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Experiencias
Fraternidad solidaria
} Instituto Rafael Ariztía, Quillota
El itinerario de solidaridad que contempla
el llamado Proyecto 14 que se
trabaja en nuestro colegio, incluye diversas
experiencias que abarcan todos los niveles,
desde pre-kinder hasta Cuarto año
Medio.
La primera, propuesta para los cursos
desde pre-kinder hasta Segundo Básico
(8 a 9 años), es la llamada “Fraternidad
solidaria”. Como su nombre lo dice, busca
generar instancias que procuren el acercamiento
a otros niños y niñas de realidades
diferentes, no necesariamente en el aspecto
socio económico y social sino más bien
en el aspecto territorial, es decir realidades
rurales y alejadas de nuestro Instituto.
El gran objetivo es generar lazos de fraternidad
con otros pares, procurando experiencias
de encuentro, donde el compartir
es la meta primordial.
Los tutores de estos niveles comienzan
estableciendo contacto con los profesores
de los lugares a visitar. Luego se motiva a
los alumnos y alumnas para ir al encuentro,
escribiendo cartas, haciendo invitaciones,
generando en ellos el interés por el compartir.
Posteriormente, se acuerda el lugar del
encuentro y llegado el día cada curso se dirige
a la cita; generalmente son trasladados
en grupos por los mismos padres.
Cabe señalar que estos encuentros se
producen entre cursos de los mismos ni-
veles y de un par a la vez. Durante la mañana
se presentan, cantan, hacen oración,
comparten la colación y se generan instancias
de juego colectivo para motivarlos
a relacionarse unos con otros, finalmente
se intercambian recuerdos elaborados por
los mismos alumnos y alumnas y se despiden
en espera de un nuevo encuentro.
Estas instancias se producen al menos
dos veces al año. La idea es que una vez
nos visiten ellos y a la siguiente los visitemos
nosotros. Entre una y otra se realizan
campañas con los padres para paliar alguna
necesidad específica de los otros compañeros,
entendiendo que esta actividad
es complementaria al encuentro, que es la
prioridad fundamental.
Nos parece importante erradicar del corazón
de los niños y niñas el sentimiento
de que “como yo tengo, te doy a ti que no
tienes”. La meta es promover que todos
somos personas iguales amadas por Dios,
independientemente de las circunstancias
de vida y el colegio en que se estudie.
Dentro del Proyecto 14, la “Fraternidad
Solidaria” es una de las experiencias que
se mantiene más viva y se realiza con más
periodicidad, formando parte fundamental
del plan anual de trabajo, en un esfuerzo
más por hacer de nuestros niños y niñas
“buenos cristianos y buenos ciudadanos”,
como lo quería nuestro santo Fundador.
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La Fraternidad Solidaria es
una experiencia que se viene
realizando en nuestro colegio
desde hace muchos años,
con la finalidad de que nuestros alumnos
y alumnas compartan con pares de su
misma edad pero de realidades diferentes.
Para mí, que trabajo en el jardín infantil,
no ha sido tarea fácil, cómo los incentivo a
compartir con otros niños y niñas que no
conocen, si están en una edad en que son
fundamentalmente egocéntricos y narcisistas,
ese ha sido siempre el desafío y la
tarea.
Comenzamos contactándonos con otros colegios,
con las colegas, acordábamos el día
y el lugar de reunión, nos preparábamos en
clases contando que iríamos o vendrían a
conocernos otros “amiguitos”, algunos se
entusiasmaban con facilidad, otros no tanto,
pero igual era entretenido preparar los
“regalitos” que compartiríamos.
Llegado el día, los papás nos llevaban al otro
colegio o iban a buscarlos para traerlos al
Instituto. Primero venían las presentaciones,
luego, los juegos, las rondas, las canciones,
el compartir la colación era uno de los momentos
más esperados; la oración de acción
de gracias transparentaba el inmenso amor
de Dios por todos nosotros. Me daba gusto
ver cómo algunos se relacionaban inmediatamente,
otros observaban, pero muchos si
uno les daba una ayudita, se integraban sin
problemas, luego la despedida con el compromiso
de encontrarnos al menos una vez
más. Cuando al final de la mañana comentábamos
el encuentro todos coincidían en
que lo habían pasado “súper bien” y yo veía
la mano de Dios en todo lo sucedido.
Desde hace un par de años a la fecha esos
encuentros de “Fraternidad Solidaria” se
producen con nuestros vecinos del colegio
marista “Diego Echeverría”. Vimos en
conjunto con las colegas del jardín infantil
la necesidad de formar vínculos fraternos
entre nuestros alumnos, rompiendo así las
barreras de las rivalidades, dadas fundamentalmente
por cuestiones deportivas.
Esta iniciativa nos tiene a todos muy satisfechos
pues entendemos que acciones como
estas nos ayudan a ir desarrollando en
nuestros niños y niñas y también en nosotras
mismas el sentimiento de ser “un solo
corazón y un mismo espíritu”
(Marcela Erazo Valenzuela –
Docente)