La Tradición Puntana - Gobierno de San Luis
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LA TRADICIÓN PUNTANA 26<br />
En el acto fueron comunicadas, oficialmente, estas resoluciones al mayor Dupuy, quien,<br />
al acusar recibo <strong>de</strong> ellas, elogiaba la sensatez, pru<strong>de</strong>ncia y patriotismo <strong>de</strong>l pueblo puntano y en<br />
cuanto a la forma que había sido aclamado para continuar en el puesto <strong>de</strong> teniente gobernador,<br />
les expresaba haber estimulado sus esfuerzos, excitando su gratitud, más allá <strong>de</strong> lo que pue<strong>de</strong><br />
imaginarse.<br />
Los males <strong>de</strong> la anarquía interna, estaban conjurados y los dignos mandatarios y jefes <strong>de</strong>l<br />
ejército, podían volver a su gran tarea <strong>de</strong> hacer frente al enemigo común.<br />
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Dupuy continuaba arbitrando recursos e instruyendo las milicias.<br />
En junio, pasó una circular a los alcal<strong>de</strong>s <strong>de</strong> hermandad <strong>de</strong> la campaña, diciéndoles que<br />
sabía, por informes reservados y ciertos, los preparativos <strong>de</strong>l enemigo <strong>de</strong> Chile tendientes a<br />
apo<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong> esta provincia, en la primavera próxima, y que siendo un <strong>de</strong>ber, el más sagrado<br />
para todo americano, tomar las armas para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r sus bienes, sus esposas, sus hijos y su<br />
propia vida, se imponía la necesidad <strong>de</strong> aumentar la fuerza <strong>de</strong> nuestro ejército con nuevos<br />
contingentes. Estos elementos se <strong>de</strong>stinaban a formar el 5º escuadrón <strong>de</strong> grana<strong>de</strong>ros a caballo,<br />
para el cual pedía el general <strong>San</strong> Martín, gente hermosa. Y allá fueron los elegidos mocetones,<br />
y expertos ginetes.<br />
A estas gran<strong>de</strong>s preocupaciones, se agregaban las dificulta<strong>de</strong>s creadas por las rencillas<br />
caseras, que distraían atenciones y malograban esfuerzos. Dupuy pudo suprimirlas <strong>de</strong> un golpe;<br />
pero, <strong>de</strong>masiado respetuoso <strong>de</strong> la opinión y <strong>de</strong> la libertad <strong>de</strong>l pueblo, prefirió soportarlas hasta<br />
que la razón pública se encargara <strong>de</strong> hacerlas <strong>de</strong>saparecer. Al comunicarlas a <strong>San</strong> Martín, éste<br />
le contestaba: «¡Ese corazón está ya más tranquilo! Trabajemos, mi amigo, por nuestro suelo y<br />
<strong>de</strong>jemos que nuestros enemigos nos persigan; yo no espero otra recompensa <strong>de</strong> mis afanes sino<br />
la <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>cir: Por mi Patria hice cuanto pu<strong>de</strong>».<br />
En julio, se hizo una nueva lista <strong>de</strong> donativos, obteniéndose 1267 caballos, 818 mulas y<br />
213 aparejos.<br />
Antes <strong>de</strong> finalizar el año 1815, se recogían 400 novillos y 200 caballos más. Se<br />
recibieron en charqui, bayeta y pieles <strong>de</strong> carnero, por valor <strong>de</strong> 4.500 pesos; para pago <strong>de</strong><br />
oficiales y remuneración <strong>de</strong> tropa, 1.200 pesos y en efectivo, <strong>de</strong>stinado a la caja <strong>de</strong>l ejército,<br />
2601 pesos, todo lo cual fue proporcionado por el abnegado pueblo puntano. Después, sorteó<br />
sus esclavos y los entregó al ejército, para que en las nobles luchas, conquistaran su libertad<br />
por sus propias manos. ¡Hermosa contribución!<br />
En ese tiempo el Supremo Director <strong>de</strong>l Estado le enviaba una circular, adjuntándole el<br />
<strong>de</strong>creto <strong>de</strong>l rey Fernando, referente a los medios que se había propuesto adoptar para subyugar<br />
<strong>de</strong> nuevo a los americanos, en cuya virtud, le recomendaba la pronta remisión <strong>de</strong> soldados.<br />
Dupuy no pudo contenerse más y contestó sin ceremonias: No es posible eso; esta jurisdicción<br />
se ha quedado con muy escasos habitantes, <strong>de</strong>bido al gran número <strong>de</strong> reclutas que se han hecho<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros pasos <strong>de</strong> nuestra revolución, y que por los documentos que obran en este<br />
sentido, pasan <strong>de</strong> tres mil hombres, y <strong>de</strong> cuyas resultas, la mayor parte <strong>de</strong> los que han quedado<br />
son pobres obligados a sostener crecida familia. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esto, las circunstancias peligrosas