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los qiie blasfeman de lo mismo que afeclan no saber. Y esta ;
tradición ya oral, ya escrita viene solemnemente sancionada
- por la verdad católica 'qiie, por boca dcl Romano Ponlifice en
la buladc Canonización escribe: Mullepatravit miraczlla inler
qu~ illzcd clarissimum, yuod ex insula Baleuri Majori Barcimnem
~ei?ersum, slato super quas pallio centum sexaginla
miliaria, sex ,'lo& confecerit. Esta misma verdad católica y
los millones de fieles que la creen y militan á su sombra, postrados
ante sus altares, con el firmisimo acenlo de la fe y las
ansiosas aspiraciones de la santa esperanza le ruegan, interponen
su mediación, diciendole al Señor: Deus quiBealum Raymundum-per
mari.s ukdas mi~abiliter trnduxisli, ,concede ul
ejlcs inte~cessione-zd otwna 8eatitbde'nis portzcm pervenire
mereamzbr. (hardainos tambieri y es otro de los ol~jelos más
eslimables del arcliivo municipal de Barcelona, la bandera que
lodos los años, el dia de la festividad de Saii Ramón de Penyafort,
era llevada por la principal nobleza de Cataluiia en la
procesión de los Concelleres que salía de la Caledral , para
asistir ambos cabildos al oficio que se celebraba con toda pompa,
en el convento de PadresDominicos, por voto de la ciudad.
Esta bandera es de seda blanca: en el fondo csli pinlada la
imagen del Santo, arrodillado sobre su capa teridida en el
mar y sostiene cgii una mano el cayado que sirve de palo mayor
á su peregrina embarcación y en la otra lleva un Crucifijo.
Al exlremo, va el escudo de las armas de Barceluna, y el asta
que mide unos tres metros y esli dorada con esmero, remata
en forma de cruz, de la ciial pender1 dos primorosos cordones.
Bandera liistórica es por lo que representa bajo el punto de
visla religioso y no menos Iiistúrico tamhiéu, porque, según se
regislra en la crónica de nuestra Catedral, en 1639, supo dar
á su sombra iina prueba de virilidad religiosa y de arrior á las
lradiciones aqiiella gencraciún representada por sus incomparables
concelleres y po; su Cabildo Catedral que cii aqiiellos
. .
tiempos tenía eu su proceder y en su vida piiblicapor decirlo
así, escrito en forma y con caracteres imborrables el Serven-'
tur lraditioncs, que es á biien seguro, el c'ecreto de la diiración
perenne y de la vida iiimaculada de lo3 cuerpos colectivos
(1). Lo recuerda por fin, en esta ciudad, uu hecho local .
(1) Als 18 de Janer da 1639