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TTP Sandra Michilena y BayronChiariello.pdf

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Solanas y Getino (1973) expresan que:<br />

No hace mucho tiempo parecía una aventura descabellada la pretensión de<br />

realizar en los países colonizados y neocolonizados un cine de descolonización.<br />

Hasta ese entonces el cine era sólo sinónimo de espectáculo o divertimiento:<br />

objeto de consumo. En el mejor de los casos, estaba condicionado por el<br />

sistema o condenado a no trascender los márgenes de un cine de efectos, nunca<br />

de causas. Así, el instrumento de comunicación más valioso de nuestro tiempo<br />

estaba destinado a satisfacer exclusivamente los intereses de los poseedores del<br />

cine, es decir, de los dueños del mercado mundial del cine, en su inmensa<br />

mayoría estadounidenses. (p. 16)<br />

• La invasión del cine comercial provocó un despertar en los cineastas, quienes<br />

propusieron un cine más creador y menos imitador de una cultura que no es la<br />

nuestra. Como lo plantea Julio García Espinoza en su texto Por un cine<br />

imperfecto “En nuestras vidas, el espíritu de cambio crecía se aceleraba y se<br />

materializaba en acciones de lucha concreta. La identidad se buscaba<br />

rompiendo la máscara de identidad que se nos ofrecía. Y nosotros, cineastas,<br />

nos identificábamos buscando una identidad que sabíamos única y, a la vez,<br />

múltiple y diversa” (1994:26). Ecuador forma parte de este nuevo movimiento<br />

latinoamericano. Y el resultado comienza con los largometrajes de ficción<br />

realizados en la década de los noventa.<br />

• Si el cine era sinónimo de espectáculo o divertimiento, el propósito del cine<br />

del tercer mundo fue equivalente a un cine más de contenido que de forma.<br />

“El cine que se hacía nos procuraba el placer estético reduciendo las<br />

posibilidades de nuestro espíritu crítico; facilitaba la comunicación si bien<br />

limitando nuestra autonomía; confundía nuestra sensibilidad utilizando las<br />

innovaciones tecnológicas como si fueran innovaciones del lenguaje<br />

cinematográfico” (Espinosa, 1994:25).<br />

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