CAPITULO III

un lado, de manera indirecta por medio de la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires (MCBA)
como institución de gobierno local y, por el otro, directamente a través de reparticiones nacionales,
secretarías, direcciones, empresas (hoy privatizadas o en proceso de serlo) y organismos de
regulación y control.
Puede aceptarse que el gobierno federal se hace cargo indirectamente de la ciudad ya el
presidente designa al titular del ejecutivo municipal, quien es, de hecho, una suerte de ministro del
gobierno nacional. Por otra parte, el Congreso de la Nación tiene atribuciones legislativas a nivel
local, pese a que por medio de la ley orgánica municipal ha creado un Concejo Deliberante (CD)
que interviene junto al ejecutivo municipal en los actos de la Municipalidad 4 .
Pese a que el concejo se compone de sesenta miembros elegidos, está en inferioridad de
condiciones frente al intendente ya que -política e institucionalmente- un organismo local no puede
lidiar con un funcionario del gobierno federal. En la medida que el intendente no debe rendirle
cuentas sino solamente informarle, no ejerce efectivamente control 5 . La subordinación al gobierno
federal fue institucionalmente mayor hasta la segunda década de este siglo, ya que recién en 1918
se aplicó para la elección de los concejales la nueva legislación electoral (Ley Saénz Peña) que
amplió el voto, fuera de los propietarios, hacia todos los varones de la sociedad local.
En esa dependencia, la MCBA se encarga en la CF de: 1. Red vial y señalización; 2. Regulación
del uso del suelo y la edificación; 3. Alumbrado público y mantenimiento urbano; 4. Regulación del
tránsito de la ciudad; 5. Gestión de los trenes subterráneos 6 ; 6. Control ambiental; 7. Recolección
de residuos sólidos; 8. Mantenimiento de desagües pluviales; 9. Educación primaria 7 y atención de
la salud. Desde 1990 buena parte de esos servicios fueron concedidos a empresas privadas para
su prestación.
La coexistencia de Capital Federal (dependiente del Gobierno Nacional) y Municipalidad
(autónoma) siempre ha sido fuente de contradicciones. Allí reside la razón de que la Municipalidad
sea una unidad política de autonomía limitada, dependiente del Poder Ejecutivo Federal. Ese rasgo
supone, paradójicamente ya que se trata del ámbito urbano de mayor concentración de poder y
riqueza del país, que sus habitantes tienen una ciudadanía restringida.
Esa situación ha motivado la formulación de proyectos diversos para modificar el estatus
institucional de la ciudad de Buenos Aires, por lo menos para lograr la elección popular del
Intendente. También se han manifestado cuando se discutieron otros proyectos más drásticos,
como fue el de traslado de la Capital Federal a la ciudad de Viedma, frustrado por la derrota
electoral del partido radical en 1987, o el de reforma constitucional de éstos días. Puede
mencionarse la existencia de proyectos que pretenden limitar el distrito federal a una parte
pequeña del actual territorio federal 8 .
4 El más importante es, sin dudas, la aprobación del presupuesto anual, además de compartir la capacidad
normativa municipal.
5 En tal sentido el Concejo Deliberante es, en cierta forma, un agregado al modelo de gobierno federal de
la ciudad.
6 Con su privatización saldrán de la órbita municipal, pasando a depender del gobierno federal.
7 Ver nota 12
8 El proyecto de reforma constitucional de 1994 incorpora el tema de la autonomía de la Capital Federal y