terminante dice que @se $zt,is mnnibis Ka6ilzc eodem indulunz ...

nes,» porque no creia fácil y hasta se me figuraba ser imposi-.
ble encontrar un más allá; más allá sin embargo, que no llevaba
descaiiso á mi espírilu ni á mis esperanzas, aunque creia
liaher enconlrado más de lo que me ofrecían las recientes investigaciones,
hasla que, como punto final y como para acallar
mis ansias y como remuneracibn más á mis deseos de encontrar
la verdad que en mBrilo de haberle podido dar el primer
abrazo, en el tomo 11, fol. 25 del Lunzen dows de Santa Catalina,
en la última línea como se esconden las perlas es1 el fondo
del mar, encontré esta nola que vale por todo un libro. K E lo ~
Janer próxim passa1,-1642-10 P. Prior doná la caisa ab que
aportareii á la profess6 lo cos de Sant Ramón, al Convent de
Sant Ramón" (1). Supongo que eslc será cuando menos un
daio arqueol6gico que de hoy en adelante, ha de servir de
mucho, para que en lo sucesivo, quede complelamente cxplicada
la razón de ser de una caja mortuoria en la iglesia del
convento de la que miichos creen que fué l~atalis domus, y
que, al viajero que por la pez primera, visite aquel santo recinto
donde actualmente están de asiento, la soledad de los
sepulcros y las tristes memorias de lo que fué, si va alli como
fué isn día e'l que os habla, para preguntar si en los artesonados
saloncs del palacio señorial de ~en~afort se meció la cuna
dcl niño Ram6n, no se cnconlrará cara á cara con la escuálida
conlestación de aen esta caixa ha estat lo cos dc San1 Ramónu
de suertc que al preguntar por la vidaen su primera luz, no
será la muerte la que le haga opinar si alli exhaló cl úllimo
suspiro.
Hay en la vida del corazón un hecho, que bien puede calificarse
de fenómeno psicológico, cuya naturaleza esencial tal
vez, no ha recibido explicación cumplida, pero que la mirada
del observador y hasta su misma esperiencia personal confirman
á cada paso. Ama cl c'ora~6n porque tal es su vida, su
desliiso , el porqué de su exislencia, ya que se ha dicho que
corazón que no ama miibrto está: y en el ser racional esta vida
del coraz6n es más activa, más persistente y más fuerte por
lo mismo, cuanto mayores y más interesantes y más bellas son
(11 Be hecho nolar ya en otra parte, que cl Convenlo del Panades era conocido
aun en documentas oficiales de la orden, con los nombres de Sanlo Domingo y lam-
bien dsSan Rauiún.