obscuro <strong>de</strong> muchos<br />

foros, aconsejan que se los consi<strong>de</strong>re<br />

como verda<strong>de</strong>ros censos enfitéuticos.<br />

Y así indudablemente lo entendió el po<strong>de</strong>r<br />

legislativo, puesto que consi<strong>de</strong>rando las prescripciones<br />

legales vigentes como abusivos todos<br />

los <strong>de</strong>rechos censuales perpetuos, al dominar<br />

una situación radical que atacaba <strong>de</strong><br />

raíz ciertos vestigios señoriales, juzgó <strong>de</strong> igual<br />

condición que los <strong>de</strong>más censos los foros, subforos,<br />

censos frumentarios y <strong>de</strong>más disposiciones<br />

<strong>de</strong> este género, dictando reglas para<br />

que perdieran su carácter <strong>de</strong> perpetuidad y<br />

se consi<strong>de</strong>rasen como redimibles, aunque leyes<br />

posteriores <strong>de</strong>tuvieran los efectos <strong>de</strong> tales<br />

<strong>de</strong>terminaciones; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el instante en que se<br />

reconoció por el <strong>de</strong>recho usual la re<strong>de</strong>nción<br />

<strong>de</strong> las enfiteusis perpetuas, se abrió el camino<br />

para la no lejana <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> los últimos<br />

vestigios, que aun quedan en algunas zonas<br />

<strong>de</strong> la Península, <strong>de</strong> las costumbres antiguas,<br />

en contraposición con el espíritu <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>rnos<br />

tiempos.<br />

CONSTITUCIÓN DE LOS CENSOS.—Aunque en<br />

todos los censos no intervienen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego<br />

el censualista y el censatario, pues sin esta<br />

circunstancia se constituyen los vitalicios,<br />

reales, juros, censos por testamento, dote, etc.,<br />

<strong>de</strong>ben consi<strong>de</strong>rarse todos como originarios <strong>de</strong><br />

un contrato, porque, tácito ó expreso, existe<br />

al fin el asentimiento <strong>de</strong> ambas partes, y esta<br />

es la regla general á que todos los censos<br />

<strong>de</strong>ben ajustarse en lo posible.

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