descargar “Kipus de la Solidaridad” - Hermanos Maristas Chile

Experiencias
Pintando el encuentro
} Colegio San José, Huacho
Solidaridad en el CEI Parroquial
Jesús Divino Maestro
En el colegio marista de Huacho se
realizan varios proyectos de solidaridad,
entre los que se encuentran las visitas al
Centro Educativo Parroquial Jesús Divino
Maestro, del Asentamiento Humano Manzanares.
Los beneficiados son 120 niños y
niñas de 3 a 5 años de edad.
Qué bonito es poder ayudar incondicionalmente
y más aun si es sumando esfuerzos
con quienes reciben esta ayuda. Hoy
día se ha visto una jornada de mucha vida
y generosidad. Padres y madres de familia,
alumnos y alumnas del primero de secundaria
del Colegio San José en un número
de 50 personas, se dedicaron a una jornada
de pintado y arreglo de la fachada y
paredes de este centro educativo del nivel
inicial.
Sin duda que una experiencia como
ésta, dejará huella imborrable en nuestros
alumnos y alumnas, como también
en los padres y madres de familia que con
su ejemplo marcan el camino de vida para
sus hijos. La tutoría a cargo de Arturo Cherres,
que con mucho entusiasmo motiva
a su comité de la mejor manera, nuestras
sinceras felicitaciones. Hay que ver como
trabajan, con que gusto y orgullo cuentan
de sus logros solidarios maristas en esta
querida ciudad llamada Huacho, donde la
obra Marista ha calado muy profundo en
los corazones huachanos.
Al llegar al colegio donde íbamos a
trabajar me sentí muy mal, ya que me
daba pena ver cómo esos niños estudiaban
en un colegio muy descuidado y en muy malas
condiciones. Cuando ingresamos al colegio vi a
muchos niñitos de entre 2 a 6 años que vinieron a
vernos muy felices. Sentí mucha pena al ver que en
un salón tan pequeño ingresaban tanta cantidad de
niños para estudiar.
Pero más fue la pena que me dio ver que la par-
Al llegar a aquel colegio
me dio mucha pena, porque
hacía mucho frío y algunos
niños estaban en short y
politos muy delgaditos, estaba el colegio
sucio y desordenado…..Pensaba
que cuando llegaríamos todos estarían
molestos, pero fue todo lo contrario, nos
aceptaron felices y jugando. Ellos no tienen
un lugar amplio donde jugar, creo
que exactamente su patio es como un salón
de clase en los maristas. Su baño era
pequeñito y no tenía agua para lavarse
las manos antes de comer. El trabajo fue
arduo pero quedo muy bonito, pintamos
las paredes de color celeste y nos divertimos.
En el compartir conocí a un amigo
bien bueno y gracioso llamado Chanel y
nos hicimos amigos al instante, compartimos
una torta de chocolate y gaseosa.
Lo que más me gustó fue que dijeron
que pondrían un tanque de
agua. (Gonzalo Changanaquí
Verano)
te exterior del salón estaba llena de grafitis y que
solo había un baño para todos los alumnos, el cual
no tenía agua potable; el agua la sacaban de unos
bidones grandes con jarritas.
Cuando empezamos a trabajar, no pensé que fuéramos
a lograrlo, pero todos trabajando juntos lo pudimos
lograr; y la parte exterior del colegio quedó
como nueva y sin grafitis. A la hora del compartir,
me hubiera gustado mucho darles un poco de ropa,
porque ellos caminaban con sandalias y con poca
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Cuando llegamos sentí mucha
tristeza por que el colegio
estaba muy descuidado,
cuando nosotros tenemos un
colegio muy cuidado y no nos falta nada,
a ellos les faltan muchas cosas, pero aún
así se sienten felices de poder estar ahí.
Cuando vi la pared que íbamos a pintar,
llena de grafitis, no pensé que nos íbamos
a ensuciar tanto…..terminamos cansados y
llenos de pintura en todas nuestras ropas,
tuvimos un compartir, nos hicimos amigos
de algunos niños y nos reímos mucho con
ellos. Cuando terminó el compartir seguimos
pintando mientras mis compañeros
jugaban fútbol con los chiquitos….Cuando
sus mamás llegaron a recogerlos, algunos
lloraban porque no querían irse y eso nos
hizo sentir muy bien, porque sabemos que
se divirtieron mucho con nosotros.
Cuando terminamos todo y teníamos que
irnos, la profesora nos dio un recuerdito. Al
final todos nos sentimos muy
bien por haber ayudado a todos
estos niños. (Nicole Cam Calle)
ropa en una mañana tan fría.
Me sentí bien al ver a esos niños tan felices y contentos
después de compartir y que vieran como
quedó por el exterior su colegio. En ese momento
no me importó que toda mi ropa estuviera manchada
y que me hubiera manchado con pintura
como nunca. Gracias a mi colegio San José Maristas
por darme la oportunidad de
ayudar a estos niños. (Renzo Briones
Deza)